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Posted by : Vaig a Peu
viernes, 5 de febrero de 2010
El día 4 en el tren con destino Madrid comenzó a tomar forma real el sueño planeado unos meses antes.
Todo empezó estando con mis hijos el 15 de octubre pasado en el restaurante El Buey de Almoradi, el día 12 estábamos de viaje, en la sobremesa de la comida celebrando nuestro aniversario de boda, cuando “oficialmente” les comuniqué mi decisión irrevocable de jubilarme, alegría, jubilo y… Alex dijo: pues si te jubilas nos vamos a las Torres del Paine. Como se nota que me conocen.
A partir de ese día comenzó el extenso trabajo de documentación por Internet y decidimos hacer el circuito “0” + la “W ” en quince días en total, que si todo salía bién trendríamos dos días libres para extras, ver pingüinos o más glaciares. Esta es la mejor página de información que encontramos htttp://www.wikiesplora.com/, luego reserva de vuelos internacionales e interiores y demás medios de transporte para movernos en la zona, la intendencia: pasaportes en regla, que llevar, que nos dejarán facturar, más ropa, menos ropa, allí ahora es como agosto, pero vamos a zona de alta montaña y pueden soplar vientos muy fuertes, comida si comida no. Al final optamos por ir a la aventura: dormiremos en mi tienda de campaña (2 k.), guisaremos en mi pequeño hornillo y llevaremos algo de comida envasada de reserva, sopas, pasta, barritas, fruta desecada, café, té y algunos cacharros, de lo demás y de acuerdo con la información obtenida, nos iremos abasteciendo en los distintos y bien equipados campamentos al final de cada etapa (error).
Y aquí voy, sin poder centrarme en ninguna lectura, película o paisaje y sin quitar el ojo a mi mochila en el portaequipajes del vagón, Alex me recogerá en la estación de Atocha, iremos a su casa, repasaremos por última vez la lista de cosas indispensables, bajaremos a tomar algo a un restaurante e intentaremos dormir.
Madrugón y Metro al aeropuerto. Qué maravilla la T4, y pensar que hace un año los cabrones etarras casi consiguen cargársela. Envasamos en plástico nuestras mochilas no es caro y da mucha seguridad, carrito y paseo mientras esperamos la hora de facturación, en las colas la mayoría de gente es de rasgo sudamericanos, se van de vacaciones. Facturamos, escáner, sala de espera y embarque.
Es mi primer vuelo intercontinental. A la ida volamos con la compañía chilena LAN y el regreso será con Iberia. El avión es enorme, tres hileras de cinco asientos cada una de ellas, con dos anchos pasillos de separación, infinidad de pantallas para películas, los asientos son amplios y se extienden casi a posición horizontal para que las piernas tengan mejor circulación, estamos en la hilera del centro y la gente está terminando de acomodarse.
Se inicia el despegue y como en todos los vuelos se hace el silencio. Una vez alcanzada la altura de vuelo (11.000 pies ) y se apagan las luces de avisos, todo mundo se relaja, en las pantallas emiten películas, se llenan los aseos, niños en los pasillos y el personal de vuelo inicia su trabajo, primero mantitas que serán de gran utilidad, bebidas, infusiones. Me entra la modorra…Alex me despierta, tenemos el carrito delante…desayuno, comida, cena ¿? no se si voy o vengo, las viandas están buenas. Los pasillos se converten en improvisados gimnasios, la gente se levanta y hace estiramientos para reactivar la circulación en las piernas. Centramos la vista en otra pantalla donde aparece un mapamundi, España, Europa, América y como en un GPS un punto va marcando la posición actual de avión. Al principio sientes curiosidad, tarda en salir de la península pero cuando se adentra en el océano Atlántico se hace eterno el cruzarlo, no falla caeremos en el mar. Cuando toca el continente americano pareces aliviado, pero la torta es igual de grande. Tres horas y media más tarde aterrizamos en Santiago de Chile, son las 12 de la noche hora local no se de que día y han sido doce horas de vuelo.
Comparado con Barajas el aeropuerto es muy pequeño y eso que Santiago tiene seis millones de habitantes. Tenemos que hacer transbordo a otro vuelo hacia Puerto Natales a las dos y media de la madrugada hora local, vamos a tomar algo, desayuno, comida, cena ¿..?. Vemos algunos mochileros y gente que está de vacaciones. Embarcamos, el tamaño del avión ha disminuido considerablemente, es un vuelo interior de más de tres mil kilómetros y unas cuatro horas de duración.
Aterrizamos, aeropuerto más pequeño todavía, ahora si recogemos equipaje, nuestras mochilas están en buen estado y pasamos la aduana sin problemas. No vemos autobús y cogemos taxi, 20 kilómetros a Puerto Natales capital de la provincia de Última Esperanza de la XII región chilena, llamada así por Magallanes porque era única posibilidad de encontrar el paso marítimo al que dio su nombre. Le dimos la dirección de Buses Carrasco que teníamos en nuestras notas. Nos apeamos en el destino, son amplias calles de cuadradas manzanas con casas donde la mayoría son de una sola planta, no hay tráfico y muy poco movimiento. Esperamos un poco, pero en esa oficina no aparecía nadie. Consultamos el segundo nombre de la lista: Buses Fernández, preguntamos por la calle, estaba cerca, allí ya había gente y comenzaban a llegar mochileros, cola de mochilas en espera de la apertura, hice fotos a los árboles de una plaza, estaban recortados pero de forma más exagerada y alta que los ficus de la plaza de los colgaos y su follaje es espeso como los cipreses.
Emprendemos viaje a Punta Arenas son 247 kms. , el autobús no está lleno y nos colocamos detrás del conductor con lo que tenemos una visión frontal del trayecto, pronto dejamos el mar y el paisaje se vuelve llano y monótono con la línea de carretera interminable ante nuestros ojos, de vez en cuando aparece alguna estancia ganadera alejada del asfalto, hacemos alguna parada a recoger o dejar pasajeros, en una de ellas, en un puesto fronterizo sube un oficial impecable con su cartera de cuero. Y por fin, en el horizonte aparece una mancha blanca, nevada, que crece a medida nos vamos acercando, estamos llegando.
Con la misma compañía de autobuses sacamos billetes hasta Laguna Amarga entrada al Parque Nacional, otros 112 kms. , hasta la salida nos da tiempo a pasear y buscar donde comer ¿..?. Aquí hay más movimiento y la construcción de las casas es distinta, hay mucho comercio y tiendas de deporte montaña, compramos otra carga de gas para el hornillo. Vamos viendo menús en algunos restaurantes y nos decidimos por uno de tendencia francesa, al principio estamos solos y nos atiende una persona de apariencia amanerada, de aperitivo nos aconseja tomar Carpaccio de Locos, que es un molusco de estas latitudes parecido a las lapas, muy bueno, Alex un entrecot chileno a la pimienta y yo pescado, si no recuerdo mal era congrio, todo ello regado con buen Cabernet Sauvignon chileno. Luego hicimos fotos en el puerto y un espigón de madera con aves marinas precioso y al fondo, entre nubes, las montañas nevadas.
Autobús de nuevo, el paisaje ha cambiado estamos en zona montañosa y con picos nevados donde destaca el Cerro Almirante Nieto (2.670 m .). Poco antes de llegar hacemos una parada en una caseta de madera con dos enormes tallas también de madera de dos indios Mapuche, antiguos moradores de esta zona. Conseguimos mapas, información y continuamos, vista fugaz de algún guanaco y por fin Laguna Amarga. Es un rellano despejado, no se ve la laguna por ninguna parte, los autobuses no pueden pasar de este punto, recogemos mochilas, pero esto no ha acabado, ahora hay que coger un transfer, furgonetas tipo DKW, únicos vehículos autorizados a circular en el Parque, son siete kilómetros por un camino polvoriento y en una curva nos apean delante de un gran cartel de madera con los horarios del catamarán a Punta Arenas, estamos en Hostería Las Torres un gran complejo turístico para todos los niveles, desde acampada libre, refugio con literas y camas, hotel de postín, caballerizas, hay gente que lo hace a caballo. Nosotros decidimos en esta ocasión no montar tienda, reservamos en el refugio con ducha, cena y desayuno. El comedor es enorme con una gran chimenea de leña y está lleno de gente, hay tienda de comestibles pero no compramos nada, llevamos para varios días (error), fuera todavía hay claridad y hace frasquete, levantamos la vista y nos quedamos perplejos, la visión de la montaña es espectacular, llena de nieve y envuelta entre nubes que cuando despejan un poco vemos las sonrosadas puntas de las Torres del Paine dándoles el sol del anochecer, corremos a por las cámaras. Nos vamos a dormir, mañana hay que madrugar y comenzar el circuito, la jornada de hoy ha sido terrible ¿30 horas?
