Posted by : Vaig a Peu martes, 15 de febrero de 2022

El clima mediterráneo siempre se ha caracterizado por periodos de sequía alternados con otros de lluvias torrenciales, por eso, surge la necesidad de almacenar el agua. Una de las infraestructuras que se realizaron para luchar contra estos problemas son los pantanos como el de Relleu. La población de la Vila Joiosa perdía habitantes debido a la falta de agua para regar y obtener cosechas, por lo que sus gobernantes se quejaron al rey Felipe IV, que en 1653, por Privilegio Real, aprobó la construcción de esta infraestructura hidráulica. Sin embargo, su aprobación encontró la oposición de los señores de Orxeta y Relleu y un largo pleito, debido a que sus términos municipales no podían aprovechar el agua del pantano y temían las enfermedades producidas por la aguan embalsadas. El pleito no progresó y la presa de Relleu fue proyectada en el año 1607 por el ingeniero militar Cristóbal  Antonelli. La Vila Joiosa debía aportar el capital necesario para la adquisición de terrenos y realización de las obras. No se sabe con exactitud su fecha de inicio y finalización; algunos autores creen que en el año 1689 ya estaba finalizada. Lo que es seguro, es que en las primeras décadas del siglo XVIII el pantano ya embalsaba agua. Durante los siglos XVII y XIX se realizaron varias obras de mejora y ampliación. En el año 1777-78 se hizo un primer recrecimiento de la pared y se construyó la casa del guarda. En los años 1877-80 se realizó un segundo recrecimiento, y se construyeron la torreta de captación de aguas y el Azud del Parart, que servía para desviar las aguas de un barranco cercano al interior de la presa. La construcción del nuevo pantano del Amadorio entre la Villa Joiosa y Orxeta en el año 1957 llevó al abandono de esta magnifica obra de ingeniería hidráulica. 

CÓMO LLEGAR: Autopista AP-7 dirección Valencia, salida nº 66 VILLAJOYOSA. En la rotonda tomar la CV-770 dirección SELLA/ORXETA/RELLEU. En el desvío a la izquierda a Relleu seguir por la CV-775, hasta el inicio de la población. Hay sitio para aparcar.

COMPONENTES: VICENTE, SUSI, PEPE Y TERE.

ITINERARIO: RELLEU / IZQUIERDA / DERECHA / CASA IZQUIERDA / CASA EN RUINAS / IZQUIERDA / EMBALSE SECO / PRESA DE RELLEU / SUBIR / CASA DEL GUARDA / MIRADOR DE LA PRESA / INICIO PASARELA / MIRADOR DE CRISTAL / REGRESO HASTA LA CASA DEL GUARDA /  GRAN PINO / IZQUIERDA / HORNO DE CAL / CASA DERRUIDA / IZQUIERDA / DERECHA / CAMÍ DE LES RIPALMES / CRUZAR RÍO AMADORIO /  CARRETERA / ACEQUIA / RELLEU.



LA RUTA: La sencilla ruta al pantano de Relleu ha cambiado mucho desde la inauguración de la pasarela colgante en el  angosto desfiladero del río Amadorio. Ahora, además de no tener vértigo (imprescindible), hay que reservar día y hora.

 


Está claro que no es el Caminito del Rey, pero vale la pena venir a pasar el día en Relleu. Iniciamos desde el parking cercano al Ayuntamiento y elegimos hacer la ruta en dirección al Camí del Pantá siguiendo las marcas del sendero local.

 



Salimos del pueblo por la fuente de Sant Vicent Ferrer, dejando atrás la iglesia y por la carretera pasamos  a campo abierto donde enseguida tenemos las imágenes del Puig Campana. Dejamos la carretera por la izquierda.

 



Entramos en una especie de barranquera abancalada con algunos olivos centenarios mientras el pueblo se queda en la parte alta. En un diminuto cerro vemos una antigua casa de campo que dominaba los bancales ahora abandonados.

