Posted by : Vaig a Peu miércoles, 1 de mayo de 2013

La Valldigna es una comarca natural a la cual pertenecen los pueblos de Simat, Benifairó, Tavernes y Barx. Los tres primeros ocupan el valle propiamente dicho, mientras que Barx está situado en una llanura elevada. Como su propio nombre indica, se trata de un valle completamente cerrado por montañas, excepto por el este, por donde se abre al mar, y está atravesado por el río Vaca, que lo recorre completamente hasta desembocar en el límite con Xeraco. Esta especial orografía configura el carácter diferenciado de la Valldigna, y la fuente de su belleza: el contraste que produce la unión íntima del mar y de la montaña en un breve espacio de kilómetros. Junto con esta peculiar condición geográfica, la Valldigna mantiene el carácter valenciano y mediterráneo que ha marcado su peculiaridad. La Valldigna ha sido habitada ya desde la prehistoria, como lo demuestran las cuevas del Bolomor (Tavernes), Malladetes y Parpalló (Barx), yacimientos arqueológicos de máxima importancia en la Comunidad Valenciana. Las primeras noticias históricas concretas se remontan a la época musulmana. Durante este período, las poblaciones (Simat, La Xara, Benifairó, Alfulell, Tavernes y Ràfol) se extendían por el valle bajo la mirada del castillo de Alfàndec (actualmente conocido como castillo de la Reina Mora). Jaime I incorporó la Valldigna al Reino de Valencia, pero fue su nieto Jaime II el Justo, quien le dio una nueva fisonomía al cederla a la orden del Cister para que se construyera el Monasterio de Santa María de la Valldigna, fundado el 15 de marzo de 1298 y que dominó la vida de los diferentes pueblos hasta el primer tercio del siglo XIX. Según la tradición, el rey, después de luchar contra los musulmanes por tierras de Murcia, al pasar por el valle, llamado entonces Alfàndec, e impresionado por su fertilidad y belleza, dijo a su capellán fray Bononad de Vila-seca: 'Vall digna per a un monestir de la vostra religió', (valle digno para un monasterio de vuestra religión), a lo cual este respondió: 'Vall digna'. Jaime II concedió las tierras al abad de Santes Creus para una nueva fundación cisterciense en el valle que se llamaría Valldigna. Las últimas décadas de la Valldigna están marcadas por la agricultura intensiva. En la década de los 50 empieza el boom de la naranja, que impulsará definitivamente el desarrollo del territorio. A partir de la década de los 60, el capital se dirige a la construcción en la playa y, con la demanda del turismo y la creciente entrada de población inmigrante, se desarrolla el comercio, la construcción, la banca y las pequeñas y medianas empresas de bienes de consumo.
CÓMO LLEGAR: Por la E-15 AP-7 dirección Valencia, Salida número 60 TAVERNES-XERESA-XERACO, continuar por la N-332 XERESA-TAVERNES-VALENCIA, hasta llegar a Tavernes de la Valldigna. Aparcar en la parte alta del pueblo, cerca del Canal de la Defensa.
ITINERARIO: CANAL DE LA DEFENSA / BARRANC DE LA PENYA ROJA /  SENDA DELS AMOLADORS / PLA DE LA SANGONERA / FONT DE LA SANGONERA / PUNTAL DE MASSALARI / FONT DE LA SANGONERA / ALT DE LES CREUS / LA ESCALA / FONTETES DE CANTÚS Y COVETES DE MOSSÉN RICARD / ELS CASTELLETS / CANAL DE LA DEFENSA.
COMPONENTES: VICENTE, JULIÁN, LOURDES Y SUSI.



LA RUTA: Con la ruta de hoy pretendemos recorrer la parte sur de de los valles de la Casella y la Murta cerrando las conexiones con sus rutas, pateando la última elevación de la Sierra de Cobera y entrando en la Valldigna, un hermoso valle en forma de “U” que linda con el Mediterráneo, y del que ya hemos recorrido parte con el GR-236 Ruta dels Monestirs. Utilizaremos como base el PR-CV 38, parte del PR-CV 40 y las conexiones con el PR-CV-39.