El Paque Nacional de las Torres del Paine fue creado en 1959 y declarado Reserva de la Biosfera por la Unesco en 1978, tiene una superficie de
1ª ETAPA: HOSTERIA LAS TORRES-CAMPAMENTO SERON
07/02/2010
07/02/2010
10 KMS. 4,30 HORAS
No hemos dormido mucho pero si descansado, debe ser el cambio horario. Desayuno abundante y cargamos mochilas, ¡uf! No creo que el viento nos derribe. El sendero comienza justo detrás del albergue, a 200 metros cartel indicativo del campamento Serón, salimos abrigados el ambiente es fresco. Subimos una pequeña loma y aparece la primera barrera de madera, nunca imaginé la cantidad de barreras, trancas, pasarelas, troncos y puentes que tendríamos que cruzar, algunas tan curiosas como las que tenían peldaños de subida a un lado y de bajada al otro, muy agudos, la mayoría de animales del parque no sabe subir escaleras.
Dejamos de tener la visión nevada del Almirante Nieto y comienzan a aparecer las lengas, robles de Tierra de Fuego y algunos nostos, pequeños árboles con una flor roja rarísima y por fin se ve la laguna Amarga , entramos y salimos del bosque, también a lo lejos observamos la enorme laguna Azul, vamos acercándonos al río Paine donde atravesamos un terreno ancho y plano cubierto de bellas margaritas, bucólico, hasta que después de tres kilómetros estás harto de margaritas, cruzamos una pasarela de troncos y pasamanos de cuerda junto a un bosque ñirres, especie de haya antártica, bajamos por un pequeño cerro y llegamos al campamento Serón.
Apenas hay gente acampada y nos atienden dos chicos jóvenes en una caseta forrada de chapa metálica ondulada pintada de blanco, donde duermen y tienen el almacén, descasamos en una de las mesas y Alex comienza a montar la tienda ahora que podemos elegir el sitio, hago fotos y va llegando gente, vienen dos muleros con cara de pamperos con tres yeguas con alforjas, reponen provisiones y se llevan basura y envases, es el único medio de transporte.
Alex me dice que parece que hay alguien de Elche acampando, me quedo perplejo, me acerco a la tienda que me indica y pregunto quien es ilicitano, yo, me dice un chico de la edad de Alex, moreno y espigado, todos estamos sorprendidos. Nos cuenta que es cocinero y ahora reside en Barcelona, pero va a menudo a ver a sus padres que viven por la Avenida de Novelda. Está con su pareja que es chilena, pero ella no va seguir porque se ha torcido un tobillo, él se encuentra fuerte y hará el circuito más rápido, nos dice que le duele un poco la espalda por la mochila, le pido que me la enseñe, no tiene ninguna correa tensada, se la carga y se la ajusto a su cuerpo, ahora si que si. Nos lo agradece.
Decidimos prepararnos la comida de nuestras viandas y la cena también, pedimos dos cervezas, ya recargaremos en el próximo campamento. (Error)
Por la tarde después de la siesta, no hay que perder las buenas constumbres, paseamos por el río Paine y hacemos fotos bien abrigados, al ir ocultándose el sol el fresco se intensifica.
Por la tarde después de la siesta, no hay que perder las buenas constumbres, paseamos por el río Paine y hacemos fotos bien abrigados, al ir ocultándose el sol el fresco se intensifica.
Nos metemos pronto en la tienda, ya en los sacos y con nuestros frontales repasamos notas y los mapas de la ruta de mañana.
2ª ETAPA: CAMPAMENTO SERON-REFUGIO DICKSON
08/02/2010
6 HORAS 19 KMS.
Como siempre nos levantamos pronto, hemos dormido bien pero debido a la humedad y a que mi saco es muy normalito he notado algo de frasquete. Desmontamos la tienda y mientras preparamos el desayuno dejamos que se seque un poco. Calentamos agua, sobres de Nescafé, leche condensada, alguna galleta, ciruelas pasas e hidratos de carbono. En marcha.
Salimos cerca del río, paralelos a una alambrada que luego cruzamos, seguimos por otra pradera de margaritas y algún ñirre, luego una pequeña zona pantanosa que no molesta al caminar, el terreno se vuelve más pedregoso y comenzamos a subir, aparecen los neneos, curioso arbusto redondeado y tupido parecido al cojín de monja, también algún calafate sin sus frutos y vemos una pequeña laguna con singular forma de riñón. Aquí la senda se empina más y se vuelve torrentera que superamos en zig-zag, alcanzando el nivel de los 400 m . y llegamos al famoso Paso del Viento, no llega los 150 kms que habíamos leído, pero sopla tanto que debemos llevar cuidado con las correas y cintas de las mochilas para que no nos golpen en la cara , tenemos una espléndida vista del Lago Paine. Hacemos fotos y nos alcanzan cuatro jóvenes de veinte y pocos años que avanzan a buen ritmo, Alex habla algo con ellos en inglés y luego me dice son israelíes, recordamos que ellos normalmente cuando acaban sus estudios hacen tres años de mili, se suelen tomar un año sabático y Chile es un país amigo.
A partir de aquí nos adentramos en la zona más montañosa con los glaciares Dickson, Perros y el valle que nos llevará al Paso Gardner y comenzamos a bajar bordeando el Lago Paine, a mitad del recorrido la senda se ondula con diversas bajadas y subidas, se acaba el lago y seguimos por una ladera, pronto podemos observar el glaciar Perros y más a la derecha el Dickson, uno de los tantos desagües orientales del gigantesco Campo de Hielo Sur. Cerca del lago Dickson podemos ver a la izquierda el monte Oggioni 1.697 m . y la Torre Central , en este sector se encuentran numerosos rastros de incendios provocados para despejar praderas para el ganado. Llegamos luego a una colina con una construcción abandonada donde hay una zona pantanosa, ahora si tenemos que llevar cuidado, hemos de pisar por unas estrechas e inestables tablas de madera que nos ralentizan la marcha, media hora después estamos en el Refugio Dickson.
Tiene dos construcciones, una grande de dos plantas, en la de bajo con mostrador donde te venden bebidas, infusiones y provisiones hay mesas con bancos de madera y una estufa, por una escalera se accede a la planta de arriba con dos habitaciones con literas ya ocupadas por la gente que tiene contratados guías. En la otra construcción, algo más separada están los lavabos, aseos y duchas, ¡por fin nos ducharemos de nuevo!
No hay mucha gente acampada, nosotros madrugamos pero todo el mundo sale hacia la etapa siguiente, los que puedan haber o han madrugado más o descansan ese día. La zona de acampada está entre un pequeño bosquecito de lengas y hay grandes mesas de madera
Según lo planeado, mañana es una etapa adicional y optativa, desde aquí nos cruzarán el río en barca y subiremos una loma para observar de frente y a una distancia de unos 300 metros el Glaciar Dickson. Preguntamos para reservar el trayecto y un tal Juan nos dice que hasta mañana no se sabe, depende del aire y de la lluvia, nos toma nota.
Montamos la tienda entre arbustos, cerca de una mesa y de un senderito que va al río. Cocinamos y descansamos en la tienda, luego con la cámara me voy a pasear por el río. La ribera de nuestro lado es como una playa de piedrecitas y hay restos de árboles y tronos retorcidos, hay un cable aéreo que cruza a la otra orilla donde hay una zodiac varada, más tarde llegan tres personas que suben a la lancha, la enganchan al cable y muy despacito van cruzando hacia mi orilla, mañana lo haremos nosotros, así que a dormir pronto, esto se ha llenado de tiendas.
3ª ETAPA: (OPCIONAL) GLACIAR DICKSON
09/02/2010
5,30 HORAS IDA Y VUELTA
Antes de acostarnos repasamos toda la documentación:
Nos pasarán a la otra orilla con la zodiac , remontaremos la loma cerca del río Paine donde hay un cartel con la indicación: Carabineros y un camino con estacas color naranjo (rojo), tendremos una visión cara norte de las Torres, atravesaremos algún bosque y llegaríamos al lago Qemado, pasar puentes y pasarelas, un área pantanosa y arribaríamos a un lugar despejado donde se ubica el retén de avanzada de Carabineros, que cubre el área de la frontera contigua al Campo de Hielo Sur y a unos minutos el espléndido mirador del Glaciar Dickson, donde haremos decenas de fotos.
Ese era el plan, la realidad era que estaba ¡¡LLOVIENDO!!
Debimos de imaginarlo porque esa noche por la humedad volví a notar algo el frío, aunque lo paliamos cubriendo algunos de los respiraderos de la tienda con la mantita plástica de supervivencia.
Llovía intermitente, a veces fuerte. La tienda estaba bien situada y con la inclinación correcta, nos enfundamos los chubasqueros y fuimos a consultar, sino escampaba del todo la lancha no salía.
A veces paraba y las nubes nos dejaban ver las montañas, pero volvía a arreciar. Cocinamos y comimos en la tienda, fuimos a tomar café en la recepción, aquello estaba atestado de gente alrededor de la estufa, lleno de humo y prendas secándose colgadas de las vigas, la gente que no iba al glaciar se marchó al Campamento Perros, pero los que venían del Serón llegaban calados. Por la hora que era nos dijeron que la lancha no saldría hoy.
