Posted by : Vaig a Peu sábado, 17 de febrero de 2018

El interés geológico del Puig Campana es múltiple dependiendo de la disciplina desde la que se aborde. Presenta por una parte un interés tectónico ligado a su formación. Asimismo presenta interés geomorfológico por tratarse de una abrupta elevación muy cercana a la línea de costa. Igualmente presenta gran interés estratigráfico por ser uno de los pocos afloramientos jurásicos del Prebético de la provincia de Alicante. Desde el punto de vista hidrogeológico el Puig Campana es también muy interesante dado que constituye el principal reservorio de agua que alimenta la Font del Molí de Finestrat. El Puig Campana se encuentra situado en la Zona Externa de la Cordillera Bética y concretamente en el dominio Prebético. El Puig Campana, constituido por calizas de edad jurásica, se encuentra rodeado por materiales más modernos, de edad cretácica en su mayor parte. Por el sur (zona de Finestrat), asociados a una importante zona de falla, afloran arcillas y yesos rojos del Triásico. La mole del Puig Campana alcanza gran altura como consecuencia de fenómenos de origen tectónico asociados a empujes tangenciales de dirección este-oeste. En concreto lo que ha originado la gran elevación de los materiales jurásicos ha sido una gran fractura que desde la población de La Nucía recorre el borde este y sur del Puig Campana, pasa al sur de Relleu y continúa hacia el oeste. Esta fractura separa dos grandes bloques que se mueven oblicuamente uno con respecto al otro, lo que genera una compresión local que da lugar a la extrusión de los materiales calcáreos jurásicos, que constituyen el Puig Campana, sobre los cretácicos y terciarios que le rodean. Inicialmente, la altura alcanzada por estos materiales era muy superior a la que actualmente se observa. Las cotas actuales son sólo producto de una fuerte erosión posterior a la etapa de deformación. En el perfil del Puig Campana destaca una curiosa hendidura conocida como la brecha de Roldán, ya que tiene asociada una leyenda similar a la otra brecha del mismo nombre existente en Pirineos. Esta figura muestra un esquema explicativo del origen de estas muescas que pueden llegar a tener diversos tamaños. Las calizas se encuentran atravesadas por numerosas fracturas con apenas desplazamiento, llamadas diaclasas. Éstas, con el paso del tiempo, son ampliadas por la disolución del agua de lluvia e, incluso, cuando la altitud es suficiente, por el efecto de cuña de hielo en los fríos días invernales (gelifracción). Estos procesos llegan a producir un fuerte cuarteamiento de la roca en bloques de distinto tamaño. La fuerza de la gravedad hace el resto. Los bloques en situación inestable acaban desprendiéndose, alimentando los numerosos canchales que revisten las empinadas laderas especialmente las situadas en zonas de umbría. Las sierras de Bernia, Castellets y Serrella desarrollan también esta característica morfología en dientes de sierra.
CÓMO LLEGAR: Por la Autopista AP-7 hasta Benidorm, salida nº 65 BENIDORM (LEVANTE) / CALLOSA D’EN SARRIÁ, por la CV-70 hacia La Nucía, en la rotonda nº 5, la de Mercadona, tomar dirección hacia la Partida del Copet y el colegio Elian’s. En el colegio seguir por su derecha, dirección Polop hasta una casa de campo a la izquierda, con valla de obra de color ocre. Terminada la valla girar a la izquierda, hay un cartel del Camí al Mas de la Monja. En unos tres kilómetros llegaremos a un rellano donde podemos aparcar antes de llegar a la cadena que corta el paso.
COMPONENTES: VICENTE, PEPE Y SANTI.
ITINERARIO: APARCAMIENTO / MAS DE LA MONJA / PISTA IZQDA. / SENDA DCHA. / PR-CV 289 / REF. PINO / COVA DEL CREMAT / PIEDRA SUBIDA DIRECTA / REFERENCIA / PR-CV 14 CONEXIÓN / CIMA PUIG CAMPANA / SUBIDA A LA CREUETA /  BANCAL DEL MORO / CAVA DE NEU / COLL DEL POUET /  PR-CV 17 / FORN DE CAL / MAS DE LA MONJA / APARCAMIENTO.

