LOS LAGOS DE SALIENCIA, PARQUE NATURAL DE SOMIEDO (ASTURIAS)

Posted by : Vaig a Peu martes, 25 de octubre de 2016

Declarado parque Natural en 1988 y Reserva de la Biofera en el año 2000, con una extensión aproximada de 291 km2, el Parque Natural de Somiedo es uno de los últimos reductos donde la naturaleza es pura. Sus paisaje, su fauna y flora, su gastronomía, y sus gentes hacen hacen de este rincón un lugar privilegiado. Sus altas cumbres, sus lagos, sus bosques se pierden de vista, son refugio de multitud de especies animales como urogallos, ciervos, lobos y osos. Está compuesto por cuatro valles principales que corresponden a los cuatro ríos más importantes que surcan el territorio que son el Somiedo, el Pigüeña, el Valle y el Silencia. Existen además numerosos lagos y lagunas, entre los que destacan, por su tamaño y emplazamiento, los lagos de Silencia (La Cueva, Calabazosa y Cerveriz) a 1.600 metros de altitud y el lago del Valle. Este último es el más extenso de Asturias situado a 1.580 metros de altitud al pie de los Picos Albos y la Peña La Mortera. En sus orígenes tenía unas dimensiones muy inferiores a las actuales (23,7 ha de superficie y 50 metros de profundidad máxima) , pero el embalse de las aguas con vistas a producir electricidad en la Central de La Malva ha provocado su posterior agrandamiento. La Pronunciada diferencia altimétrica de la zona, que oscila entre los 2.194 metros del Pico El Cornón y los 400 metros de Aguasmestas, conjugada con la climatología, han dado como resultado un territorio que brindó ya a sus primeros pobladores unos hábitats concretos en los lugares más resguardados de los duros inviernos y una naturaleza que ha determinado unas formas de vida basadas en la agricultura de montaña y la trashumancia. Como resultado el paraje aparece tapizado de pastos rotacionales o brañas, donde se han edificado las cabañas de teito. La Actividad económica principal de Somiedo sigue siendo la ganadería. Sin embargo, la declaración de Parque Natural, ha supuesto un notable incremento en el sector turístico. Una buena parte de la zona se encuentra cubierta por diferentes tipos de bosques, montes, brañas y pastos. La Fundación Oso Pardo mantiene abierto al público un centro de información sobre el oso en el Parque Natural de Somiedo, uno de los más emblemáticos espacios naturales asturianos e importante refugio para el oso cantábrico. En este centro el visitante puede ver una pequeña exposición sobre el oso, conocer y hacer la reserva del programa de rutas guiadas que la FOP desarrolla en este espacio protegido y adquirir los objetos de regalo que se ofrecen en la Tienda del Oso.

CÓMO LLEGAR: Desde Pola de Lena hay que llegar al Alto de La Farrapona (1.708 m.), aunque nosotros antes fuimos a Pola de Somiedo para visitar el Centro de Interpretación del Parque Natural de Somiedo donde recogimos información de éste y de otros parques naturales. En el Alto de La Farrapona hay un buen aparcamiento.

COMPONENTES: VICENTE Y SUSI

ITINERARIO: ALTO DE LA FARRAPONA / LAGO DE LA CUEVA / BOCAMINA / LAGUNA ALMAGRERA / ENTRADA MINA / LAGO CERVERIZ / LAGO CALABAZOSA / ALTO DE LA FARRAPONA.

LA RUTA: Ayer después de 832 km de conducción relajada tomamos posesión de nuestro céntrico hotelito en Pola de Lena a media tarde, con tiempo suficiente para deshacer alguna maleta y preparar las mochilas para hoy. Hicimos algunas compras para comer en ruta, frutas, queso, charcutería...

Más tarde bajamos dos tracks al GPS de la zona del Parque Natural de Somiedo, algo más alejado, dejando para el día siguiente, otros más cercanos, ya que al terminar la ruta marcharemos para Cangas de Onís. Consultamos cómo llegar al Centro de interpretación y salimos a cenar. Excelente comida asturiana.

Tras el desayuno hemos salido temprano, todavía oscuro, estamos en el norte, y con un agradable frescor matutino. Tenemos que llegar a Pola de Somiedo, apenas son 70 km pero hay que subir y bajar puertos por carreteras comarcales, eso sí, con apenas tráfico, y nos lo tomamos con tranquilidad.

Vamos parando en los altos y en los miradores para contemplar el paisaje, el día está algo cubierto pero poco a poco se va abriendo dejando salir el sol. En el valle de Quirós vemos los primeros colores otoñales junto a un pequeño estanque de agua remansada. Llegamos al Parque Natural de Somiedo.

Son gente amable que nos dan información de otros parques. Dada la hora aconsejan hacer la ruta de los Lagos de Saliencia por el PR-AS 15, ya que es de menor recorrido, y de gran espectacularidad, y que precisamente tenemos descargada en el GPS, su inicio está cercano.

Tenemos que volver un poco atrás para tomar la carretera SD-1 hasta el pueblo de Saliencia y continuar al Alto de la Farrapona (1.708 m.), conocido también porque ha sido algunas veces fin de etapa en la vuelta ciclista a España. Algo abrigados al principio nos calzamos botas y cargamos mochilas.