Leímos y dormitamos en la tienda y decidimos planear el día de mañana, nos quedaban dos días de reserva, por lo que si al amanecer no llovía y funcionaba la zodiac, iremos al Glaciar y sino continuaremos hasta Perros. Apenas chispeaba cocinamos y cenamos en la mesa bajo los árboles, compramos algunas galletas en el almacén, ya repostaríamos mañana o en Perros. (Error)
4ª ETAPA: REFUGIO DICKSON-CAMPAMENTO LOS PERROS
10/02/2010
9 KMS. 4 HORAS
También vimos la posibilidad adicional y alternativa de visitar el Glaciar Puma, a una hora del Campamento Los Perros, siempre que llegáramos pronto.
4ª ETAPA: REFUGIO DICKSON-CAMPAMENTO LOS PERROS
10/02/2010
9 KMS. 4 HORAS
Amaneció lloviendo. Recogimos la tienda, cargamos las mochilas y nos en fundamos los chubasqueros. El Glaciar Dickson se ha perdido nuestra crítica mirada.
Cerca de una bandera al otro lado del refugio se inicia el camino, chispea y nos adentramos en un espeso bosque de lengas, algún nostro y coigües de Magallanes, que son parecidos a pinos de copa alta pero con hojas dentadas como la carrasca, el bosque se aclara un poco y cruzamos algún arroyo vemos el lago Dickson y su Glaciar, luego el camino desciende un poco hacia el río Cara de Indio que cruzamos por una pasarela de madera, el camino vuelve a ascender por una zona de barro y nos internamos por el valle del río Los Perros.
El camino sigue paralelo al río Cabeza de Indio, en media hora vemos una cascada, seguimos salvando los innumerables obstáculos, raíces, troncos de árboles caídos y frecuentes chorreras de agua y el esfuerzo de salvarlos va mermando nuestras fuerzas. Dos horas después cruzamos el río Los Perros por un puente colgante, de aquí es visible el glaciar del mismo nombre.
Comenzamos a cruzarnos con gente que viene de Los Perros, hay algunos alemanes, Alex habla con ellos y le dicen que se vuelven por que en el Paso John Gardner está nevando, hace mucho aire y está cerrado, llevan dos días esperando en el Campamento Los Perros que está atestado de gente. Seguimos caminado y cruzándonos con más gente, entre ellos el ilicitano que vimos en Serón que nos confirma la situación, hemos calculado que han pasado más de veinte personas, por lo que suponemos habrá sitio para nuestra pequeña tienda. Nos alcanza una chica polaca de cara redonda y muy blanca con raros ojos grises, habla inglés y poco español, creemos haberla visto en Dickson y la volveremos a ver varias etapas después.
Pronto llegamos al Campamento que se ubica entre un pequeño bosque de lengas, ya no llueve y hay bastantes tiendas, decidimos acampar en el primer hueco que vemos entre árboles y cerca del río antes de ir a preguntar, me quedo sacando cosas de las mochilas, extendiendo los chubasqueros y Alex indaga.
Existe un pequeño almacén, aseos y un fogón dentro de un recinto curioso, es como una gran sombrilla de playa, esas de los chiringuitos, cerrada alrededor con lonas y chapas con alguna mesa dentro y capacidad para unas treinta personas de pié que en estos momentos están en el interior.
Malas noticias, debido a la retención de gente estos días, el almacén está vacío de alimentos sólidos, lo que más hay son galletas de chocolate y de esas que una es blanca y la otra negra parecidas a las “oreo”. Hacemos inventario, nos quedan dos sobres de sopa, una lata de melva, otra de foie y alguna barrita energética, los próximos campamentos son El Paso y Los Guardas, este último es el proyectado en la etapa siguiente, es la más dura del circuito con 18 kms y nueve horas, con nieve mucho aire. Todo se andará.
Hacemos una sopa y más galletas. Alex se va a dar unas caladas, conversar con la gente y en busca de noticias al recinto, yo me quedo en la tienda leyendo, estoy algo cansado. Sigue sin llover.
Al rato vuelve y dice que hay un grupo de seis alemanes con un guía nativo, llevan también cocinero que ahora les está sirviendo la cena, que mañana a las 6 van a intentar cruzar El Paso, también otros cinco chilenos jóvenes le han preguntado al guía si pueden seguirlos, les ha dicho que no le importa, pero el solo atiende a sus clientes. Decidimos madrugar y unirnos a los chilenos. Dejamos las mochilas preparadas para desmontar rápidamente la tienda, nos levantaremos a las 5. La noche es fría y hemos puesto las mantitas de salvamento enrolladas a nuestros sacos.
4ª ETAPA: CAMPAMENTO LOS PERROS-CAMPAMENTO LOS GUARDAS
11/02/2010
18 KMS. 9 HORAS
Al regreso me enseña las fotos, ha coincidido con la polaca y se va al recinto a darle un vistazo a nuestras cosas. Al rato vuelve con una de mis botas chamuscada, un cordón se ha roto al quemarse, pero queda suficiente para seguir atándomela. Cenamos restos y galletas. Esta noche nos cambiaremos los sacos el de él es mejor que el mío y eso se notará.
4ª ETAPA: CAMPAMENTO LOS PERROS-CAMPAMENTO LOS GUARDAS
11/02/2010
18 KMS. 9 HORAS
Hemos pasado menos frío pero nuestros sacos están húmedos, las mantitas no transpiran y nuestro calor corporal se condensa mojándolos. Hace frasquete y mucha humedad, nos abrigamos bien, en el recinto apenas un sorbo de café, los alemanes ya se van y los chilenos están preparados, todos tienen la edad de Alex aproximadamente.
Hoy es el día más duro y todo va a depender de las condiciones climatológicas. Salimos al camino cruzando el río por una pasarela y en dirección al Paso, hay marcas color naranjo en los árboles, con esfuerzo superamos varias rampas embarradas y entramos en una zona pantanosa, menos mal que ya teníamos las polainas puestas, se hace trabajoso avanzar entre raíces de árboles y chorreras, estoy sudando pero en este tramo no te puedes quitar ropa. Los alemanes van rápidos y la mayoría de veces tenemos que tirar Alex y yo.
Tras más de hora y media nos aproximamos al río Paso que siguiendo las marcas cruzamos por una zona angosta, dejamos el agua y barro y salimos del bosque, caen copos de nieve y comienza a soplar el aire. Tomamos unas barritas, nos colocamos bufs, gorros y guantes, ahora vemos claramente a los alemanes que van delante.
El paisaje está todo nevado, nuestra huella se hunde unos centímetros y es fácil seguir a los que nos preceden, se ven algunas marcas en las rocas que la nieve no ha cubierto y hay piquetas metálicas que nos guian. A este ritmo nos quedan unas dos horas para cruzar el Paso pero esto se está complicando.
El aire empieza a soplar con mucha más fuerza y levanta remolinos de nieve en polvo en las laderas. El desnivel no es muy fuerte pero constante, siento que el sudor anterior comienza a enfriarse, le digo a Alex como me siento y nos detenemos y poco a tomar otra barrita, dejamos que los chilenos se adelanten, yo marco un paso más lento y Alex me sigue.
Al fondo en las lomas cercanas al Paso con sus 1.200 m. de altura, entre los remolinos de aire y nieve vemos a los alemanes que están llegando. Al tener las botas algo húmedas y pisando nieve, los pies se van enfriando y por la fuerza del aire sucede lo mismo con las manos pese a los guantes, la sensación de frío es grande y mis fuerzas están fallando.
Nos detenemos de nuevo, pero es peor, estamos en una zona descubierta y el aire nos da de pleno. Si tuviéramos una zona protegida donde recuperar un poco seguiríamos. La decisión la tomamos en cinco segundos: Nos volvemos.
Cuando llegamos de nuevo al bosque todo cambia, no nieva y estamos protegidos del aire y se empieza a notar el efecto de las barritas, nos damos cuenta que llevamos dos días con una dieta muy baja. Mientras deshacemos camino vamos planeando que hacer mañana.
Acamparemos de nuevo e intentaremos secar en el fogón del recinto las botas y algunas prendas, haremos acopio de galletas y de lo quede en el almacén e intentaremos descansar lo máximo posible, para mañana hacer un nuevo intento a un ritmo más tranquilo, puesto que nos quedaba un día extra, en caso contrario tendríamos que volver al inicio a Hospedería Las Torres, haciendo dos etapas en un día y comenzar por el otro lado del círculo para cerrarlo por arriba cerca del Paso donde ahora estamos.
Llegamos a la hora de comer, montamos la tienda y cocinamos en el recinto haciéndonos hueco entre la gente y vigilando que nuestras botas no se quemaran en el fogón. Después nos vamos a la tienda a descansar, pero Alex dice que se va a ver el Glaciar Puma que está cerca, unas dos horas ida y vuelta.
Al regreso me enseña las fotos, ha coincidido con la polaca y se va al recinto a darle un vistazo a nuestras cosas. Al rato vuelve con una de mis botas chamuscada, un cordón se ha roto al quemarse, pero queda suficiente para seguir atándomela. Cenamos restos y galletas. Esta noche nos cambiaremos los sacos el de él es mejor que el mío y eso se notará.
