Posted by : Vaig a Peu sábado, 4 de marzo de 2017

La batería de Castillitos se encuentra situada en Cabo Tiñoso, en la costa del término municipal de Cartagena, cerca de la localidad de La Azohía, en un paraje abrupto dominado por acantilados y montes escarpados, mirando sobre una línea de costa desde unos 250 m sobre el nivel del mar. Su posición fue cuidadosamente elegida, en un estratégico punto situado en la línea costera donde la artillería emplazada tenia como función defender la base naval cartagenera, en cuyo concurso era necesaria la acción conjunta y centralizada con el resto de baterías de costa. El acceso a este enclave defensivo se realizó por la carretera que conecta la ciudad de Cartagena con la localidad costera de La Azohía. Antes de llegar a esta pequeña población, y tras haber pasado las Cuestas del Cedacero, existe un desvío que conduce al caserío del Campillo de Adentro. Pasado éste se inicia un camino asfaltado, en relativas buenas condiciones, que asciende hasta la batería. Se encuentra abandonada y sin uso, pero es propiedad del Ministerio de Defensa. La batería de Castillitos fue una de las dos que montaron las gigantescas piezas Vickers de 381 mm destinadas a la defensa de la base naval de Cartagena (el otro emplazamiento sería el Monte de Cenizas). Su construcción se debió al Plan de Defensa de 1926, y estuvieron activas hasta finales del siglo XX cuando, una vez perdido su valor militar, fueron desactivadas. Este importante emplazamiento de las fortificaciones contemporáneas de Cartagena fue construido entre los años 1933 y 1936, conforme a los planos y proyectos que surgieron tras la aprobación del Plan de Defensa de 1926. La idea fue la de crear un infranqueable anillo defensivo contra cualquier escuadra enemiga que intentase una aproximación hostil a la base naval. Para ello se dispuso de la más moderna tecnología de la época, incluyendo las diferentes piezas de la casa británica Vickers, las potentes y eficaces en aquellos años. En concreto, en Castillitos se emplazaron dos cañones de 381 mm y 45 calibres capaces de enviar un proyectil de casi una tonelada a unos 35 kilómetros de distancia. Para su construcción fue necesaria la creación de otras infraestructuras aún existentes, como los caminos o el propio espigón portuario de La Azohía, donde fueron desembarcadas las piezas. Al comenzar la Guerra Civil (1936-1939), la batería estaba casi operativa, a falta de la dirección de tiro, por lo que aún no había realizado fuego. No obstante tendría un importante papel durante el conflicto, realizando ya un disparo contra la escuadra nacional en abril de 1937. Su sola presencia resultaba ya suficiente intimidación como para mantener alejado cualquier buque enemigo. Al finalizar la guerra se iniciaron trabajos para montarle una moderna dirección de tiro. Con esto mantuvo su valor militar hasta 1994, cuando dejó de estar en servicio a causa de la aplicación del Plan Norte, destinado a la modernización y racionalización de los recursos de las Fuerzas Armadas. Tras su abandono fue concienzudamente expoliada, y hoy se encuentra en muy mal estado de conservación.
CÓMO LLEGAR: Por la Autovía E-15 hasta Murcia, continuar por la A-30 dirección Cartagena. Tomar la salida nº 180 E-15/La Manga/Almería/Santa Ana/Los Dolores, seguir por la izquierda AP-7 dirección La Manga/Alicante/Vera/Almería/A-30 Cartagena, girar por la derecha dirección La Manga/Alicante/Vera/Almería y por la derecha AP-7 dirección La Manga/Alicante. Tomar la salida nº 815 Cartagena Oeste. En la rotonda tomar salida 1 por la N-332. En molinos Morfagones continuar por la E-20, hasta tomar la E-22 y continuar por la E-16 hasta la Azohía. Aparcar cerca del varadero.

COMPONENTES: VICENTE Y PEPE.
ITINERARIO: LA AZOHÍA / TORRE DE SANTA ELENA / INICIO ZIGZAG / CALA MUÑOZ / GEOCACHE / CALA CERRADA / EL CASTILLO / CALA ABIERTA / COLLADO JUAN CATALINA / CASTILLITOS / COLLADO JUAN CATALINA  / DEJAR CARRETERA / COLLADO  PICADERA / ANTENAS / COCHE / COLLADO DE LOS SIETE CUCONES / LA AZOHÍA.