 



Enlazamos con un camino carreteroque seguimos por la derecha entre campos de almendros y con vistas a todas las montañas, Aitana al norte, al Este con el Puig Campana y els Castellets, al Oeste con el Cabeçó d’Or y la sierra de la Grana.

 



Llegamos a una casa abandonada, aparentemente de una planta, pero los corrales están debajo, pegados a la ladera. Actualmente están roturando todos sus terrenos, quizás en vistas a construir lugares de restauración.

 



Salimos de nuevo a la carretera junto a la Finca Amadorio, con un conjunto de varias casas habitadas en diversas alturas. Poco después vemos otra casa derruida junto a una palmera y por la izquierda, otra habitada entre cuidados bancales.

 



Mirando hacia atrás, la distancia hace que veamos la portentosa mole montañosa que forman la Penya de Sella con el Penyó Divino y la sierra de Aitana con sus artilugios militares y de nuevo el Puig Campana.

 



Dejamos la carretera por la izquierda por el Camí del Pantá. Hay varios paneles y paletas informativas del sendero local, una cadena corta el paso a vehículos. Por camino ancho y terreno desigual seguimos adelante.


Y poco a poco vamos entrando en la superficie plana del embalse propiamente dicha, donde terminan las colinas y lomas. Un fondo seco con matorral pero que conserva algo de humedad pero sin el verde de un prado.

 


Seguimos las huellas del camino por la izquierda hasta que desaparecen y vamos girando a la derecha. Es un recorrido extraño, como en un descampado, nos dirigimos hacia la presa. En época de lluvias no podríamos dar este paseo.

 



Frente a la presa del pantano, con cintas han vetado que nos acerquemos. Arriba ya distinguimos la plataforma de entrada a la pasarela. Cruzamos el ancho lecho del pantano para comenzar a subir por un sendero.

 



El sendero nos sube junto a la Casa del Guarda, que luego visitaremos y al camino de regreso. Aunque no hay mucha gente por ser martes, tenemos el horario de pase ajustado y por un puente de madera nos dirigimos al Mirador de la Presa.

 



Desde este otero vemos la pared de la Presa a nuestros pies que en el lado del embalse debido a la acumulación de sedimentos apenas rebasa los dos metros de altura. La vez anterior, con precaución, pasamos sobre ella.

 


El arco de la Presa mide 30 metros entre las paredes del desfiladero por 3 metros de anchura.  Desde el Mirador ya podemos ver parte de la estructura de la pasarela colgada en la pared derecha. Una persona controla el acceso.

 


Los horarios de acceso están fragmentados en tramos de 15 minutos y a lo largo de la pasarela solo pueden estar 15 personas, por lo que hay un riguroso control y solo se deja pasar a medida que van saliendo.

 



Es nuestro turno. A la pasarela se baja por una escaleras de madera con soporte metálico y ya estamos colgados en la pared derecha del abismo. En el piso de madera hay algún peldaño para nivelar el recorrido.

 



La pared del desfiladero hace un recodo a la derecha al que se ciñe la pasarela y nos permite ver el tramo final con el Balcón de Cristal. Aunque solamente son 200 metros de ida, el transito es lento dada la altura de las paredes.

 













Es impresionante observar el fondo del estrecho y sinuoso cauce del río Amadorio, perforado durante miles de años por aguas tumultuosas de lluvias torrenciales, que han dejado un lecho tortuoso de altas y verticales paredes.

 



Como el motivo final es llegar al Mirador de Cristal, que es donde más se acumula gente, en el recodo o antes de llegar, la gente espera su turno y a que todo el mundo pueda hacer sus fotos, siempre dentro de un límite de tiempo.

 



Mientras vamos contemplando el estrecho desfiladero y mirando hacia la Presa podemos verla desde este lado donde alcanza una altitud máxima de 32 metros después de varias elevaciones. Ayudamos a hacer fotos a la pareja anterior.

