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- EL ALT REDÓ DESDE LES CASES DEL SENYOR.
CÓMO LLEGAR: Por la CV-84 dirección Aspe, antes de entrar en Aspe, por la CV-840 dirección La Romana. En la rotonda toma la CV-834 Monóvar/Pinoso. En el cruce en forma de “T” tomar la CV-83 por la izquierda dirección Pinoso. En unos 3 km. girar a la izquierda por la CV-838 para llegar a Casas del Señor. Aparcar en la Plaza del Socarrat.
COMPONENTES: VICENTE, JUANJO, TONI, CERVERA, PELEGRIN, PACO VERDU, CERVERETA Y TELE.
ITINERARIO: CASES DEL SENYOR / IZQUIERDA / RUINAS / CASITA HIGUERAS / FONT DE L’ALMORQUÍ / CASA DE MADERA / ¿CEMENTERIO? / MONTE COTO / IZQDA. SENDERO / COLL PI DE LA FAROLA / ATAJO / CANTERA DE MARMOL / CANTERA / ALT REDÓ / SENDERO BAJADA / CAMINO / CASES DEL SENYOR.
LA RUTA: Ruta con mis amigos veteranos desde Cases del Senyor al Alt Redó, acortando el regreso por el bonito sendero que desciende por la cara norte, por detrás de la Garita Forestal entre el apretado pinar.
Iniciamos cerca de la Plaza del Socarrat atravesando la tranquila población por la rambla, ante la sorprendida mirada de un gato madrugador y admirando el campanario de la iglesia que el sol comienza a iluminar.
Buscamos por la izquierda el poste con paletas informativas del PR-CV 166 que se dirige hacia la Font de l’Almorquí por un camino que nos saca del pueblo entre vallas y muros de piedra de algunas fincas casi urbanas.
Camino poco cuidado y desaliñado por los trastos de alguna finca. Al dejar el pueblo atrás se torna pedregoso durante un tramo, pasando a terreno más firme entre antiguos bancales de secano donde sobreviven algunos almendros en flor.
El pinar invade los bancales de piedra seca, luego pasamos por una curiosa cata de cantera abandonada, donde todo son piedras amontonadas y la gente se ha entretenido haciendo numerosos mojones apilados.
Por la derecha tenemos las ruinas de un viejo corral que los pinos han tomado como propio. El camino se estrecha y adentra en el bosque donde vemos una construcción circular de piedras, quizás para la quema de la poda.
Entramos en un espacio más abierto con terrenos abancalados, sobre todo de almendros que siguen floridos. Admiramos el gran Caserío de l’Almorquí, por el que hoy no pasaremos; una de sus casas parece haber sido rehabilitada.
En otro recodo hay una caseta de aperos con dos grandes higueras que han sido podadas de forma irregular. El sendero vuelve a inclinarse subiendo junto a una valla con cañizo para llegar a un pequeño rellano.
A la derecha está la Font de l’Amorquí, de la que no vemos su caño, siempre está cerrada. Tenemos un cruce balizado, por la derecha se llega a Las Encebras y de frente por la pista entramos en el paraje de Monte Coto.
Junto a un panel descriptivo de Monte Coto hay también un poste con paletas del PR-CV 166 con indicaciones al Coll del Pi de la Farola. Por la ancha pista y con suave desnivel comienza una prolongada subida.
Después de unas miradas a una cantera abandonada, en un cruce a la derecha, siempre me ha llamado la atención un rústico cartel que dice “AQUELLA CASA AL COSTAT DEL CEMENTERI” haciendo referencia a una casa de madera.
Siempre hemos visto piedras en forma de lápidas con cruces, signos y nombres, pero hoy hay otros nuevos, una estrella de David, dos cruces de madera con nombres. Es extraño que haya personas enterradas. Deducimos que deben ser las cenizas de gente que han querido reunir en un mismo lugar.
Proseguimos en ascenso por la pista con miradas a otra cantera abandonada con las cicatrices abiertas. Las barreras para vehículos a motor hoy están bajadas, quizás se deba a que están haciendo el mantenimiento de la pista.
