Posted by : Vaig a Peu sábado, 4 de febrero de 2017

Si reflexionamos sobre las faldas, y eminencia del monte Carche, descubriremos en el momento, un gran libro de historia natural. Sus producciones son capaces de satisfacer, y alimentar la botánica más diligente. Todo él, arroja inmensidad de plantas, y en suma no es otra cosa, que una selva espesísima.”  Juan Lozano, 1794. La Sierra de las Pansas constituye un conjunto montañoso de cierta elevación, representando una continuación morfológica y forestal del macizo del Carche por su parte NE, del que queda independizado en cierto modo a través de los barrancos del Saltador y de la Yedra. Está integrada en el declarado Parque Regional de la Sierra del Carche y es la parte del parque perteneciente al término municipal de Yecla. El resto del parque pertenece al término municipal de Jumilla. En las Pansas se presenta un paisaje forestal de gran valor. La parte norte del macizo es la más interesante, donde se encuentran barrancos y algunos peñascos rocosos en las partes altas que resaltan entre el pinar. Su altitud máxima es de 1.036 m. sobre el nivel del mar. Existe un pequeño manantial en las faldas de la umbría de las Pansas, y algunas cuevas como la de Jaime el Barbudo, de la que la tradición popular afirma que fue lugar de escondite de este famoso bandolero. Se han realizado algunas repoblaciones con pino carrasco en zonas puntuales, pero la mayoría del pinar es de origen natural, encontrándose en la umbría de la sierra y en algunos barrancos las zonas más interesantes; cubierta de un apretado pinar al que acompañan encinas, así como matorrales que forman una maquia impenetrable. La fauna se concentra fundamentalmente en los distintos nichos ecológicos que conforma el bosque y en el matorral de la sierra, destacando la presencia de especies que viven en medios forestales bien conservados y que constituyen la mejor demostración del alto valor ecológico de la zona. Entre los mamíferos hay que señalar la abundancia del jabalí.
CÓMO LLEGAR: Salida en dirección a Aspe por la CV-84, sin entrar en la población seguir por la CV-846 a La Romana, en la rotonda continuar por la CV-834 hasta conectar con la CV-83 hasta Pinoso. Tomar dirección Yecla por la C-3223, al poco de pasar el desvío al Raspall, girar a la izquierda por la MU-15 A dirección Jumilla, continuar durante 5,8 km aproximadamente, poco después del punto kilométrico 16. Aparcar junto a las ruinas de la Venta Pelavivos.

COMPONENTES: VICENTE

ITINERARIO: VENTA PELAVIVOS / CASA DE LAS PANSAS / FUENTE DE LAS PANSAS / BARRANCO DE LA LINDA / CIMA DE LAS PANSAS / CRUCE REGRESO / PISANA / CERRO DEL GATO / RAMBLA DEL SALTADOR / DERECHA / FUENTE DE LAS PANSAS / VENTA PELAVIVOS.

LA RUTA: Hoy me he quedado sin compañeros de ruta y cuando voy en solitario suelo ser más prudente en la elección del itinerario, eso sí, siempre innovando y buscando nuevos senderos. La Sierra de las Pansas forma parte del Parque Regional de la Sierra del Carche quedando separada por el Barranco del Saltador.

Iniciamos desde las  ruinas de la Venta Pelavivos, antiguo caserón abandonado a los pies de un montículo y junto a un bancal de descuidados olivos centenarios. Cruzamos la carretera para tomar un ancho camino que tenemos enfrente y que toma dirección hacia la frondosa umbría de la sierra.

Hace un día deslavado y sopla un poco de aire. Apenas tomamos un poco de altura y tenemos grandes panorámicas hacia nuestras espaldas, con el gran caserío de Pelavivos que en sus tiempos debió tener mucha actividad, la enorme barrera montañosa de las crestas de la Sierra del Serral y la Sierra de Salinas.

Pronto llegamos a la Casa de Las Pansas, también en ruinas y ubicada sobre un promontorio que domina toda la umbría de la sierra. Debió tener rebaños y plantaciones a su alrededor. Las vistas se amplían con la pequeña Sierra de Enmedio. Un poco más arriba, en un rellano, está la Fuente de Las Pansas.

Antiguo manantial natural de agua en el que el agua afloraba en superficie. Formada por una depresión de piedras de unos 3 m. de diámetro y rodeada por juncos. Actualmente seca, hasta hace pocos años aún tenía agua, siendo abrevadero natural para el ganado. Ha sido utilizada al menos desde la época romana.

Por la izquierda de la fuente tomamos una senda que nos introduce en la umbría del prieto bosque de pinos, de ejemplares poco esbeltos pero altos y delgados que buscan la luz del sol,  donde abunda el matorral bajo con romero, coscoja, madroño y sabina. Observamos que muchos pinos han sido quebrados por el peso de las últimas nevadas.