 



Nos toca. El Mirador de Cristal es un pequeño balcón al vacío de unos cuatro m2 y piso de cristal trasparente, la gente con vértigo lo pasará mal. Las panorámicas son espectaculares al retorcido cañón y la pasarela.

 











No tenemos gente detrás, sólo una pareja, y aprovechamos para alargar la sesión fotográfica. Después emprendemos el retorno pausadamente disfrutando del entorno y observando la sólida pasarela adosada al desfiladero.

 



Desde el Mirador de la Presa volvemos a verla detenidamente, sigue llegando gente por el interior del embalse; los fines de semana estará masificado. Retrocedemos por el camino rocoso hasta cruzar el puente de madera.

 



Nos acercamos a ver la Casa del Guarda construida en 1777-78 junto a otras obras de mejoras. Actualmente vacía y sin uso. Desde su posición tenemos buenas perspectivas a la presa y a la cuenca del embalse.

 



El sendero prosigue por la parte alta de la semiárida cuenca del embalse que alberga vegetación condicionada a la escasez de agua y favorece la presencia de anfibios que renacen en las lluvias. tomamos unas frutas bajo un gran pino.

 



Luego giramos a la izquierda saliendo del cauce del embalse. Por sendero llegamos a los restos de un viejo horno de cal que debió servir para hacer mortero, trabando con cal el relleno de mampostería en algunas de las obras posteriores en la presa.

 



Entramos en una zona abancalada de viejos muretes de piedra seca con vetustas casas abandonadas o derruidas. Por la izquierda conectamos de nuevo con el camino asfaltado y nuevas miradas al Puig Campana.

 



Con vistas a la mole de la sierra de Aitana dejamos el asfalto por un camino a la derecha junto a una casa derruida. Vuelven las vistas al Puig Campana y a lo lejos vemos el pueblo de Relleu a los pies de la serra de l’Aguilar.

 



Más tarde junto otra casa derruida y su viejo pozo, hacemos un giro balizado a la derecha y conectando con el Camí de les Ripalmes i del Fasamais que transcurre paralelo al río Amadorio con vistas a la Pared Negra del Divino.

 



El camino busca las zonas más accesibles  para su paso por muros de mampostería o piedra seca, arañándole terrenos al barranc de la Cova que fueron bancales de cultivo estando ahora en total abandono.

 



Descendemos suavemente al cauce permitiéndonos el vadeo del río Amadorio entre piedras cañizos y matorrales que nos impiden ver el agua. Comenzamos a elevarnos por la otra ladera por medio de cortas e inclinadas rampas.

 



El fuerte desnivel nos hace parar a contemplar las panorámicas junto a una gran casa. Cruzamos la carretera y seguimos por un camino paralelo a ella y junto a una acequia. Vislumbramos una colorida urbanización.

 



Vuelven las panorámicas a los enclaves montañosos que rodean este hermoso enclave a la entrada de Relleu con vistas a la ermita de Sant Albert y a las ruinas del Castell de Relleu o de Alcalans y al parking, donde cerramos la ruta.

 



Paseamos por las estrechas calles del pueblo que son un remanso de paz y decidimos quedarnos a comer en uno de sus bares. La restauración tiene que ir adaptándose para poder atender a la gran cantidad de gente que viene a ver la novedosa pasarela.

https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/el-pantano-y-la-pasarela-de-relleu-97039925




RECORRIDO: CIRCULAR.

AGUA POTABLE EN RUTA: NO.

DISTANCIA: 9,7 KM.

TIEMPO EN MOVIMIENTO: 3 HORAS

ALTURA MÁXIMA: 450 M. (Relleu)

ALTURA MÍNIMA: 272 M. (Lecho del Pantano)

DESNIVEL POSITIVO: 317 M.

DESNIVEL NEGATIVO: 333 M.

DIFICULTAD: MODERADA.

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