Posted by : Vaig a Peu miércoles, 6 de noviembre de 2019

Fontanars dels Alforins descansa sobre las tierras más altas y orientales de la Vall d’Albaida. La altiplanicie de los Alforins, abierto en la meseta y bordeado por la Serra Grossa y la Serra de Beneixama, conforma un mosaico paisajístico que combina viñas con cereales y olivos. Sus tierras mezclan arenas y márgenes arcillosos, formando uno de los más bellos sedimentos de la geografía española que aporta una riqueza singular para la práctica de la viticultura. El clima mediterráneo empieza su transición hacia el continental y el paisaje sorprende la retina en cualquier época del año. El joven centro urbano de Fontanars dels Alforins cohabita con numerosas heredades, bodegas, carrascales, tableos o mansiones señoriales rodeadas de pinares. Els Alforins fueron incorporados al Reino de Valencia el 1245 por las tropas de Jaime I, y dependieron de la villa de Ontinyent hasta 1927. En la provincia de Valencia, entre las comarcas de la Vall d´Albaida y La Costera, se encuentra un paraje colorido y precioso lleno de historia, de viñedos y de atractivos turísticos que lo convierten en un lugar único. Nada que envidiar a la Toscana italiana, con la que se le compara en numerosas ocasiones por ser una tierra igual, o más, de bella y equiparable. La asociación de bodegueros Terres dels Alforins es una asociación de viticultores y productores de vino que pertenecen a la DO Valencia. En la actualidad la constituyen 12 bodegas ubicadas en los términos de Fontanars dels Alforins, La Font de la Figuera y Moixent. Con intereses comunes y con el objetivo de unir fuerzas y emprender iniciativas empresariales trabajan por la puesta en valor de sus productos, del paisaje de la zona y los valores colectivos.
CÓMO LLEGAR: Por la A-7 A-31 dirección Albacete, salida en la nº 175, seguir por la carretera de servicio hasta la próxima rotonda, donde se enlaza con la CV-656 que pasa por delante del centro penitenciario, seguir hasta el cruce con la CV-660 que nos llevará hasta Fontanars dels Alforins. Aparcar cerca de la iglesia.
COMPONENTES: VICENTE, PEPE COVES, JUANJO, PEPE CERVERA, PELEGRIN / TELE Y VICENTE CERVERA.
ITINERARIO: FONTANARS / CA VENTURA / IZQ. CAMÍ DE LA FERRERÍA / CA MICÓ / CA EGEA / CV-660 / CA EL BALCÓ (RUINAS) / CA TRAVER / REF. CAZADORES / FORN ‘ARENAL DE CA TRAVER’ / CRUCE / FORN ‘BARRANQUET CA TRAVER / CRUCE IZQ. / HITO / FONT Y CA PLA DE MALLAURA / DESV. IZQ. / FORN ‘CA EL COLAUS’ / GIRO IZQ. / FORN ‘CA ELS COLAUS OEST’ / CA ELS COLAUS BODEGAS / CV-654 / EL RABASAL / IZQ. / RAMBLA DELS FONTANARS / CA ELS MICONS CA SAN EDUARDO / CA RULL / CV-660 / ASSAGADOR CA RULL / CORRAL DELS GOSOS / CORRAL DELS MICONS / CA BOSCÁ / CA ELS PINS BODEGA / FONT DELS PINS / CAMINO QUITA PESARES / CV-655 / FONTANARS.












LA RUTA: Hace unos nueve meses sin haber arrancado la primavera hicimos esta ruta, apenas vimos algún almendro en flor y las viñas estaban podadas en espera de los nuevos brotes y decidimos que había que volver en otoño.


Y henos aquí, pero esta vez con los amigos veteranos. Iniciamos desde la iglesia de la Verge del Rosari con su bonito campanario mediterráneo. Salimos del pueblo por camino de herradura, pasando junto a Ca Ventura.


Por la izquierda enlazamos con el Camí de la Ferrería y entramos en campo abierto y cuidado, con plantaciones de frutales, pero sobre todo bancales de viñedo vendimiado cuyas hojas se doran al sol antes de caer.


Los campos antes de llegar a Ca Micó han sufrido los estragos de las recientes lluvias torrenciales cuarteando sus bancales pero pese a ello el otoño comienza a colorear sus hojas y aparecen los primeros tonos rojizos.


Las parras de viñedo cercanas a la casa están en mejor estado y todavía se resisten al otoño. La gran casona encalada de blanco está custodiada por dos enormes higueras y un aguacate que está en plena floración.


Nos acercamos a la valla de Ca Egea en un corto tramo de ida y vuelta para admirar varios caballos alazanes y blancos que tiene en su yeguada. Apenas están separados en recintos con cintas, y al vernos  vienen a saludarnos.


Cruzamos la carretera CV-660 y entramos en la Ruta dels Forns de Calç, visitando alguno de los hornos más interesantes. También dejamos atrás la elevada torre metálica de una molineta para la extracción de agua de un pozo.


En unas decenas de metros nos adentramos por la derecha para visitar las ruinas de Ca el Balcó, un enorme y antiguo caserío bajo la sombra de unos espigados pinos, que en sus tiempos llegó a tener gran prestigio.


