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Posted by : Vaig a Peu
sábado, 24 de septiembre de 2016
La Sierra de Abanilla
se localiza en su totalidad al este del término municipal de
Abanilla, limitando por el este con la provincia de Alicante
(término municipal de Orihuela). Dentro de la Región de Murcia,
se encuentra en la parte oriental de la misma, en su comarca
Centro-Este. Dentro del término municipal de Abanilla se encuentran
también otros dos LIC de la Región de Murcia: “Río Chícamo”
(ES6200028) y “Humedal del Ajauque y Rambla Salada” (ES6200005),
este último sólo incluido en parte en este término municipal.
La extensión aproximada del LIC declarado con el nombre “Sierra
de Abanilla” en la Región de Murcia es de 986,51 Ha. No obstante,
forma parte de una cadena montañosa que continúa por el este
hacia la provincia de Alicante, constituyendo una prolongación de
la Sierra de Crevillente, ésta última propuesta también como
LIC por la Comunidad Valenciana (“Serra de Crevillent” -
ES5213022). En su extremo suroeste, limita con la localidad de
Abanilla, siendo bordeado en sus proximidades, al norte y al oeste,
por el Río Chícamo. Al sur, se encuentra la carretera comarcal
MU- 413. A excepción de su zona oriental (en la que continúa la
cadena montañosa), el LIC se encuentra prácticamente rodeado por
campos de cultivo.
Como dormida en el
regazo de la Sierra de Abanilla, silente, apacible y luminosa, la
antigua Al Banyala, famosa a principios del milenio por la confección
de tapices que se exportaban a Oriente, ofrece al visitante un
entorno vario y sorprendente, muy semejante al de la lejana
Palestina. Su orientación a poniente y la cima del monte Zulum, que
la resguarda de los vientos, provocan estíos muy calurosos e
inviernos cálidos y suaves. Lo precario e irregular de las
precipitaciones (apenas 300 mm de media) y la vegetación, formada
por coscoja, matorral y tomillares, confieren al municipio un paisaje
en gran parte árido salpicado de pequeños oasis donde florece el
almendro, el albaricoque, el limonero, la pereta, la vid y el dátil.
Un pueblo pintoresco, colocado por la naturaleza entre los límites
geográficos de Murcia y Alicante, que vivió años atrás de la
artesanal fabricación de canastos. Accediendo desde el sur, dobla el
viajero una curva en el camino ascendente huyendo del sol que cruje
en las barrancas, atraviesa el cauce estéril y desolado del río
Chicamo y, de súbito, la mirada se llena de verdes. Como un
espejismo, la huerta del valle de Mahoya procura sosiego al
caminante: los frutales en flor, las altivas palmeras, el oro de sus
dátiles, el último palmero que escarda las hojas, el rumor del agua
en las acequias, el terciopelo de los melocotoneros.... Los
accidentes orográficos más importantes del municipio forman un
anfiteatro al norte del término con las sierras de la Espada, de
Quivas y del Cantón. Situada al nordeste de la provincia, dista 28
kilómetros de Murcia. El término municipal abarca una extensión de
236.6 kilómetros cuadrados y limita al norte con los municipios de
Pinoso (Alicante) y Jumilla; al sur, con los de Orihuela y Benferri
(Alicante); al este con los de Orihuela y Algueña (Alicante) y al
oeste con el de Fortuna. La villa ofrece todavía un laberinto de
calles antiguas, empinadas y estrechas, fruto de la influencia árabe.
La herencia musulmana es aquí manifiesta: el paisaje, los frutos, la
filosofía del agua, el estampido de un arcabuz, los alfanjes,
escudos, melodías, sedas y turbantes que lucen las kábilas y
mesnadas en los desfiles de primavera, devolviendo las voces del
pasado. (La Verdad Digital)
CÓMO
LLEGAR: Por la Autovía A-7/E-15
dirección Murcia. Salida en la nº 515 ORIHUELA/BENFERRI, continuar
por la CV-870, pasar Benferrí y La Murada, entramos en la Región de
Murcia y la carretera pasa a ser RM-13. A un km aproximadamente de
Abanilla, girar a la derecha por una pista asfaltada y poco después
por otra a la izquierda. Dejaremos el vehículo a la entrada de un
camino de tierra en ascenso, a la derecha, que sube a una central
eléctrica de placas solares.
COMPONENTES:
VICENTE Y PEPE.
ITINERARIO:
CAMINO PLACAS SOLARES / DESV. SUBIDA AL ZULUM / ZULUM / RISCO DE
CUEVA NEGRA / EL AGUDO / BAJADA DCHA. / REGRESO POR EL MISMO
ITINERARIO.
LA RUTA: Después de la Sierra del Cantón concluimos con la Sierra de Abanilla el periplo de sierras colindantes entre las provincias de Alicante y Murcia. La primera mirada es al pueblo de Abanilla que distinguimos por delante de la cercana silueta de la Sierra de la Pila. Iniciamos subiendo por el camino de tierra.
Subimos bordeando una barranquera en dirección a la quebrada Peña Gotera, arriba de la cuesta una valla circunda las instalaciones de una central de placas solares. Desde un terraplén tenemos vistas más amplias de Abanilla y por el otro lado la Sierra de Redován y el sol que comienza a despuntar.
El camino se acaba y seguimos trazos de sendas. Sin dejar de subir comenzamos a rodear la Peña Gotera y sus cárcavas superando una plancha rocosa. Las vistas siguen creciendo y vemos el pueblo completo y la central de placas solares, antes de ir girando a la derecha y entrar en la cara norte.