LA RUTA: Después de algo más de tres años volvemos a la Azohía, preciosa y escondida villa marinera del litoral cartagenero. Haremos algunas variaciones, bajando a Cala Muñoz y llegando a la batería de Castillitos, regresando por el GR-92 que dejaremos en el Collado de los Siete Cucones para bajar directos a La Azohía.

Tenemos un día con planchas nubosas. Iniciamos desde el aparcamiento tomando como referencia las señales rojas y blancas del GR-92 para conectar con la pista asfaltada que sube hacia la Torre de Santa Elena. Desde el nivel del mar el Cabezo de la Panadera (373 m.) parece un murallón infranqueable.


A medida que ganamos altura se amplían las vistas a la bahía en una mañana tranquila, todo está calma y apenas vemos gente, aunque hay muchas autocaravanas aparcadas. La torre nos sirve como referencia y las rampas del ancho camino amortiguan el pronunciado desnivel.


La Torre de Santa Elena, que en textos antiguos encontramos registrada como Torre de Santa Catalina, se alza 70 metros sobre el acantilado de la Punta de La Azohía. Formaba parte del sistema defensivo que el emperador Carlos I ideó para toda la costa mediterránea, y que fue llevado a la practica por su hijo y sucesor Felipe II.


Desde su base, seguimos las marcas del GR-92 por la derecha y comenzamos a tomar altura entre las lomas dejando atrás la Torre. Con una visión extensa al Mediterráneo, observamos los recortados acantilados donde rompen las olas de un aparente mar calmado.

El sendero sortea varios farallones rocosos ganando altura con agradables vistas marineras. La vegetación  es escasa y compuesta por matorral de solano, donde el esparto es el que más predomina, seguida por el romero y el tomillo en un paisaje escabroso y quebrado.


Salimos a la otra vertiente y alcanzamos una especie de collado donde tenemos unas vistas maravillosas al mar, sin vegetación pero maravillosas. Montes peñascosos que se adentran en el mar formando un sinuoso litoral abrupto de calas y rincones escondidos.


Caminamos un tramo casi en horizontal para ir bajando un poco, dejar el GR-92 por la derecha, y conectar con un sendero militar de mampostería, que con un espectacular y medido zigzag nos va descendiendo hacia unas antiguas y ruinosas  instalaciones militares de costa.










Posiblemente se tratase de un antiguo puesto de vigilancia, hay restos de un aljibe y de una garita sobre el acantilado con preciosas vistas del mar hasta Mazarrón y por el otro lado una línea marina de entrantes y salientes. A nuestros pies la Cala Muñoz, donde baten las olas, se puede acceder por mar.


Retrocedemos un trozo de sendero sin llegar al zigzag, tomando luego un ramal a la derecha que vuelve a conectarnos más tarde con el sendero que traíamos. Caminamos con algunas ondulaciones del terreno salvando pequeñas ramblas. Aparecen los palmitos que nos alegran la vista.


Es un bonito tramo en el que las últimas lluvias han hecho reverdecer los matorrales. Vemos extensas ramblas que bajan desde las cumbres de La Picadera y el Cabezo de la Panadera y que terminan en el mar, en cauces estrechos y retorcidos donde se acumula más la vegetación.


Nos acercamos a unas extrañas formaciones rocosas, y por detrás,  a un puntiagudo pico. El sendero se mete en el cauce de una rambla algo más profunda por debajo de estos farallones. El que tiene forma de muela plana, es El Castillo que con apenas 81 m. parece enorme.

En la rambla esquivamos piedras y vegetación. Tenemos marcado un Waypoint de un Geocahe que encontramos escondido debajo de una roca, lo volvemos a dejar y proseguimos, se intuye que nos acercamos a mar. Vemos una deteriorada pileta abrevadero, quizás de una antigua fuente.


Pepe no estuvo la vez anterior y queda asombrado al ver la diminuta cala. Entramos en Cala cerrada. Es apenas una media luna de playa y una porción de mar que se adentra en la tierra, rodeado por dos puntas rocosas que la cierran. Es como un abrazo inacabado que la hace quedar protegida de vientos y mareas.










Es realmente pequeña, pero suficiente para extasiarse. Hacemos fotos de todos los costados y, planes para venir a acampar y pasar una noche de pesca con caña. Salimos de la minúscula ensenada por la playa. Por la derecha vemos la otra parte de un mar abierto y  en calma con un litoral rocoso.


