Posted by : Vaig a Peu jueves, 22 de diciembre de 2016

Los Odres es una aldea perteneciente al municipio de Moratalla, en la Región de Murcia, España. Situada en la comarca natural del Noroeste a 3 kilómetros de distancia de la localidad vecina de Cañada de la Cruz. Esta considerado el pueblo más alto de la región de Murcia. Cuenta con 25 habitantes, en su mayoría gente de mayor edad, que viven de la agricultura de secano (cereal y almendra), y de la ganadería de ovino y caprino para carne. En los últimos años se ha abierto al turismo rural gracias a la cercanía de importantes parajes naturales.
La Aldea de Los Odres se encuentra dentro del Municipio de Moratalla, en la ladera Sur del Pico Revolcadores, que con 2.015 metros de altitud, es el más alto de la Cordillera Noroeste de la Región. Se encuentra al pie del pico más alto de la región (a 1.378 metros de altura sobre el nivel de mar).
En referencia a la fauna, en las sierras cercanas abundan los jabalíes y pervive la cabra montés, al igual que el ciervo, especie que ha regresado tras unas décadas extinguido. En sus alrededores se practica la caza del jabalí, perdiz, conejo, liebre, paloma torcaz, etc. siendo una de las mejores zonas de la región de Murcia debido a que todas estas variedades de animales se pueden encontrar en gran cantidad y calidad. La mayoría de bosques cercanos son de pino (carrasco, negral), con presencia no desdeñable de la carrasca o encina y ejemplares notables de sabina.
CÓMO LLEGAR: Autovía E-15 a Murcia, hacia Granada, salida por la 578B, por la C-415 a Caravaca de la Cruz, seguir por la C-330 hasta El Moral, donde tomaremos la B-24 hacia El Hornico y Los Odres. Aparcar cerca del restaurante.

COMPONENTES: VICENTE Y PEPE.

ITINERARIO: LOS ODRES / CIMA DE LOS ODRES / BARRANCO DE LAS CONCHAS / COLLADO DEL PINO GORDO / CAMINO DEL COLLADO DEL PINO GORDO / BARRANCO DEL REY / LOS ODRES.

LA RUTA: Tras las fuertes lluvias vino el frío y con ello la nieve. Revolcadores es una de nuestras referencias más cercana con posibilidades seguras de patear nieve. El año pasado fue en febrero, desde Cañada de la Cruz donde cumbreamos el Cerro del Madero, Revolcadores y Los Obispos.

Como nuestro lema es “buscando nuevos senderos”, esta vez saliendo desde Los Odres, pretendíamos hacer el Pico de los Odres, nuevo para nosotros,  Los Obispos y Revolcadores, pero en realidad solo hemos conseguido subir al primero de ellos, tal ha sido la cantidad de nieve caída. Ya nos lo dijo el único habitante que vimos en el pequeño poblado: ¡Vaya nevazo que cayó el otro día¡


El pueblo todavía está sumido en la soledad de la umbría. Iniciamos por un camino de cemento en dirección a la sierra, pasando cerca de una granja, donde un gallo se envalentona ante sus gallinas cruzando el camino por delante de nosotros.  Por la izquierda vemos la Sagra blanqueada por la nieve.

Dejamos el camino por la derecha y ya sin sendero comenzamos a subir por las laderas de la sierra siguiendo el Track del GPS. Pronto tomamos altura y tenemos a nuestros pies las pocas casas que componen la pedanía de Los Odres, y miradas a la cara sur de la Sagra con su impresionante mole nevada.


En poca distancia alcanzamos las primeras cotas nevadas. En la subida al Pico de Los Odres no hay un sendero claro ni mojones que lo marquen, aunque sí un paso evidente que se puede seguir, pero que la nieve empieza a cubrir y dificulta perseguir los rastros de trazos, teniendo en cuenta que el GPS puede oscilar unos metros.

A medida que vamos subiendo las trazas desaparecen y tenemos que seguir intuitivamente esquivando matorrales, pequeñas carrascas y requeríos. En dos ocasiones debemos rectificar el rumbo, puesto que buscando el mejor paso nos desviamos del Track. Llegamos a un pequeño rellano entre lomas cubierto de nieve.


La Sagra sigue acaparando miradas. Atacamos la inclinada loma por la izquierda entre dispersos pinos, aumenta el espesor de la nieve en suelo pero todavía se camina bien. Nos escoramos un poco a la izquierda buscando unos roquedos que la nieve a dejado a medio cubrir y por los que se avanza con más seguridad.


Al terminar los roquedos viene un grupo de pinos donde la nieve se ha acumulado en exceso y comenzamos a hundirnos, por lo que hacemos una parada técnica para colocarnos las polainas evitando mojar las botas y las perneras, los crampones siguen en la mochila puesto que la nieve es blanda y de momento no hay rastros de hielo.

