Posted by : Vaig a Peu lunes, 15 de agosto de 2011





COMPONENTES: VICENTE, SUSI, ANTONIO Y MARIBEL

Hacía unos siete años que no volvíamos a Andorra, ha sido un acierto retornar  de nuevo a la naturaleza viva del Pirineo y a la cultura legendaria. Para ello elegimos un hotelito de montaña apartado, y tan apartado, Hotel Bringué teléfono +376 736 999,  a media pensión, cena y desayuno, con piscina cubierta, gimnasio, solarium etc. Situado en el Serrat, junto a la margen derecha del río Rialb, al final de la parroquia de Ordino, a un paso del Parc Natural de la Vall de Sorteny y la estación de esquí de Arcalís. Andorra es un país pequeño, las distancias son muy cortas pese a los límites de velocidad, entre 40 y 60 kilómetros hora, nuestro objetivo no eran las compras sino su red de magníficos senderos, refugios de montaña y numerosos lagos. Además en el poco tiempo libre que nos quedaba hemos visitado las hermosas y antiquísimas ermitas e iglesias románicas que salpican este país.





Para elegir las rutas, pese a que en página Web del Principado www.andorra.ad, vienen descritas gran cantidad por parroquias, con situación, horarios, categorías, desniveles y paso a paso, pedí consejo a mi amigo Patrick Perisse de www.naturayaventura.ad, me dijo que era imposible, que habían muchas, entonces le pedí cuales no debía de perderme teniendo en cuenta el nivel del grupo, me propuso siete con un orden de prioridad, yo imprimí doce, hay que tener material de sobra por si acaso.






Una vez instalados, las habitaciones son amplias y bien equipadas, las ventanas  dan al río que aquí baja caudaloso y torrencial, hay que tenerlas cerradas cuando estamos dentro debido a su sonoro estruendo. Poco antes de la cena, quedamos en la cafetería para decidir la ruta de mañana y pensar si hemos de comprar algunas provisiones.


16/08/2011

ESTANY BLAU PER LA VALL DE RIALB

ITINERARIO:

El desayuno buffet ha sido abundante y sin restricciones, hay tal variedad para elegir que podemos surtirnos de viandas y fruta para comer en la montaña.

Anoche optamos por hacer la ruta más cercana a la situación del Hotel, que incluso podíamos haber iniciado desde el mismo, por un camino que en unos treinta minutos nos dejaba en el aparcamiento del Parc Natural de la Vall de Sorteny y otra media hora a la vuelta, pero por prudencia y dado que el desnivel era fuerte y el Estany Blau está en territorio francés después de subir un puerto, decidimos llegar en coche al aparcamiento.









Hay una gran caseta de madera para información que a estas horas está cerrada pero tienen colgado el parte meteorológico, tiempo espléndido como era de suponer. De aquí parten varias rutas, apenas hay coches aparcados y la nuestra sale por la izquierda con un buen cartel de inicio.




Calzamos botas, mochilas, palos y poca ropa pese al fresquito de esta mañana. Iniciamos por una zona de picnic, hay algunas mesas  y sitios donde hacer fuego con parrillas para asar carne, la senda marcada con puntos amarillos, se abre paso por un bosque de pino negro y vegetación de ribera, lindado con el bajo, grueso y ondulado muro que sirve de valla a una finca cuya casa se parece mucho a un refugio de montaña, vamos ascendiendo por el frondoso bosque y tras superar un rampa llegamos a un portillo que una vez traspasado entramos en el Vall de Rialb y el río del mismo nombre nos acompañará en suave ascensión.













El valle se estrecha cuando llegamos a la Font Freda y al salir del bosque vuelve abrirse para llegar al Refugi de Rialb (1.990 m). Con el refugio a la vista ignoramos una senda a nuestra izquierda que cruza el río por una pasarela metálica y continuamos hasta el refugio, hay un chaval joven que antes nos había adelantado, esta pegando unos folios con instrucciones, no sabe nada de la ruta pero dice que está todo marcado y en los cruces suele haber carteles. A un lado hay un tronco vaciado y por una goma negra mana agua fresquísima.










La senda continúa por detrás del refugio y a unos quinientos metros y antes de cruzar de nuevo el río por una pasarela de madera hay un poste vertical con dos indicaciones, hacia la Portella de Rialb que obviamos y hacia los Ports de Siguer y Banyer por el que seguimos ascendiendo, la pendiente ahora es mayor.

