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- RUTA CICULAR LARGA AL RÍO CHÍCAMO.
Posted by : Vaig a Peu
miércoles, 12 de junio de 2019
La cabecera del río Chícamo, forma un conjunto de charcas que alberga entre otras especies protegidas, la única población de interior de la región de Murcia del fartet (Aphanius Iberus), especie catalogada en peligro de extinción. Debido a la importancia ecológica y ambiental que presenta este espacio se encuentra catalogado como LIC, Lugar de Importancia Comunitaria. Hace unos 10 millones de años, la mitad suroriental de la región de Murcia, formaba parte de un estrecho marino, salpicado de islas y que comunicaba el océano Atlántico con el mar Mediterráneo. Al Norte de Macisvenda existía un macizo emergido de relieve agreste, del que partían diversos torrentes, que en su desembocadura en el mar, en las épocas de intensas precipitaciones, depositaban grandes cantidades de sedimentos detríticos groseros (gravas), originando pequeños abanicos deltaicos. El sedimento más grosero se acumulaba cerca de la línea de costa, donde era erosionado por el oleaje y por organismos marinos, como los dátiles de mar (Lithophaga sp) y las esponjas endolíticas (Clionia sp). Mientras que el más fino, era arrastrado hacia el interior de la cuenca marina y sedimentado sobre sus fangos. Así, la superficie subacuática del abanico deltaico estaba unas veces cubierta por sedimentos detríticos depositados tras las fuertes lluvias, por un antiguo cauce fluvial y otras por arenas de playa, durante las épocas de calma. En aquella época en la región de Murcia existía un clima cálido y cerca de la costa, en épocas con pocas tormentas, sobre los sedimentos deltaicos se instalaban colonias de corales, que originaban pequeños parches arrecifales y que muy a menudo eran sepultados por nuevas avalanchas detríticas, tras lluvias intensas.
CÓMO LLEGAR:Por la CV-84 dirección Aspe. En la rotonda continuar por la CV-845, pasar por Hondón de las Nieves, Hondón de los Frailes y en la pedanía de Barbarroja entramos en la región de Murcia por la MU-410, hacia Macisvenda, antes de llegar tomar por la izquierda la carretera MU-9-A hasta el aparcamiento.
COMPONENTES:VICENTE, PEPE COVES, TONI, JUANJO, PELEGRÍN, PEPE CERVERA, RAFA BUYOLO, MANOLO PERAL, VICENTE CERVERA, ASENSIO, PACO QUILES Y EL TELE.
ITINERARIO:APARCAMIENTO / IZQDA. / IZQ. / CENTRO BUDISTA / ERMITA DE EL TOLLÉ / CRUCE IZQ. / RÍO CHÍCAMO CANALIZADO / CAUCE DEL RÍO / BAD-LANDS / CRUZAR CARRETERA / ESTRECHO DEL CAJER / POR EL CAUCE / ANTIGUO MOLINO / CHARCA DEL FARTET / IZQ. ASFALTO / IZQDA. / APARCAMIENTO.
LA RUTA:Volvemos al río Chícamo con el grupo de veteranos, esta vez haremos la circular larga, pero para acortarla un poco, iniciamos desde el cruce en la carretera MU-9-A dirección Abanilla, a un kilómetro de Macisvenda.
Seguimos por la pista asfaltada de la izquierda durante unos cuatrocientos metros y la dejaremos por la izquierda por otra pista que viene desde Macisvenda. Tras unas curvas también la dejaremos por la izquierda, tomando la pista de tierra que va a El Tollé.
Ahora el itinerario es claro y en suave descenso proseguimos por la pista de escaso tráfico. En una ladera nos llama la atención una hermosa y florida mata de cantueso. Por detrás se queda Macisvenda y el Cantón.
Hace un día precioso y despejado. Nos acercamos a una ladera arcillosa de color rojizo que la erosión ha moldeado con rugosidades y cárcavas.Enfrente tenemos una bonita loma de forma cónica que el sol comienza a iluminar.
Por la derecha, tenemos una ojeada a una especie de barranquera de laderas rojas estriadas por la erosión. Son tierras casi baldías que el esparto y otros matorrales hacen de barrera de contención para que no se desmoronen.
El descenso se agiliza un poco dejando a la vista la ancha planicie del valle. Por la derecha, no muy lejana, aparece la mole de la sierra de La Pila, y por detrás dejamos de ver Macisvenda y la sierra del Cantón lo acapara todo.
