PENYA DE LA MINA DESDE LA ROMANA

Posted by : Vaig a Peu sábado, 5 de enero de 2013

La Sierra del Algaiat se descubre como el paraje más bello del municipio de La Romana, que en su parte superior presenta grandes escarpes de incomparable belleza dentro de los límites municipales. Es zona de recarga del Sistema Acuífero de Quibas. En los estudios técnicos realizados se concluye que es el espacio natural del municipio de La Romana con mayor valoración ambiental. Se trata, además, de una sierra visible desde gran parte del Término Municipal y de la carretera de Algueña, por lo que constituye una zona de elevada vulnerabilidad paisajística. La sierra de Algaiat se extiende por los términos municipales de Hondón de las Nieves, Algueña, La Romana y Orihuela, en la provincia de Alicante a lo largo de 7 kilómetros, siendo sus cotas más altas la peña Grossa con una altura de 1.100 metros y la Penya de la Mina con una altura de 1.053 metros. La Microrreserva Vegetal "Ombría de l'Algaiat" se declara por ORDEN de 13 de noviembre de 2002, de la Consellería de Medio Ambiente, por la que se declaran 11 microrreservas vegetales en la provincia de Alicante. DOGV Nº 4390 de 02.12.2002. La extensa Sierra de Algaiat, abarca en su cumbre varios montículos, todos ellos bautizados por los vecinos oriundos del lugar. La Penya de la Mina, es uno de los símbolos que más definen a estas tierras. Es imposible ser de Algayat y no haberse deleitado con esos tranquilos paseos por sus montes, respirando el cálido aroma de pinos, hiedras o carrascas. Una gran zona con una gran flora, donde destaca, en el camino de ascenso a la Cova Rotja, la fragancia en verano de lavanda, romero y tomillo. Todo esto unido a la tranquilidad de este enclave romanense, hacen al peregrino estar más próximo del paraíso soñado. Aunque toda la sierra es conocida por este nombre, realmente su ubicación la podremos situar en la parte que más sobresale de la amplía montaña y donde se encuentran sobre poniente la inmensa Cova Rotja y en levante la Cova Negra. En este lugar también se encuentra una fuente conocida como la del Teniente. Al Sureste del término municipal de La Romana, próxima al final de la CV-842 en el paraje denominado Ombría de l'Algaiat y entre los términos de La Romana y Hondón de las Nieves. Monte del Ayuntamiento de La Romana, núm. 70 del Catálogo de Montes de Utilidad Pública Ombría de l'Algaiat. Especies prioritarias: Biscutela lucentina, Cam panula rotundifolia Subs. Aitánica, Sarcocapnos saetabensis. Unidades de vegetación prioritarias: Zonas subestépticas de gramíneas y anuales del Thero-Brachypodietea (Código Natura 2000: 6220*), Pendientes rocosas calcícolas con vegetación casm ofítica Ramón-Teucrietum rivasil (Código Natura 2000: 8210) y Encinares de Quercus ilex y Quercus rotundifolia, Quercetum rotundifolae (Código Natura 2000: 9340). -Superficie: 20 Ha.-Perímetro: 2963 m.

CÓMO LLEGAR: Por la CV-84 hacia Aspe, antes de entrar en la población girar a la izquierda por la CV-846, continuar durante 8 km. hasta la rotonda, tomar 4ª salida por la CV-840 hasta la Romana. Aparcar en la Gasolinera o en la calle Mayor, donde su ubican las dos salidas, una de ellas se puede utilizar como regreso.

ITINERARIO: LA ROMANA / CRUCE BODEGA COOPERATIVA / CARRASCA MILENARIA / CAMINO LA BOQUERA / CAMINO UMBRÍA BAJA / FONT DEL CUCARRÓ / CRUCE Bº DE LA UMBRÍA DEL ALGAYAT / BASE DE LA SIERRA / COLLADO / PENYA LA MINA / SENDA A LA PENYA GORDA / PENYA LA MINA / COLLADO / FONT DEL CUCARRÓ / CAMINO LA BOQUERA / Bº SAN ANTÓN / LA ROMANA.

COMPONENTES: VICENTE, LOURDES, PATRO Y SANTI.