Comienza a acentuarse el desnivel de la pista haciendo varias curvas. En un punto marcado con mojones la dejamos por la izquierda, siguiendo un sendero entre la pineda que poco a poco se va reafirmando.
El sendero se interna en el bosque de pinos haciendo más llevadera la subida, rompiendo la monotonía de la pista a cambio de un silencioso recorrido entre matorral y pinos hasta alcanzar la parte alta de la sierra.
Coll del Pí de la Farola (852 m.). Emblemático cruce balizado de pistas y sendas para ciclistas y senderistas, con estupendas panorámicas al Puntal de Quiles (889 m.) abarrotado por un manto de tupido pinar.
Por la izquierda con vistas a la garita, iniciamos la subida a la cumbre. Protegido con cemento el camino comienza a elevarnos, para en una corta distancia dejarlo por un sendero a la derecha, que ataja una gran curva.
Este sendero con moderada inclinación entre el bosque de pinos hace más agradable la subida teniendo como referencia nuestra cima de hoy. Enlazamos con la pista de cemento con vistas a la otra vertiente con Cases del Senyor a nuestros pies.
Llegamos a la primera de las canteras abandonadas. Para quien no haya visitado ninguna, el espectáculo es inmenso. Las rectilíneas y pulidas paredes de mármol blanco impresionan. Ver con que precisión han sido cortados enormes bloques dejando escalonados vacíos en la sierra, nos dan una idea de lo fácil que es hacer desaparecer una montaña.
No me gusta que destrocen las montañas. Entiendo que es una industria muy arraigada en esta zona y practicada desde tiempos de los romanos. La variedad de mármol blanco marfil es apreciada en el mundo entero. Pero hay que poner freno al afán consumista y no permitir que una montaña pueda desaparecer.
Tras la segunda cantera tomamos de nuevo la pista de cemento que hace varias curvas con fuertes rampas de desnivel para llegar a la cima, a cambio de amplias vistas al valle de las uvas donde están preparando los bancales.
El Alt Redó (962 m.), con su moderna garita de vigilancia forestal ocupada por un guarda al que saludamos. Hacemos las fotos de rigor en el vértice geodésico con nítidas miradas a la sierra de la Pila (1.265 m.).
Después de un pequeño descanso emprendemos el descenso por detrás de la garita, donde hay un camino que en unas decenas de metros se torna en claro sendero delimitado por piedras y dos mojones a modo de puerta.
El bonito sendero llanea un poco hasta llegar al inicio del bosque de pinos donde hay dos estacas de madera a corta distancia con una barra de hierro que impide el paso a vehículos y tiene pintado en vertical “Sendero Peatonal”.
Comienza un bonito descenso entre un apretado bosque de pinar de ejemplares poco gallardos y espigados. El sendero se desliza entre el matorral y una zona donde hay pinos derribados por el peso de nevadas anteriores.
Vemos alguna escombrera de las antiguas canteras que han sembrado de grandes piedras la ladera impidiendo crecer los pinos. Ese es otro tributo que pagamos por el destrozo de la montaña. En algunos tramos hay que prestarle atención al sendero.
Conectamos con un camino más apacible que termina de descendernos de la montaña pero en terreno boscoso de pequeños y descuidados pinos. Tenemos vistas a las sierras que lindan con el valle que empieza a abrirse.
Vienen bancales de secano con almendros y olivos que nos acompañan hasta la entrada del pueblo de Cases del Senyor con su vertical torre de la iglesia. Todo sigue igual de tranquilo al cerrar la ruta en la plaza del Socarrat.
Nos desplazamos a Pinoso donde tenemos reservado para comer gazpachos y paella de arroz con conejo, de los que damos buena cuenta. No hay nada tan grato como comer con amigos comentando las vicisitudes de la ruta.
RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA POTABLE EN RUTA: NO.
DISTANCIA: 8,6 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 04:15 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 962 M. (Alt Redó)
ALTURA MÍNIMA: 557 M. (Cases del Senyor)
DESNIVEL POSITIVO: 420 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 425 M.
DIFICULTAD: MODERADA.