Ayer, cuando ya teníamos programada la ruta y reservado el restaurante, supimos que hoy 1º de mayo es tradición en Tavernes subir a les Creuetes. Por lo que decidimos  hacerlo en sentido contrario a la romería. Iniciamos desde el Canal de la Defensa, construido para proteger a Tavernes en caso de riadas, siguiendo las marcas del PR-CV 40 que discurre paralelo al Canal.









Nos cruzamos con mucha gente que van al punto de inicio de la romería y que se extrañan que vayamos en sentido contrario. Este camino es utilizado para adiestrar perros y tiene unas enormes vallas metálicas que protegen al pueblo en caso de desprendimientos de rocas dada su cercanía con la montaña.









Dejamos atrás una variante del PR-CV 40 a la Font de la Mina por el Camí dels Borregos, hasta llegar a unos campos de naranjos donde termina el Canal de la Defensa. Seguimos por una senda a la derecha que nos adentra en el Barranc de la Penya Roja.



Aquí comienza la histórica Senda dels Amoladors o de les Revoltes. Construida con  la técnica milenaria de la piedra en seco, encajando las piedras unas sobre otras sin utilizar ninguna argamasa para que las ligue. Fue muy utilizada por peregrinos, pastores y agricultores, gentes con pocos recursos desde los primeros años del siglo XIX y durante la primera mitad del siglo XX. Recientemente ha sido rehabilitada de los daños causados por correntías y desprendimientos.







Metidos en el barranco, nos impresiona la rectangular mole de la Penya Roja. El camino de herradura traza largas lazadas con suave desnivel. Enseguida tenemos a la derecha un desvío  al Fornet del Moro cuyo agujero vemos en la base de un farallón cercano, y a las paredes de la zona de escalada del Cingle d’Aigua.

















Por la umbría del barranco nos elevamos con facilidad, pero todavía no somos conscientes del trazado de la senda, solo vemos la rampa siguiente. Una de ellas, nos acerca a la base de la Penya Roja, y vemos en su pared las grapas, escalones metálicos, y el cable de la Vía Ferrata les Marujes.










Hemos tomado altura y mirando hacia abajo comenzamos a ver los lazos serpenteantes del camino recorrido. Por la derecha se une el PR-CV 40 del Camí dels Borregos, que al inicio de la caminata hemos desechado.










Subimos las últimas rampas de la umbría, para trasladarnos en un tramo casi horizontal al solano, donde continuamos elevándonos. Por la canal del barranco vemos gran parte del valle con cuidados cultivos de naranjos, y enfrente las altas cumbre del Mondúver y la Peñalba.








Desde una cornisa del sendero tenemos una vista aérea y casi completa del tortuoso trazado de la Senda dels Amoladors, es realmente espectacular. Las últimas rampas finalizan en el Tossal de la Sangonera, cerca de una casa derruida y un cruce de caminos.











Marchamos por la izquierda en dirección al Puntal de Massalari. Entramos en el término municipal de Benifairó conectando con otra ancha pista de tierra. Un ganado de cabras pasta en el matorral bajo, y ya tenemos a la vista el Puntal y les Agulles.









Volvemos a tener un cruce a la derecha. Todo está perfectamente señalizado con paletas informativas, solo tenemos que tener clara nuestra dirección. El camino sube un poco entre un bosquete de pinos hasta llegar a la Font de la Sangonera.










Hay gente almorzando bajo los pinos. Sin llegar a la fuente, giramos a la izquierda siguiendo las señales por la estrecha senda del cordal. Enseguida tenemos las primeras vistas del litoral costero y al elevarnos por la loma, mirando atrás, vemos Simat de la Valldigna al pie de la Sierra del Toro.










Al ir elevándonos por la lomas, las vistas se van ampliando con las quebradas crestas de les Agulles y el litoral hasta Cullera. Debido a los múltiples incendios que ha sufrido esta sierra su vegetación consiste en apretado matorral bajo, romero, aliagas etc.








