Posted by : Vaig a Peu miércoles, 19 de junio de 2013

El Parque Nacional de Garajonay debe su nombre a la leyenda de los amantes Gara, princesa gomera y Jonay de Tenerife quienes ante la desaprobación de su amor por sus familiares, decidieron clavarse una lanza de madera y tirarse desde el pico más alto de la isla. Garajonay está formado por una tupida selva conformada por diferentes especies vegetales, envuelta frecuentemente por un mar de nubes que confiere al bosque un aspecto mágico. Estas nieblas, cuya carga de humedad es interceptada por el propio bosque son esenciales para su propia supervivencia en un territorio insular dominado por la aridez. Este bosque, siempre verde, recibe el nombre de laurisilva, que significa selva de laureles, ya que la mayor parte de especies arbóreas que la componen presentan hojas similares a las del laurel, y cuya existencia está ligada a una elevada humedad y temperaturas suaves con escasas oscilaciones durante el año. Este bosque de laurisilva canaria, ocupa una extensión de unas 4.000 hectáreas, lo que supone cerca de un 11 por ciento de la superficie total de la isla. Es un relicto de los bosques subtropicales que ocupaban buena parte de Europa y norte de África hace varios millones de años, por lo que Garajonay puede considerarse como un auténtico fósil viviente. Para proteger este ecosistema, por la Ley 3/1981, de 25 de marzo fue creado el Parque Nacional de Garajonay que, posteriormente, en 1.986 fue declarado Patrimonio de la Humanidad, por la UNESCO, máximo reconocimiento que puede alcanzar un espacio natural protegido. Los bosques de Garajonay no son homogéneos apreciándose diferentes tipos de bosques y otras formaciones vegetales donde viven con unas 2000 especies de flora, destacando el elevado número de especies endémicas exclusivas de la Isla y de Canarias. Entre los diferentes tipos de bosques que nos podemos encontrar están: Fayal-brezal seco, en aquellas zonas donde la humedad es menor formado por el mocán, palo blanco, barbusano, brezo y faya, entre otras especies. En los valles más húmedos orientados hacia el norte encontramos la laurisilva de valle, donde la vegetación está formada principalmente por enormes viñátigos y tiles, que pueden alcanzar los 35 m de altura. En las laderas húmedas encontramos la laurisilva de ladera, formada básicamente por loro, faya, y aceviño. En las cumbres, donde la incidencia de las nieblas es mayor, aparecen los enigmáticos brezales de cumbre y en la vertiente sur domina el fayal-brezal. En el Parque destacan también los riachuelos que conforman la red de corrientes permanentes de agua mejor conservada de Canarias. La gran variedad de hábitats del Parque alberga una rica y diversa fauna, formada por invertebrados, vertebrados, anfibios, reptiles y aves, muchos de ellos endémicos. Dentro de éste último grupo cabe destacar la paloma rabiche y la paloma turqué. El Parque cuenta con una amplia red de equipamientos y servicios, entre los que cabe mencionar un Centro de Visitantes, un Centro de información, una amplia red de miradores, áreas recreativas, así como una red de senderos perfectamente señalizados, que permiten un mejor conocimiento y disfrute de esta auténtica joya natural.
CÓMO LLEGAR: Desde San Sebastián por la TF-711 y por la 14-CV adentrarnos en el Parque Nacional hasta conectar con la TF-713 en dirección a Pajarito y al aparcamiento de El Contadero.
ITINERARIO: EL CONTADERO / ALTO DE GARAJONAY / EL CONTADERO.
COMPONENTES: VICENTE Y SUSI.









LA RUTA: Desayunamos temprano. Pensábamos movernos en guagua que tiene una red extensa, pero es difícil coordinar los horarios de inicio y regreso, así que, alquilamos un Nissan Micra de color rojo, lo cual nos permitirá seguir visitando la isla después de las rutas.


Primero bajamos a San Sebastián a comprar provisiones, hoy miércoles está abierto el pequeño mercado de abastos. Compramos galletas, kiwis, papaya y melón para el desayuno, otras frutas y tomates para la mochila; pan de cereales, jamón y charcutería envasada, queso canario, algunas latas de conserva y varias botellas de Aquarius para ir rellenando el Camelbag, con lo que prepararemos diariamente nuestro almuerzo en las mochilas.

Aprovechamos para visitar la Torre del Conde o de Peraza, única fortaleza medieval que queda en la isla, así como, la Casa de la Aguada donde Colón se aprovisionó de agua y víveres, de donde partió el 6 de septiembre de 1942 a la conquista de las Indias. En la Oficina de Información y Turismo recogemos datos para hacer la ruta de hoy y nos aconsejan pasar por el Centro de Visitantes del Parque Nacional. Subimos de nuevo a nuestro apartamento para dejar los víveres en la nevera y coger ropa y pertrechos de montaña.