Enfilamos una gran recta que nos acerca a las espaciosas instalaciones de una comuna de monjes budistas afincada en esta zona. Como símbolo tienen un gran buda de barro pintado de colores en una pequeña colina.
Dentro de su recinto vallado tienen un amplio jardín donde hay varias esculturas o representaciones budistas. La Asociación Mahasandhi suele hacer cursos de yoga además de estancias y retiros para sus feligreses.
Alrededor de las instalaciones hay varios chalets y casas de campo con cultivos de viña, y algo más alejada una urbanización. Desde esta distancia la estampa de la sierra del Cantón parece un paisaje pirenaico de alta montaña.
Vemos otra rambla de areniscas erosionadas de color sonrosado y gris antes de llegar a El Tollé y su ermita de Nuestra Señora de la Asunción. El topónimo de El Tollé viene por ser un paraje repleto de tolmos de tierra.
Pasada la ermita tomamos una pista asfaltada a la izquierda, que poco después abandonaremos a la derecha, por un camino de tierra que conecta con una rampa de tierra que nos desciende al cauce de la rambla.
Enlazamos con el cauce canalizado del río Chícamo que cruzamos y seguimos por la izquierda. El paisaje cambia bruscamente, pese a haber un curso de agua la zona es quebrada y árida, nos reagrupamos en un pequeño bosquete de pinos.
Es un lecho llano y bastante amplio en este tramo, con vegetación de matorral, cañizo, juncos y esporádicamente alguna palmera y pinos. Lo delimitan paredes no muy altas formadas de gravas y margas aglomeradas que el tiempo y la erosión han ido moldeando.
El curso libre del río es poco ancho, porque lo acompañan desde su nacimiento unas tuberías que transportan directamente parte de su caudal. Nos escoramos a la derecha buscando el paso entre el cañaveral y la ladera.
En las paredes de enfrente vemos una especie de arco poco fiable y por nuestro lado, los primeros Bad Lands (tierras malas) paredes de arenisca en las que la erosión y el agua han surcado hendiduras, rugosidades y pliegues.
La abundante humedad generada por el pequeño curso de agua alimenta a una exhaustiva y frondosa vegetación donde prevalece el cañaveral, los juncos y mimbres, salpicados por matorral de adelfas que dan colorido a la zona.
La frondosidad nos cierra el paso en algunas ocasiones teniendo que pegarnos a la ladera buscando un buen paso, para luego ampliarse el cauce dando paso a matorral bajo y adelfas, pinos que ralean y esporádicas palmeras.
La formación de Bad Lands se inició hace millones de años cuando los territorios de la Región de Murcia formaban el arenoso fondo del mar. Por este motivo, pueden encontrarse fósiles marinos con una antigüedad de miles de años.
Volvemos junto al agua que corre mansamente. A su lado la vegetación es más espesa con juncos y cañizo, formando un paisaje típico de humedal. El caudal se desplaza a la izquierda junto a las paredes y poco después tenemos que vadearlo.
Las torrenciales lluvias que se producen estos áridos lugares, van horadando profundamente el terreno, creando el paisaje con sus peculiares formas que es comparado con la superficie lunar. El nombre de malas tierras se debe a su formación principal con yesos, arcillas y demás materiales impermeables.
Marchamos entre las hermosas paredes torneadas y el río que tenemos que vadear en varias ocasiones, volviendo de un lado a otro, esquivando el agua; bonito tramo muy entretenido. En el paisaje aparecen las palmeras, que le dan unas pinceladas de oasis al entorno.
El trecho siguiente es espectacular, con un poco de imaginación podemos estar visitando Petra, la ciudad esculpida en las paredes sin tener que ir a Jordania. En el otro lado, nuevo despliegue de Bad Lands con surcos más profundos en la impresionante tierra gris.
El cauce de la rambla se ilumina con un gran despliegue de adelfas en flor junto a un mosaico de Bad Lands a nuestra derecha. Es una zona más llana y los cruces a las aguas del río son amplios y frecuentes. Una delicia de paisaje.
Cerca de un cortijo situado en la ladera izquierda flanqueado por grupos de palmeras de aspecto descuidado, el cauce del río inicia una cerrada curva a la izquierda junto a un puntiagudo Bad Land. Vadeamos de nuevo el río.
A los pies del cortijo el cauce del río culebrea esquivando pequeñas lomas y debemos cruzarlo varias veces. Marchamos por un ancho camino junto a un palmeral de rambla y una casa con acceso por una pasarela metálica.