6ª ETAPA: CAMPAMENTO LOS PERROS-REFUGIO DICKSON
(DESHACIENDO CAMINO)
12/02/2010
9 KMS. 4 HORAS
El saco ha surtido su efecto y he dormido mejor, ahora el que se queja es Alex. También teníamos las mochilas preparadas y madrugamos.
Hoy el día parece mejor, veremos cuando nos estemos acercando a la nieve. Iniciamos por el camino con las polainas ya puestas porque sigue habiendo barro, cuando llegan las primeras rampas noto que no he recuperado del todo, tengo agujetas y algo de flojera, lo que cominos ayer no me ha aportado energía. Damos la vuelta y aplicamos el Plan B.
Hemos invertido una hora aproximadamente entre ida y regreso al Campamento, hay gente que se prepara pasa salir hoy hacia el Paso, según el guarda las condiciones han mejorado y ya no aconsejan quedarse.
Nosotros continuamos hacia Dickson a paso normal, al no llover y estar casi despejado tenemos unas vistas espléndidas del Glaciar Los Perros, su laguna y las montañas, que hace dos días no pudimos disfrutar, hacemos fotos, remontamos hasta el Paso del Viento donde su fuerza es muy inferior a la del primer día, el tiempo está mejorando y al final tardamos las cuatro horas de rigor.
Al llegar montamos la tienda en el mismo sitio, nos duchamos de nuevo, esto me revitaliza y compramos en el almacén pasta e incluso una especie de salchichón chileno que no está nada mal. Si antes de salir de aquí la vez anterior, hubiésemos repuesto comida posiblemente estaríamos en Paine Grande, pero la aventura es la aventura, ya sabemos que nunca debemos confiar en las existencias de los Campamentos.
Al no llover, en el recinto de la estufa se está mejor y podemos charlar con gente, al ser vacaciones para ellos, hay bastantes chilenos, sobre todo gente joven, estudiantes, grupos de chicos, de chicas, mixtos y parejas.
Después de cenar ya anocheciendo, hacemos fotos de un gran pájaro que se ha posado en la mesa bajo árbol donde estamos acampados.
Me encuentro bien, lo que hace la comida, así que mañana desharemos dos etapas en una.
7ª ETAPA: REFUGIO DICKSON-CAMPAMENTO SERON-HOSTERIA LAS TORRES (VOLVEMOS AL INICIO)
13/02/2010
27 KMS. 10 HORAS
Madrugamos, está amaneciendo y mientras desmontamos la tienda, podemos tomar un buen desayuno caliente, que bueno es tener provisiones. El pájaro de ayer ha dormido en nuestro árbol, con la luna que todavía es visible parece un búho.
Comenzamos camino y aunque ahora es al revés, vamos recordando parajes vistos desde el otro lado. Imprimimos buen ritmo y a la hora de comer estamos en el Campamento Serón.
A esta hora prácticamente no hay nadie, comemos en una de las mesas, descansamos un poco y repostamos, hemos conseguido una bolsa gigante de cacahuetes fritos pelados.
Reemprendemos la marcha, ahora los campos margaritas ya no impresionan tanto, cruzamos pasarelas, arroyos, abrimos y cerramos trancas, bordeamos Laguna Azul, remontamos un repecho y ya tenemos la visión de Laguna Amarga y el complejo hotelero de Las Torres.
Esta vez acampamos, debido a la hora hay muchas tiendas, nos duchamos y cenamos en la Hostería, vamos de compras al almacén, más pasta, latas de atún vietnamitas, como si en Chile no hubiera mar, tomate frito, carne de soja ¿?, café, leche concentrada y galletas, ahora no nos fiamos de nadie.
Mañana iniciaremos el primer tramo de la "W" hacia el Mirador de Las Torres y el Valle del Silencio que es de ida y vuelta por lo que seguiremos una noche más acampados aquí, saldremos solamente con las mochilas de ataque con alguna barrita, hidratos de carbono, agua y las cámaras.
Te cansas de hacer fotos y te sientas de nuevo, te das cuentas de que solo tu mente y tus ojos harán justicia a los que estamos viendo y sintiendo. Soy consciente de mi tamaño físico, pero nunca me sentí tan ínfimo espiritualmente.
Seguimos descendiendo por la cómoda senda del valle hasta el Campamento Chileno, donde paramos a repostar en una mesa al aire libre. Nos alcanza el asturiano y nos comenta que somos muy rápidos y que él va descansar un poco. Continuamos.
Al llegar a nuestra tienda, descanso y luego paseamos por los alrededores hasta la hora de preparar nuestra cena. Cerca de nosotros hay acampados unos extranjeros con servicio de guías, en tiendas individuales y una gran tienda central que utilizan como comedor con mesas y sillas, pero lo que más llama la atención es el asado al estilo argentino, cordero entero empalado, que están preparando en las brasas. Que bien huele, pero nosotros a lo nuestro.
Al tener que bordear el lago el camino se vuelve tan sinuoso como las orillas del mismo, con bajadas a pequeñas playas y repetidas subidas cuando se pega a la ladera de las montañas y discurre entre bosques de lengas hasta llegar al valle del Bader, poco frecuentado pero denso en vegetación y de vez en cuando asoma la mole negra y rosada de Los Cuernos.
Por fin lo logramos, vamos a por agua, a leer unos carteles y preguntar a la gente, dos extranjeros que nos ven con los cacharros nos ofrecen dos bocatas que todavía tienen envueltos, le explican en inglés a Alex que no hace falta que cocinemos, habían traído demasiada comida van a continuar y no la utilizarán. Les damos las gracias, investigamos su contenido: queso con una especie de salami chileno. Decidimos zampárnoslos de aperitivo mientras cocinamos comida.
Mañana a primera hora cerraremos la tienda y con las mochilas de ataque nos adentraremos en el Valle del Francés y subiremos hasta el mirador de Los Cuernos.
Marchado una hora más alcanzamos un estero, agua de un arroyo que se desparrama e inunda una zona. Sin llegar a embarrarnos mucho, las marcas nos siguen guiando y el sendero sube pronunciadamente por una ladera junto al estero y penetramos en otro bosquecillo de lengas, al salir se llega a un lugar abierto y ventoso llamado mirador donde se domina todo el Valle, se ven numerosos troncos de lengas quemadas en algún incendio y que siguen de pie dando un aspecto triste y desolador, al mismo tiempo que la visión a los lagos Nordenskjold y Pehoé y Toro es completa y a nuestra izquierda van apareciendo todos los cerros como murallas, luego el sendero retoma la sombra del bosque y vuelve a salir hacia una zona abierta y pantanosa que constituye un segundo mirador privilegiado, las marcas del sendero nos vuelven a introducir de nuevo en el bosque.
Tras una hora llegamos al Campamento Británico, muy parecido al Campamento Italiano, también sin servicios y bueno para acampar por su corta distancia al mirador. Poco después pasamos por una zona de piedras blancas y el sendero sube por un sector pedregoso y escarpado. Diez minutos más tarde llegamos a un montículo de rocas grandes con pequeños árboles, estamos en el Mirador La Piedra a 1.100 m. El valle se ha abierto por completo formando un circo y ante nuestros ojos tenemos la espectacular visión de todos los cerros:
Antes de subir al mirador nos dimos cuenta que la senda parecía que continuaba ladera arriba, hacia el Cuerno Norte, así que decidimos seguir subiendo la inclinada pendiente, esquivando las grandes zonas de nieve que convergían en un alto collado. Después de un buen rato y haber superado un nivel de unos doscientos metros más, nos paramos en unas rocas donde manaba un hilillo de agua a llenar cantimploras y tomar unas barritas energéticas. Desde esta altura las vistas todavía eran más sensacionales.
Comenzamos a bajar por las palas de nieve blanda con mucha facilidad, regresamos al mirador y a la senda, al Campamento Británico y deshaciendo camino con comodidad a nuestro Campamento.
Nos preparamos comida, fregamos, recogemos tienda y cargamos mochilas, cruzamos el río Francés por el renqueante puente y nos dirigimos al Campamento Paine Grande que está a unas dos horas de camino, seguimos cerrando el circuito.
Pasamos a los pies del Punta Bariloche (2.600 m) y entramos en una zona llana de matorral y vegetación achaparrada posiblemente por fuertes vientos que ahora no soplan, nos cruzamos con gente y alguien hace el signo del silencio con el dedo en la boca e indica que nos vayamos agachando. A pocos metros de nosotros tenemos dos ciervos, los paparazzi más avezados, en cuclillas preparamos objetivos y disparamos. Nos damos cuenta que no es la primera foto que les hacen, porque apenas se inmutan. De todas formas nos hemos cruzados con pocos animales en el Parque.
Nos vamos a dormir temprano, mañana es nuestra última jornada de marcha. Nos levantaremos a las cuatro de la madrugada, desayuno, dejaremos la tienda montada y con la mochila de ataque y las cámaras iremos mínimo hasta El Refugio Grey o hasta el Campamento Los Guardas. Con lo cual cerraremos el círculo a falta de unos cinco kilómetros y volveremos de nuevo aquí. Tenemos que tener tiempo para desmontar y coger el catamarán que nos lleve a la Guardería Pudeto, y con el transfer a Laguna Amarga, inicio del trayecto y donde tenemos pagado el autobús a Puerto Natales.