El sendero serpentea entre el bosque y toma dirección hacia el Barranco de la Linda. Es un agradable caminar con poco desnivel. En el húmedo suelo se distinguen algunas pisadas de animales, mayormente de jabalí. Poco antes de llegar al cauce del barranco el sendero hace un fuerte giro a la derecha.

El cambio de rumbo propicia el comienzo de una fuerte subida, el terreno es más rocoso y el desnivel se encrespa entre pinos de mayor tamaño. Más tarde la senda vuelve a girar a la izquierda donde el desnivel pierde fuerza, los pinos están más separados y en la loma alcanzamos un ancho camino.

Pasamos por el punto marcado de regreso, ahora el trayecto a la cima es de ida y vuelta. Llegamos a una especie de rellano donde termina el camino. Seguimos adelante por un sendero incipiente donde la vegetación vuelve a apretarse y en un promontorio rocoso vemos el punto geodésico.


Cima de Las Pansas (1.035 m.) El cielo sigue enmarañado y gris, con cortas y brumosas vistas entre las ramas de los pinos que pueblan la cumbre, a la Sierra de Salinas, el paraje Pisana y el Carche, el hermano mayor de este parque natural, en la umbría podemos ver Barranco de la Guarafía.

Deshacemos regresando hasta el camino, y estando atentos a un mojón de piedras a la izquierda que nos marca el cruce de regreso.  El nuevo sendero recorre la loma sin bajar demasiado y termina en el Camino del Raspay que seguimos por la izquierda unos 20 metros, para dejarlo por una pista que nace hacia la derecha.


En esta zona volvemos a ver muchos pinos tumbados o con ramas rotas y desgarradas. Cerca hay un espolón rocoso con encinas y un rellano labrado con una pequeña balsa o abrevadero circular. El camino se torna sendero y nos lleva por la parte alta de Pisana, con vistas al valle y a la Sierra del Carche.


Este sendero enlaza con otro que viene desde la Fuente de Las Pansas, a la altura del Cerro del Gato (963 m.), al que vamos dejando a nuestra derecha en tanto vamos bajando por una especie de barranquera inclinada, tramo en mal estado pero con grandes vistas al manto verde del pinar del Carche.


Llegamos al fondo del valle conectando con el Camino de la Solana del Gato que seguimos por la derecha. Vemos la boca de una pequeña cueva y los bancales en producción  de las Casas de Pisana. Hacemos una corta subida entre bancales labrados y un enorme pino derribado, la nieve ha hecho estragos.









Arriba, subiendo sobre unos peñascos tenemos una profunda mirada aérea del Barranco del Saltaor, por el que hace unos meses hicimos una preciosa ruta. En la otra parte vuelve el valle y la Sierra del Serral. Por la vertiente del barranco tomamos la senda que discurre en descenso entre el cauce y las rocas.


Es quizás la parte más salvaje y bonita del recorrido, circulando cerca de grandes peñascos y ladera de pinos, teniendo que saltar sobre el tronco algún viejo ejemplar caído con anterioridad, que cruza el sendero que luego se ensancha, y tenemos el primer cartel del Barranco del Saltaor.


Continuamos por camino ancho salvando otro gran pino derribado, dentro de una zona que también han sufrido grandes daños en el ramaje y las copas, es la poda natural. Arribamos al aparcamiento donde comienzan las rutas por el barranco, siguiendo por la ancha pista de acceso al lugar.


Proseguimos por el Camino de la Umbría del Carche entre cuidados bancales de almendros con las yemas hinchadas pero sin florecer todavía. Poco antes de llegar a una casa de campo que tiene una gran balsa de agua, giramos a la derecha para continuar entre los campos de cultivo de la propiedad.


Caminamos pasando por un muro de piedra seca, donde empezamos a vadear la Rambla del Saltaor, poco profunda en este tramo. Arriba, el sendero se define más  y nos pasea por la umbría con vistas algo más claras por delante y por detrás. Al ir paralelos a la carretera pronto volvemos a ver las ruinas de la Venta Pelavivos.


Sin salir del bosque de pinos el sendero se torna camino, y nos asciende un poco hasta cerrar el círculo de la ruta al llegar la  Fuente de Las Pansas, donde repetimos camino a la Casa en ruinas y continuamos hasta la Venta Pelavivos. Ruta sencilla y agradable por un bonito entorno boscoso.
RECORRIDO: CIRCULAR.

AGUA EN RUTA: NO. (La fuente de Las Pansas está seca)

DISTANCIA: 10,3 KM.

TIEMPO EN MOVIMIENTO: 03:00 HORAS.

ALTURA MÁXIMA: 1.035 M. (Cima de las Pansas)

ALTURA MÍNIMA: 727 M. (Venta Pelavivos)

DESNIVEL POSITIVO: 485 M.

DESNIVEL NEGATIVO: 485 M.

DIFICULTAD: BAJA

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