Posted by : Vaig a Peu domingo, 22 de septiembre de 2013

El Parque Regional de Calblanque, Monte de las Cenizas y Peña del Águila con sus 2.775 hectáreas está situado en el sureste de la Región de Murcia, entre los Municipios de Cartagena y La Unión. En las umbrías de las principales elevaciones montañosas del Parque (Peña del Águila, Monte de las Cenizas, Cabezo de la Fuente y Atamaría) aparece un denso y extenso pinar de pino carrasco, afectado en los últimos años por frecuentes incendios. En las laderas orientadas al sur el pinar desaparece, sustituyéndose por un manto de matorral y arbustos salpicado de ejemplares aislados de pino carrasco retorcidos y de porte casi horizontal debido a la acción del viento. Al pinar se asocia el típico sotobosque de pinar mediterráneo formado por especies vegetales como el palmito, la coscoja o el espino negro. Hay que señalar la presencia de un núcleo relíctico  de encinas (algo más de 20 ejemplares)  al que se asocian arbustos como lentisco, el terebinto o la madreselva. Esta comunidad vegetal es la muestra de otros tiempos pasados en los que las lluvias eran más habituales en las sierras cartageneras. Los  pinares constituyen un buen refugio para los pocos mamíferos que residen en los terrenos del Parque como el conejo, el zorro, la escasa garduña o el pequeño lirón careto, además esta zona es frecuentemente visitada por rapaces como el alcotán o el ratonero común, aunque son las aves de menor tamaño como mirlos, carboneros comunes, jilgueros, tórtolas, torcaces, currucas o petirrojos, las más habituales del pinar. Otra de las comunidades vegetales representativas del Parque y que es la más extendida es la del matorral o maquia, tanto el formado por especies de cierto porte arbóreo como el palmito, el espino negro, el arto, el comical o la aliaga, como el constituido por otras plantas de menor porte y que florecen con llamativos colores, entre los que se puede nombrar: la estepa, el jaguarzo, la jara negra y las aromáticas romero, tomillo, ajedrea, espliego y rabogato, así como algunas leguminosas como la albaida, que cubre grandes extensiones de las ladera meridionales del Parque. Este manto compacto de matorral es muy eficaz contra la acción erosiva que sufren estas laderas de fuertes pendientes.
CÓMO LLEGAR: Autopista AP-7 Alicante-Cartagena, salida en la nº 800 MAR MENOR/LA MANGA/ CABO DE PALOS, continuar por la vía rápida M-312, salida en la nº 13 CALBLANQUE. Entrar en el Parque Regional y por la pista llegar hasta el parking en el Punto de Información las Cobaticas.
ITINERARIO: LAS COBATICAS / CASAS DE LA JORDANA / SENDA A LA IZQUIERDA RODEANDO LA SIERRA / SENDERO DEL CABEZO DE LA FUENTE / COLLADO / CIMA DEL CABEZO DE LA FUENTE / COLLADO / FUENTE JORDANA / FUENTE GRANDE DE LOS BELONES / CUEVA DE LOS MEJILLONES / CASA ROJA / MIRADOR DE CALBLANQUE / CALA DORADA / PLAYA PARREÑO / PUNTA NEGRETE / PLAYA NEGRETE / MIRADOR DE PLAYA LARGA / LAS COBATICAS.
COMPONENTES: VICENTE, SUSI, PATRO, MARI, ANTONIO Y MARIBEL.

LA RUTA: Volvemos de nuevo a Calblanque, pero esta vez ampliaremos el recorrido añadiéndole la subida al cabezo de la Fuente. También se han incorporado al equipo B, Mari y Patro que no han querido perdérselo. Iniciamos desde el Centro de Información de las Cobaticas, que hasta las 10:00 permanece cerrado.

Continuamos por la derecha de la pista de tierra siguiendo las estacas balizadas del sendero. Hay algunas nubes esparcidas pero pinta un día estupendo. En seguida, por la derecha tenemos las primeras vistas del Mar Menor y La Manga, siempre desconcertante al ver mar por todas partes.

