Posted by : Vaig a Peu domingo, 30 de diciembre de 2018

Encontramos Tinerhir en la carretera de las Mil Kasbahs, a 137 Km de Errachidía, y 169 km de Ouarzazate. Tinghir es un gran oasis de 85.000 habitantes, que se extiende unos 30 km de largo y de varios kilómetros de ancho. Está incluido en los oasis del sur marroquí, patrimonio de la humanidad, con abundancia de yacimientos geológicos y minerales y con una gran riqueza humana, sus palmerales, fuentes Khetaras y sus moussem. Los habitantes son descendientes de varias tribus bereberes que se asentaron en la zona rica en agua. De clima árido y seco la región del Drâa  experimenta  en otoño por las fuertes tormentas,  lluvias que pueden en pocos minutos convertirse en inundaciones devastadoras y causar muchos daños materiales y humanos. Antiguo puesto militar francés, capital provincial  a 1342 metros de altitud, centro comarcal. El nombre de esta ciudad significa la de la montaña,  en la lengua Tamazight,  que se habla en esta zona de Marruecos. En las dos últimas décadas, Tinerhir ha tenido un crecimiento urbano muy rápido, y en 2009, fue declarada provincia. La economía de la ciudad se basa principalmente en la agricultura, destacando las palmeras datileras, la artesanía ,el comercio y los servicios relacionados con el turismo. Muchas familias viven del dinero enviado a casa por sus parientes de inmigrantes en Europa. De gran importancia son las minas de plata de Imiter  a 30 km (dirección Ouarzazate), y de Oro-Plata de Tilouit, en la ruta hacia Nekob, faldas del Jebel Sahro. La ciudad tiene poco interés, destacar la Kasba de Glaui, ( Ksar Ait Ali Lhaj) con magníficas vistas desde la zona alta, es considerado uno de los monumentos históricos más antiguos de la ciudad. su construcción se remonta al siglo XV, esta en rehabilitación. Destacar igualmente la restaurada kasba de Seik Basu o Ali, y el antiguo barrio judío.

Madrugamos para el desayuno en el restaurante que está situado en la parte central de los apartamentos junto a la piscina. Tiene un gran espacio exterior, jardín con palmeras y cenadores, muy acogedor para época veraniega.

Hoy será un día de transición camino del desierto. Tendremos muchos kilómetros por delante e iremos  haciendo paradas en varios miradores para estirar piernas. El subir a las Gargantas del Dadés dependerá del horario.


La primera parada es antes de llegar a las Gargantas del Dadés, donde desde un espléndido mirador vemos los erosionados relieves montañosos de color rojizo, abruptos y estériles en las alturas pero con algo de cultivo en el valle.

Debido a la lentitud del tráfico rodado, se decide no subir a lo alto de las Gargantas del Dadés, el tortuoso recorrido sería muy lento para el autobús y perderíamos mucho tiempo. De esta manera todo será más relajado.


Antes de llegar a Tinerhir hacemos otra parada para contemplar el valle y la ciudad desde las alturas. Las casas están diseminadas por la ribera del río, que marca con su humedad una franja de vegetación en el curso de su cauce.

En la ciudad ya tenemos reserva en un restaurante para la comida. Situado junta al cauce del río, tiene una soleada terraza techada con toldos y coloridos tapices. El tipo de comida siempre es el mismo pero con muchas variaciones.


Tras la comida, el delicioso té con hierbabuena, relajada cháchara y nos asomamos al cauce del río, con poca afluencia de agua y encajonado entre las paredes de la montaña. De nuevo al autobús camino de las Gargantas del Todra.











Situadas a diez kilómetros al norte, en el extremo del valle, son unos angostos desfiladeros con paredes  de extrema verticalidad que superan los doscientos metros de altura. El autobús se queda aparcado a la entrada.












Tenemos por delante un kilómetro de sinuoso recorrido encajonado entre las altas paredes. Es carretera de cemento a la izquierda, con poco tráfico, pero ha que estar atentos, y a la derecha fluye el mermado curso del río Todra.












Las paredes son espectaculares, y a medio recorrido llama la atención unas construcciones pegadas a la muralla rocosa al otro lado del río. Era un hotel que ahora está cerrado debido a un tremendo derrumbe de enormes rocas.












Como es de esperar, cualquier hueco es bueno para montar un tenderete de venta para los turistas. Llegamos a la parte más estrecha del desfiladero, apenas veinte metros separan entre si las verticales paredes.


En la otra parte, el valle de Tamtatoucht se abre rodeado de nuevas montañas rojizas de gran altitud, mientras, la carretera continúa hacia dicha población montañosa donde se pueden ver hasta nueve kasbahs. 












Frente a nosotros, a la derecha, está situada una placa vertical extra plomada de gran altura que hace las delicias de los escaladores que vienen desde otros países. Con el zoom vemos progresar a algunos de ellos.


De nuevo en el autobús tomamos rumbo a Tinerhir donde pernoctaremos. Volvemos a hacer una parada en otro mirador, esta vez en la vertiente opuesta con lo que el valle del río Todra se expande en el horizonte.


Hay un puesto de pañuelos para turbantes y las chicas comienzan a revolotear eligiendo colores y con la ayuda del vendedor marroquí, probándose todos los modelos y aprendiendo a enrollarlo y sujetarlo en la cabeza.


Atravesamos todo el pueblo para llegar a nuestro hotelito que está apartado en una finca de campo. Se trata de un pequeño riad de dos plantas regentado por una familia. Pero la sorpresa está al entrar en su interior.












El colorido de su decoración es espectacular, con su fuente en el centro y los salones a su alrededor, las habitaciones están en la primera planta, que una vez distribuidas, el dueño nos muestra los salones y la terraza.


La parte exterior da a un gran jardín. En uno de los salones donde se va a servir la cena, que está preparando la familia, hay una chimenea encendida con sofás, almohadones y mesas que lo hacen muy confortable


Se solucionan pequeños problemas con duchas, toallas y calefacción. Después relajados, hacemos tiempo hasta la hora de la cena, revisando toda la casa y cómo no, tomando un buen té con hierbabuena, esta mezcla es más sabrosa.

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