Encontramos otro cruce de caminos en donde ya se separan los senderos del Port de Banyer –Estany Soulanet- por la derecha y por la izquierda nuestra, Port de Siguer –Estany Blau- por el que continuamos la subida.










A unos 2.250 m de altitud, junto a un pequeño arroyo que desciende hay un nuevo cruce no balizado, derecha e izquierda y ambos con puntos amarillos, no leemos las instrucciones de la ruta y por mayoría seguimos por la izquierda que parece más suave, error que luego haría más emocionante la ruta.




La supuesta suavidad se convierte una ladera mucho más inclinada aunque se puede progresar bien haciendo eses. Me adelanto al grupo al intuir que la cota del puerto está cercana. La vista es preciosa a un encajonado valle, al fondo veo una minúscula lagunilla junto a unas chorreras que se me antoja imposible que sea el Estany Blau y la bajada es horrible. Nos hemos equivocado en el cruce, espero a que lleguen, Susi saca el mapa y yo oteo el horizonte, estamos pensado en bajar de nuevo al cruce, cuando un reflejo azul a la derecha en otro valle me llama la atención, es nuestro Estany Blau, ahí está.




Estamos en el Port Vell a 2.500 m de altitud, cien más que el Port de Siguer. Ellos quieren bajar al cruce y yo voy a indagar la cresta que va en dirección al Estany, ¡Oh maravilla! hay una senda que bordea la cresta,  es accesible y bastante transitable, me siguen primero a regañadientes y luego con amplia sonrisa al ver que el descenso es muy suave y la dirección inequívoca. Vemos gente que van subiendo por el lado correcto y la visión de la cubeta del estany se va ampliando. Pronto llegamos al cruce con el Port de Siguer (2.402 m) con su gran muga (mojón) que marca la frontera francesa y abajo el Estany Blau. Que casualidad los que vienen son una familia de Elche, no bajan al estany.

La visión completa del estany es espectacular, de un color azul intenso. Desde a aquí arriba no vemos gente e iniciamos el descenso algo vertical hacia la orilla de unos cincuenta metros de desnivel. Poco antes de llegar al agua hay una valla de alambre y un cartel en francés dice que está electrificada. ¡Joder con los gabachos! Hacemos pruebas con los palos y no saltan chispas ni huele a chamuscado, la traspasamos por un estrecho pasillo sin problemas.













A nivel del agua el color azul desaparece, es totalmente cristalina y con tonos de verde. Tomamos posesión cerca de las chorreras de desagüe junto a una gran roca, parece una playa de Tailandia. Hay dos parejas más alejadas de nosotros.









La ruta era de 2,30 horas la ida y la hemos hecho en una hora más debido al despiste en el cruce, pero nos ha permitido transitar por unos niveles superiores con unas vistas espléndidas. Vamos a hacer un poco de tiempo antes de comer y Susi es la primera en lanzarse al agua que está fría, eso sí, como buena montañera utiliza los palos para tantear la profundidad y las zapatillas de goma para evitar resbalones y golpes con piedras. Es una delicia estar aquí.






Después de dar buena cuenta de de toda la comida que llevamos, cada uno va buscando entre los borreguiles el sitio adecuado para una buena y merecida siesta.

A la hora convenida recogemos el campamento e iniciamos el regreso subiendo la cubeta hasta el mojón del Port de Siguer y a partir de aquí casi todo es suave descenso. Llegamos al cruce del pequeño arroyo y constatamos nuestro error. Seguimos bajando por el ahora amplio Vall de Rialb hasta el refugio, hay una familia francesa con gente mayor descansando, nos refrescamos con la manguera y continuamos.












 Pronto el Vall se va cerrando, llegamos a la portilla que cierra el Parc y nos introducimos en el bosque de pino negro en cuyas sombras nos cobijamos evitando la fuerza del sol a estas horas. Nos acercamos al muro de piedra de la finca particular y a las mesas y cocinas del picnic ahora repletas de gente y niños jugando.

El aparcamiento está lleno de coches, la mayoría deben de ser de la gente del picnic. Nos cambiamos y al Hotel.