Por la hora que es tenemos claro que haremos una ruta corta pero que nos permita hacernos una idea de la situación de la isla. Enfilamos la TF-711 rumbo al Parque Nacional. En todas las carreteras existen diversos miradores para hacer fotografías y contemplar el paisaje; están debidamente señalizados y con espacio para aparcar varios coches. El primero que vemos es el del Rejo, con una preciosa panorámica del barranco hasta el mar, aunque hoy el día es algo turbio.




Confundimos el punto de información del Parque con las Casas del Cedro, que al llegar están cerradas. Hay una pequeña área recreativa donde confluyen varias rutas. Desde la carretera nos introducimos apenas unas decenas de metros en una que llega a la Ermita de Lourdes y enseguida estamos metidos de lleno en la laurisilva. Helechos, líquenes, musgos y árboles con todas las tonalidades del verde y el halo de un bosque misteriosos.







Continuamos hacia el Pico Garajonay. Antes paramos en otro mirador y por primera vez tomamos contacto con los estragos del fuego. La tristeza nos invade, vemos grandes laderas convertidas en devastados páramos. Nuestro pensamiento vuelve a los verdes que contemplábamos hace unos momentos, y tomamos magnitud de los años que tardará en recuperarse este paisaje.







Llegamos al aparcamiento del Contadero donde se cruzan varias rutas y el GR-131 que recorre la isla por la parte alta de sus montañas en varias etapas. La ruta comienza cruzando la carretera, Hay varios letreros informativos y un camino pavimentado de piedras que asciende.








Caminamos un trecho por el pavimento y nos cruzamos con gente que también hace esta corta ruta. En una bifurcación dejamos el pavimento y tomamos una empinada senda a la izquierda reforzada con escalones de troncos de árboles para que no se deteriore con las lluvias. Nos acompaña una bonita vegetación de fayal-brezal.









La senda nos asciende buscando la cresta del Pico Garajonay. Nos detenemos en un bonito mirador con cercas de madera pero la bruma, la famosa bruma del Garajonay, nos impide ver nada del paisaje.




Quizás mejor que siga la bruma. Al continuar elevándonos el sendero, el paisaje cambia por competo. El Alto de Garajonay también ha sido devastado por las llamas. De los fayales y los brezos solo quedan sus negros sarmientos, ramas y troncos retorcidos. Hay esperanza después de casi un año, en la base de sus negros troncos retoñan nuevos y verdes brotes, la humedad de la bruma ha hecho que pequeños helechos surjan de la tierra calcinada.










Alto de Garajonay (1.484 m.) la máxima altura de la isla es una pequeña replaceta circular y enlosada, en el centro hay unas rocas donde nos hacemos la foto. La niebla persiste y los daños del incendio también. Si despejara podríamos ver las islas de Tenerife y La Palma.







Hay una pequeña caseta de madera para información pero está cerrada. Es nueva y está entre los arbustos quemados eso quiere decir que la anterior fue pasto de las llamas. Actualmente no es el lugar más bonito de la isla, pero decidimos prepararnos nuestros bocadillos y tomar frutas.










El regreso lo iniciamos por delante de la caseta de madera y debajo de la placeta de la cumbre, hay un cartel indicador, Contadero y Chipude. Ir a Chipude ahora supondría cruzar toda la ladera quemada. Un pequeño atisbo de claridad nos permite ver un poco de paisaje y la costa.







El camino de regreso está pavimentado y conecta con el que hemos dejado en la subida. En los márgenes del mismo nos alegra ver como una blanca y ondulante hilera de florecillas parecidas a la manzanilla nos acompañan, en otro tramo son los helechos mezclados con otras plantas. Llegamos al Contadero.





Queremos ir al Centro de Visitantes de Laguna Grande que está a un paso, y acabamos en el Centro de Visitantes de Juego de Bolas al norte de la isla, hemos cruzado todo el Parque Nacional por medio de una carreterita interior, pero todo tiene sus ventajas. Juego de Bolas tiene un jardín botánico precioso y la persona que lo atiende es encantadora. Nos ha dado detalles precisos para nuevas rutas.






De regreso pasamos por Agulo, nos detenemos en todos los miradores contemplando hermosas vistas al pueblo, su espectacular playa y por fin la isla de Tenerife y el Teide. Después de pasar Hermigua llegamos a San Sebastián y a nuestro apartamento. Nos vamos a cenar al restaurante del Hotel la Torre del Conde, de cocina nativa. Delicioso potaje de chicharros y primera cata de almogrote, queso de cabra con mojo picante, espectacular.

RECORRIDO: CIRCULAR
AGUA EN RUTA: NO
DISTANCIA: 3,400 KM.
TIEMPO: 02:40 HORAS
ALTURA MÁXIMA: 1.487 M. (Alto de Garajonay)
ALTURA MÍNIMA: 1.357 M. (Contadero)
DESNIVEL POSITIVO: 205 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 207 M.

DIFICULTAD: BAJA

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