LA RUTA: Hacía varios años que no realizaba esta ruta por la umbría de l’Algaiat. Últimamente la hacíamos por la solana, desde La Canalosa. Viejos recuerdos vienen a mi mente de cuando el camino de la Boquera no tenía asfalto, estaba sin marcar y nos guiábamos por los mojones; era recurrente para días con poco tiempo y la más cercana en época de madroños.

Bien está que el ayuntamiento quiera que empecemos desde el pueblo, que visitemos las barriadas de la umbría y San Antón, pero el largo y monótono trayecto asfaltado de la rambla de la Boquera sobra en esta ruta lineal, ida y vuelta por el mismo sitio, acumulando más de 26 km en total.

Hemos llegado de noche y apenas comienza a amanecer, parece que tendremos un buen día. Iniciamos desde la calle Mayor, al no encontrar las marcas del PR, nos dirigimos a la gasolinera donde ya son visibles en dirección a la Bodega Cooperativa.

A la altura de la Bodega, un poste de madera con paletas informativas nos desvía a la derecha por otra pista asfaltada donde a unos doscientos metros, también a la derecha, hay una casita de aperos sin letreros ni señales, aunque es casi imposible pasar sin ver la carrasca milenaria de la Romana.

La Carrasca de La Romana es una de las mayores de la Comunidad Valenciana, y probablemente, de todo el mediterráneo peninsular. Es muy grande, con gran desarrollo de la copa y con enormes ramas que crecen casi en horizontal, lo que obligó a sus dueños en la primera mitad del Siglo XX a instalar puntales de mármol para evitar su resquebrajamiento. Su situación privilegiada sobre antiguas conducciones subterráneas de agua, y a escasos metros de una rambla, ha condicionado el éxito de su desarrollo; precisamente la crecida de esta rambla se llevó una de sus ramas más sobresalientes. Por lo demás, su estado es muy bueno. En su entorno, encontramos la antigua caseta para los aperos de labranza, hoy convertida en centro de reunión para la familia propietaria, un plantel de pino carrasco y cultivos de almendro, vid y olivo. Prueba de la estima del pueblo a esta carrasca es la negativa popular a que la cortaran y utilizaran para hacer carbón en momentos tan difíciles como la guerra civil. Tiene una edad estimada de 800 años, una altura de 26 m., una anchura de copa de más de 27 m. y la superficie cubierta por la copa es de unos 585 m2.

Dejamos atrás el hermoso ejemplar y entramos en una zona de parras de uva embolsada del Vinalopó ya vendimiadas. Sus hojas han pasado del amarillo otoñal al marrón rojizo, desprendiéndose del tallo; uno de los márgenes parece un río de hojas caídas. Preciosas vistas amaneciendo en Penya de la Zafra y Penya de la Mina.

Salimos al camino asfaltado la Boquera, vieja rambla convertida en carretera con varias casas cueva en su margen derecha y algunas fincas con terreno de labor en la izquierda, son casi tres kilómetros monótonos y sin reseñas hasta llegar a un desvío balizado a la izquierda.

Por camino de tierra y en clara dirección a la sierra nos vamos acercando a la umbría de l’Algaiat con el imponente peñón de la Mina al frente. Por la derecha hay algunas fincas particulares, la mayoría con casa-cueva, y por la izquierda bancales de almendros en abandono.

Continuamos ascendiendo suavemente y por la derecha nos introduce en una zona de bancales más cuidados, pasamos por un caserío habitado y a sus espaldas una senda nos lleva a la Font del Cucarró. Un techadito y una pileta alargada para apenas un hilo de agua que cae por una goma, el resto se lo distribuyen entre varios vecinos mediante gomas más grandes. La antigua balsa circular está seca.

Reanudamos la marcha subiendo por la senda para salir de nuevo al camino. A pocos metros hay una casa de original construcción con materiales de la sierra. Las cercanas vistas al lomo de la sierra son espectaculares. Encontramos el primer madroño que todavía conserva algunos frutos.

El camino gira hacia el oeste para evitar una loma; pasamos por pequeñas y cuidadas cuevas que en algún momento pueden servir como refugio provisional. Llegamos a otro cruce, por la derecha la ruta se alargaría 2,5 km hasta el Barrio de la Umbría de l’Algaiat y otros tantos de vuelta a la senda principal. Nosotros lo desechamos puesto que preferimos recorrer el cordal de la sierra en dirección a la Penya Gorda. De frente nos acercamos a la base de la sierra.