TIEMPO: 05:30 HORAS
ALTURA MÁXIMA: 2.500 M. del Port Vell y 2.402 M. del Port de Siguer
DESNIVEL POSITIVO: 750 M.
DISTANCIA: 11,0 KM.

Hemos quedado en dar una vuelta por Andorra la Vella antes de cenar. Antes Susi y yo bajamos a la piscina para hacer unos largos. Estas mujeres no se están quietas.



17/08/2011

ELS PESSONS

ITINERARIO:

La cena de anoche fue muy buena, elegir dos platos en dos grupos de tres sin importar el orden y el postre entre una variedad de más quince especialidades pudiendo degustar varios. En el desayuno como ayer, nos surtimos para la comida en la montaña.











Para hoy hemos elegido una de las rutas más populares del Principado y de las más visitadas, al menos hasta el primer lago donde hay un restaurante/refugio con una espléndida terraza junto al primero de los estanys.

Este valle se abre a la derecha subiendo por el Port d’Envalira en dirección a Francia, dentro de la parroquia de Encamp. Para llegar al circo dels Pessons hay que subir hasta la estación de esquí de Grandvalira, sector de Grau Roig. Una vez en el aparcamiento del Cubil tomar la pista forestal, está marcada.

El desnivel de la pista es fuerte y son unos treinta y cinco minutos hasta el primer lago, pero lo peor es la cantidad de todoterreno y coches que hacen este recorrido con gran dificultad en vehículo. Comentándolo con una chica de Vich que tiene como compañero un hermoso ejemplar de labrador, decidimos hacer este trayecto y el de vuelta con el servicio de transporte que hay para estos casos. Se trata de un gran Land Rover, de unas diez plazas y que en estos momentos están cargando con barriles de cerveza y provisiones para el restaurante. Subimos los cuatro más otro matrimonio y la chica y el perro, para lo cual ha solicitado permiso. El recorrido es de lo peor que hemos hecho en este viaje pero vale la pena, este vehículo debe tener solamente dos marchas, la primera y la retro, pero sube las empinadas rampas a cámara lenta e incluso nos para a contemplar unas marmotas en un recodo.












Ya en el restaurante, a estas horas hay poca gente, nos informamos del horario de último viaje de regreso que será a las cinco de la tarde, tenemos tiempo de sobra.









Iniciamos la ruta por la izquierda del Estany Primer, de mediano tamaño,  lo vamos bordeando por ese lado hasta casi rodearlo por el sur, obviar cartel y señales al Pic y Estany de Montmalús que siguen por la izquierda, continuamos por la derecha y con las marcas del GR-7 a su paso por el Principado, hasta llegar al segundo Estany, el Forcat, proseguimos la ruta procurando no perder las marcas rojas y blancas.










Poco después de pasar una balsa  llegamos al tercero, Estany Rodó, que nos regala la primera vista del circo de Pessons. Al ser una sucesión de lagos a cada uno un poco más alto y conectados por sus chorreras, el itinerario resulta muy entretenido y llevadero, delante de nosotros va un grupo de más de diez personas acompañadas por un guía.













La senda sigue subiendo levemente hasta que alcanzamos el cuarto lago, el Estany Meligar. La perspectiva del circo se amplia y se hace patente la cercanía de las paredes y los picos que lo rodean.











El camino bordea la cara norte del Estany Meligar y continua atravesando los canchales de granito hasta que llegamos a otro lago sin  nombre. Poco más arriba nos encontramos con el Estany de les Fonts que el sexto, no parecen ser muy profundos y en muchos de ellos crecen unas algas muy finas de color verdes que en la superficie del agua parecen flotar.
















A partir de este punto la senda sube más recta. En esta zona oímos los característicos silbidos de las marmotas pero no conseguimos localizar ninguna. El itinerario continua por encima del último lago que encontramos, el Estany del Cap dels Pessons que es el más grande de todos.

El sendero se eleva dando rodeos y zigzags hasta el Collado de Pessons, en este punto tenemos una buena perspectiva de todos los estanys y de las montañas de Arinsal. Decidimos quedarnos en el gran lago, montamos campamento para refrescarnos, mojarnos los pies, comer y buen reposo.
















La gente va y viene y nosotros emprendemos el regreso deshaciendo el camino de ida ahora en suave descenso y con panorámica de varios lagos en el paisaje. En algunos de los primeros, hay familias con críos chapoteando en las orillas poco profundas.


