CÓMO LLEGAR: Autovía E-15 hacia Murcia, salida nº 138 hacia Granada, salida nº 609 TOTANA/ALEDO. Dirección Las Santas/Aledo. En Aledo continuar por la carretera del Parque Regional de Sierra Espuña dirección Caruana y el Purgatorio. A pocos kilómetros entrar al parque por Las Alquerías y seguir hasta el Collado del Pilón y Collado Bermejo. Aparcar en este hermoso mirador.

COMPONENTES: VICENTE Y PEPE.

ITINERARIO: COLLADO BERMEJO / DERECHA / IZQ. SUBIR / CANALETA DE LA LUZ / CABLE / TORREON DE LOS EXPLORADORES / DEJAR CARRETERA / CARRETERA / SENDERO /TOMA DE AGUA / COLLADO ELEUTERIO / INFO IZQDA. / ACEQUIA DE TOTANA / PUERTA  / PUERTA IZQ / AL ARCO / ARCO DE SIGISMONDI / CARRERÓN DEL DIABLO / IZQDA. / CRUZAR CARRETERA / COLLADO BERMEJO.

LA RUTA: Volvemos al Arco de Sigismondi por la Canaleta de la Luz pero haciendo una pequeña variación, no bajaremos al Collado Mangueta y seguiremos por sendero hasta el Collado Eleuterio. Hace un precioso día.

Iniciamos desde el Collado Bermejo (1.201 m.) Las primeras miradas son al Morrón Grande y su masa de pinar que continúa valle abajo. Por la carretera giramos a la derecha que tiene la puerta abierta. Solo la cierran en las nevadas.

El mar de pinos inunda Peña Apartada y el Cerro de la Garrita. Estamos atentos porque en unos doscientos metros tenemos el desvío por la izquierda, mientras en nuestro horizonte también aparece el Morrón Chico.

Un mojón de piedras marca el inicio de la subida por la Canaleta de la Luz, por donde dan servicio a las instalaciones militares. Hace unos años hicieron unas reformas en la canalización y colocaron los cables. 

Es algo confuso al principio, hay que vigilar los mojones y el sendero se va reafirmando, y cuando llega el cable ya no tiene pérdida. Al comienzo parece innecesario pero a medida que el desnivel se acentúa es de gran ayuda.

La vertical subida nos sirve de balcón para admirar el espléndido paisaje. La garita del Morrón Chico va creciendo poco a poco. Hay dos tramos de cable de acero de varias decenas de metros cada uno que nos ayudan a izarnos.

En el tramo final más escarpado y vertical el cable ha sido sustituido por una cuerda de escalada, quizás para darle un aire montañero. La cuerda estira y la sensación de seguridad no es la misma pero la canaleta sirve de apoyo para los pies.

Pasado el gran roquedo el desnivel va cediendo y tenemos que subir por nuestros medios. Aparecen las carrascas y comenzamos a divisar las puntas de las antenas. La altitud expande las panorámicas y el manto verde de pinar.

Tenemos la suerte de sorprender a un rebaño de arruís que esperan nuestros movimientos para emprender la huida. Son ejemplares de la numerosa población que ramonea los arbustos del  parque y que amenaza especies escasas como el mostajo y el durillo dulce.

El sendero gira a la izquierda para superar la pedregosa loma, comenzamos a distinguir algunas de las instalaciones de EVA-13 y el Torreón. Los grandes ejemplares de  carrascas comienzan a salpicar el rocoso Morrón.

Alcanzamos el Torreón de los Exploradores (1.570 m.), que todo el mundo toma como referencia de mayor altura, ya que el vértice geodésico del Morrón de Espuña (1.583 m.) está situado dentro del vallado recinto militar de EVA-13, al que no tenemos acceso.

En la cruz de hierro que marca este punto, hay colocadas dos placas metálicas en recuerdo de dos montañeros fallecidos. Las vistas aunque algo brumosas se extienden por los cuatro costados como el mar de pinos.

Proseguimos por el asfalto de la carretera contemplando las instalaciones militares en descenso hasta la primera curva, donde un hito marca la salida por la derecha y enlazamos con la senda de bajada con vistas a los Malvariches. 

