Posted by : Vaig a Peu lunes, 1 de agosto de 2016

El trayecto de esta ruta discurre en su totalidad por el Parque Forestal de la Granadella. Una zona virgen de construcción que linda con el mar y de gran valor ecológico, paisajístico y cultural. La belleza de esta ruta reside en la combinación de mar y montaña, con magnificas vistas de acantilados, del Montgó, del valle y de la bahía de Xábia. A lo largo del recorrido además de la importante riqueza y diversidad natural, podemos observar el interesante patrimonio cultural compuesto por construcciones tradicionales, minas de ocre (explotadas hasta finales del siglo XIX), “pesqueres”, hornos de cal, etc. Elementos que demuestran que el hombre y su actividad pueden mantener el equilibrio y la armonía con la naturaleza. Como construcción más relevante a destacar las ruina de una pequeña fortificación costera en forma de herradura erigida en 1739 y conocida como el Castell de la Granadella. Este castillo formaba parte del sistema litoral defensivo de las costas valencianas, acosadas desde la conquista cristiana por las incursiones de los piratas norteafricanos. Desde el Castell se divisa la isla del Descubridor o de Ambolo y la Torre del mismo nombre, otra de las fortificaciones dirigidas a la vigilancia y defensa costera. Tanto el Castell de la Granadella como la Torre d’Ambolo están declarados Bienes de Interés Cultural.
CÓMO LLEGAR: Autopista dirección Valencia, Salida número 62 ONDARA/DENIA/JÁVEA. Continuar hacia Xábia, a la entrada del pueblo por la Avenida del Plá coger la CV-742 dirección la Guardia, ya hay carteles con indicación de la Cala de la Granadella. Continuar durante 4 km, girar a la derecha y tomar la carretera de la Granadella CV-7420 durante 3 km. Girar a la derecha hacia el Camí de Teulería y en aproximadamente 1,5 km llegaremos a la Cala de la Granadella. Aparcar en la rambla que va al mar. Frente a los restaurantes hay un cartel informativo de la ruta.
COMPONENTES: VICENTE, SUSI, PEPE Y TERE.
ITINERARIO: PARKING / IZQUIERDA / MIRADOR / CASTELL / CRESTA / MIRADOR DE LLEVANT / VARIANT TEULERÍA / VARIANT GURUGÚ / DERECHA BAJAR / PARKING.

LA RUTA: La cala de la Granadella con 220 m. de longitud y 24 metros de anchura media, es uno de los pequeños tesoros de Xábia. Para acceder a la playa existe una carretera de abrupta pendiente que, poco a poco, exhibe la belleza que la playa esconde. Se toma desde la carretera Cabo de la Nao, a unos dos kilómetros aproximadamente antes de llegar a él.

La playa La Granadella es una pequeña y bonita cala de grava y roca situada en la zona más meridional de Xábia. Un lugar idóneo para la práctica del submarinismo por su cómodo acceso, la abundante información y sus aguas cristalinas. Ha obtenido bandera azul desde 1987 y considerada varios años una de las mejores playas de España.

Vale la pena madrugar un poquito para obtener un buen sitio en el parking, cerca de la playa y del inicio de la ruta. Apenas hay gente todavía, han caído unos gotas esta madrugada pero se está despejando. Iniciamos por la rambla del aparcamiento para girar enseguida a  la izquierda subiendo por la inclinada pista de cemento.


Duras rampas nos ayudan a elevarnos siguiendo el curso del Barranc de Martorell, entre una recogida y apretada pineda donde se distinguen algunos privilegiados chalets y casas de campo. Casi culminando, llegamos a un cruce y dejamos la pista por la izquierda tomando un camino que en un corto tramo, junto a la tapia de unos chalets se transforma en senda.

Nos hemos elevado rápido y entre el ramaje de los pinos tenemos buenas vistas de los chalets al otro lado de la Cala y una visión parcial de la misma, con el cercano islote de Ambolo formando parte de un agreste litoral capaz de esconder maravillas como ésta. Tenemos suerte de su poca accesibilidad, lo que ha frenado de alguna manera su urbanización.


Pegado a las paredes rocosas y en ascenso viene un tramo donde nos acompañan protectoras barandas de madera junto a los acantilados, vemos algunas oquedades en la montaña prácticamente cubiertas de vegetación, son antiguas minas de ocre, parece que de origen romano, y que han sido explotadas hasta finales del siglo XIX.


En un recodo la senda se amplía con un rellano y forma un espléndido mirador sobre la Cala, desde donde se divisa la l’Illa del Descubridor y la Torre d’Ambolo; también bajo el acantilado y junto al mar, admiramos una gran ventana natural en las rocas. Hacia el interior vemos asomarse el Montgó, hoy tapado por las nubes.


A continuación comienza un fuerte descenso para salvar el Barranc de la Xarpa, es un trecho abrupto e incomodo, delimitado por barandas de madera y con unas extraordinarias vistas al mar. En estos tramos es cuando damos mucha importancia al  llevar un buen calzado de montaña que se adhiera a la roca.


