PAJARITO-IMADA-PAJARITO

Posted by : Vaig a Peu domingo, 23 de junio de 2013

Garajonay cuenta con una fauna que supera las 1.000 especies catalogadas, de las cuales más de 150 son endémicas del Parque, lo que constituye una concentración de especies exclusivas por unidad de superficie que no se alcanza en ningún lugar de Europa. No obstante, debido a las dificultades de acceso a la colonización procedente del continente, la fauna vertebrada es pobre, con un total de 40 especies que corresponden, en su mayor parte, a las aves. Las palomas tuqué y rabiche, endemismos ligados al Monteverde, son las especies más sobresalientes. Es de destacar que, aunque la mayor parte de las aves pueden encontrarse en el continente europeo, éstas presentan en muchos casos una cierta diferenciación, alcanzando el rango de subespecie, lo que confiere a la avifauna un notable interés. Los únicos mamíferos autóctonos son cuatro especies de murciélagos que, gracias a su capacidad de vuelo, al igual que las aves, pudieron cruzar el mar que separa el continente africano de las islas. Pero es la fauna invertebrada la que reúne, con diferencia, el mayor número de especies, destacando los insectos, entre los cuales el grupo más numeroso lo forman los coleópteros (escarabajos), seguidos a gran distancia por los arácnidos (arañas) y moluscos (caracoles, babosas…)

CÓMO LLEGAR: Desde San Sebastián por la GM-2 dirección Valle Gran Rey, Degollada de Peraza, aparcamiento de Pajarito.

ITINERARIO: PAJARITO / IMADA / PARTE RUTA Nº 16 / PARTE RUTA Nº 18 / PAJARITO.

COMPONENTES: VICENTE Y SUSI.

LA RUTA: Hoy es nuestro último día en La Gomera. Esta tarde a las 19:00 con el Ferry de la Naviera Armas embarcaremos para atracar una hora después en el Puerto de Los Cristianos en la isla de Tenerife. Anoche dejamos casi preparadas las maletas a falta de cerrarlas al regreso de la ruta de hoy.

Como siempre durante el desayuno ultimamos la elección de la ruta. Hoy no debe ser muy larga y decidimos volver a los alrededores del Pico Garajonay con la posibilidad de volverlo a subir. Somos conscientes del riesgo de que sea una zona quemada por muy bonito que lo pinte la guía que es anterior al incendio.

Pajarito es un cruce de sendas y carreteras muy conocido. Hay algunos coches y gente indecisa leyendo los paneles informativos. Iniciamos por la parte sur siguiendo las indicaciones del GR-131. Hace un día estupendo, por fin una jornada sin aire y sin bruma.

Después de varios túneles de vegetación, dejamos el GR-131 que se marcha por la izquierda y nosotros seguimos la pista por la derecha. De pronto los malos presagios se confirman, es zona devastada por el incendio. Aunque con las lluvias han crecido muchos matorrales de espinos y los verdes helechos se arraciman al pie de los negros troncos quemados.

Estamos justo a los pies del Pico Garajonay, debajo de la ladera quemada que vimos el primer día desde la caseta de madera en la cumbre. Seguimos caminando y los espinos dejan paso a extensos macizos de pequeñas flores blancas.

Remontamos un pequeña loma y desde un desolado paisaje de vegetación y arbustos quemados, tenemos una impresionante vista, clara y diáfana de Roque Aganzo y como flotando en la bruma, la isla de Tenerife con el inconfundible Teide.

Proseguimos caminando por la loma hasta que el sendero se pierde y los troncos quemados dificultan el paso. Sin senda descendemos por la derecha buscando una pista que vemos más abajo.

La pista da más rodeo pero sigue en la dirección correcta. Pasamos junto a unos enormes pinos que el incendio ha dejado en pie como negros fantasmas sin hojas. Poco más adelante hay una zona de pino canario, espigado y vertical, que en este caso, debido a las propiedades de esa variedad, están rebrotando y en poco tiempo solo les quedarán algunas cicatrices.

Después de una cerrada curva, por la izquierda nace una senda con un cartel que indica Imada, que desciende en oblicuo por la ladera. Continuamos por ella, pero a los cien metros empieza a deteriorarse y perderse a causa del incendio. El desnivel hasta Imada es de más de 500 m. lo que nos hace desistir de esta fuerte bajada. Volvemos a la pista y la seguimos hasta que también desaparece. Al fondo del barranco vemos la aldea de Imada.

Recalculamos la ruta y tomamos un ramal de la pista a la izquierda que da un rodeo para subir en dirección norte. Volvemos a tener hermosas vistas del Teide y del Roque Aganzo. Un panel informativo nos confirma que estamos en la ruta nº 16 que también vuelve a Pajarito.

Más tarde conectamos con la ruta nº 18, una circular que va desde Pajarito hasta Chorro del Cedro y vuelve, marcada con unas nueve horas de duración. Aparece la vegetación y también se nos une el GR-131 que viene del Mirador Morro de Aganzo.

Proseguimos subiendo y bajando pequeñas lomas, unas con vegetación y otras arrasadas por el fuego, estamos en el límite del Parque Nacional, un chamuscado letrero así lo indica.

Paramos un momento en un mirador donde solo quedan unos bancos de troncos de madera, el fuego acabó con la vegetación y las bonitas vistas de entonces. Llegamos a Pajarito cerrando el círculo de esta ruta que hemos ido rectificando y amoldando a las circunstancias del incendio.

De regreso, nos detenemos en el mirador del Roque Aganzo que en un día tan espléndido nos parece menos triste. Paramos en la Venta de la Degollada de Peraza y pedimos un delicioso potaje de chicharros y escaldón de gofio. Cuando más sencillos son los restaurantes, más sublime es la comida gomera.

Antes de llegar al apartamento paramos en el mirador del Parador de La Gomera, en lo alto de La Lomada, con nítidas vistas a San Sebastián, el puerto y la solitaria playa en un mar en calma.

Nos da tiempo a descansar y por fin, darnos un baño en nuestra piscina. Cerramos las maletas y bajamos con el coche hasta el embarcadero de la Naviera Armas. Siguiendo las instrucciones, lo dejamos aparcado, abierto y con las llaves debajo de la alfombrilla.

Embarcamos y el ferry zarpa dejando estelas en el mar. En nuestro recuerdo La Gomera queda en un lugar muy especial. Ha sido una estancia maravillosa y pese al incendio, sorprendente y espectacular vegetación de laurisilva.

En Los Cristianos cogemos la guagua hasta la estación Central de Santa Cruz, desde donde un taxi en cinco minutos nos deja en nuestro hotel, situado en una de las calles peatonales entre la Plaza Candelaria y la Alameda Duque de Santa Elena.

Dejamos las maletas en el hotel y bajamos a cenar a una cercana terracita. Luego callejeamos por la Alameda y los alrededores de la iglesia de San Francisco. Nos vamos a dormir, mañana tenemos que madrugar y ver de qué manera nos desplazamos hasta la base del Teide y el regreso al día siguiente.