Cuando llegamos al Estany Primer y divisamos el restaurante con su terraza al fondo, la boca se nos hace agua pensado en unas birras frescas. El aparcamiento está a rebosar de todoterreno y las sombras de la terraza ocupadas, dentro hay dos comedores, uno para menú y otro para bocatas y entrepans. Hace una ligera brisa y nos instalamos en las hamacas de la terraza, tomamos cerveza y dejamos pasar un turno del Land Rover de bajada, en unos veinticinco minutos vuelve de nuevo.

















Ya en el coche, nos acicalamos y cambiamos de ropa, hoy pasaremos por el  Santuario de Meritxell construido por el arquitecto Ricardo Bofill. Se trata de un santuario con tres torres: la de los Coprincipes, la del Consell General y la de Canillo, con numerosas ventanas estrechas y alargadas, donde veneran a la virgen de Meritxell, preciosa  talla de madera policromada que es la patrona de Andorra. De vuelta al Hotel paramos en la Massana a tomar unos granizados.

Duración de la ruta: 3 horas de ida + 2 horas de regreso
Atura máxima: 2.605 m al lago Cap dels Pessons y 2.805 m al Collado dels Pessons
Desnivel máximo: 707 m
Distancia recorrida: 10,5 Km. aproximadamente

18/08/2011

LAGOS DEL VALL DEL RIU DESDE ELS PLANS

ITINERARIO:

Después del gran desayuno y con provisiones para la comida nos dirigimos hacia la parroquia de Canillo por la carretera CG-2 en dirección a Francia y antes del llegar al aparcamiento de El Tarter, tomamos la CS-260 que sube a Ransol, por este valle pasaron muchos refugiados de la Segunda Guerra Mundial con la esperanza de llegar a España. Después debemos tomar la carretera a mano izquierda (CS-261) hasta Els Plans y, acto seguido, a mano derecha hasta que encontramos unas casas de piedra con las ventanas rojas. Ahí podemos aparcar muy cerca  del cartel informativo de la ruta.

Este extraordinario valle, que recrea a la perfección su origen glaciar, acoge uno de los mejores lagos de Andorra, con una superficie de más de 4 hectáreas, y otros dos lagos menos importantes que crean un interés añadido al itinerario.

El paisaje de Canillo se asienta sobre un relieve marcado por la acción de los glaciares, que en plena edad cuaternaria llegaron a alcanzar los 400 m de grosor, tal como se puede adivinar en el Roc de Quer. La vegetación dominante son los pinares de pino negro, solo interrumpidos por pequeños trozos donde hay abedul, álamo temblón o sauce cabruno.














En el camino hay muros de piedra seca, tan típicos en Andorra, muy parecidos a nuestros muros de bancales de almendros de época morisca, están acompañados de piorno serrano y enebro común, cerca de las habituales bordas andorranas.















El sendero comienza suave y progresa paralelamente a unos muros de piedra seca. Pronto encontramos el río Forat de Rius. A continuación vamos ganando altitud por medio de alguna rampa hasta que entramos en el bosque del Vall del Riu.












Durante todo el trayecto por el interior del bosque de pino negro el sendero planea, a la salida continuamos en dirección nordeste siguiendo la indicación de un cartel vertical. Después bordeamos un muro de piedra seca, hasta encontrarnos con un panel de madera. Este lugar se llama la Pedregosa.







La senda sigue en dirección norte, donde la inclinación se acentúa. A continuación encontramos el Refugio del Vall del Riu con capacidad para 8 personas en dos habitaciones separadas y ambas con chimenea independiente, mesa con un gran mapa del Principado, pala de nieve y sierra para cortar troncos. En el exterior por una goma mana un agua fresquísima. Debemos seguir por el canchal hasta que entramos el río de la Comarqueta d’Incles.

















Cerca del refugio en unos pastos atravesados por un riachuelo, una manada de caballos retoza y  pastan tranquilamente en una estampa de bucólica.

El camino gana altitud con más facilidad pasando por el último bosque de pino negro, entramos de este modo en el piso alpino. La vista del valle es espectacular. Poco después pasamos por un nuevo canchal y por el río de la Comarca de les Fonts (zona de La Pleta de la Cabaneta).