El camino gira a la izquierda rodeando una loma y entramos en el paraje de las Casas de la Jordana, pequeño núcleo de casas de campo dentro del Parque Regional. El paisaje comienza a cambiar y en la cara norte de las lomas aparece el denso pinar.

Pasadas las casas nos salimos del camino balizado, y tomamos una estrecha senda paralela al mismo, pero que se ciñe más al contorno de la sierra. Gozamos de nuevas vistas al Mar Menor, esta vez, vemos flotar sus islas como en un sereno estanque, y por delante, las montañas del litoral cartagenero.

El sendero afronta una clara dirección a la montaña que nos sorprende, estando tan cerca del mar, con un manto de verde pineda. El PR oficial queda más abajo, acercándose a la pedanía de Las Barracas. Normalmente la gente que solo quiere subir al Cabezo lo hace desde esta pedanía.

Los ciclistas se han encargado de que este tramo sea algo confuso, por la cantidad de cruces y sendas, pero basta con seguir la que más derecha vaya hacia el pequeño y frondoso barranco que tenemos enfrente.

Una vez en el sendero correcto ya no tiene pérdida. Quedamos sorprendidos al entrar en la umbría, de lo exuberante de su vegetación. Además del pino y los palmitos, aparecen el lentisco, la coscoja, la madreselva, el espino negro y matorrales de romero.


Entre rampas y zigzags, con moderado esfuerzo nos vamos elevando con facilidad hasta un pequeño collado donde el sendero se divide en dos. Por la izquierda continúa hacia la cima del Cabezo del Horno (283 m.) que hoy no visitaremos. Nosotros continuamos por la derecha, hacia la parte más alta. Las vistas desde aquí son estupendas.


Ahora viene la parte más dura del recorrido. La senda comienza a encabritarse en un tramo que con paciencia resolvemos. Arribamos a un mirador con amplías vistas. Estamos casi a la misma altura del Cabezo del Horno con su apretada vegetación, la mirada hacia el litoral y las calas es magnífica.

Transitamos a la sombra de los pinos recorriendo una pequeña cresta, antes de salir a un espacio más abierto para afrontar la cumbre. Nos vamos asomando a pequeñas ventanas o balcones  desde donde ojeamos el paisaje. Vemos la Casa Roja, antiguo cuarte convertido en finca.


Cabezo de la Fuente (336 m.) Las panorámicas son de 360º pero nuestra atención se centra en el mar. Estamos en el punto más alto en varios km a la redonda. Por encima del cabezo del Horno vemos el Mar Menor, el faro del Cabo de Palos, las Salinas de Rasall y todas la playas desde Cala Reona hasta nuestra preferida, Cala Dorada.

Debajo del punto geodésico hay un reducido plano en el que extasiados continuamos contemplando las vistas. Pero la cumbre empieza a llenarse de gente, parece que ha llegado un autobús de excursionistas. Decidimos comenzar a bajar.


Deshacemos el bonito sendero hasta el collado, donde en un pequeño claro nos detenemos a tomar unas frutas, frutos secos y te. Luego continuamos bajando hasta conectar con el sendero que traíamos, y encontramos la Fuente de las Jordanas, que baja desde la sierra mediante unas mangueras.

Retornamos al camino balizado el PR, por el que giramos a la derecha entre las vallas de dos chalets y nos acercamos de nuevo a la sierra, para dirigirnos a la zona recreativa del la Fuente Grande de Los Belones, con una bonita construcción en piedra seca.

Por detrás del edificio se encuentra la Cueva de los Mejillones, con una llamativa boca en forma de ángulo recto. Al fijarnos en ella, vemos en la vertical pared un escalador que está progresando sobre la misma. Nos acercamos para que Mari y Patro la conozcan. Después converso con Pedro, el escalador, y quedo en enviarle las fotos por correo a cambio de información sobre otras rutas en la zona de Cartagena.