LA RUTA: Hay montañas que tienen el don de la ubicuidad, vayas donde vayas, siempre hay un punto en que aparecen en el horizonte y son reconocibles a grandes distancias por su silueta o fisonomía; entre ellas el Bérnia y el Puig Campana.

Es la segunda vez que iniciamos desde el Mas de la Monja, queríamos añadirle alguna variante pero esta es una ruta bastante dura y técnicamente exigente, intentaremos antes de bajar, acercarnos a la Creueta.


Iniciamos desde un pequeño rellano donde el PR-CV 17 llega desde Polop. El ancho camino de tierra se inclina girando a la izquierda y tenemos las primeras vistas a la brumosa costa en un día despejado. Llegamos a la cadena que cierra el paso a vehículos.

Antes del incendio del 2009 era un pulmón para La Nucia, por desgracia ahora es una zona arrasada. Los discursos políticos para su regeneración, como siempre, han quedado en nada. Solo la naturaleza, que nunca miente ni falla, lo está consiguiendo, pero nada volverá a ser igual.

Sin dejar de subir, el camino comienza a rodear el Tossal Grau (669 m.) teniendo de frente una imagen poco conocida de las estribaciones del Ponoig  y las paredes del Puig Campana. Algunos retablos de almendros dan color al paisaje.


Terminamos de bordear el Tossal Grau y tenemos a la vista el Mas de la Monja actualmente muy deteriorado. Sin llegar a entrar, seguimos un corto tramo dejando el PR, para tomar otro camino por la izquierda, que nos baja al cauce del Barranc d’Iborra.


El camino remonta el cauce del barranco en dirección a las laderas del Puig Campana, con bonitas miradas a las crestas del Roget y a la costa envuelta entre la bruma. A diferencia de ayer la temperatura está subiendo, hace calor.


El desnivel sigue aumentando con lo que se acortan las vistas a la montaña,  entramos en la zona crítica del incendio del 2009, el matorral cubre de verde las laderas pero se percibe la falta de pinos y carrascas que fueron arrasadas.


Poco después el camino termina y debemos tomar un estrecho ramal a la derecha, que remonta ladera arriba varias terrazas abancaladas arrasadas por el incendio, la trocha se pierde y se recupera, cuesta esquivar los troncos de pino caídos.


Avanzar por el enjambre de ramas y subir por los muretes derruidos resulta trabajoso, en la parte baja es donde más se acumulan los restos quemados. Por suerte, de las piñas caídas en el incendio están brotando nuevos retoños.




A medida que subimos se va aclarando el panorama y es más fácil continuar. Alcanzamos el PR-CV 289 que circunda el Puig Campana, sin arboleda y también afectado por el incendio. Al menos, las vistas siguen siendo maravillosas.


Proseguimos por la izquierda. Poco más adelante llegamos a una especie de rellano donde hay una piedra grande con las marcas del PR y un poste con paletas informativas de la Cova del Cremat, junto a un matorral.


Antes de comenzar a subir decidimos indagar la ubicación de la cueva. Tras el matorral hay una especie de socavón y entre las rocas parece haber algún agujero de entrada pero no está nada claro, debe tratarse de una sima y lo dejamos.


Volvemos al poste, y por la derecha, comienza la subida directa a la cima. Los primeros hitos cuestan un poco de localizar, pero una vez hecho hay que intentar no perderlos, ya que no hay senda definida, tan solo rastros de senda.


Nos dirigimos hacia unos roquedos en una subida fuerte y constante con pocas referencias por delante. El calor comienza a hacer mella y no podemos quitarnos más ropa. Aparecen pintados unos puntos rojos que refuerzan los hitos.


Cogemos altura con fluidez pero debemos estar muy atentos a los hitos y puntos rojos, hay momentos que se hace difícil localizarlos, por lo que  no perdemos de vista el Track del GPS. Desde los roquedos tenemos unas vistas impresionantes.