Hacemos un atajo campo a través entre los lazos de la carretera y en la última curva dejamos definitivamente el asfalto por un estrecho sendero que nos introduce en el bosque de pinos junto a una valla del Parque

Por detrás de la caseta el sendero prosigue descendiendo de la loma con las inevitables miradas a las dos grandes alturas del Parque Regional hasta llegar al camino y en unos metros, al Collado Eleuterio (1.448 m.).

En este apartado collado balizado metido dentro del bosque de pinos, tomamos el camino de la izquierda, en dirección a La Carrasca, un tránsito tranquilo  y sosegado a la sombra del pinar que filtra los rayos del sol.

Atravesamos una desvencijada puerta del parque con algunos comederos para muflones y por la derecha descendemos por la tubería de la Acequia de Totana, acortando todas las serpenteantes lazadas que el camino hace. 

Llegamos a otro cruce balizado, pero esta vez lo seguimos en dirección al Collado Bermejo por la izquierda durante un corto tramo, hasta conectar también por la izquierda con el Camino de las Casas del Pinillo.

Marchamos por el camino hasta que unos hitos de piedras nos señalan la subida hacia la pedrera. Primero entre los pinos del bosque, donde es fácil seguirlos, y luego, intentando subir hacia el lado derecho con el fin de evitar parte de la pedrera.

El desnivel es fuerte en tan corto trayecto, y las piedras sueltas hacen incómoda la subida, pero con paciencia y haciendo zetas lo vamos superando. La hermosa y vertical pared, coloreada de ocre de la Peña Soleada se va acercando y tomando tamaño real.

Desde su base impresiona su enormidad. Debemos rodearla por su parte izquierda y entrar en un agreste y pétreo rincón por el que debemos seguir subiendo entre las rocas y restos de pedrera. El color de las paredes cambia a tonalidades de gris oscuro y menos sonrosado.

Lo primero en que nos fijamos es la gran grieta, arriba a la derecha, que forma el Carrerón del Diablo. Luego cruzamos en diagonal hacia la izquierda de la pedrera, y los que ya hemos estado alguna vez, haciendo un esfuerzo visual logramos ver el Arco de Sigismondi.

Tal es su mimetismo con el entorno, que no lo descubrimos hasta estar delante de él. Arco de Sigismondi, maravilloso capricho de la naturaleza en un marco de incomparable belleza abrupta. Hacemos muchas fotos y traspasamos el arco, es como entrar a un mundo imaginario de Tolkien.

Volvemos al centro de la pedrera para dirigirnos al rincón de la derecha y afrontar la estrecha hendidura en ascenso: El Carrerón del Diablo. Su base es la parte por la que está unida la Peña Soleada al Morrón de Espuña. Estrecho desfiladero de agobiantes  paredes.

Luego, buscando los mojones de piedras, esta vez por la izquierda, continuamos el descenso por la inestable pedrera, intentando esquivarla en lo posible; alcanzando el bosque y el camino interior, que tomamos por la izquierda.

Sin dejar este camino poco pateado pero que se intuye mejor cuando se convierte en sendero, nos lleva a media altura hasta cruzar la carretera, lo continuamos y nos dejará junto a la caseta del transformador en el Collado Bermejo.

Cerramos esta aguerrida  ruta por los rincones más escondidos de Sierra Espuña en el mirador del collado,
viendo los artilugios de EVA-13 en lo alto del Morrón Grande y el inmenso mar de pinos hasta Peña Apartada.

RECORRIDO: CIRCULAR.

AGUA POTABLE EN RUTA: NO.

DISTANCIA: 8,4 KM.

TIEMPO EN MOVIMIENTO: 04:45 HORAS.

ALTURA MÁXIMA: 1.570 M. (Torreón de los Exploradores)  Espuña 1.583 M.

ALTURA MÍNIMA: 1.201 M. (Collado Bermejo)

DESNIVEL POSITIVO: 655 M.

DESNIVEL NEGATIVO: 652 M.

DIFICULTAD:  DIFÍCIL.