De nuevo en el camino seguimos rodeando el Cabezo de la Fuente, y pasamos por delante de la Casa Roja, que antes veíamos desde la cima. Giramos por la izquierda, ya por sendero; el paisaje cambia por completo al entrar en la cara sur. La vegetación está compuesta por palmitos, esparto, espino negro, y arbustos aromáticos como el romero.


Bajamos y subimos hasta un altiplano para toparnos con una visión maravillosa. En un mar en aparente calma, tenemos a nuestro alcance todas las calas y entre ellas, la Cala Dorada que está nuestros pies. Por arriba y desde esta posición, el Cabezo de la Fuente parece un farallón inaccesible.

La senda nos desciende pegada a las laderas de la sierra para luego separarse de ellas, y en donde el color gris blanquecino del espino negro contrasta con el verde intenso de los palmitos. Tenemos que estar atentos al cruce con otra senda a la derecha, que nos conducirá a la cala.


Por la barranquera, cerca de unos pinos achaparrados por la fuerza del viento, comenzamos a vislumbrar las arenas doradas de la playa. La senda nos deposita sobre el lomo de roca negruzca y tenemos una visión completa de la Cala Dorada en forma de media luna. Solo hay dos personas, pero el mar bate con fuerza y sabemos que pasar a la Playa Parreño luego será más complicado.

Desde el lomo de separación decidimos bajar a Playa Parreño, más grande y alargada, pero también con poca gente. Maribel es la más valiente y se lanza enseguida al agua, aunque parece calmada, hay mar de fondo. Indago cómo salir de esta cala, ya que el mar bate con fuerza las rocas bajas. Lo mejor es salir por la parte de arriba.

El sendero nos coloca en la cabecera del espigón entre  Punta Negrete y la Playa Negrete, un pelín mayor que la anterior, también de forma alargada y con algo más de gente. Resolvemos continuar visitando todas la calas desde la parte de arriba, por encima de las dunas fósiles.

Nos separamos un poco del litoral evitando un desplome, para acceder de nuevo, y tener delante a menor desnivel la Playa Larga. El número de gente va aumentando en la medida en que los aparcamientos están más próximos. Pese a ello, y contando que a estas horas afluye más gente, no hay agobios y la tranquilidad es absoluta.

Vamos separándonos del mar para enlazar de nuevo con el sendero balizado. Las marinas son preciosas, algún velero que surca el mar, y el escarpado y rocoso litoral, que ahora esconde las calas que hemos visitado.


Pasamos por el parking más cercano a la playa, con bastante movimiento, y que tiene largas y onduladas pasarelas con tarimas de madera para que la gente no pise el delicado sistema de las dunas fósiles. Arribamos al último mirador y comenzamos a acercarnos, y rodear otra vez, el entorno del Cabezo de la Fuente. Viene un tramo aburrido de polvorienta pista entre tierra y cemento, para llegar al final de la ruta, en el Centro de información de las Cobaticas.


Nos acicalamos en plan turista y salimos del Parque Regional en dirección a Cabo de Palos, a su pequeño y coquetón puerto, para comer en una de sus terrazas mientras vemos llegar lanchas de buceadores. Hoy, la parrillada de pescado ha ganado por goleada a la paella de marisco.

Tomamos un helado y nos vamos a la zona del faro, donde hay una diminuta playa para relajamos, hasta hay quien se atreve a bañarse. Ha sido una gratificante excursión en un paraje singular y digno de ser visitado.

RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA EN RUTA: SI. (Fuente de la Jordana y Fuente Grande de los Belones)
DISTANCIA: 13,8 KM.
TIEMPO: 04:10 HORAS
ALTURA MÁXIMA: 336 M. (Cabezo de la Fuente)
ALTURA MÍNIMA: 0,00 M. (Nivel del mar)
DESNIVEL POSITIVO: 503 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 503 M.
DIFICULTAD: BAJA.

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