Llegados al diminuto cauce, remontamos por la otra vertiente que comenzamos a rodear en ascenso entre abundante vegetación de matorral, palmitos y pequeños pinos. Las miradas a la cala con sus aguas turquesa que observamos en su totalidad desde lo alto, son grandiosas, así como los contraluces al litoral.


Seguimos rodeando el promontorio pegados a las paredes. Llegamos a un tramo equipado con pasamanos de cadena que ayudan y dan seguridad a la gente menos habituada a moverse cerca de los acantilados. También unos metros de cadena ayudan a izarte sobre un escalón rocoso. Los pasos son muy sencillos y sin peligro.


Nos vamos acercando al final del morro y obtenemos una preciosa vista aérea de las ruinas del Castell de la Granadella. Llegamos a un cruce y abandonamos la senda principal para bajar a visitar el Castell,  los restos de una fortificación defensiva en forma de “herradura” del siglo XVIII situada en estratégico lugar.










Este Castillo formaba parte del sistema litoral defensivo de las costas valencianas, acosadas desde la conquista cristiana por las incursiones de los piratas norteafricanos, vigilando y protegiendo la entrada a la Cala de la Granadella y el Rincón d’Ambolo. Disponía de artillería y una guarnición de tres hombres “en tiempos de paz”.


Regresamos al carril principal, la senda gira a la izquierda  y serpentea por el cordal y las crestas de los acantilados ofreciéndonos unas panorámicas espectaculares. Se distinguen perfectamente los rincones que albergan las calas del Moraig y la de Llebeig, la Torre de Guaita del Cap d'Or y por encima de los acantilados asoma el Penyal de Ifach. 


Poco después nos desviamos por la izquierda entre las paredes del acantilado siguiendo unos puntos rojos pintados en las rocas, es un corto tramo fuera de ruta, algo más expuesto, pero que con precaución nos permite obtener impresionantes vistas de la barrera de acantilados, donde el mar rompe con fuerza.


Luego, sin senda, tenemos que remontar entre las zarzas de la ladera; es un pequeño esfuerzo adicional pero vale la pena las panorámicas observadas. En el mar unas motos de agua trazan largas estelas de espuma blanca. Retornamos al sendero oficial y seguimos subiendo. Por detrás de la Torre d’Ambolo aparece el Faro de la Nao.


Viene un tramo de cresteo entre las rocas y pequeños pinos, breves sube y baja esquivando peñas, para observar los acantilados desde posiciones más elevadas. Hacia atrás, la cara norte de la loma con una espesa pineda cierra el contorno de la cala, dando la sensación de que estamos contemplando un hermoso ibón pirenaico.


Alcanzamos el Mirador de Llevant (180 m.) solo quedan sus cuatro pilares de piedra porque su protector techado de cañizo ha desaparecido. Aprovechamos para tomar un respiro y refrescarnos con unas frutas. Ahora el trayecto es por un ancho camino de tierra que discurre entre pequeñas lomas alejándonos del litoral.


Avanzamos por la pista y en el monte aumenta la vegetación y el pinar, sobre todo en las cortas ramblas que desembocan en el mar. Llegamos al cruce con la variante de la Teulería,  para gente que no quiera alargar más la excursión puede regresar a la Cala de la Granadella en 30’ tras recorrer 1.845 metros.

Continuamos marchando por la pista pasando por una balsa para abastecer agua en caso de incendio. Vemos a un grupo de jinetes y amazonas que está haciendo una ruta a caballo. Por la izquierda el paisaje se afea un poco con la visión de la Llorensa (440 m.) cuyas laderas están atiborradas de chalets y culminada por antenas.


Llegamos cruce con la variante del Gurugú, que acorta la ruta principal por la mitad y que hoy vamos a utilizar. Giramos por la derecha por un camino paralelo al cauce del Barranc de Martorell, por encima de sus paredes se asoma entre las nubes el lomo del Montgó. Más adelante dejamos el camino por la derecha, ver mojones de piedras.

Por senda y en suave descenso transitamos por la ladera del Barranc de Martorell con abundante vegetación de pinos y matorral, zigzagueamos entre suaves rampas hasta llegar al lecho del barranco cerca de una pequeña casita de aperos. La senda remonta por la otra ladera entre un bosquete de pinos.

Bajamos de nuevo al cauce del barranco poco antes de unirse al de la Granadella que viene por la izquierda, formando una sola rambla que llega al aparcamiento y a la Cala cerrando la ruta. Nos cambiamos para tomar un refrescante baño. Hay algo de resaca y las aguas andan revueltas pero la playa está a tope. Después comemos en uno de los restaurantes. Día perfecto.
RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA EN RUTA: NO.
DISTANCIA: 6,8 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 02:45 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 218 M. (Variante “Gurugú”)
ALTURA MÍNIMA: 0,00 M. (Nivel del Mar)
DESNIVEL POSITIVO: 300 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 300 M.

DIFICULTAD: MODERADO.

Leave a Reply

Subscribe to Posts | Subscribe to Comments

Entradas Más Visitadas

Patrocinadores:

Retales Design. Con la tecnología de Blogger.

- Copyright © Vaig a Peu - Buscando Nuevos Senderos -Metrominimalist- Template by Johanes Djogan - Blog Designed by Díez Pérez - Gráfico&Web -