Puntal de Massalari (602 m.) Su cima está marcada por el poste de la paleta informativa. Siguiendo el cordal de la sierra vemos la mole de la Ratlla (625 m.) máxima elevación del Vall de la Casella y que ya pateamos en una ruta anterior. Pese a la bruma distinguimos perfectamente Cullera y su bonita albufera. Tomamos frutas e hidratos de carbono.










Deshacemos el camino regresando hasta la Font de la Sangonera. Ahora si está atestada de gente, a la que se va uniendo los que bajan por el sendero de las lomas de las Cruces, y con los que ahora nos cruzaremos nosotros.







Tomamos dirección a la Font de la Granata y el Alt de les Creus. La senda atraviesa una pequeña vaguada, pasa cerca de la Casa del Herbolari y comienza a remontar las lomas. Dejamos la variante de la Font de la Granata y vamos directos al Mirador de la Valldigna. En este tramo esquivamos a gente que viene en sentido contrario.









Desde el Mirador tenemos toda la Valldigna a nuestros pies con Benifairó, Simat y Tavernes en la extensa llanura, pero lindando con las montañas y todo el litoral Mediterráneo desde Cullera al Montgó. El día es hermoso y todavía queda gente contemplando las panorámicas.







Alt de les Creus (542 m.) Tenemos una de las cruces cercana al punto geodésico, las otras dos están más alejadas en otros puntales de menor altura, pero visibles todas desde el pueblo. Fueron colocadas en agradecimiento al fin de una epidemia de cólera en Tavernes y toda España. Emprendemos el descenso de cara al mar, en dirección a les Fontetes de Cantús.











El primer tramo es incómodo pero rápido de bajar, teniendo siempre delante la Montañeta de Rafael surcada por nuestra senda, y todo el litoral costero con algo de bruma. Mirando hacia atrás, en lo alto, divisamos la cruz de la que nos vamos alejando.









Por la izquierda se une a nuestra senda la variante que viene de la Font de la Granata, PR-CV 39. Tavernes comienza a ser visible a nuestros pies. Llegamos a un estrechamiento rocoso que gira a la derecha, es la Escala, que nos sitúa en la cabecera de otro barranco.




La senda recorre el diminuto circo que forman las altas y erosionadas paredes para situarnos en la otra vertiente. Antes arribamos a les Fontetes de Cantús que junto a la senda mana fresca agua en una pileta. Justo encima, y a poca distancia en la pared, están les Covetes de Mossén Ricard recientemente declaradas Zona Arqueológica, datan del Mesolítico inferior entre los años 12000 y 9000 aC.






Al alejarnos por la otra vertiente, vemos acumulados en el fondo del barranco una considerable cantidad de grandes rocas y peñascos, producto de desprendimientos en las altas paredes, erosionadas y desgastadas con el paso del tiempo. Ahora comprendemos la función de las enormes barreras metálicas situadas junto al Canal de la Defensa: Proteger al pueblo, tan pegado a la Sierra de Cobera.









Recorremos la cómoda senda hasta un desvío a la derecha que sube a els Castellets, ruinas del Castillo de Alfándec, que hacia la función de torre vigía durante la época de ocupación árabe para vigilar la entrada al valle por el mar.











Alcanzamos el depósito de agua, las barreras metálicas, el Canal de la Defensa y nuestro coche. Nos cambiamos y acicalamos como para ir de fiesta. Tenemos mesa reservada en http://www.tomasrestaurant.net/carta.html con dos arroces: con boletus, exquisito, y con bogavante, extraordinario.












El regreso lo hacemos por el interior, hacia Simat, pasando por la Fontarda, para que Susi conozca el Monestir de Santa María de la Valldigna, la joya de este valle.

RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA EN RUTA: SI. (Font de la Sangonera y les Fontetes de Cantús)
DISTANCIA: 12,850 KM.
TIEMPO: 05:15 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 602 M. (Puntal Massalari)
ALTURA MÍNIMA: 45 M. (Tavernes de la Valldigna)
DESNIVEL POSITIVO: 726 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 799 M.
DIFICULTAD: MODERADA.

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