La capa superior del Glaciar, es hielo más sucio, y plagada de innumerables grietas que asemejan gigantescas cuchilladas asestadas con saña. Vemos acercarse por el lago a una distancia prudencial una lancha, que luego da la vuelta y regresa.
Cuando creemos oportuno, cargamos mochilas y caminamos hacia la playa, cerca de los hoteles, donde hay un pequeño espigón para atracar el catamarán. Dejamos las mochilas en la cola y cámara en ristre me voy en pos de un ganso o algo parecido que he visto antes en la playa. Lo localizo de nuevo y al acercarme había una mujer intentado hacer la foto, para no molestar rodee por otro lado, al llegar no había ganso y la mujer ya no estaba.
El Catamarán apareció en medio del lago pero tardó media hora en llegar, la fuerza del aire ralentiza su llegada. Somos de los primeros y nos piden las mochilas que van amontonando cerca de la proa, en poco tiempo nuestras mochilas no se ven, seremos los últimos en bajar. Se pone en marcha y nos pedimos dos cervezas, hay que cerrar cristales el aire es frío y molesto. En media hora llegamos a guardería Pudeto que está al otro lado del lago y de allí con un transfer de nuevo a Laguna Amarga donde nos espera el bus, los horarios están totalmente coordinados.
Buscamos donde comer, hoy nos apetece pescado y elegimos un restaurante, no hay muchos, que en su carta tengan varios platos de frutos del mar. Es pequeñito y coquetón, bien arreglado y según dice Alex parecen judíos, somos los primeros y nos dicen que en día de hoy no les ha entrado pescado, así que seguimos con carne, lo cual nos parece bien. Estamos cerca de una ventana que da a la calle y va llegando más gente. Tras los postres y el café decidimos ir a descansar a la pensión.
Después de la siesta salimos a pasear y hacer tiempo hasta la hora del autobús al aeropuerto. Bajamos al puerto, a una zona distinta a la que estuvimos el primer día, nos acercamos al paseo marítimo donde en la acera hay una escultura de los cinco dedos de una mano emergiendo del mar y al lado una rotonda con el Milodón, gigantesco oso cavernario del que encontraron restos ancestrales en una cueva cercana a Puerto Natales.
Llegó la hora, vamos a la pensión recogemos mochilas y directos a Buses Fernández, facturamos y subimos. Dormitamos en el recorrido y parada en la Puerta de Salidas del Aeropuerto.
Mañana iniciaremos el primer tramo de la "W" hacia el Mirador de Las Torres y el Valle del Silencio que es de ida y vuelta por lo que seguiremos una noche más acampados aquí, saldremos solamente con las mochilas de ataque con alguna barrita, hidratos de carbono, agua y las cámaras.
8ª ETAPA: HOSTERIA-MIRADOR DE LAS TORRES-HOSTERIA
14/02/2010
7 HORAS 18 KMS. IDA Y VUELTA
Nos preparamos en desayuno en una mesa cercana a la tienda y luego de fregar metemos las mochilas grandes dentro de la tienda y cerramos las cremalleras.
Dicen que este es el tramo de ruta más visitado de todo el circuito y del Parque Nacional, también el más asequible para senderistas no habituales o que por tiempo solo hacen la “W ”.
Hace un día despejado con un poco de aire fresco, salimos abrigados en dirección a la otra parte de complejo donde está el Hotel y las caballerizas por un camino ancho, dejamos atrás un kiosco, que en realidad es otro almacén que esta cerrado a estas horas, al regreso lo visitaremos por si hay alguna delicatese . Seguimos por una pequeña bajada hacia un viejo y destartalado puente colgante por el que atravesamos el río Ascencio.
Poco después llegamos a una bifurcación bien indicada con carteles y que seguimos por la izquierda, comienzan unas rampas y zigzag erosionados, desprovistos revegetación y árboles para superar un desnivel, vamos ascendiendo y más tarde hay otra bifurcación bien señalada, hasta que poco a poco la senda se estabiliza y nos adentramos en el valle entre un bosque de lengas, luego cruzamos a la vertiente contraria para llegar al Campamento Chileno mimetizado entre los árboles, tiene cafetería pero no almacén. La senda nos devuelve a la otra ribera y continuamos ascendiendo moderadamente, pasando por diversos arroyos que caen desde el Almirante Nieto.
Una hora después del Campamento Chileno se llega a la morrena que da acceso al Mirador, hay un cartel indicador, a partir de este punto la senda se hace más dura y empinada entre pequeños árboles para desaparecer luego al llegar a las grandes rocas, con marcas pintadas que te guían durante unos veinte minutos.
Primero ves una puntita sonrosada de la Torre Central y hasta que no te encaramas a la última roca no tienes una visión completa y entonces te sientes acongojado, lo que contemplan mis ojos es sobrecogedor, ¡Jamás había llegado a percibir nada igual! No sabes si reír o llorar y sientes que no eres nada ante lo grandioso de la Naturaleza, estamos a unos quinientos metros de distancia de las tres enormes moles, Torre Monzino(2.248m), Torre Central(2.800m), Torre Dagostino(2.850m) y más a la derecha los Cerros Peineta y Nido de Cóndores(2.243m), a sus pies resto de glaciar y su laguna que nos separa.
Hay poca gente, quizás hayan venido del Campamento Chileno, pero sus caras lo dicen todo (cómo será la mía), alguien se ha quedado con la boca abierta y en la mano un bocadillo a diez centímetros, petrificado, es difícil asimilar la visión, por lo que decidimos sentarnos y masticar unos “panchitos”.
Poco a poco nos vamos recuperando del shock, cogemos nuestras cámaras y como metralletas comenzamos a disparar, la visión cambia cada segundo, hace una ligera brisa que trae y se lleva nubes, bajamos a la orilla de la laguna y su chorrera, algunas de la rocas de alrededor son de un tamaño descomunal.
Te cansas de hacer fotos y te sientas de nuevo, te das cuentas de que solo tu mente y tus ojos harán justicia a los que estamos viendo y sintiendo. Soy consciente de mi tamaño físico, pero nunca me sentí tan ínfimo espiritualmente.
Al regreso cuando tomamos de nuevo la senda nos acercamos a la Guardería avanzada Campamento las Torres, se trata de una cabaña de madera que utilizan los escaladores cuando se adentran en el Valle del Silencio, se acerca un chico joven que nos ha oído hablar castellano, dice que es asturiano que vive en Santiago y que trabaja de contador, contable, y como buen astur le gusta la montaña.
Seguimos descendiendo por la cómoda senda del valle hasta el Campamento Chileno, donde paramos a repostar en una mesa al aire libre. Nos alcanza el asturiano y nos comenta que somos muy rápidos y que él va descansar un poco. Continuamos.
Al llegar a nuestra tienda, descanso y luego paseamos por los alrededores hasta la hora de preparar nuestra cena. Cerca de nosotros hay acampados unos extranjeros con servicio de guías, en tiendas individuales y una gran tienda central que utilizan como comedor con mesas y sillas, pero lo que más llama la atención es el asado al estilo argentino, cordero entero empalado, que están preparando en las brasas. Que bien huele, pero nosotros a lo nuestro.
Mañana completaremos la “W ” iremos al Mirador de los Cuernos y montaremos tienda en el Campamento Inglés.
15/02/2010
9ª ETAPA: HOSTERIA LAS TORRES-CAMPAMENTO ITALIANO
16,5 KMS. 6 HORAS 30’
Desayunamos en las mesas y desmontamos la tienda, el sol del manecer le da bonito color al Almirante Nieto, ahora hace un poco de fresco pero parece que será un buen día, está totalmente despejado.
Iniciamos como el día anterior pasamos los hoteles, el kiosco y después cruzar el puente sobre el río Ascencio hay un cartel en el desvío hacia Los Cuernos, comienza un tramo de subida hasta alcanzar una pequeña laguna y una zona húmeda sin dejar de ver la mole nevada del Almirante Nieto.
Poco después nos vamos acercando al lago Ordenskjold estrecho y muy alargado que nos acompañará durante casi todo el camino, viendo en la lejanía las cumbres nevadas del macizo Paine Grande (3.050 m.), deleitándonos con hermosas vistas y paisajes.
Al tener que bordear el lago el camino se vuelve tan sinuoso como las orillas del mismo, con bajadas a pequeñas playas y repetidas subidas cuando se pega a la ladera de las montañas y discurre entre bosques de lengas hasta llegar al valle del Bader, poco frecuentado pero denso en vegetación y de vez en cuando asoma la mole negra y rosada de Los Cuernos.
Cruzamos varios arroyos y pasarelas hasta que llegamos al Refugio y Campamento Los Cuernos, situado en un hermoso lugar junto a un caudaloso torrente que baja desde el Valle Bader y desemboca en la playa a orillas del lago.
Tiene almacén, zona de acampada y pegadas a la ladera nueve cabañas con distintas capacidades y que se pueden alquilar. Decidimos tomar un refrigerio y descansar un poco y hacer fotos. En la playa una canoa trae provisiones para abastecer el almacén.
