CÓMO LLEGAR: Por la A-7/A70 hacia Alicante, salida en la nº 10 Alicante/Villafranqueza. En la rotonda seguir la CV-819, en la rotonda tomar la 2ª salida por la Pujada del Boter y Vía Pista hasta la Urb. Valle del Sol. Aparcar cerca de la calle La Vall d’Alcalá.
COMPONENTES: VICENTE Y PEPE.
ITINERARIO: URB. VALLE DEL SOL / CAMINO DEL PANTANO / IZQDA. / DCHA. / CASA CUEVA / BARRANC DELS COCONS / POZO SIN PROTECCIÓN / ESTRET DE TEROL-IZQDA. / PRESA-IZQDA. / CUEVA / MINAS DE OCRE / GALERÍA MINA / IZQDA. SENDA / DCHA. / V.G. SABINAR / SENDA BAJADA / CAMINO DCHA. / POZOS PROTEGIDOS / IZQDA. DEJAR CAMINO / CAMPO A TRAVÉS / CAMÍ DELS COCONS IZQDA. / DECHA. SEGUIR / DCHA. ASCENSO / COLLADO / BEC DE L’ÁGUILA / DERECHA / CAMINO DEL PANTANO / IZQDA. / URB. VALLE DEL SOL.
LA RUTA: Hoy nos vamos al norte de Mutxamel a recorrer el cauce del Barranc dels Cocons y sus minas de ocre, subiendo al V.G del Sabinar y al Bec de l’Águila para hacerla más montañera en un bonito Track de mi amigo Julián Palomar.
Iniciamos desde la Urbanización Valle del Sol por la izquierda conectando con el Camino del Pantano con vistas a la Penya Migjorn de Xixona, Bec de l’Águila, y en la brumosa costa, a la Serreta de Alicante despertándose.
Más tarde, hacemos un giro a la derecha y otro a la izquierda sin perder de vista el Bec de l’Águila teniendo al frente la mole del Fontcalent y más al Este, el castillo de San Fernando y el mar en el litoral alicantino.
Aparece en escena el Tossal Redó (420 m.) cuando comenzamos a descender suavemente junto a una casa cueva para aperos y un poste con paletas informativas que marcan el inicio del barranco hacia la derecha.
El Barranc dels Cocons es una pequeña rambla que nace en la zona del Valle del Sabinar. Aguas abajo se une al Barranc del Juncaret para terminar su camino en la playa de la Albufereta. Su cauce serpentea entre la Serra Pelada, horadada por antiguas minas de ocre, y el Bec de l’Àguila.
En algunos tramos del barranco encontramos un lecho calcáreo, con diferentes saltos y pequeñas pozas o marmitas que ha excavado el agua en la roca caliza y que aquí se les denomina “cocons”, de ahí el nombre del barranco. Vemos un pozo sin protección.
Pronto tenemos el primero de los obstáculos de piedra caliza con algunos cocons. Es el Estret de Terol, que se puede salvar con facilidad. Tiene una larga abrazadera clavada en la roca para quien necesite apoyarse.
Es un cauce poco profundo de laderas separadas y de fácil tránsito con poco matorral y algún esporádico pino, aunque con las últimas lluvias está algo húmedo, por norma general suele ser una zona muy seca y árida.
Desde su lecho la única visión que tenemos es a la cima norte del Bec de l’Águila cuyo ascenso dejaremos para el final. Todo el lecho está marcado con las franjas verdes y blancas del SL-CV 155, alguna estaca y postes balizados.
Después de una curva está la Presa dels Cocons que tapona todo el cauce, es mejor salvarla por la izquierda para volver a bajar al cauce por el otro lado. Pese a las lluvias no hay retenida ni una gota de agua.
Viene un tramo llano de tierra y un poste balizado nos indica la cercanía de las Minas de Ocre. Si nos fijamos en la ladera de Serra Pelada veremos diversos montones de piedra y de tierra rojiza, son las excavaciones mineras.
