Posted by : Vaig a Peu martes, 31 de octubre de 2017

El inapreciable conjunto de sus valores condujo al Gobierno de Navarra a la declaración de estos territorios como Parque Natural en aras a garantizar su conservación en armonía con el mantenimiento de los usos tradicionales y los nuevos usos asociados al disfrute de la naturaleza. Con el objetivo de garantizar la supervivencia a largo plazo de las especies europeas y los hábitats en los que viven, la Unión Europea desarrolló la Directiva Hábitat 92/43CE, relativa a la conservación de hábitats naturales y fauna y flora y de la fauna y flora silvestre, que propone la creación de una Red Natura 2000 integrada por una selección de espacios naturales que, en conjunto, alberguen una muestra representativa de las especies de fauna silvestre europeas y de sus hábitat naturales. En virtud de sus valores naturales y de todo tipo, el Parque Natural de Urbasa y Andia fue designado como Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) y posteriormente se aprobó el Decreto Foral por el que se designa como Zona Especial Conservación (ZEC) para formar parte de la Red Natura 2000 de Navarra. El futuro del Parque Natural está también llamado a compatibilizar la conservación de sus valores con el mantenimiento de los usos tradicionales y los nuevos usos relacionados con el disfrute de la naturaleza.      
CÓMO LLEGAR: Desde Alsasua, por la carretera  de Urbasa NA-718 hasta la Casa y Centro de Información del parque natural, hay algunas plazas para aparcar y poco más adelante, también por la izquierda, hay un parking.
COMPONENTES: VICENTE Y SUSI
ITINERARIO: CENTRO DE INFORMACIÓN / IZQ. DESVÍO / 2º PARKING / CARBONERA /  DESVÍO 2 / DESVÍO 3 / EL MELENAS / EL ÁGUILA / CUEVA / EL PUENTE / COCODRILO / GIGANTE / CALLEJONES / EL DOLMEN / EL CARACOL / DCHA ARRIBA / PASO 1 / CRESTA / UMBRÍA / CRUZ DEL BARGAGAIN / COCODRILO 2 / BUITRE / BOLA / DERECHA / PASO 2 / EL HAYA / BAJADA IZQ. / ENLACE / REGRESO / CENTRO DE INFORMACIÓN.


LA RUTA: Hoy es nuestra última ruta, mañana partimos. Si la de ayer culminó nuestros sentidos, ésta agudiza el ingenio y es un canto a la naturaleza que ha moldeado a su antojo la piedra caliza, la humedad y el musgo han hecho el resto.


En estas fechas el Centro de Información está fuera de servicio. Iniciamos caminando por el arcén izquierdo de la carretera durante unos quinientos metros para desvíanos a la izquierda, entrando al área recreativa del sendero de Morterutxo.


Grandes hayas nos reciben al meternos en el bosque, seguimos recto pasando por una pequeña charca vallada con troncos. El camino continua atravesando un prado donde pacen algunos caballos y otros están tumbados al sol.










Poco más adelante llegamos a la cabaña de pastores, de pequeñas dimensiones y en forma de triángulo, junto a la carbonera, que mantienen en pie como muestra de una actividad antaño muy importante, y ya extinguida.


Es un camino llano y húmedo que sin llegar a penetrar en el bosque nos mantiene en sus riberas, cerca de enormes hayas entre pastos y hojarasca. Por unas estacas de madera pintadas de blanco y verde (SL), vamos torciendo a la izquierda.











El bosque comienza a cambiar, las hayas aparecen más agrupadas y rectilíneas. buscando la luz del sol,  el suelo se alfombra de hojas caídas. Hace un día precioso  bajo el palio del ramaje de la arboleda que filtra la luz.


En ligera subida vamos entrando en hayedo encantado, se muestran las primeras formaciones rocosas, curiosamente sobre todas ellas crece el verde, el verde intenso y mullido del musgo, los líquenes y los helechos.











El hayedo encantado de Urbasa se llama así porque eso es exactamente lo que parece. Hoy no hay niebla pero no pierde su magia. Ese aire misterioso no se lo dan los troncos retorcidos ni las ramas que se entrelazan en las copas.












Tampoco es por el suelo esponjoso, ni por el musgo que cubre las piedras y los árboles. Lo que hace casi irreal a este lugar es que toda esa masa fantástica pueda crecer sobre una superficie violentamente kárstica.









Durante millones de años las filtraciones de agua fueron erosionando las rocas, disolviéndolas, creando formas increíbles y fantasmagóricas. Hay dolinas, esas depresiones que ocurren cuando el subsuelo queda hueco y la superficie se desploma.