La cantidad de nieve dificulta el caminar, las huellas son cada vez más profundas y optamos por salir de la protección de los pinos hacia una cota más baja aunque tengamos que ir remontando lomas. En muchos tramos nos turnamos en el duro trabajo de ir abriendo huella en la nieve. Al no hacer aire la sensación de frío es llevadera.


Poco a poco vamos ganando terreno y los pinos van raleando, la sucesión de lomas es clara y llegamos a distinguir el pilón del punto geodésico de la cima. Más tarde los pinos desaparecen y las siguientes lomas están peladas, sin vegetación. El suelo es más rígido y pedregoso cubierto por una capa de nieve.


Alcanzamos la cuerda de la sierra donde el viento ha vapuleado la nieve llevándola a cotas más bajas donde se acumula en los ventisqueros, dejando una falsa planicie casi helada, sobre todo en los contornos de las rocas que sobresalen de la nieve. Aquí si sopla el aire y la sensación de frío aumenta.


Cumbre del Pico de Los Odres (1.878 m.) Somos los primeros en hollarla con nieve. El pilón del punto geodésico nos indica claramente que el viento ha soplado mayormente en dirección Sur, viniendo del Norte, ya que ha dejado esa cara completamente congelada con una bonita y artística cencellada dura.









Hacemos fotos rápidas tras encontrar un punto para apoyar la cámara. Las vistas son espectaculares, tenemos la Sierra Seca con los picos de Revolvadores y los Obispos a tiro de piedra, por detrás la Cuerda de la Gitana y más al sur, como un absceso blanco en el paisaje, la Sagra y sus alrededores nevados.

Antes de que el frío comience a hacer mella emprendemos el descenso por la cara norte. Como en la subida, tampoco tenemos un sendero claro y los primeros pasos son a golpe de GPS. Comenzamos a abrir huella pero en esta parte la nieve se ha acumulado en niveles que superan los treinta centímetros.


Los primeros pinos que encontramos son verdaderas esculturas de nieve, forman estampas bucólicas en los pequeños rellanos inmaculados de nieve. Desde el inicio no hemos encontrado ninguna huella humana pero si de diversos animales como, cabras , jabalíes, algún zorro, conejos o liebres y diminutas huellas de perdices.


Todo el paisaje es una preciosidad pero estamos realizando un esfuerzo terrible, es muy difícil seguir el Track con tal cantidad de nieve que en tramos supera la rodilla o más, cuando nos hundimos entre los huecos rellenados. Con la inclinación de la ladera abrir huella es complicado pero seguirla también.

Algunas huellas de cabras nos sacan de algún apuro cuando no tenemos salida, pero su peso es inferior al nuestro y terminamos hundiéndonos. En algunos descansillos aprovechamos para hacer fotos e ir rectificando el rumbo de la bajada. Al fondo tenemos como referencia visual el Barranco de las Conchas.

Nos cuesta alcanzar el lecho del barranco, la parte más dura ya ha concluido. Remontamos un talud para alcanzar el Camino del Collado del Pino Gordo. El espesor de la nieve desciende a los quince centímetros. Buscamos un lugar seco para almorzar y reponer fuerzas junto a un roquedo que sobresale de la nieve.

Replanteamos la ruta que queríamos hacer y decidimos acortarla regresando por el Barranco del Rey. De la otra manera tendríamos que salvar un nuevo desnivel de más de 400 m. para llegar a Revolcadores y volver por el Barranco del Carrascal, que en su parte alta suele acumular mucha cantidad de nieve.

Iniciamos el regreso por la izquierda llegando al Collado del Pino Gordo (1.700 m.) donde vuelve a acumularse la nieve, pero ahora vamos más sosegados porque aunque no veamos el trazado, el camino sabemos que no tiene pérdida al marchar por el camino o la barranquera, por piso más firme y moderado desnivel.

Entramos en el poco profundo cauce del Barranco del Rey donde se agiliza el descenso sorteando algunos pinos y rocas, el grosor de la nieve va disminuyendo paulatinamente hasta que el cauce del barranco y el camino  se unen. Pasamos por un antiguo corral ganadero actualmente en ruinas.


Sin darnos cuenta la nieve desaparece del camino y del paisaje, para entrar en los campos de labor del poblado de Los Odres y poco después llegar a sus solitarias casas, tan solo vemos un rebaño de ovejas cerca de unas casas de madera. No hemos conseguido el objetivo de la ruta que traíamos, pero si la conquista de una nueva cumbre.
 
RECORRIDO: CIRCULAR.

AGUA EN RUTA: NO.

DISTANCIA: 7,2 KM.

TIEMPO EN MOVIMIENTO: 05:00 HORAS.

ALTURA MÁXIMA: 1.878 M. (Pico de Los Odres)

ALTURA MÍNIMA: 1.378 M. (Aldea de Los Odres)

DESNIVEL POSITIVO: 538 M.

DESNIVEL NEGATIVO: 538 M.


DIFICULTAD: ALTA.

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