A continuación debemos superar el tramo más duro de la excursión, el camino se eleva por medio de un canchal con una inclinación fuerte. Una vez superado, es el momento de gozar de la espléndida visión de uno de los valles más salvajes del Principado. Hasta ahora nos hemos cruzado con poca gente, dos chavales jóvenes y un trío de “bon jurs”. Enseguida llegamos al primer lago que debemos rodear por la izquierda siguiendo las marcas que nos suben por unas rocas redondeadas en busca de la segunda cubeta, que encontramos unos quinientos metros después y a un nivel superior.

Al habernos cruzado anteriormente con una charca, creemos que estamos en el tercer lago, aparentemente grande. Ellas están cansadas y descargan mochilas. Yo no lo tengo claro y sigo oteando. Distingo una senda en la que aparecen nuevas marcas, me separo de ellos unos ochocientos metros y después de una corta rampa aparece el lago Gran del Vall de Riu, es enorme, no tengo una visión completa ni subiéndome a un cercano montículo, desde el cual veo en la orilla de enfrente a dos personas con grandes mochillas, que apenas tienen espacio para caminar.







Desde este otero, distingo a mi grupo y les hago señas para que vengan. Una vez reunidos montamos el campamento y se acercan las dos personas que había visto. ¡Son pescadores! Montañeros-pescadores. Llevan un mochilón del que sobresale un largo palo y en las manos la caña de pescar que van lanzando constantemente al agua mientras recorren todo el contorno del lago.
















Esta ruta también es lineal por lo que el regreso es por el mismo recorrido, pero ahora tenemos todo el valle a nuestros pies y en las alturas de las lejanas montañas apenas se distinguen los remontes de las estaciones de esquí.













Al conectar con la senda de bajada al refugio vemos que la manada de caballos se ha desplazado ascendiendo a un nivel más alto por la senda hacia nosotros, que tenemos que cederles paso puesto que ellos no se quitan.






Muy cerca del Refugio nos adelantan dos francesas que van a toda pastilla y que habíamos visto en los alrededores de los lagos. El valle se va estrechando y pronto entramos en el primer bosque de pino negro. Son ejemplares hermosos que nos cobijan entre sus agradables sombras y la senda discurre entre ellos en leve descenso. Una vez superado el segundo bosque salimos de valle y el nivel de bajada se acentúa, seguimos un tramo con sombra de árboles y al fondo vemos los muros de piedra seca, la casa de ventanas rojas donde dejamos el coche.


Duración de la ruta: 3 horas la ida + 2 horas de regreso
Altitud máxima: 2.545 m Estany Grand del Vall de Riu
Desnivel máximo: 720 m
Distancia recorrida: 11,750 Km. aproximadamente

Hoy también hemos traído ropa de paseo. Así que nos acicalamos un  poco y nos vamos en busca de la Iglesia de Sant Joan de Caselles en la parroquia de Canillo y cerca la carretera de regreso.

El edificio está fechado entre los siglos XI y XII y sigue el esquema arquitectónico característico de las iglesias románicas de Andorra: nave rectangular con cubierta de madera, ábside semicircular y campanario de estilo lombardo.



























En el interior pueden verse vestigios de una majestad románica de estuco del siglo XII rodeada de una escena pictórica mural que representa la crucifixión con Longinos y Stephanon acompañados por el Sol y la Luna.
















Detrás de la reja del altar se conserva un retablo del siglo XVI de gran calidad artística con influencias del Renacimiento italiano y germánico, donde aparecen escenas de la vida y martirio de San Juan, autor del Apocalipsis y patrón de la iglesia.

Extasiados y en paz, regresamos tranquilamente a nuestros aposentos en el Hotel y nos preparamos para la cena y la Supercopa contra el Madrid.

No es por poner el dedo en la llaga, ¿pero a que no sabéis quien ganó?

19/08/2011

ESTANY DE LA CABANA SORDA

ITINERARIO:

Con la copa en el bolsillo y sin querer acordarnos de la trifulca final, que ya dan mucha pena, desayunamos tranquilamente.









Antes de ir a nuestro destino de hoy, paramos para hacernos fotos en el Puente Romano de Ordino. Todos los días pasamos por delante y siempre decimos que tenemos que parar para hacernos fotos, ha llegado la hora.

