La Sierra del Cid, se localiza en el
cuadrante noroccidental de la provincia de Alicante, ocupando una extensión
aproximada de 51 km² pertenecientes a los términos municipales de Petrer,
Agost, Monforte del Cid y Novelda. Prácticamente la totalidad del territorio se
sitúa en los Valls del Vinalopó separando las comarcas de L`Alcoià al norte,
L`Alacantí al este y L`Alt Vinalopó al oeste. Geológicamente la Sierra del Cid
se ubica en las estribaciones más orientales de la Cordillera Bética
incluyéndose en la zona interior del Prebético, que se caracteriza por
presentar rasgos intermedios entre el Subbético y el Prebélico Interno o
Meridional, siendo con este último con el que llega a poseer mayor semejanza.
La fisionomía de la Sierra del Cid (o
el Cid como tradicionalmente se denomina) resulta emblemática para la comarca
del Valls del Vinalopó, con la visión de la Silla del Cid acompañada por un
conjunto de lomas redondeadas denominadas Los Chaparrales. El nombre de
Cid le viene por las leyendas que hay en la zona sobre las hazañas por estas
tierras del mítico personaje. Está incluida en el Paisaje Protegido de
las “Sierras de Maigmó y El Cid”, declarado por la Generalitat Valenciana. Es
una zona totalmente montañosa, dominada por las grandes cumbres de las Sierras
del Maigmó y del Fraile, con alturas superiores a los 1.200 m, cresterías espectaculares y
grandes cortados rocosos. La vegetación dominante está formada por el pino
carrasco, con su matorral asociado de coscoja, jaras, etc., apareciendo en
zonas más húmedas y sombrías restos del bosque original de carrascas. La fauna
es variada, pudiendo ver grandes mamíferos como el jabalí o el Arruí, especie
de cabra salvaje originaria de África, introducida en nuestras tierras con
fines cinegéticos que se ha adaptado perfectamente el clima y al terreno. Junto
a ellos es posible ver conejos, zorros, jinetas, tejones o gatos monteses. Las
aves son también muy abundantes y fáciles de localizar. Destacan las rapaces
como el águila real, el azor, el halcón peregrino o el búho real, aunque
también podemos ver otras muchas, como palomas torcaces, chovas piquirrojas,
arrendajos, perdices, pito real, jilgueros, verdecillos, carboneros, etc.
CÓMO LLEGAR: Autovía A-31 hasta Petrel, salida nº 205
PETRER (SUR) POLÍGONO IND. SALINETAS, antes de cruzar por debajo de la
autovía, continuar recto, ver marcas PR y seguirlas por la estrecha carreterita
entre casas de campo hasta la Cabaña Forestal,
en esta zona dejamos el coche.
ITINERARIO: CABAÑA
FORESTAL / ALJIBE DEL PINICO / BARRANC DE SENTO / SALIDA BARRANCO / CRUCE
IZQUIERDA / INICIO SUBIDA / EL CID / EL CONTADOR / LA SILLA / GRAPAS / PISTA /
SENDA BOTÁNICA / CABAÑA FORESTAL.
COMPONENTES: VICENTE Y
PEPE.
LA RUTA: En la montaña
pasa lo que decía mi abuela del papel y de la mujer: hasta el culo le has de ver. En casi cincuenta años de senderismo
imaginaros las veces que he recorrido estas sierras, pues bien, gracias al
track de Vicente Soler Alcaraz, puedo decir que el 60% de la ruta de hoy no la
había pateado.
Está claro que no
soy de Petrer o de Elda, pero vengo al menos una vez al año, y a lo que me
refiero, es al avance tecnológico. Hoy se cuelgan infinidad de rutas de todos
los sitios, con lo cual el abanico de posibilidades está totalmente abierto,
solamente tienes que elegir y ser sincero con tus posibilidades. Adoro a la
gente que luego describe intensamente sus rutas.