El tiempo ha mejorado mucho, hace un poco de calor, vamos en manga corta por primera vez en el circuito y nos hemos embadurnado dos veces con las cremas de nivel 50 de protección, recordemos que estamos cerca del Polo Sur y la capa de ozono es débil. Parecemos maoríes con restos blancos en la cara.
Ahora continuamos por una zona más cercana a la ribera del lago para separarnos de nuevo y entramos en un área de vegetación mas achaparrada, debe ser por el aire, aunque hoy no sopla nada, la visión granítica de Los Cuernos se hace constante, te quedas pensando cómo se habrán formado sus agrestes trazos y colores tan opuestos. Mañana lo averiguaremos.
Ahora continuamos por una zona más cercana a la ribera del lago para separarnos de nuevo y entramos en un área de vegetación mas achaparrada, debe ser por el aire, aunque hoy no sopla nada, la visión granítica de Los Cuernos se hace constante, te quedas pensando cómo se habrán formado sus agrestes trazos y colores tan opuestos. Mañana lo averiguaremos.
Poco después nos adentramos en un hermoso bosque lengas y el camino nos acerca al río Francés, más adelante comenzamos a ver tiendas montadas que van aumentado en número a medida nos acercamos a un cobertizo.
El sitio es bonito pero no hay ningún servicio, ni siquiera aseos, el cobertizo es para el guarda, que se encierra en él una vez acabada su jornada. Nos cuesta elegir sitio porque hay muchas tiendas, el terreno no es llano, el bosque es denso y queremos estar cerca del río por el agua para cocinar y fregar.
Por fin lo logramos, vamos a por agua, a leer unos carteles y preguntar a la gente, dos extranjeros que nos ven con los cacharros nos ofrecen dos bocatas que todavía tienen envueltos, le explican en inglés a Alex que no hace falta que cocinemos, habían traído demasiada comida van a continuar y no la utilizarán. Les damos las gracias, investigamos su contenido: queso con una especie de salami chileno. Decidimos zampárnoslos de aperitivo mientras cocinamos comida.
Descansamos e investigamos, hay un puente colgante y trémulo que cruza el río Francés que aquí baja con mucha fuerza, tiene unos cuarenta metros de largo y un cartel al inicio que aconseja que no lo crucen más de dos personas a la vez, me sonrío, avanzo y empieza a moverse, me acuerdo de mi amigo Patro, tengo que colgarme la cámara al cuello para poder utilizar las dos manos y cogerme de la baranda de cuerdas, la sensación es acojonante, pero las vistas en el centro del puente maravillosas, la turbulencia del río y el Paine Grande con el glaciar del Francés, veo a Alex que se ha quitado las botas e intenta mojarse los pies y los saca rápidamente, no está fría, está congelada.
Mañana a primera hora cerraremos la tienda y con las mochilas de ataque nos adentraremos en el Valle del Francés y subiremos hasta el mirador de Los Cuernos.
16/02/2010
9ª ETAPA: CAMPAMENTO ITALIANO-VALLE DEL FRANCES IDA Y VUELTA-CAMPAMENTO PAINE GRANDE
18 KMS. 8 HORAS
Iniciamos la ruta interior hacia el Valle del Francés, que el es trazo vertical de la “W” siguiendo el curso del río y en la misma ribera que estamos acampados. Una vez fuera del bosque se sube por un terreno rocoso con marcas naranjo en muchas piedras y tras una media hora aparece en el horizonte de nuevo el lago Nordenskjold y hay una profunda quebrada con agua en el fondo, seguimos subiendo por un área pedregosa con el Glaciar del Francés y el Paine Grande a nuestra izquierda.
Unos quince minutos más tarde llegamos a otra subida más pronunciada donde unas cuerdas nos ayudan a superarla, seguimos a lo largo de un filo dentro de un bosque de lengas, a la derecha comienzan a elevarse las paredes de Los Cuernos del Paine .
Marchado una hora más alcanzamos un estero, agua de un arroyo que se desparrama e inunda una zona. Sin llegar a embarrarnos mucho, las marcas nos siguen guiando y el sendero sube pronunciadamente por una ladera junto al estero y penetramos en otro bosquecillo de lengas, al salir se llega a un lugar abierto y ventoso llamado mirador donde se domina todo el Valle, se ven numerosos troncos de lengas quemadas en algún incendio y que siguen de pie dando un aspecto triste y desolador, al mismo tiempo que la visión a los lagos Nordenskjold y Pehoé y Toro es completa y a nuestra izquierda van apareciendo todos los cerros como murallas, luego el sendero retoma la sombra del bosque y vuelve a salir hacia una zona abierta y pantanosa que constituye un segundo mirador privilegiado, las marcas del sendero nos vuelven a introducir de nuevo en el bosque.
Tras una hora llegamos al Campamento Británico, muy parecido al Campamento Italiano, también sin servicios y bueno para acampar por su corta distancia al mirador. Poco después pasamos por una zona de piedras blancas y el sendero sube por un sector pedregoso y escarpado. Diez minutos más tarde llegamos a un montículo de rocas grandes con pequeños árboles, estamos en el Mirador La Piedra a 1.100 m. El valle se ha abierto por completo formando un circo y ante nuestros ojos tenemos la espectacular visión de todos los cerros:
Espada (2.500 m), Hoja (2.200 m), Máscara (2.300 m), Cuerno Norte (2.400 m), Aleta de Tiburón (1.717 m), Cabeza del Indio (2.230 m), Fortaleza (2.681 m), Escudo (2.440 m), Trono Blanco (2.197 m), Catedral (2.168 m), Punta Catalina (2.100 m), Aguja (1.703 m) y Cota 2000 (2.000 m).
Antes de subir al mirador nos dimos cuenta que la senda parecía que continuaba ladera arriba, hacia el Cuerno Norte, así que decidimos seguir subiendo la inclinada pendiente, esquivando las grandes zonas de nieve que convergían en un alto collado. Después de un buen rato y haber superado un nivel de unos doscientos metros más, nos paramos en unas rocas donde manaba un hilillo de agua a llenar cantimploras y tomar unas barritas energéticas. Desde esta altura las vistas todavía eran más sensacionales.
Al viaje nos trajimos mi GPS con las rutas grabadas, pero a partir del segundo día decidimos no utilizarlo porque estaba todo muy bien marcado y definido y solo en las rutas especiales lo incluíamos en la mochila de ataque. Alex decidió seguir subiendo hasta el collado por si tenía otra visión de Las Torres, se lo di y con su cámara y una cantimplora comenzó a subir.
Yo me quedé bien abrigado y sentado en la única roca que no tenía nieve, mirando extasiado con los prismáticos y haciendo fotos preciosas. Oí un ruido y miré al Paine Grande, apenas me dio tiempo de verlo, se había desprendido un serac del Glaciar del Francés que provocó un pequeño alud, tenía referencias de que eran frecuentes en esa zona, por la cual no transita ninguna ruta.
En media hora regresó Alex, no pudo ver nada porque arriba en el collado la nieve convertida en hielo se tornaba en peligro y dio la vuelta, ahora si que el GPS le ayudó a encontrar sus huellas de subida.
Comenzamos a bajar por las palas de nieve blanda con mucha facilidad, regresamos al mirador y a la senda, al Campamento Británico y deshaciendo camino con comodidad a nuestro Campamento.
Nos preparamos comida, fregamos, recogemos tienda y cargamos mochilas, cruzamos el río Francés por el renqueante puente y nos dirigimos al Campamento Paine Grande que está a unas dos horas de camino, seguimos cerrando el circuito.
Nos adentramos en el denso bosque de nostos enormes, cruzamos algunas pasarelas y una pequeña laguna a la izquierda, llegamos a una zona con escalones protegidos por maderas y entramos en un tupido bosque de lengas y coigües, llegamos al Lago Skottsberg que nos acompañará durante unos cuarenta minutos. Cruzamos varias vertientes que provienen de los cerros, en una de ellas Alex resbala y al apoyarse, uno de los palos se quiebra literalmente por la mitad, menos mal que solo nos queda un día, con lo cargados que vamos nos equilibran mucho al caminar.
Pasamos a los pies del Punta Bariloche (2.600 m) y entramos en una zona llana de matorral y vegetación achaparrada posiblemente por fuertes vientos que ahora no soplan, nos cruzamos con gente y alguien hace el signo del silencio con el dedo en la boca e indica que nos vayamos agachando. A pocos metros de nosotros tenemos dos ciervos, los paparazzi más avezados, en cuclillas preparamos objetivos y disparamos. Nos damos cuenta que no es la primera foto que les hacen, porque apenas se inmutan. De todas formas nos hemos cruzados con pocos animales en el Parque.
Delante nuestro aparecen Los Cuernos y poco después la ribera del Lago Pehoé y enseguida el Campamento. Aquí también hay un complejo de hoteles, albergue, un buen y provisto almacén, un cobertizo redondo con mesas y sillas donde la gente se cocina y come, algo más apartado un cobertizo cuadrado con duchas separadas para ambos sexos. Todo ello conectado por pasarelas de madera.