Alcanzamos enormes rocas casi gemelas que rodeamos por la parte de arriba, entre ellas queda una ventana natural por la que obtenemos preciosas miradas a la costa. Los hitos y marcas toman dirección hacia una gran barrera rocosa.


Transitamos por la base de las paredes con dificultad para encontrar nuevas señas, que una vez localizadas, hitos y puntos rojos, nos ayudan a superarla por la izquierda entre un bosquecito de carrascas.


Subimos plataformas, la siguiente más elevada que la anterior, y en las miradas al mar calibramos el desnivel acumulado. Y por fin, una referencia, por la izquierda vemos el Pic Prim, y cómo no, la gran muesca del gigante Roldán: el Portell del Puig Campana.

Para los que conocemos esta montaña sabemos que al ver el Pic Prim (1.318 m.) ya hemos superado en altura el Bancal del Moro y estamos muy cerca de la cima. Alcanzamos el PR-CV 14 con gran regocijo. Seguimos sin ver la cumbre pero sabemos que está a unos metros.


Puig Campana (1.408 m.) segunda altura de la provincia y quizás la más conocida por su peculiar forma que le da nombre. Se encuentra a tan solo siete kilómetros del mar que hoy se mantiene brumoso, buenas miradas al Divino y Aitana.


Iniciamos el descenso hacia la cara norte. Cogemos la senda que baja por el cordal y que es algo más directa para llegar al Collado del Bancal del Moro. Al haber tantos cruces de sendas, intentar siempre ir a la derecha.


Desde el collado vemos la ubicación de la Creueta, hoy bastante visible. Distinguimos dos personas que lo están intentando pero van por el lado equivocado. Nos acercamos hasta la base de las rocas pero desistimos, el calor nos ha dejado tocados.


Regresamos al collado tomando el sendero, empieza un descenso veloz, las rampas y zigzag se suceden deshaciendo desnivel con rapidez, no hay mayor dificultad pero hay que prestar mucha atención a los resbalones.











Después las lazadas se alargan y son menos verticales,  se sosiega la bajada con miradas a las paredes que dejamos atrás y por delante todo lo acaparan el Penyó Divino, els Castells, Sella, Aitana y el Coll del Llamp que va creciendo.


Entramos en un pequeño bosque de pinos y un poste vertical nos indica la corta senda de ida y vuelta al Pou de la Neu del Puig Campana, pequeño pozo que  ha sido cercado para hacerlo más visible. Es una zona reforestada.


Llegamos al Coll del Pouet y por el ancho camino de la izquierda, PR-CV 17, nos llevará de regreso. El Puig Campana se ha comprimido y en el otro lado vemos los grandes paredones del Coll del Llamp y el Ponoig.


Con un desnivel aceptable, el camino va girando a la derecha entrando en la parte alta del Barranc d’Iborra, abriendo el pequeño valle al mar que vuelve a copar nuestro horizonte. Nos prolongamos bajo la zona quemada en el incendio, y el Puig Campana nos va mostrando sus mil caras.


De camino nos detenemos en unas barandas donde han restaurado un viejo horno de cal, que hasta la aparición del cemento fue la materia prima en las construcciones rurales. Se obtenía a partir de la oxidación de la piedra caliza por efecto del calor (>1000º C).


Dejamos atrás el Mas de la Moja entre los campos de almendros en flor, y proseguimos el camino hacia la cadena para cerrar la ruta un poco más abajo, dando las últimas miradas al Puig Campana y al Ponig.


Rigurosa ruta realizada, conociendo una cara distinta de esta montaña. Recomendable pero con matices, solo para gente con experiencia, acostumbrada a rutas técnicamente exigentes y que sepan desenvolverse sin sendas.





RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA POTABLE EN RUTA: NO
DISTANCIA: 12,1 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 06:00 HORAS,
ALTURA MÁXIMA: 1.409 M. (Cima del Puig Campana)
ALTURA MÍNIMA: 465 M. (Aparcamiento del Mas de la Monja)
DESNIVEL POSITIVO: 1.010 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 994 M.
DIFICULTAD: DIFÍCIL.


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