Bajo una zona de cuevas turísticas, quizás para alquilar, y tras otro vadeo, entramos en una franja de Bad Lands ocres y rojizos, acanalados por las lluvias torrenciales que provocan avalanchas detríticas de sedimentos deltaicos.
En el siguiente tramo, tras una pausa para tomar unas frutas, atravesamos por cañaveral y palmeras junto a rectas paredes desgastadas, alcanzando la carretera que conecta con la MU-9A que va de Macisvenda a la ermita.
Proseguimos adelante, ahora por estrecho sendero estrangulado por la abundante vegetación de carrizo, juncos, mimbres y adelfas que esconden el delgado cauce del agua teniendo que chapotear más de una vez.
Junto a una casa abandonada las paredes de la rambla se van estrechando y se intuye la cercanía del Cajer. Es hora de cambiar a calzado acuático y prendas de baño para atravesarlo lo más cómodamente posible.
Diversos paneles y carteles informativos de la zona recomiendan no cruzar en caso de lluvia. Un senderillo a la derecha evita la vegetación y tras unos pinos se angostan las paredes, y con vestigios de derrumbes entramos en el Cajer.
El encajonado desfiladero da paso a paredes de conglomerados y antiguos aluviones de piedras. El agua está en su punto y es una placer caminar dentro de ella. Por la falta de tierra donde arraigar, poco a poco la vegetación va desapareciendo,
Empieza lo bueno, las paredes casi se tocan y el agua fluye por el estrecho canalillo del cauce. La erosión producida por las aguas de las lluvias torrenciales y riadas es tremenda, y a la vez, de una gran belleza sin par.
Pero pronto vuelven a encajonarse las paredes quedando a muy pocos metros unas de otras, formando sinuosos recodos de altos roquedos por donde tenemos que transitar de uno en uno admirando el bello recorrido.
Una leve cascada formada al comprimirse el cauce entre las paredes hace que el grupo se estire, luego vuelve a ensancharse con paredes menos elevadas que permiten regresar algo de vegetación y coloridas adelfas.
Llegamos a otro punto donde el cauce se ensancha un poco, las paredes ya no son verticales y forman repisas. Una cascada y el tronco de un árbol hacen que el cauce se tapone y busquemos una salida por encima de las piedras.
En la parte de arriba la retención de aguas da lugar a una pequeña poza donde gente más joven se está bañando. Para seguir tenemos que subir a la siguiente plataforma rocosa de sedimentos de gravas y aluvión.
Dejamos atrás la última cantarina cascada y el cauce vuelve a ser llano de laderas terrosas con pineda, la vegetación de cañizo, adelfas y juncos vuelve a ser exhaustiva, con lo que resulta más fácil avanzar dentro del curso del agua.
Alternamos tramos por senda clara entre los pinos vadeando el río en varias ocasiones, para volver atorarnos con la vegetación y tener que seguir chapoteando por el cauce de frescas aguas que nos alivian del calor.
Cruzamos el cauce definitivamente a la izquierda, donde el sendero parece consolidarse poco a poco dejándolo a nuestra derecha con el carrizal. Entre pinos matorral, y descuidadas palmeras la marcha se agiliza.
Más adelante llegamos al antiguo molino hidráulico del siglo XIX que pertenece a la Comunidad de Regantes de la Huerta de Abajo y Sahués. Ha sido remodelado recientemente y pasamos por debajo de su porchada.
Aprovechamos para quitarnos el calzado acuático y prendas de baño. Continuamos con miradas a la sierra del Cantón de nuevo, y a unas formaciones de arenisca, yesos y margas que colorean el tramo de una ladera.
En la Charca del Fartet (Aphanius Iberus)pez cuya especie está catalogada en peligro de extinción; esta vez tenemos suerte y el agua está muy clara, con lo cual podemos observarlos nítidamente moverse entre las aguas.
El recorrido del río Chícamo termina. No vamos a su nacimiento ya que la cantidad de cañaveral impide ver brotar el agua. Por asfalto hacemos el corto camino que nos queda hasta el aparcamiento cerrando esta preciosa y entretenida ruta.
RECORRIDO:CIRCULAR.
AGUA POTABLE EN RUTA:NO.
DISTANCIA:10,9 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO:04:30 HORAS.
ALTURA MÁXIMA:393 M. (Al inicio)
ALTURA MÍNIMA:229 M. (Canalización del río Chícamo)
DESNIVEL POSITIVO:260 M.
DESNIVEL NEGATIVO:250 M.
DIFICULTAD:MODERADA.