Antes de comenzar a subir nos acercamos a una cueva que posiblemente sirvió de refugio o para aperos, es un trayecto de ida y vuelta que creíamos no repetir. Volvemos al sendero y comenzamos a subir a las minas.
En unas hay sendero y en otras es campo a través, no es mucho esfuerzo pero hay que tener precaución en todas las excavaciones ya que no hay nada protegido y hay algunos pozos. Casi todas son iguales excepto las que tienen una galería.
De ellas se extraía el ocre, comenzaron en el último cuarto del siglo XIX, y cesaron por la década de los 40 del siglo XX. Destacaron las minas de ocre en la pequeña Serra Pelada y en los laterales del Barranc dels Cocons.
Este mineral se usaba como tintura o pigmento, colorea con un tono rojo similar a la sangre. También en medicina, por su composición de óxido de hierro e incluso una utilidad no tan lícita para adulterar el chocolate, mezclado con cinabrio aumenta el peso y color.
Regresamos al sendero y por la izquierda ahora, empezamos a subir hacia el Sabinar es un surco muy resaltado por el paso de ciclistas. La altura nos deja ver una de las laderas moteada de pequeños montones de tierra rojiza de las excavaciones.
Pese a su poca altitud el desnivel es fuerte, aunque dividido en tres rampas utilizando sus laderas, que nos dan algún respiro con buenas panorámicas a unas sierras peladas y áridas, como indica su nombre, y al mar.
En el último trecho ya distinguimos el Vértice geodésico y poco antes de llegar las amplias miradas nos hacen detenernos. El Maigmó con el Cantal del Pixaor, les Penyes Rojes y la Escobella, la Penya Migjorn y el Cabeçó d’Or.
Alt del Sabinar (468 m.) nos hacemos la foto de rigor con vistas al mar y podemos otear todos los detalles del hermoso paisaje. Para la bajada utilizados otro sendero que nace junto al vértice y que luego se une al de subida en la segunda rampa.
Pedregoso al inicio y más suave después nos permite profundas miradas al final del valle con el Bec de l’Águila y el Cabeçó d’Or. Al llegar al sendero principal seguimos de frente sin pasar por la cueva hasta conectar con un camino.
Lo seguimos por la derecha hasta un letrero de huecos mineros, pozos que si están protegidos con barandas. Dejamos el camino por la izquierda y campo a través sin senda, tomamos dirección al Bec de l’Águila.
Es un tramo de unos 450 metros subiendo algunas antiguas terrazas de bancales abandonados y por las que no hay impedimentos. Cerca de las laderas del Bec de l’Águila enlazaremos con el Camí dels Cocons, que seguimos por la izquierda.
Obviamos el siguiente cruce y comienza un bonito y sinuoso recorrido bordeando las laderas oeste del Bec de l’Águila hasta su cara norte, donde un camino por la derecha sube por una especie de rambla que divide la montaña.
Por su vertiente izquierda el camino se torna sendero y aunque al final parece diluirse es fácil de intuir entre un campo de espartal. Seguimos al collado luego virando hacia la izquierda, a un puntal peñascoso.
Bec de l’Águila (475 m.) excelente atalaya sobre el barranco que acabamos de recorrer. Ahora vemos entera la Serra Pelada con el Sabinar y las minas de ocre, todo el valle hasta el mar y vistas a las grandes montañas.
El descenso se realiza siguiendo un sendero por la cresta que como en pequeñas plataformas va acercándose al valle fijando la mirada en el horizonte con el mar y un poco más a la izquierda el Cabeçó d’Or.
En la parte baja hacemos un giro a la derecha y mirando hacia atrás vemos la distancia recorrida desde la cumbre, luego enlazamos con el camino del Pantano para cerrar la ruta en la urbanización. Sencilla ruta con subidas algo exigentes a las cimas.