Hoy tocaba ruta senderista pero ha amanecido lloviendo y durará casi todo el día. Así que, cambio de planes y ruta turística. Como la lluvia va a persistir decidimos movernos bajo cubierto. Elegimos las Cuevas del Drach y el Rafa Nadal Museum Xperience.
Al no tener reservas previas fuimos directamente a las cuevas y una vez conseguidas para las primeras horas de la tarde, nos fuimos al Museum, donde las conseguimos eligiendo la hora. Mientras, visitamos una factoría de perlas majóricas cercana.
Nos hacía mucha ilusión la visita al Museum y la Academy de Rafa Nadal, nuestro mejor deportista, con una mentalidad y ética competitiva extraordinaria. Los pases son en grupos muy reducidos de familiares de los alumnos y visitantes.
A la espera de nuestro turno contemplamos las modernas instalaciones con varias pistas alrededor en las que ahora no están practicando debido a lluvia, pero vemos movimiento de alumnos cargados con las bolsas de raquetas.
Entramos por detrás de las vitrinas de trofeos y por la sala de proyecciones donde a intervalos van emitiendo cortometrajes de la vida deportiva de Rafa Nadal y su ética de competición. Luego, exposiciones de sponsors.
Una sala para las máquinas de realidad virtual con las que el deporte se puede ver, practicar y competir, en un entorno que la innovación y la tecnología te aseguran la máxima diversión en Tenis, Remo, Fómula 1, ciclismo de montaña, etc.
Exposición de raquetas usadas por Rafa Nadal y de algunos de sus mejores trofeos, con un espacio especial para Roland Garros, donde la gente se puede fotografiar junto a uno de los trofeos más emblemáticos del tenista.
Después una gran sala y vitrinas con objetos donados por grandes deportistas amigos de Rafa Nadal, con una figura a tamaño real de Pau Gasol y un espectacular coche de Formula 1. La visita termina pasando por la tienda oficial.
Las Cuevas del Drach ya eran conocidas durante la Edad Media. Hay documentos que confirman su existencia que datan del año 1338, y comenzaron a ser visitadas de forma esporádica durante los siglos XVIII y XIX. Fueros exploradas por el topógrafo y espeleólogo alemán M.F. Will en 1880, quien levantó el primer plano detallado, y por el espeleólogo francés E.A. Martel, quien en 1896, bajo el patrocinio del Archiduque de Austria Luis Salvador de Habsburgo-Lorena, descubrió la cueva que actualmente se visita, en la cual se haya el lago Martel.
Posteriormente, en el año 1926 M. Faura i Sans, con motivo del XIV Congreso Geológico Internacional, publica una nueva topografía actualizada. Las Cuevas del Drach han sido, desde las fases iniciales de exploración, un referente a nivel mundial en el estudio de los mecanismos de formación de las cavidades y de los precipitados de origen cárstico.
En el presente se están desarrollando varios proyectos de investigación, entre ellos un registro de las variaciones paleoclimáticas a lo largo de distintas eras, y sobre el efecto de las aguas termales que ascendían a través de fracturas en el terreno, y al mismo tiempo se está completando el estudio topográfico submarino, algo imposible hasta hace unos años.
Entre los años 1922 y 1935 se acondicionó parte de la cueva para poder ser visitada, y se puso en marcha la instalación eléctrica realizada por el ingeniero Sr. Buigas. El recorrido se inicia en la parte conocida como cueva de Luis Salvador que fue la última en ser descubierta en 1896. Al entrar se aprecia inmediatamente la elevada humedad ambiental, necesaria para el crecimiento de las formaciones.
Se inicia el descenso, disfrutando de la visión de múltiples formaciones a ambos lados del camino, y al final de la escalera podrán contemplar los “Baños de Diana”, pequeño lago junto al cual podrán observar la “Bandera”, una formación en forma de lienzo que combina varios colores debido a las filtraciones de diferentes minerales, y en el techo de esa misma sala se pueden apreciar miles de pequeñas estalactitas en estado inicial de crecimiento.
A continuación se pasa a otra sala, en la cual podrán observar nada más entrar, en la parte interior y a su derecha, el “Castillo en Ruinas”, y un poco más adelante el “Monte Nevado”, formación que debe su color blanco al carbonato de calcio que filtra la lluvia a través de las rocas. Siguiendo el recorrido ascendente llegamos al “Canal Azul”, visible a la izquierda y que debe su nombre al color del agua, y es de hecho una prolongación del lago Martel.
Después de subir y bajar unos escalones podrán observar a su derecha un grupo de estalactitas de un color blanco puro, que parecen velas. Atravesando una abertura en el muro llegamos al anfiteatro situado frente al lago Martel, donde se podrán sentar, y se ofrecerá a continuación un pequeño concierto de música clásica en vivo, de unos diez minutos de duración. Una vez finalizado tendrán la oportunidad de atravesar el lago en barca, a su izquierda, y usando el puente, a su derecha.
Durante el concierto rogamos mantener el máximo silencio, y no fotografiar o filmar. Debido a la pandemia se ha suprimido el paseo en barca por el lago Martel. Se inicia el ascenso hacia la salida, por medio de una escalera, pudiendo apreciar la enorme altura de esa cueva y un gran número de formaciones hasta llegar a la parte superior, junto a la puerta de salida, donde ya se nota el cambio de temperatura y humedad al acercarse al exterior.
Directamente nos vamos a Portocristo donde paseamos por el paseo marítimo de su bien resguardado puerto deportivo en un día de gran embate de las olas del mar. Observamos el catamarán de Rafa Nadal atracado.
Cerramos la tarde en el Far del Cap Salines se inauguró el 13 de agosto de 1863. Faro originalmente de 6º orden. Los terrenos eran propiedad del Marqués del Palmer el cual cedió al Estado la indemnización correspondiente a su expropiación. En un principio contaba con una óptica catadióptrica de 30 cm de diámetro para luz fija, del fabricante francés Henry Lepaute.
Al comienzo había dos marineros destinados en el faro para su servicio de abastecimiento. En 1917 comenzó la iluminación con carburo y una apariencia de 4+1 ocultaciones producida gracias a unas pantallas giratorias con mecanismo de relojería colocadas alrededor de la óptica. Posteriormente se instaló una óptica dióptrica de tambor y en 1957 fue modificada la apariencia luminosa del faro al mismo tiempo que se llevaba una línea eléctrica. Se colocaron destelladores de 32 V que producían una apariencia luminosa de 2+1 destellos cada 10 segundos.
Ese mismo año se puso en servicio una instalación de aerogeneradores, primera en España de este tipo, pero no tuvo éxito debido principalmente a la ausencia de viento con la constancia requerida, lo que motivó sus sustitución por dos grupos electrógenos. También en el año 1957 se produjo el recrecimiento de la torre en 6,5 m. para aumentar el alcance geográfico. En los años ochenta se incorporó el sistema fotovoltaico, siendo el primer faro de España que se alimentaba con paneles solares.
Cada otoño, una parte de las aves que viajan desde Europa hacia África para pasar el invierno cruza Baleares. Los mejores puntos de observación son Cap de Ses Salines y el archipiélago de Cabrera, aunque también salen al mar desde la costa del Cap Blanc, Caslviá o Andratx. Anualmente se cuentan más de 500 ejemplares de unas 15 especies de rapaces, y otras aves como cigüeñas o garzas.