Hay mucha gente acampada, encontramos un sitio recoleto entre matorrales. Vamos a ducharnos y dejaremos alguna ropa a secar para mañana. La cola varonil para las duchas corre poco, ya se que hace varios días que no nos duchamos, pero si todos nos apremiamos gastaríamos menos agua.
Ya relajados vamos al almacén a comprar lo que nos falte para hoy y mañana. Cogemos nuestros cachivaches de cocina y al recinto a preparar la cena, nos hacemos hueco al lado de una pareja chilena y nos intercambiamos algunas cosas para la pasta, que sienta de maravilla con dos buenas cervezas. Hay que dejarlo todo limpio para los siguientes y hacer cola para fregar.
Nos vamos a dormir temprano, mañana es nuestra última jornada de marcha. Nos levantaremos a las cuatro de la madrugada, desayuno, dejaremos la tienda montada y con la mochila de ataque y las cámaras iremos mínimo hasta El Refugio Grey o hasta el Campamento Los Guardas. Con lo cual cerraremos el círculo a falta de unos cinco kilómetros y volveremos de nuevo aquí. Tenemos que tener tiempo para desmontar y coger el catamarán que nos lleve a la Guardería Pudeto, y con el transfer a Laguna Amarga, inicio del trayecto y donde tenemos pagado el autobús a Puerto Natales.
17/02/2010
10ª ETAPA: CAMPAMENTO PAINE GRANDE-REFUGIO GREY-CAMP. LOS GUARDAS-CAMPAMENTO PAINE GRANDE
25 KMS. 8 HORAS IDA Y VUELTA
A las cuatro sonó la alarma del móvil de Alex. Debido a la cercanía del Lago Grey la noche ha sido fría y húmeda, tuvimos que coger con imperdibles las dos mantitas de emergencia. En la ropa que dejamos fuera oreándose la escarcha se ha congelado y está tiesa, casi se pone de pie.
Nos calentamos en el hornillo mientras hacemos en desayuno. Bien abrigados, mochila de ataque, barritas energéticas y alguna lata, agua y cámaras, aunque hay buena luna, comenzamos a caminar con los frontales puestos.
Primero ascendemos por una suave pendiente cerca del macizo de Los Cuernos entre grandes rocas redondeadas. Alex va delante porque la luz de su frontal es más potente, debemos de llevar cuidado en los cruces de arroyos y bajadas de agua para no mojarnos.
Poco a poco va alboreando y llegando la claridad, los primeros rayos dorados del sol golpean las cimas más altas y nevadas de las montañas y su reflejo en el lago es un remanso de paz.
Ahora avanzamos muy cerca de la orilla del lago. En un momento dado, mirando hacia atrás y hacia delante te das cuenta de lo inmenso que es el lago. La otra orilla se hace visible y reflejan en el agua sus peladas lomas, pero al fondo siempre las altas cumbre nevadas y el Paso John Gardner, nuestra deuda pendiente.
Llegamos a un recodo del sendero donde hay opción de subir a un montículo, un otero sobre el lago. Hay gente que parece hayan acampado cerca y otros reponen fuerzas. Decidimos parar. La visión es muy bonita, en el lago aparecen flotando, seracs del glaciar y témpanos de hielo flotando, algunos con raras formas. Montamos objetivos y hacemos fotos acercando las dos lenguas del glaciar que ya se hacen visibles a lo lejos. El día se va aclarando más y las aguas del lago se tornan suavemente turquesa.
A partir de aquí nos pegamos a las laderas y se hace más duro ascendiendo entre lengas, para luego volver a bajar y subir ciñéndonos al trazado del lago. Luego cruzamos un pequeño puente sobre el río Olguín que baja encajonado para desembocar en el lago. En 15’ aparece el Refugio Grey.
Está en un bosque de lengas a la orilla del lago con una playa de arena que mira al glaciar, todavía queda gente y aunque vamos muy bien de tiempo, decidimos continuar, queremos tener un buen margen por si surge algún imprevisto.
Hay un cartel que indica la ruta al mirador. El camino se encrespa y entre árboles y rocas vamos ascendiendo alejándonos y volviendo otra vez al trazado del lago. Nos cruzamos con gente que va o viene del mirador, no llevan mochilas o sea que estarán acampadas en el Refugio. Llama la atención que la mayoría sean mujeres, grupos, parejas, solas.
En algunos momento creemos tener visión suficiente pero es incomodo hacer fotos. Seguimos avanzado hasta que a una hora del refugio aparece un pequeño rellano que es el mirador, pero como a estos profesionales de la foto nos parece poco, nos peleamos abriéndonos paso entre zarzas y troncos caídos hasta encontrar, cómo no, el sitio más inestable para hacer las fotos.
Con sumo cuidado cambiamos objetivos y disparamos. Estamos prácticamente en vertical sobre las paredes del Glaciar Grey, con su isla en el centro que lo divide en dos lenguas inmensas de hielo de un color azul celeste. El grosor que emerge del agua es una pared de entre 10 ó 15 metros de altura con cavidades enormes que se forman al ir deshaciéndose y cayendo al agua del lago los seracs y témpanos de hielo que vemos flotar a hora en más cantidad.
La capa superior del Glaciar, es hielo más sucio, y plagada de innumerables grietas que asemejan gigantescas cuchilladas asestadas con saña. Vemos acercarse por el lago a una distancia prudencial una lancha, que luego da la vuelta y regresa.
Consultamos el mapa y estamos a 30’ del Campamento Los Guardas, pensamos que la visión será la misma y que otra cosa sería llegar al campamento El Paso donde caminaríamos algún kilómetro paralelos a la lengua del Glaciar, pero cuanto más subamos más tenemos que bajar, con el peligro de perder el Catamarán.
Reunido el Consejo de Sabios se aprueba por unanimidad dar por finalizado el Circuito.
Retornamos tranquilamente y con la satisfacción del deber cumplido hacia Refugio Grey. Nos da tiempo para una cerveza con panchitos en una mesa y sillas de troncos.
Seguimos deshaciendo camino ya totalmente relajados y de nuevo en nuestro Campamento. Abrimos la tienda, por el calor interior ya se ha secado todo, cogemos ropa “limpia” y a la ducha, dos días seguidos no me puedo creer. A la vuelta mientras uno desmonta la tienda el otro cocina. Después de comer con todo fregado y recogido nos tumbamos al sol con las esterillas.
Cuando creemos oportuno, cargamos mochilas y caminamos hacia la playa, cerca de los hoteles, donde hay un pequeño espigón para atracar el catamarán. Dejamos las mochilas en la cola y cámara en ristre me voy en pos de un ganso o algo parecido que he visto antes en la playa. Lo localizo de nuevo y al acercarme había una mujer intentado hacer la foto, para no molestar rodee por otro lado, al llegar no había ganso y la mujer ya no estaba.
El Catamarán apareció en medio del lago pero tardó media hora en llegar, la fuerza del aire ralentiza su llegada. Somos de los primeros y nos piden las mochilas que van amontonando cerca de la proa, en poco tiempo nuestras mochilas no se ven, seremos los últimos en bajar. Se pone en marcha y nos pedimos dos cervezas, hay que cerrar cristales el aire es frío y molesto. En media hora llegamos a guardería Pudeto que está al otro lado del lago y de allí con un transfer de nuevo a Laguna Amarga donde nos espera el bus, los horarios están totalmente coordinados.
Buses Fernández llega a Puerto Natales, sacamos billete para el último bus de mañana con parada en el aeropuerto, antes de llegar a Punta Arenas, donde a las 2,30 horas de la madrugada tenemos vuelo a Santiago de Chile, con llegada a las 6’00 horas de la mañana y embarcaremos a las 12’00 medio día, con destino Madrid.
Mochila en ristre salimos a buscar alojamiento para esta noche, decidimos no calentarnos mucho la cabeza y coger lo primero que salga, no vamos a andarnos ahora con remilgos. En una esquina de dos plantas con colores chillones arriba reza un letrero: Bed and Breakfast, la planta baja es un bar con amplio salón y barra, están televisando al Inter en la Champions. Pedimos habitación, el precio nos parece barato, nos dan la llave y subimos, es un cuarto con dos literas de dos, de momento para nosotros y la ducha está al lado. Salimos a cenar.
No se porque después de quince días nos apetece carne, así que buscamos un asador, encontramos dos y nos metemos en el que mejor pinta tiene y más gente hay. Se demoran algo en el servicio pero nos atienden, dos cervezas gigantes, al estilo alemán, carne a la brasa, una especie de chorizos criollos, ensalada y no se que más. A tope. Paseamos un poco y nos vamos a dormir. Ya hay una pareja en la otra litera.