Hoy tenemos en mente conocer la Vall d’Incles, hay dos rutas que se pueden unir o hacer una y otra muy cerca, el Estany de Juclar, el lago más grande de Andorra. Ninguna de ellas llega a las 4 horas ida y vuelta. Allí decidiremos.

El lago de la Cabana Sorda, por sorda se dice de un espacio cerrado, como una gran rinconada rodeada de laderas muy rectas, se encuentra a 2.290 m de altitud, en uno de los circos glaciares del Valle de Incles, en la parroquia de Canillo. Este itinerario nos adentra en el valle glaciar más importante de Andorra, ya sea por su anchura, en forma de U, como por su estado de conservación.
La belleza de su paisaje nos permite gozar de grandes prados de guadaña y de pisos subalpinos. Al lado del lago encontraremos el refugio, que comparte nombre con el lago, con una capacidad para 20 personas.



En la parroquia de Canillo cogemos la carretera que va al Vall d’Incles, a 1,5 Km. se encuentra el panel indicador de la ruta de la Cabana Sorda, por casualidad en una de las estrechas curvas, vemos a la catalana de Vich con su perro, nos dice que hoy ya se va, y hablando de nuestra ruta nos sugiere no tomar el primer camino a la Cabana Sorda, y seguir quinientos metros más la carretera hasta un panel indicativo de los Estanys del Vall d’Incles, en esta ruta está el Estany Isla, que es precioso con su isla central y desde allí se puede llegar a la Cabana Sorda y volver por otro sendero.



Ya tenemos ruta para hoy. Nos despedimos y continuamos hasta el cartel y aparcamiento. Calzamos botas y mochilas en ristre comenzamos la senda, que en la lejanía vemos tomar altura suavemente entre los pinos de la ladera.

Iniciamos por la senda marcada, amplia, cómoda y suave, con viejos ejemplares de pino negro de troncos retorcidos. En el fondo de valle por donde discurre el río, oímos voces de gente que sigue otro sendero más abajo.


























Continuamos siguiendo el contorno de las laderas en suave ascenso, de manera que, pese a estar subiendo siempre estamos a la misma altura aproximadamente del río y del camino inferior. En un recodo y cuando el valle se abre más, nuestra senda cambia de sentido bruscamente y como en una lazada tuerce a la izquierda y vuelve a elevarse pero en dirección de donde veníamos.


Enseguida vemos que se bifurca en dos, una asciende más recta y vertical y la otra continúa por una cota más alta de donde procedíamos. Hay una pareja joven que ha iniciado por la senda vertical, a voces les pregunto el destino a la misma, a unos lagos dicen. Les pregunto si el de la Isla o la Cabana Sorda, no lo sabe, no llevan mapa.


Entonces vemos que la gente que venía por el camino inferior se acerca al nuestro, vemos también que en el cruce de donde vienen hay carteles verticales que no podemos leer. Esperamos a que nos alcancen.




No todos van juntos y son unas ocho o diez personas, pero solo dos chicas que parecen las fuertes, dicen que quieren ir al lago Isla y que creen que es por este sendero. Así que todos para arriba.

La senda de inclina más para alcanzar el risco de esta cota. Aminoramos nuestra marcha y casi todos nos pasan, luego ellos van parando y nosotros seguimos despacio. Coronado el repecho, la visión se amplia, salimos a otro ancho valle que tenemos que ir superando en diversas plataformas. El paisaje ha cambiado, no hay árboles, se ha vuelto alpino y en cada plataforma que superamos, nos da la sensación de que va aparecer un lago.















Viene un grupo con gente joven que regresa por nuestra senda. Convencido de que estamos llegando al lago Isla, a los que parecen más experimentados, les pregunto si de aquí se puede llegar fácilmente a la Cabana Sorda, todos me dicen que si.







Y tanto que si. Al superar la última plataforma veo a unos quinientos metros un refugio y no me gusta. Cabana en catalán o valenciano es cabaña. Efectivamente es el Refugio de la Cabana Sorda (2.290 m) según reza en su letrero. Supero un desnivel de cinco metros y aparece el estany. Precioso, cubeta redondeada como el Estany Blau, pero pegado las altas paredes de las cumbres. He leído que tiene una profundidad de 18 metros y se practica la pesca y el submarinismo de alta montaña.