Innumerables simas, ventanas talladas en pedruscos descomunales, menhires y dólmenes labrados por la naturaleza, y sobre todo ello crece el verde: las raíces se abrazan a las rocas, los líquenes envuelven los peñascos. Es el encanto en estado puro.










El itinerario a seguir resulta muy difícil de definir, en nuestro GPS hemos descargado un track con los waypoints de algunas figuras ya definidas o bautizadas, pero esto es aleatorio y puede servir como guía del trazado.


Lo importante y quizás más adecuado, sería utilizar el track como “senda principal” y dejarse llevar por la intuición, explorar todos los rincones, mirarlo todo desde distintas posiciones, siempre hay un matiz diferente.










Vamos viendo las figuras clásicas, como el Águila, el Cocodrilo, el Gigante, que la imaginación popular ya tiene bautizadas que realmente son espectaculares. Descendemos entre angostos pasillos con troncos de árboles caídos.










Entramos en laberintos y callejones sorprendidos de tanta naturaleza en estado puro, la lucha de las hayas por arrebatar espacio a las rocas para seguir subiendo buscando la luz del sol, y las rocas, caracterizadas con mantos de verde musgo.


En muchas ocasiones son las rocas las que mantienen su equilibrio gracias a que los troncos de las hayas las apuntalan y les permiten seguir en pie, formando parte de grandes estructuras extrañas e inverosímiles.


No perdemos de vista en el GPS el “sendero principal”, tenemos que ir girando a la izquierda y subir un poco más. Buscaremos el Dolmen y el Caracol, entrando en nuevos recovecos y rincones sin salida de los que hemos de volver.










Alcanzamos otra vez el Sendero Local (SL), siguiéndolo por la derecha hacia arriba. El bosque de hayas predomina sobre las piedras. Pasamos una portilla alambrada y continuamos subiendo por otro sendero por la loma.


Entre hayas y robledal llegamos a una especie de collado en la cresta de la sierra, la claridad de este precioso día nos ofrece prolongadas vistas a la Sakana, Alsasua, el valle a nuestros pies, y la sierra de Aralar.


Durante un tramo seguimos la cresta por la izquierda (Oeste) cumbreando la sierra con grandes panorámica a ambos lados. Luego tomamos una senda que discurre por la umbría, la parte norte de la cresta.


En estas fechas parte del sendero está mojado y hay que estar atentos a la hojarasca para evitar resbalones. Pese a ello, es una bonita opción que cruza la ladera al pie de la rocosa cresta con buenas vistas.


Al salir de la umbría tenemos una preciosa imagen de la plataforma rocosa del Bargagain que sobresale en el vacío con su cruz metálica y el punto geodésico, con una gran panorámica al valle pintado de otoño.


Cumbre del Bargagain (1.156 m.) disfrutamos de maravillosas vistas de Oeste a Este la de la Sierra de Altzania, seguido del Aitzkorri y la sierra de Aloña, en frente tenemos el Txindoki (Larrunari) seguido del Puxerri y el Santuario de San Miguel de Aralar, terminando con el Beriain.










Tras el almuerzo comenzamos el descenso, por un sendero que se desvanece a menudo y luego se reafirma. Es una bajada suave entre un bosque de troncos quebrados y luego de hayas majestuosas y altivas.


Llegamos a otra versión del Cocodrilo, menos grandiosa pero con gran similitud. En esta zona hay menos humedad y las rocas no están cubiertas con grandes cantidades de musgo dejando libre la imaginación.









A medida que bajamos la humedad se incrementa y troncos y rocas vuelven a cubrirse con el manto verde del musgo. El Buitre es otra figura muy definida con su curvado cuello apoyado en el haya que lo mantiene en equilibrio.










Nuevos arcos y piedras en suspensión entre la arboleda, dejamos atrás la Bola de la que parece haber dos versiones, una algo más alargada. Hacemos un giro a la derecha y cruzamos el paso de una valla alambrada.









En este trecho tenemos dificultad para conectar con la posición de el Haya-Sima y decidimos acortar un poco la ruta bajando por una especie de terraplén hasta ensamblar con el Sendero Local (SL), por el que habíamos subido al inicio de la ruta.


Ahora solo nos queda repetir camino por el Sendero Morterutxo y por el arcén de la carretera llegar hasta la casa del Centro de Información donde cerramos la ruta. Un precioso día soleado en el que hemos dado rienda suelta a nuestra imaginación.

RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA POTABLE EN RUTA: NO.
DISTANCIA: 11.7 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 05:30 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 1.156 M. (Cima del Bargagain)
ALTURA MÍNIMA: 868 M. (Centro de Información)
DESNIVEL POSITIVO: 440 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 440 M.
DIFICULTAD: MODERADA.

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