SERRA GELADA: DESDE LA CREU DE LOIX A LA PLATAJA DE L’ALBIR.

Posted by : Vaig a Peu sábado, 8 de agosto de 2020

Las dunas eólicas trepadoras de Serra Gelada se encuentran adosadas a su acantilado marino. Desde varios lugares de la sierra y, por supuesto, desde el mar se reconocen con su singular tonalidad clara adosadas a los acantilados. El mejor lugar de observación es el mirador de la Torre de Seguró, en la Punta de Les Caletes. Para llegar a este punto hay que seguir la carretera que sale del Racó de l’Oix en Benidorm y que lleva hasta la torre (el último kilómetro y medio hay que realizarlo a pie pues no está permitido el paso de vehículos). Los depósitos cuaternarios de dunas eólicas reciben el nombre de eolianitas. Las imponentes acumulaciones de Serra Gelada son muy peculiares ya que están constituidas por dunas trepadoras, nombre que alude a su capacidad de ascender por pendientes fuertes. Es un tipo de duna poco frecuente y estos afloramientos se encuentran entre los más desarrollados del mundo, tanto por el volumen de arena acumulada como por la altura que alcanzan. Las dunas eólicas se acumularon durante el Cuaternario, más exactamente durante el Pleistoceno superior (hace menos de 75.000 años). Se encuentran adosadas al acantilado marino de la Serra Gelada, que es un relieve situado en la Zona Externa de la Cordillera Bética, más precisamente en el dominio Prebético. Los taludes al pie del acantilado de la Serra Gelada se encuentran cubiertos por grandes acumulaciones de arenas cuyo volumen se aproxima a los 16 millones de m3. Estos materiales arenosos fueron transportados por el viento y originaron dunas trepadoras capaces de ascender por pendientes tan elevadas como la del talud de la sierra y alcanzar los 200 m de altura sobre el nivel del mar.
CÓMO LLEGAR: Autopista AP-7 a Benidorm, Salida por Playa de Levante/Callosa d’En Sarriá, bajar recto en perpendicular hacia la playa, Avenida del Mediterráneo, torcer a la izquierda hasta el Rincón de Loix, intentar aparcar en cualquiera de la calles adyacentes, puede resultar tarea difícil, en cuyo caso intentarlo por la carretera de la sierra, cuanto más alto aparquemos más tendremos que subir al regreso por el coche.

COMPONENTES: VICENTE Y CAROL.

ITINERARIO: INICIO / CRUZ DE L’OIX / COLLADO / POZO / CTRA. DE SERVICIO / DEPÓSITO DE AGUA / ALT DEL GOVERNADOR / DESCENSO / ÁREA RECREATIVA / PASEO MARÍTIMO / PLAYA DE L’ALBIR.

LA RUTA: Carol quiere entrenar para pirineos y hemos elegido esta preciosa ruta por sus constantes altibajos. Subimos con el coche hasta el rellano donde terminan las edificaciones. Susi se irá ahora a l’Albir y nos esperará en la playa.

Iniciamos por la carretera de la sierra. Al no tener que aparcar el coche nos hemos ahorrado la parte más dura de la subida por asfalto. Hace un precioso día y enseguida tenemos las primeras vistas al Puig Campana y a los altos edificios de Benidorm.

La altura nos confiere amplias miradas al mar con el Illot de Benidorm flotando en el horizonte. Las playas de la ciudad son estupendas pero no me imagino veraneando en el piso 37 de un rascacielos. Sobre nuestras cabezas aparece la Cruz de L’Oix.

No cogemos ningún atajo para llegar al final del asfalto y con vistas al Bérnia conectamos con el sendero con barandas de madera que rodeando la loma llega a la Cruz de L’Oix con un espectacular mirador. No hace mucho se utilizó para dejar reliquias y esparcir cenizas de gente fallecida.

Conectamos de nuevo con la senda principal que por la derecha nos desciende un poco, hacia una vaguada que remontamos en un cruce de lomas hasta alcanzar un gran hito de piedras apiladas. Las miradas son asombrosas.

Desde este punto comenzamos a tener claro el largo y accidentado recorrido hasta el vértice geodésico. La senda discurre casi pegada al borde de los acantilados, con lo cual tenemos siempre a nuestra derecha el paisaje marino y los espeluznantes cortados hasta el mar.

Emprendemos el primer descenso para remontar seguidamente hasta la cresta de la siguiente ola terrestre. Desde los diminutos collados entre bajadas y subidas, tenemos las mejores vistas de los abruptos abismos hasta el mar y el islote de la Mitjana.

Poco más adelante avistaremos los islotes de L’Olla y de la Galera, muy utilizados para las inmersiones de las escuelas de buceo. Este bonito trazado, con sus numerosas y acentuadas subidas y bajadas, nos puede servir como entrenamiento para las grandes rutas de alta montaña.

Pasada la mitad de recorrido comenzamos a distinguir el Penyal d’Ifach, y la muralla del Bernia. Mirando hacia atrás vemos el encrespado oleaje terrestre que ya hemos superado, con el ralo pinar y el manto de matorral serrano.

Tras la bajada y subida de la depresión más profunda y elevada de la última gran ola terrestre tomamos un respiro contemplando la zona montañosa, el Bérnia, Puig Campana, Ponoig, la Aixortá, el barranc de la Canal y la Mallada del Llop.

Hacia atrás la visión del mar de olas superado nos da una idea de los desniveles que hemos superado. Por la izquierda vemos la carretera de servicio, a la que la senda se une en un momento dado. Nosotros no lo hacemos, y continuamos por las lomas, ahora de menor tamaño, disfrutando de las últimas vistas de la parte más elevada de la sierra hasta el mar.

Cerca de un depósito que recoge agua para incendios, nos unimos a la pista que ahora es de cemento para superar una empinada cuesta que culmina en las antenas. A media subida ya tenemos vistas al mar, l’Albir, Altea y el Bérnia.

Por la derecha han remodelado la subida con senda, balizas y barandas de madera que nos llevan a la verja donde está el punto geodésico. Alt del Governador (438 m.) Al estar infectada de antenas no es una cumbre bonita, pero las vistas son maravillosas.

Volvemos a la pista y ahora por la derecha iniciamos la bajada. El descenso es rápido, el sendero serpentea por la ladera de la sierra evitando los profundos barrancos, entre una densa pineda que se acaba junto a unos chalets. Da un giro a la derecha para llegar al punto de información del Parc Natural.

Callejeamos entre chalets y apartamentos hasta el paseo marítimo de l’Abir, localizamos a Susi en la playa y tras un refrescante baño nos fuimos a comer a La Vila. Carol está en plena forma física para pirineos.