El camino se diluye y por la izquierda comienza una senda entre pedregosos bancales de almendros secos. Mirando hacia atrás tenemos una panorámica envidiable, en la solana de este despejado día: Desde la Crestería del Frare hasta el Maigmó.

Comienza el tramo más duro de esta ruta, la senda nos sube de frente hacia la derecha, evitando la torrentera de piedras en lo posible, buscando terreno más firme aunque más inclinado. En esta zona más protegida, encontramos algunos madroños en plena floración, flor que dará sus frutos en el próximo otoño.

Cerca de las paredes del gran espolón, la senda vira a la izquierda para cruzar en horizontal la pedrera, y luego, en oblicuo seguir ascendiendo poco a poco entre las pequeñas carrascas hasta alcanzar el lomo del collado.

En el collado se une la senda del PR-CV 281 que viene desde La Canalosa. El lateral del espolón de la Penya la Mina es impresionante. Ahora por la solana, proseguimos por la izquierda del mismo y pegados a sus paredes. Este es un bonito tramo con vistas al pequeño valle entre las sierras de Crevillente.

Llegado al final, el desnivel se agudiza y endurece la subida; pero enseguida tenemos a la vista el pilón del punto geodésico. Penya La Mina (1.053 m.), no es la cumbre más alta de esta sierra pero si la más montañera. Vistas a 360º, desde el mar y el Cabeçó d’Or, Maigmó, el Cid, el Despenyador, y girando, la sierra de Salinas, el Carche, la cercana sierra del Reclot con el Teula y Algarejo, la Penya Gorda, la Pila, sierra de Carrascoy, y de nuevo el mar.

Hoy vamos condicionados por el horario. Pensábamos llegar hasta la Penya Gorda, ida y vuelta, eso supone unas tres horas, pero no contábamos con el largo tramo del Camino la Boquera, que podríamos haber evitado aparcando mucho más cerca.

Decidimos hacer un tramo del cordal de la sierra hasta encontrar un buen lugar para comer, en eso somos muy exigentes. Después de un buen trecho encontramos el lugar adecuado, con preciosas vistas a la Vega Baja, el campo de Cartagena y el mar. Todos nos quejamos de las comidas de navidad, pero en la montaña no perdonamos el buen vino, los postres, el café y el té.

Damos media vuelta y emprendemos el regreso, deshacemos poco a poco el camino hasta la cumbre, que ahora está invadida por un grupo de guiris de habla inglesa. Bajamos el fuerte desnivel por las paredes y llegamos al collado.

Antes de adentrarnos de nuevo en la umbría tenemos una buena toma del espolón. Se agradece el frescor de la sombra. La senda es ahora más rápida hasta llegar a las paredes con sus bonitas oquedades, en un rincón protegido hay unas encinas de buen tamaño.

Conectamos con la pista de tierra y seguimos deshaciendo camino en descenso. Pronto llegamos a la Font del Cucarró. Mientras tomamos un respiro, Santi aprovecha para recolectar acelgas y pencas, quiere hacerse vegetariano.

De aquí hasta el Camino de Boquera es coser y cantar. Luego viene el asfalto y la monotonía. Nos esforzamos por hacerlo más deprisa y lo abandonamos por la izquierda por otra pista entre las deshojadas parras de uva del Vinalopó. Tenemos la sensación de que todas las hojas han sido barridas hacia un lado, dejando el camino inmaculado. Tenemos delante el Cerro de Cruz y la Penya de la Zafra.

Ahora seguimos todo recto, hacia el Barrio de San Antón, dejando a la derecha el desvío a la gran carrasca. En el barrio hay una diminuta ermita y algunas casas muy cuidadas. Salimos a la carretera, que cruzamos, y hay que continuar por un camino asfaltado que nos deja al inicio de la calle Mayor, donde tenemos aparcado el coche.

Hemos cumplido el horario. Para otra ocasión nos planteamos salir desde la Algueña, por las Casas de la Herrada, Barranc del Frare, la Penya Gorda y la Penya la Mina, ida y vuelta. Con lo cual recorreremos todo el cordal de la Sierra de l’Algaiat.