Hay una pareja joven, chico está pescando. Me alcanzan las dos chicas fuertes y les digo que nos hemos equivocado, teníamos que haber seguido la senda vertical. Parecen decepcionadas, me preguntan por la senda que debía venir desde el lago Isla, les digo que no lo sé, pero que cuando estaba observando el lago, en las paredes de la derecha, me ha parecido intuir una senda que ascendía. Les indico, y ni cortas ni perezosas se lanzan a por ella. ¡Qué mujeres!

Espero a mi grupo y decidimos quedarnos, el entorno es grandioso y el regreso lo podemos hacer por la senda que llega al primer cartel de la carretera con lo cual haremos una especie de círculo. A lo lejos vemos como han progresado las chicas, desde nuestra posición debido a la verticalidad nos parece imposible que puedan avanzar.









Descansamos y preparamos la comida, va llegando más gente y una familia con críos, que se van instalando en la parte más abierta del estany. Hay una senda que parece dar la vuelta a  la cubeta, aunque enfrente a la izquierda no hay espacio para ello. Con los prismáticos distinguimos a dos chicas más que lo están haciendo, aunque tienen que elevarse bastante del nivel del agua.

Nos preparamos para el regreso y echamos la última ojeada, las chicas fuertes han llegado al collado en las paredes y desaparecen.



Iniciamos siguiendo las marcas cerca del dique de las chorreras del lago que se convierte en el Río de la Cabana Sorda y al que acompañamos en descenso por su margen derecha. Ahora las plataformas están pegadas a las paredes y al bajar de la primera, nuestra sorpresa es enorme, aquí el río es más caudaloso y salva el desnivel de la plataforma con una impresionante cascada de más de doce metros que acaba en una poza poco profunda, la familia con  críos está acampada deleitándose del espectáculo.















A partir de este lugar el río se separa deslizándose por el pequeño valle cercano a la senda de subida. Al poco entramos en un bosque de pino negro con viejos ejemplares, muchos de ellos secos y derribados por rayos o por el peso de la nieve en invierno. Llegamos a un cruce con indicación vertical hacia otro lago que obviamos.















Seguimos la senda y divisamos las casas y el inicio de esta ruta, aunque todavía estamos muy altos, por lo que el trazado se convierte en eses y rampas de descenso asequibles hasta dejarnos de nuevo en la carretera, solo nos queda caminar unos quinientos metros por ella  y llegar al coche y al cartel inicial.






Duración de la ruta: 3 horas de ida + 2 horas de regreso
Altitud máxima: 2.295 m.
Desnivel máximo: 490 m.
Distancia recorrida: 7,850 Km. aproximadamente.

Nos cambiamos y nos vamos al pueblo de Canillo a visitar la iglesia de Sant Serní, que fue construida entre 1758 y 1768 bajo la dirección de los maestros de casas Pere Moles y Francesc Porta, de la Seo de Urgel.















Gracias a la excavación arqueológica de la nave central sabemos que, con anterioridad, ya había una iglesia dedicada a Sant Serní, mencionada por primera vez en 1099.












En el interior se conservan un crucifijo de estilo gótico de finales del siglo XIV realizado en madera policromada y un retablo barroco dedicado a Sant Cerni, Obispo de Tolosa (siglo III), que destaca por la talla de madera policromada y la técnica de pintura sobre una tabla. En el exterior y en la entrada del templo se conserva un pila bautismal, reconvertida en fuente.


Al lado de la iglesia está el cartel con las rutas e inicio de la subida a dos de los grandes picos del Principado.



Hay que volver al Hotel, hemos de preparar el equipaje antes de la cena, mañana regresamos.

20/08/2011

EL REGRESO

Como siempre somos por primeros en desayunar a las 7,45 cuando abren el comedor. Lo hacemos suculentamente pero sin llevarnos viandas, hoy no hay montaña y estamos algo tristes, nostálgicos.

Pero han sido unos días maravillosos en plena naturaleza, dosificando esfuerzos y disfrutando plenamente. Mencionar el comportamiento de nuestras chicas, ni las "bon jour" ni las "chicas fuertes", las Nuestras.

Tenemos todo el día para llegar, cargamos tranquilamente el coche y hemos proyectado comer en Vinaroz, Restaurante el Faro, junto al puerto.





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