El día se está despejando y quedan grandes nubes de algodón. La ancha pista nos conduce en suave desnivel mostrándonos en una de sus curvas la enorme profundidad del Valle de Saliencia pintado de otoño con las Ubiñas al fondo. Los tonos rojizos del terreno y del frontal de la Peña Almagrera delatan su origen minero.

Bordeamos la espectacular cabecera del valle entre grandes peñascos, muros de piedra y barandas de madera. El colorido es alucinante, y éste es el verdadero motivo de nuestros viajes visitando bosques en otoño, percibiendo sensaciones difíciles de explicar pero que nos llenan de regocijo.

En este paraje aún son evidentes la cicatrices producidas en el terreno por la explotación de hierro de la Mina Santa Rita, actualmente abandonada, conservándose restos de las infraestructuras y del aprovechamiento minero. Desde el año 1994 se han ido realizando labores de perfilado de las escombreras.

Se han replantado herbáceas y restaurado hábitats subalpinos propios del entorno, incluyendo el aporte y extendido de tierra vegetal para mejorar la calidad edáfica de los suelos de las escombreras. Pronto tenemos a la vista la espectacular cubeta del Lago de la Cueva.

Es impresionante la mejora paisajista conseguida; las aguas del lago reflejan el verde intenso de las praderas en las paredes de su cubeta glaciar. Cuenta con tres compuertas para regular su volumen, una para controlar el agua que llega del Lago Calabazosa, y dos para controlar el desagüe a la Malva.

Sin dejar de mirar al lago lo vamos bordeando, haciendo camino por la antigua pista de la Mina Santa Rita, con una fuerte subida para llegar al Alto de La Almagrera (1.765 m.), donde hay situado un Mirador con estupendas panorámicas del lago con las montañas del Alto de Colladín y la sierra de los Bígaros.

Debajo del mirador hay tres bocaminas, antiguas entradas a las galerías y que distinguiremos desde la otra vertiente. Culminado el Alto, el camino comienza a descender dejando a la vista la preciosa pradera que en su fondo alberga la Laguna Almagrera o de la Mina que actualmente está seca.

Seguimos bajando hacia la vega de Cerveriz y paralelos a el lago de su mismo nombre a los pies del imponente Albo Oriental (2.109 m.). El descenso culmina junto a unos carteles informativos, recto llegaríamos al Lago del Valle y por la izquierda a los lagos Cerveriz y Calabazosa que son nuestro destino.

El nuevo camino toma dirección hacia el primero de los lagos, pero antes, si nos fijamos en la ladera de la izquierda, veremos una abertura junto a unas rocas con abundante matorral. Es otra de las bocamina de la Santa Rita, si nos acercamos podemos ver en su interior un rail de las vagonetas de extracción.

Lago Cerveriz, es de pequeño tamaño y reducido volumen, pues apenas alcanza los 14 metros de profundidad máxima. Al acercarnos a su orilla vemos que en su fondo hay gran cantidad de vegetación acuática. El camino se convierte en sendero que lo bordea entre el matorral y comienza a subir.

Poco a poco el sendero serpentea entre la apretada vegetación de matorral hasta alcanzar la parte superior del lomo que separa los dos lagos. El espectáculo es imponente hacia el Lago de Calabazosa. Su cubeta ocupa la depresión de una gran dolina excavada por disolución de la caliza e impermeabilizada después por el depósito de sedimentos glaciares.

También llamado Lago Negro por el color de sus aguas, es el mayor de los tres y el segundo de Asturias después del Lago del Valle. Aquí sufrimos un pequeño despiste al no encontrar seguimiento a las marcas del PR. La bajada al lago es algo inclinada y siguiendo unos hitos nos salíamos del track del GPS.

Indagamos, y decidimos proseguir por la parte alta del lago cuando el track marcaba seguir por su orilla izquierda. Al final es lo mismo, caminar cerca de sus aguas o contemplar su magnífica visión desde arriba. Poco después conectamos con la senda que sube desde la orilla del lago.

Tras una pequeña vaguada volvemos a tener a la vista el Lago de la Cueva desde la vertiente contraria y a mayor altura. La primera visión nos descoloca, ya que vemos su contorno completamente cuadrado, pero a medida que avanzamos por la ladera su forma va cambiando.

Pasamos cerca de un rebeco que contempla el lago sin hacernos caso alguno. Desde este lado la panorámica del lago y el alto de la Almagrera con sus tintes rojizos es extraordinaria, si nos fijamos bien en su ladera surcada por el Camino de la Mina, distinguiremos tres bocaminas por debajo del Mirador.

Continuamos rodeando el lago bajando un tramo hasta cruzar uno de los arroyos que lo abastece de agua, y volver a remontar suavemente por sendero bien definido la otra ladera. Volvemos a tener la sensación de un lago cuadrado antes de comenzar a subir hacia un enclave rocoso.

El sendero se encrespa entre las rocas y perdemos la visión del lago. En lo alto del roquedo el paisaje ha cambiado y vemos en una pequeña pradera el refugio de montaña y un chozo de teito como los de las brañas, cerca del Camino de la Mina. Prácticamente estamos cerrando el círculo de la ruta.

Marchamos junto a ellos hasta alcanzar el ancho camino que ahora deshacemos de regreso. La luz del día nos ofrece más profundidad al Valle de Saliencia y a las Ubiñas ampliando la paleta de colores otoñales. En un kilómetro aproximadamente llegamos al Alto de la Farrapona.