18/02/2010
11ª ETAPA: PUERTO NATALES (EN ESPERA DE EMBARQUE)
Nos levantamos. Hemos descansado bien, ducha y desayuno, café, leche, infusiones, pan tostado, bollería, galletas, mermeladas…Muy bien. Como hay internet envío un e-mail para todos los amigos, ayer contactamos con la civilización e hicimos las llamadas de rigor. Salimos a pasear. Hay bullicio en la calle y gente en los comercios, por defecto nos metemos en las tiendas de deporte y montaña, recorremos varias mirando cortavientos, camisetas térmicas, tiendas, cantimploras, sets de cacharros de cocina con más utensilios y que no abultan y pesan menos que los nuestros. Seguimos mirando y encontramos cosas curiosas y gangas que al cambio resultan muy baratas. También nos acercamos a un recinto de madera donde hay una cafeteria y minúsculas tiendas de artesania de la zona.
Buscamos donde comer, hoy nos apetece pescado y elegimos un restaurante, no hay muchos, que en su carta tengan varios platos de frutos del mar. Es pequeñito y coquetón, bien arreglado y según dice Alex parecen judíos, somos los primeros y nos dicen que en día de hoy no les ha entrado pescado, así que seguimos con carne, lo cual nos parece bien. Estamos cerca de una ventana que da a la calle y va llegando más gente. Tras los postres y el café decidimos ir a descansar a la pensión.
Después de la siesta salimos a pasear y hacer tiempo hasta la hora del autobús al aeropuerto. Bajamos al puerto, a una zona distinta a la que estuvimos el primer día, nos acercamos al paseo marítimo donde en la acera hay una escultura de los cinco dedos de una mano emergiendo del mar y al lado una rotonda con el Milodón, gigantesco oso cavernario del que encontraron restos ancestrales en una cueva cercana a Puerto Natales.
Llegó la hora, vamos a la pensión recogemos mochilas y directos a Buses Fernández, facturamos y subimos. Dormitamos en el recorrido y parada en la Puerta de Salidas del Aeropuerto.
Tenemos que hacer tiempo hasta el despegue y llamo con el móvil a Norbert. En navidades recibí un e-mail felicitándome y le contesté diciendo que en estas fechas estaría en Chile y que haría trasbordo en Santiago, en la ida prácticamente no había tiempo y a la vuelta tendría unas seis horas, desde las seis de la mañana hasta las doce del medio día, que saldríamos para Madrid. Le confirmo nuestra llegada y le digo que si puede acercarse al aeropuerto tomaremos un café. Insiste en que vendrá a recogernos a las seis.
Nuestro avión no despega hasta las 2’30 de la madrugada pero a las diez están cerrando la pequeña y única barrita de bar que hay, pensamos en hacer acopio para tomar después algo, pero en la planta baja tienen un kiosco que vende bebidas y sándwiches, así que lo dejamos para luego. Va llegando más gente y el kiosko tiene cola, nos entra el síndrome del Circuito y rápidamente bajamos a por provisiones. Embarcamos.
19/02/2010
12ª ETAPA: SANTIAGO DE CHILE-MADRID
Aterrizamos en Santiago a la hora prevista, recogemos mochilas y a la salida allí estaba Norbert como buen alemán esperándonos.
Le presento a Alex, intercambian frases en alemán y le digo de subir a charlar a la cafetería. Nos dice que no. Que tiene el coche a la puerta y que nos vamos a su casa a ducharnos, desayunar y nos dará una vuelta en coche por Santiago para dejarnos luego en el aeropuerto con tiempo suficiente para facturar y embarcar. No nos podemos negar.
Por el camino nos cuenta que su esposa Verónica esta en España de papeleo con su hijo pequeño, al ser él alemán, ella chilena y el niño nacido en España con pasaporte alemán, tiene dificultades a la hora de inscribirlo en los colegios.
Vive en una bonita zona ajardinada, de altos edificios y no muy lejos del centro. La finca tiene piscina y portero. Su piso esta en la planta 12 de un alto edificio, las vistas desde el balcón son preciosas. Nos presenta a su hija y a la señora que la cuida, tienen un perro precioso. Nos indica el cuarto de ducha y nos suministra toallas, nosotros rebuscamos en la mochila alguna prenda digna que pueda quedar para la ocasión, mientras prepara café y tostadas. Qué bueno volver a la civilización.
Nos despedimos de su hija y bajamos a por el coche y sin apearnos pasamos por el Palacio de la Moneda, monumentos, plazas y nos va comentando curiosidades de Santiago, que como el país es alargada, unos veinte kilómetros, que tiene 6 millones de habitantes y suelen ir a veranear a Viña del Mar que está cerca. Chile es un país en auge y por eso decidieron volver, ahora tiene una empresa de accesorios para la construcción y que le va bien. Nos detenemos en el centro, cerca de un Teatro donde hay una pequeña cafetería y mientras el aparca pedimos café y medias lunas, pequeños cruasans, Alex ya los conocía de Argentina. De regreso al aeropuerto Alex se ha dado cuenta y le pregunta porque siendo Santiago una ciudad moderna, todos los cables, luz, teléfono siguen colgados de antiguos y cargados postes de madera, nunca olvidaré la respuesta: Te recuerdo que estamos en un país sísmico.
Nos da tiempo a facturar tranquilamente y en las tiendas hacer las últimas compras, por supuesto vino chileno que ahora podemos llevar con el equipaje de mano. Embarcamos.
El avión de Iberia no es tan grande como el de Lan de la ida, solamente tiene un pasillo y los asientos no son tan anchos y confortables pero hemos ganado en la calidad de la comida. No tiene tantas pantallas ni GPS, pero no importa, tenemos muchos recuerdos agradables.
20/02/2010
13ª ETAPA: MADRID-ALICANTE
El avión llega temprano, estamos cansados. En la T4 buscamos la cinta de equipajes de nuestro vuelo y recuperamos mochilas. Nos la cruzamos toda entre anchos pasillos y pasarelas móviles hasta el Metro con destino casa de Alex.
Nos da tiempo a ducharnos, asearnos correctamente y con ropa de paisano que traje el primer día, Alex se afeita y yo no, continuaré con la barba de 15 días hasta casa, no me gusta mucho, quizás sea porque aún es corta y las canas se notan demasiado. Mientras separamos nuestras cosas, metemos la ropa sucia en bolsas, llenamos la mochila y el troley, oímos que la puerta se abre y aparece Gemma y cía. Alex no se acordaba de que le había dejado las llaves en nuestra ausencia, se van no sé dónde y nosotros continuamos empaquetando. Mi tren sale desde Atocha a las 18’13, así que nos da tiempo más que suficiente para irnos a comer. Reservamos en el restaurante Frontón de Tirso de Molina, que está a un paso de aquí.
Entre los dos nos cominos una ración de carne asada para cuatro y una botella de Ribera, que delicia. Son las cuatro, nos da tiempo de echar una siesta antes de coger el tren.
Me despierto sin saber donde estoy, ha oscurecido, tardo unos segundos en reaccionar….el tren…He perdido el tren, son las siete pasadas.
Nos vamos a Atocha, hasta mañana no hay otro tren. Nos dirigimos a la Oficina del Interventor y le explico lo mal que funcional Iberia que ha llegado con dos horas de retraso y he perdido el tren, me dice que el tren tiene una media del 98% de puntualidad y por el módico precio de 10€ más tengo billete para mañana a las 09:18 horas.
Llamo a casa y me pregunta por donde voy, le digo que en el sofá de casa de Alex. ¿Cómo que has perdido el tren? Vaya reprimenda telefónica, la entiendo, yo también tengo ganas de verla.
21/02/2010
14ª ETAPA: MADRID-ALICANTE (REPETIMOS)
Un poco después de las ocho Alex me deja en Atocha. Anoche le llamaron para jugar al fútbol y se va con el coche, dice que quiere aprovecharse ahora que está en forma.
Me doy un buen desayuno en una de las cafeterías de la estación, recibo la llamada de mi secretaria asegurándose de que estoy en el sitio y a la hora correcta. Subo al tren.
Y aquí voy sin poderme concentrar en ninguna lectura, película o paisaje, esta vez ya no vigilo mi mochila, solo me basta cerrar de vez en cuando los ojos e ir rememorando los maravillosos parajes y situaciones que hemos vivido…
Unos días después, el 26/02/2010, me sobresalto viendo las noticias de la tele, Terremoto en Chile. Intento llamar a Norbert pero no consigo contactar y por internet tampoco.
Casi diez días después, recibí un e-mail, estaban todos bien, pero los niños tienen miedo volver a la 12ª planta y están en casa de unos familiares.
Todavía resuenan sus palabras en mi cabeza: Estamos en un país sísmico.
Hola!. Me llamo Claudia, soy chilena, y hace unos meses (febrero 2013) me fui de vacaciones a las Torres junto a unos amigos, hicimos la O y tuvimos un excelente clima. Te agradezco las fotos que has subido... me hicieron recordar mi viaje, los preciosos paisajes y confieso que me emocione un poco cuando describiste las sensaciones de ver las 3 torres luego del campamento chileno.
ResponderEliminarComo chilenos nos sentimos orgullosos de tener paisajes de este tipo. y que no sólo nosotros podamos admirar tal belleza.
Saludos y sigan viniendo, como país tenemos millones de lugares por conocer.
Atte.
Claudia Contreras
Gracias Claudia. Todavía me emociono al ver las fotos. Presenciar las Torres en tu país fue cumplir un sueño.
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