Pegados a las faldas de El Castillo subimos por el rocoso farallón al que rodeamos  por su parte alta, vamos elevándonos al tiempo que nos alejamos de la cala y el mar. El sendero se define más sobre el collado de El Castillo y marchamos paralelos al litoral.


Al elevarnos por la ladera de una ancha rambla nos cruzamos con un grupo de chicas que van a cala Cerrada. Una vez coronada la ladera tenemos una estampa preciosa al litoral con la Cala Abierta a nuestros pies. Volvemos al interior, en dirección a una vaguada umbrosa.


Comenzamos remontando suavemente por la umbría, y aunque parezca mentira, entre una pequeña pineda con abundante matorral de esparto. Tenemos buenas vistas a la Panadera, siempre más visible en la barrera montañosa por sus antenas.


Llegamos a la carretera que va a Cabo Tiñoso y tenemos miradas a las dos vertientes, el litoral que acabamos de recorrer y toda la accidentada costa que forma la bahía desde Cabo Tiñoso hasta Cartagena, con sus instalaciones militares y portuarias.


Proseguimos por la derecha de la carretera que en un tramo no muy largo entre curvas y rampas nos deja en la barrera que corta el paso a vehículos, y en la Batería de Castillitos. Sorprende su arquitectura que imita a un castillo medieval con cubos almenados, esta fachada enmascara los accesos a la fortificación.


Pero lo que más destaca sobre todas las construcciones son las dos grandes explanadas donde fueron montados los dos cañones Vickers 381 mm de enorme envergadura. Disparaban proyectiles que pesaban una tonelada y alcanzaban los 35 km de distancia.











Recorremos con parsimonia casi todas la dependencias y mandos de tiro, aunque la mayoría de ellas están semienterradas. Los fines de semana suele haber gente de visita ya que forma parte del Patrimonio Histórico Español y ha sido declarado Bien de Interés Cultural.

Almorzamos en uno de los miradores y poco a poco deshacemos camino por la carretera hasta llegar al Collado Juan Catalina, donde proseguimos un corto trecho más por el asfalto hasta desviarnos por la izquierda, cogiendo un sendero de mampostería que rodea a media altura la falda de la sierra.


Volteamos la loma por detrás, siempre a media altura, en este tramo dejamos de ver el mar, por un paisaje interior de rocosas muelas erosionadas con cárcavas y cavidades. Tras el rodeo vuelven las vistas al mar y de nuevo conectamos con el GR-92.

Observamos ahora las ramblas desde las alturas, las mismas que antes veíamos desde las calas. El sendero nos pasea por delante de varias cuevas, algunas de ellas de mediano tamaño, que podrían cobijarnos del sol o de la lluvia, en un sube y baja entre lomas.


Alcanzamos la parte más elevada de la ruta (345 m.) en el Collado de la Picadera donde vemos las antenas del Centro Emisor de Isla Plana. En unos metros cogemos de nuevo el sendero de GR con grandes panorámicas al Pico de la Picadera (406 m.) y al mar.

Seguimos por las laderas del Cabezo de la Panadera, atravesándolo lateralmente por debajo de sus antenas. Nos llama la atención un todoterreno despeñado, quizás a propósito después de haber sido robado. Lleva años en este lugar y sirve como referencia.

Llegamos al Collado de los Siete Cucones (271 m.) situado entre las dos vertientes. Desde esta atalaya tenemos las últimas miradas a Cala Cerrada, casi escondida en abrupto litoral. Por el otro lado un amplia vista a la bahía entre la Azohía y Mazarrón.

Hoy bajaremos por la variante del Sendero Local (señales blancas y verdes) que por la derecha desciende hasta La Azohía. Al principio es una bajada rápida y empinada, con largas lazadas por la cara sur de la Panadera.

Poco a poco el desnivel se amortigua entre las diversas lomas de la montaña. Por delante siempre las profundas miradas a la preciosa bahía, que alcanzan hasta Mazarrón y Cabo Cope. Pasamos por casas de campo antes de entrar a las cortas calles de La Azohía concluyendo una ruta perfecta.
RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA EN RUTA: NO.
DISTANCIA: 16,7 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 05:30 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 345 M. (Carretera de La Picadera)
ALTURA MÍNIMA: 0,00 M. (Nivel del mar en Cala cerrada)
DESNIVEL POSITIVO: 846 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 846 M.

DIFICULTAD: MODERADA.

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