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- LA GOMERA, LA ISLA VERDE
Posted by : Vaig a Peu
martes, 18 de junio de 2013
Nuestra grata
experiencia del año pasado en la isla de La Palma nos ha llevado de nuevo a
repetir destino en el Archipiélago Canario. Por nuestra manera de viajar,
turismo rural y senderismo, solo quedaban dos opciones: La Gomera y El Hierro.
Pero por desgracia durante este año y el pasado han sucedido acontecimientos
como para pensárselo bien. En agosto del 2012 La gomera ha sufrido uno de sus
peores incendios que ha afectado al 11% de su extensión, unas 4.000 hectáreas;
estamos hablando de una isla muy pequeña. Por desgracia, de esa zona quemada,
unas 750 ha. corresponden al Parque Nacional de Garajonay, declarado Patrimonio
de la Humanidad por la Unesco en 1986, con casi un 20% de su extensión. Por
otra parte la isla de El Hierro durante este año ha sufrido diversas erupciones
volcánicas y cientos de sacudidas sísmicas. Decidimos pisar tierra firme aunque
algo quemada.
Las infraestructuras
de La Gomera son inferiores a las de La Palma, por lo que estudiamos muy bien
en qué lugar alojarnos. Elegimos la capital, San Sebastián de la Gomera por sus
comunicaciones, por ser el municipio menos afectado por el incendio y tener más
variedad de restaurantes. Siempre huimos del clásico hotel y como nos gusta
preparar nuestro desayuno y tomarlo en nuestra terracita, viendo el mar si es
posible, contratamos por internet un apartamento en la Lomada, junto al Parador
de La Gomera en la parte alta de la capital.
Bien, ahora solo queda
el transporte aéreo. Hay dos posibilidades: directo a La Gomera con escala en
Tenerife, o vuelo a Tenerife y con ferry a La Gomera. Hace tiempo que no
navegamos y los horarios de enlace son similares. Esto me hace pensar… y ya que
estamos en Tenerife ¿porqué no subir al Teide? Contactamos con la empresa que
gestiona el teleférico, y no hay ninguna plaza vacante en los días que dura nuestro
viaje. Pero existe otra posibilidad que además nos encanta: subir desde su base
(2.200 m.) por sendero hasta el refugio Bellavista (3.260 m.), dormir esa
noche, y al amanecer subir al Teide (3.718 m.) El lunes día de San Juan tenemos
plazas y nos encaja perfectamente. Todas las personas que pernocten en el
refugio pueden subir a la cumbre hasta las nueve de la mañana sin pasar ningún
control y luego bajar a pie o con el teleférico. Confirmamos el viaje, 5 noches
en La Gomera 3 en Tenerife, una de ellas en el refugio.
Como Alex ha venido
esta semana, el domingo por la tarde con todo nuestro equipaje nos vamos a
Madrid con él. Dormimos en su casa; el lunes lo tenemos libre en la capital,
siempre es agradable visitar Madrid, y el martes a las 07:00 horas nos deja en
el aeropuerto. En dos horas y media estamos en Tenerife Norte; guagua hasta la
Estación Central donde gestionamos el viaje en ferry. Hay dos compañías: Fred
Olsen con mejores barcos, más rápidos pero más caros. Y la Naviera Armas con
barcos más normales, llega unos diez minutos más tarde pero es más barata. Con
la diferencia nos daremos una buena cena. En el ticket está incluido el viaje
en guagua hasta el puerto de Los Cristianos de donde parten.
Queremos ir a comer
y buscamos la Consigna para dejar las maletas. Decepción, con una Estación tan
grande y moderna no hay sala para dejar el equipaje. Cavilamos. Tenemos un
Corte Inglés a doscientos metros. Comemos en el restaurante a la salud de Fred
Olsen y nos mantienen el equipaje mientras damos un borneo. Un cuarto de hora
antes estamos en la parada de la guagua y en una hora estamos en Los
Cristianos.
Embarcamos en el
gran ferry de la Naviera Armas. Subimos al segundo salón y ocupamos una mesita
junto al ventanal. Apenas se nota movimiento al navegar. Salgo a una de las
terrazas de popa para hacer algunas fotos pero hace mucho viento. La estela que
deja es impresionante. Cuando ya divisamos San Sebastián, por estribor nos
adelanta el catamarán de Fred Olsen. Desembarcamos y un taxi nos sube a La Lomada
y nuestro apartamento. Después de una buena ducha bajamos a pie a cenar en un
barecito típico y subimos en taxi.
La Isla de La Gomera forma parte del Archipiélago Canario, siendo la
segunda más pequeña en extensión con 369 km2 dispuestos en una configuración
prácticamente circular. Se sitúa dentro de territorio insular junto a la isla
de Tenerife de la que le separan escasos 28 km en su punto más cercano. Geológicamente hablando es la isla más
vieja del archipiélago con dos millones de años desde su última erupción
volcánica, este hecho le ha concedido una serie de características producidas
principalmente por la erosión, que ha formado espectaculares barrancos,
impresionantes pitones volcánicos expuestos en la superficie y acantilados
marinos de singular belleza. En el centro se alza el Alto de Garajonay, punto
más alto de la isla con 1.487 m, que debe su nombre al Parque Nacional por el
que se ve rodeado proporcionando a la isla una exuberante alfombra verde que
ocupa el 11% del territorio insular. El
clima de la isla nos ofrece dos ambientes bien diferenciados, norte y sur. La
zona norte de la isla, histórica y antiguamente más poblada, donde se
encuentran los municipios de Hermigua, Agulo y Vallehermoso, ofrece un clima
estable compuesto por temperaturas suaves y un grado de humedad medio producido
por el efecto de los vientos alisios, que proporcionan un suave rocío a la
vegetación existente formada en gran parte por el parque Nacional de Garajonay,
localizado en las zonas altas de los tres municipios. Claramente diferenciando
el sur de la isla, a sotavento, ofrece temperaturas algo más elevadas, menor
humedad, y escasa vegetación con un poblamiento compuesto por los municipios de
San Sebastián, Alajero y Valle Gran Rey, ubicados en estos dos últimos pueblos
los núcleos turísticos más concentrados de la isla. Poco sabemos de la historia de esta
pequeña isla anterior a la llegada de Juan de Bethencourt, quien bajo el mando
castellano comienza la conquista de la isla a principios del siglo XV. Dado el
injusto trato que los aborígenes reciben, cambia la conducta para con sus
visitantes y lo que en un principio es una convivencia pacífica a mediados de
siglo se transforma en varias sublevaciones sangrientas. La Gomera figura un
papel decisivo e importante en el descubrimiento de América, desde esta isla el
almirante Cristóbal Colon parte el 6 de septiembre de 1492 hacia el nuevo
mundo, cargado de provisiones y agua. El
lenguaje del Silbo, de origen prehispánico, es una forma de comunicación que
nace por la necesidad del pueblo gomero de salvar valles, barrancos y altas
montañas con el objeto de comunicarse entre los distintos pueblos sin necesidad
de realizar grandes desplazamientos. Consiste en deletrear las sílabas silbando
con la ayuda de los dedos introducidos en la boca. Hoy en día son muy pocas las
personas que han mantenido esta tradición, aunque actualmente los colegios
imparten su aprendizaje como una asignatura más. En la actualidad la inmigración de la
población y el abandono de los cultivos ha generado una pérdida de
funcionalidad para estas viviendas, que tras perder su actividad, comienzan
hace unos años a tomar importancia debido al aparición de nuevos usos apoyados
en la creación de una alternativa turística basada en el Turismo Rural y en la
utilización por parte de foráneos y extranjeros como segunda residencia.