Todo esto ha venido
a cuento porque en el inicio de la ruta, van un tramo paralelas las sendas de
ida y de regreso. Como desconocíamos el Sendero Botánico nos parecía que el GPS
estaba loco y hemos comenzado por la derecha, o sea, al revés. Pero esto carece
de importancia, y hemos disfrutado de las luces del amanecer en las peñas de La
Silla.
El aparcamiento está
a rebosar, hay movimiento de gente. Iniciamos
subiendo a la senda que enseguida nos eleva y por la loma cruzamos a la
cara sur de la sierra. Es un bonito recorrido que nos deja amplías vistas de
Elda y Petrer, con la Sierra de Salinas y de Cabrera al Fondo.
Las grandes peñas
descarnadas van creciendo a nuestros ojos y el sol comienza a puntearlas en la
parte de arriba. Parece que vamos hacia ellas, pero la senda da un giro a la
derecha y empieza a separarse y desciende a la carretera junto al Aljibe del
Pinico.
Marchamos un tramo
por el asfalto que serpentea en ascenso, lo cual nos permite observar y descubrir escondidos
rincones y cuevas de esta sierra, donde el sol va ganando la batalla a la
umbría e iluminándolo todo. Tenemos un día precioso.
Arriba, casi en la
cabecera del Barranc de Sento, unos mojones nos marcan la entrada en su cauce.
Es un tránsito abrupto y peñascoso, con paredes que se angostan, en el que
tenemos que salvar varios desniveles
bruscos por los laterales. En su lecho hay algunos pinos jóvenes germinados de
las piñas que son arrastradas en las lluvias.
El barranco gira a
la izquierda pero nosotros continuamos de frente, entrando en la Colada del
Cid, otro barranco de cauce más ancho y menos tumultuoso, por el que
caminamos cómodamente, guiados por
sendas laterales o por el mismo lecho.
Más tarde salimos de
él subiendo por su ladera izquierda, junto a una pequeña finca particular,
donde conectamos con un ancho sendero que sigue ascendiendo por toda la loma.
Nos hemos alejado de la Silla y de sus altas paredes solo vemos el lomo
superior.
Alcanzada la loma,
por la derecha distinguimos Novelda en su pequeño valle y por la izquierda, al
final de los pinos, las antenas del Chaparral. Sin dejar de subir
avanzamos con fluidez, encarando la
sierra por su lado oeste y poco a poco las antenas son una realidad.
Las vistas se van
ampliando y enlazamos con el PR-CV 325 que viene desde Novelda hasta la cumbre
del Cid, y que tras superar una vaguada, definitivamente encara la subida.
Desde la loma vemos la huella del sendero como una larga cicatriz lateral.
Es un fuerte repecho
con un desnivel acentuado. Camino descarnado y pedregoso que nos cierra las
vistas hacia adelante, pero que entre respiro y respiro nos permite elevarnos y
tener bellas vistas hacia atrás y al valle del Vinalopó, ahora más brumoso.
No hay que
desanimarse, se trata de llegar, y no hay prisa. Recuperamos el resuello y
ganamos extensas panorámicas. Elda, Petrer, Sax la Sierra de Salinas y la de Cabrera.
Un gran mojón de piedras nos indica que estamos llegando a la cuerda de la
sierra.
Prosigue el desnivel
pero ya tenemos las primeras antenas muy cercanas. El sendero se pega a la
valla que encierra los artilugios de comunicación, y poco a poco la pendiente
se apacigua. Seguimos por el cordal y dejamos atrás este primer lote de
artefactos.
Llegamos al punto
más alto de esta sierra, la cumbre del Cid (1.104 m.) resulta algo ridículo ver
su vértice geodésico sobre unas de las casetas de antenas. También han cambiado
el buzón de lugar. Tenemos hermosas vistas a La Silla, la crestería del Frare,
y como no, al Maigmó, algo brumoso. Almorzamos con el valle del Vinalopó a
nuestros pies.
Iniciamos el
descenso siguiendo el camino que recorre la sierra y que al poco hace una
fuerte bajada entre mucha piedra suelta. De nuevo en suelo estable, mirando
atrás tenemos la bonita silueta del Ventós. Al poco dejamos el camino por otras
sendas a la derecha, cerca de los cortados.