El sendero comienza a definirse y está muy pateado al menos en esta zona; se abre paso entre los pequeños pinos, lo de pequeños hay que matizarlo, puesto que la carencia de lluvias en la comarca influye mucho en su desarrollo. Con cortas rampas y lazadas ganamos altura fácilmente.
Pronto alcanzamos el cordal de la sierra que sigue elevándonos. Más rastros de la sequía, troncos y ramas de pinos secos, hasta el matorral bajo como romero tiene un color pajizo. Para subir a la cima del Zulum hay marcado con mojones un desvío a la derecha, es un tramo corto pero con fuerte desnivel.
Entramos en una especie de canaleta inclinada sencilla de trepar que luego se alarga por la derecha, y termina en una barrera de rocas en los pinos. Hay que proseguir por la derecha, aunque sabemos que la cima está cerca, no vemos nada porque los peñascos nos impiden atisbar el pilón del punto geodésico.
Cumbre del Zulum (623 m.) las panorámicas son muy brumosas, una nube deshilachada cubre la zona y distinguimos algunas montañas por su silueta. Primero, a golpe de zum nuestro destino final, El Agudo; la Sierra de L'Algaiat, la Sierra de El Cantón, el Carche y la Pila están tapados, y apenas la Sierra de Orihuela.
Para el descenso utilizamos una vía distinta, por la izquierda de cara al sur, sorteamos unos pedruscos mirando al segundo puntal de la sierra, solitario y de más difícil acceso, luego vamos girando a la izquierda ya por senda, que nos devuelve hasta el mojón de subida. Hemos hecho una especie de triángulo.
Desde el mojón, comenzamos a bajar por la izquierda e ir separándonos de la cumbre para buscar de nuevo la cuerda de la sierra. Las miradas hacia atrás son prodigiosas, con las dos cumbres del Zulum, la que no hemos subido y de menor altura, es un enorme farallón cuya cresta cae en picado.
El nuevo recorrido trascurre por la cuerda siguiendo el sendero de la divisoria y a veces tomando pequeños atajos a media ladera para evitar algún promontorio o loma, en un continuo subir y bajar para lo que hay que estar en buena forma. Subimos para alcanzar otro punto de referencia.
Cumbre del Risco de la Cueva Negra (599 m.) tiene forma de muela rocosa pero no presenta ningún obstáculo. Tenemos buenas miradas al Zulum con su macro cantera adosada, que espero no tengan permiso para comerse el resto de sierra. En el otro lado El Agudo sigue creciendo.
Antes de iniciar la inclinada bajada nos fijamos en los “badlands” hacia el noreste, donde se aprecia la hendidura en la montaña de El Cajer, producida por el cauce del río Chícamo. Es un descenso en forma de tobogán con una fuerte subida; en el centro tiene una gran roca con un cruz pintada de blanco.
Recuperada la cuerda de la sierra comienza un sin fin de ondulaciones que vamos superando a buen ritmo. En una de las vertientes vemos las cárcavas producidas por la bajada de aguas torrenciales en las tormentas. Nos desviamos por la izquierda para evitar una loma, pero al regreso no haremos este paso.
Poco a poco nos echamos encima de el Agudo. Enlazamos con el sendero que viene desde Los Vives, para seguir lomeando por la izquierda donde ya tenemos una visión ladeada de su mole rocosa, la cresta lateral que sube por la Rambla de la Lima. Alcanzamos el collado en su parte norte.
Cogemos la subida directa entre el maltrecho bosque de pinar, bastante escabrosa y con fuerte desnivel, tiene mucha piedra suelta que incomoda el ascenso, el último paso es rocoso, sin llegar a ser una trepada, pero vale la pena el esfuerzo después de haber llegado aquí.
Cumbre de El Agudo (731 m.) hay alguna diferencia de metros en la altura dependiendo del mapa que se use. La bruma se ha disipado y las vistas son extensas, llegando a la Sierra de Crevillente, y por el otro lado, una formidable perspectiva de toda la cuerda que hemos recorrido.
Tras un merecido almuerzo emprendemos el regreso, pero haciendo una variante. Mirando al collado, nos vamos por la derecha, senda incipiente que luego se reafirma, la bajada es mucho más atenuada y se llega al mismo sitio. Ahora viene la vuelta que es tan fuerte como la ida, pero con miradas diferentes.
A medida que nos vamos alejando de El Agudo volvemos la vista atrás de vez en cuando, que ahora libre de bruma nos muestra su impresionante mole. Por delante, la serpenteante linea del cordal de la sierra se distingue mucho más nítida y con nuestros puntos de referencia claros.
Al llegar al Risco de la Cueva Negra después de haber superado el mayor escollo, bajando y subiendo su profundo tobogán, sabemos que lo tenemos al alcance de la mano. Llegar al Zulum es coser y cantar, ya que ahora no tenemos que subir a su cumbre y la bajada hasta el camino es rápida.
AGUA
EN RUTA: NO.
DISTANCIA:
15,7 KM.
TIEMPO
EN MOVIMIENTO: 07:15 HORAS.
ALTURA
MÁXIMA: 726 M. (El Agudo)
ALTURA
MÍNIMA: 245 M. (Inicio)
DESNIVEL
POSITIVO: 1.075 M.
DESNIVEL
NEGATIVO: 1.075 M.