El camino sigue y frente a los campos de Ca Traver, hay un refugio de cazadores también en ruinas bajo una grandiosa carrasca centenaria. Sin techumbre, todavía conserva las troneras por donde disparaban a los jabalíes. 


Vamos girando a la izquierda entre campos dorados de viña para llegar al primero de los hornos, el Forn de Calç del Arenal de Ca Traver junto a un panel que describe sus características. En un cruce seguimos por otro camino.


Un poco más adelante nos desviamos un corto trecho a la derecha para ver el Forn de Calç del Barranquet de Ca Traver, éste algo mejor conservado. Volvemos al camino principal haciendo un recodo a la izquierda.


Vemos una rústica mesa formada con una piedra plana y otras que la rodean a modo de taburetes. Hacemos un giro a la izquierda y el camino va saliendo del bosque de pinar dejándonos ver hermosos bancales de cepas.


En campo abierto los viñedos vuelven a inundar el paraje de  matices otoñales. luego un gran hito de piedras junto al camino nos indica que debemos seguir recto, acercándonos a una enorme casona de campo.


Nos desviamos para entrar a ver el gran edificio de dos plantas de Ca el Pla de la Mallaura, que ha sido reparado y sigue en pie.  En su alrededor hay varias higueras formidables, aunque sin podar y su fuente y pozo parecen secos.


Por el otro lado salimos de nuevo al camino cerca de una araucaria pletórica. Hacemos otro giro a la izquierda para llegar al Forn de Calç de Cals Colaus, protegido en su parte alta con cuerdas e invadido por la vegetación.


Nuevos bancales de cepas deshojadas pero que en sus sarmientos todavía mantienen algunos pequeños racimos de uva que no fueron vendimiados. Entre los viñedos hay algunos recuadros de olivos con  telas de colores para recoger sus frutos.


Giramos a la izquierda y el camino de bajada pasa a ser de cemento, en su lado derecho tenemos el Forn de Calç de Cals Colaus Oest. En descenso vemos el amplio valle como acuarelas otoñales y la masía de Cals Colaus.


A medio camino a la izquierda, pasamos a ver unas enormes ancestrales tinajas de barro donde antiguamente envejecían los vinos. Al bajar seguimos observando los distintos tonos en los cuadros de viña, del verde al amarillos y al rojizo.











Llegando a la masía observamos una gran extensión de viñedos emparrados que tienen al inicio de cada hilera un rosal. Esto se hace para detectar el hongo del oídio, ya que tiene predilección por las rosas y actúan como detectoras del hongo.


Junto a la masía están ubicadas las Bodegas Heretat de Taverners, que al estar cerrada nos perdemos una cata de sus buenos caldos. Para continuar tenemos que cruzar la carretera de la Rambla la CV-6540.


El mullido camino herboso nos sitúa entre el Rabasal  por la derecha y la rambla de Fontanars por la izquierda con grandes extensiones de viñedos que colorean el paisaje, siendo una delicia sensorial su observación.


Comenzamos a subir poco a poco con una extensa panorámica de coloreados viñedos, al tiempo que unas tablas sin cultivar están tapizadas de un manto de florecillas blancas hasta la finca de Ca els Micons, donde inicia un suave descenso.


El declive se mitiga en las cercanías de dos grandes casonas en medio de un bosquete de altos pinos. Bordeamos la casa de Ca San Eduardo y pasando junto a la de Ca Rull, giramos para  cruzar la carretera CV-660.


Al lado del gran brocal circular de un antiguo pozo se inicia el assagador de Ca Rull, un rectilíneo camino que pasa al lado de las ruinas del corral dels Gosos, y gran extensión de viñedos con cepas  de increíble tono rojizo.


El assagador finaliza cerca del Corral dels Micons escondido entre el pinar, donde giramos a la izquierda, por camino sinuoso que sigue lindando con el pinar donde los viñedos destacan su colorido sobre la verde pineda.


Proseguimos el camino con miradas a Fontanars presidido por los frondosos pinares de las Penyas del Matxo y otra gran finca por la derecha entre los viñedos, Ca Boscá, que curiosamente tienen una barrica de roble a un lado del camino.


Más adelante vemos por separado, dos pozos o aljibes por su diseño morisco, que posiblemente servían como abrevaderos para el ganado, en las inmediaciones de otra finca entre viñedos de tonos marrones y cercana al pinar.


Pasamos paralelos a la umbría de la frondosa pineda donde está ubicada la Boedega Cals Pins. Entre su vallado y los pinos distinguimos hermosos corceles blancos y una gran casona que preside los extensos terrenos de la finca.


Al finalizar la valla, entre una gran tinaja de barro en la puerta de entrada y una oxidada vieja prensa de uva, el camino hace un giro a la izquierda pasando junto a la Font y el Aljibe del Pins con sus piletas abrevadero.











Con la vista puesta en Fontanars, enlazamos con el Camino Quitapesares, que entre cepas y viñedos nos conduce hasta el pueblo y su bonita plaza de la Iglesia donde cerramos esta seductora y cultural ruta apta para todos.

RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA POTABLE EN RUTA: NO.
DISTANCIA: 16,6 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 05:10 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 706 M.
ALTURA MÍNIMA: 577 M.
DESNIVEL POSITIVO: 281 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 295 M.
DIFICULTAD: MODERADA.

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