Este precioso
recorrido bordeando los precipicios, es un clásico en las rutas que ascienden a
las dos cumbres de esta sierra. Nos permite saborear las espectaculares
panorámicas al Rincón Bello, Rasos del Catí, Maigmó, Crestería del Frare.
Despeñador, y a las onduladas crestas de la Silla que van cambiando a medida
nos vamos acercando.
Es un tramo en el
que se avanza a buen ritmo y en seguida alcanzamos el Contador, preciosa y
rápida bajada que caracolea por la umbría hasta conectar con la ancha pista de
tierra. Nosotros seguimos adelante, separándonos
de las escarpas para afrontar los últimos repechos.
Son como tres dientes
de sierra escalonados con una estética impresionante, pero fáciles de superar.
El último, el de más inclinación, se hace a través de una trocha escalonada que
nos permite respirar y contemplar el paisaje. Llegamos por su parte lateral
donde hay colocada una placa en memoria de un montañero.
Cima
de la Silla del Cid (1.129 m.) Un simple cúmulo de piedras marca la mayor
altura de esta sierra. Comenzamos nuestro descenso por la ruta directa a esta
cumbre. Al igual que esta mañana, el tramo inicial hasta el PR-CV 325 no lo habíamos
pateado, esta bajada también es nueva para nosotros.
Por la
derecha, empieza una senda bastante visible que nos conduce a unas rocas donde también
hay colocada una placa en recuerdo a otro montañero. Se trata de un destrepe de
unos cuatro o cinco metros, en el que han colocado cuatro grapas metálicas
formando escalones, con lo cual se hace
muy sencillo el subir o bajar.
Es un
descenso ágil con buenas rampas que nos permiten ir admirando el paisaje desde
lo alto, sobre todo a Els Castellarets y la sierra del Caballo. Está claro que
la subida por este lado es fuerte y con mucho desnivel, pero prefiero subir a
bajar por el PR-CV 325 en la sierra del Cid.
En
algunos trechos la senda está descarnada, pero pasada la Cueva del Perico que
vemos lateralmente, se convierte en un idílico sendero entre los pinos de la
umbría. Desembocamos en la pista de tierra pero en vez de seguir por ella, la
cruzamos y tomamos un sendero que nos sigue descendiendo.
Este
sendero enlaza con la Senda Botánica, que también desconocíamos, y hace un
bonito recorrido paralelo la pista. Nos pasea por la casa cueva y termina en la
gran pista junto a nuestro coche. Con razón el GPS esta mañana nos quería
llevar por la izquierda y nosotros no le hemos dejado.
Realmente
ha sido una ruta fantástica, da igual el sentido en que se haga, es un
recorrido integral a toda esta sierra. Es dura, puesto que se superan los mil
metros de desnivel y son cerca de ocho horas caminando, pero para gente
habituada a la montaña es todo un reto muy aconsejable.
RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA EN RUTA: NO
DISTANCIA: 21,7 KM.
TIEMPO: 07:45 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 1.129 M.
(La Silla del Cid)
ALTURA MÍNIMA: 565 M.
(Barranco de Sento)
DESNIVEL POSITIVO: 1.073
M.
DESNIVEL NEGATIVO: 1.070
M.
DIFICULTAD: ALTA.
LA RUTA: En la montaña
pasa lo que decía mi abuela del papel y de la mujer: hasta el culo le has de ver. En casi cincuenta años de senderismo
imaginaros las veces que he recorrido estas sierras, pues bien, gracias al
track de Vicente Soler Alcaraz, puedo decir que el 60% de la ruta de hoy no la
había pateado.
Todo esto ha venido
a cuento porque en el inicio de la ruta, van un tramo paralelas las sendas de
ida y de regreso. Como desconocíamos el Sendero Botánico nos parecía que el GPS
estaba loco y hemos comenzado por la derecha, o sea, al revés. Pero esto carece
de importancia, y hemos disfrutado de las luces del amanecer en las peñas de La
Silla.
