POR LAS MONTAÑAS Y VALLES DE PEGO

Posted by : Vaig a Peu sábado, 16 de febrero de 2013

En el 1244 ocurre la conquista de Dénia y Pego por Jaume I. En 1279 se entrega la primera “Carta de Poblament”, y la segunda en 1286, en la que Alfons III señala al alquería de Uxola como solar para la futura villa cristiana: Pego como villa nace a finales del siglo XIII, dentro de un proceso de colonización feudal, ya que su población fue mayoritariamente musulmana hasta la última década del siglo XIII. La colonización cristiana del valle de Pego toma importancia sobre todo a partir del año 1286 coincidiendo con las mejoras de la “Carta del Poblament”, la estipulaba las donaciones y obligaciones de los nuevos colonos, con colonos sobre todo de Cataluña. Desde un primer momento la población musulmana quedó relegada de la villa creada y se quedó viviendo en las alquerías de Atzeneta, Favara y Benumeia. Pego perteneció a la corona hasta 1325. Los musulmanes se fueron convirtiendo al cristianismo impulsados por la Iglesia y la Monarquía. A partir de 1525 la cristianización fue un fenómeno masivo y los musulmanes pasaron a denominarse moriscos. Su situación fue empeorando socialmente, hasta su expulsión definitiva en 1609. La falta de gente para trabajar la tierra trajo a nuevos colonos, en su mayoría de Mallorca.

CÓMO LLEGAR: Autopista A-7 dirección Valencia, salida nº 62 ONDARA/DÉNIA/XÁBIA, dirección Ondara, por la CV-700 EL VERGER/PEGO, llegar a Pego. Aparcar en las inmediaciones del Calvari.

ITINERARIO: CALVARI / SENDERO DE LA COMA / PLA DEL MISERÁ / CAMP DE TIR EL MISERÁ / CASTELL DE GALLINERA / XILIBRE / COLLADO DEL MISERÁ / CORRAL DE LA BASSA / COVA DEL LLOSCO / CASETA DEL COLLADO / TOSSAL GRAN / REFUGI DE LA FIGUERETA / BARRANC DE LA CANAL / COVA NEGRA / BANCALS DEL XICAL / CALVARI.

COMPONENTES: VICENTE, LOURDES, PATRO Y SANTI

LA RUTA: Hacía tiempo que teníamos planeado recorrer el PR-CV 58 y sus seis variantes. Para la primera toma de contacto hemos elegido esta circular que ha resultado tremendamente agradable. Como decepción, dejar constancia que en la versión digital de la Guía Senda Verda ha desaparecido este PR y en la FEMECV apenas le dedican diez párrafos.

Iniciamos desde el Calvari siguiendo la carreterita asfaltada en dirección a la sierra. Llegamos a una especie de rambla con un cruce de caminos debidamente balizado con paletas informativas. Aquí se cerrará el recorrido circular. Vamos de frente hacia Almiserá y regresaremos por la izquierda desde El Refugio de la Figuereta.

Por la derecha comenzamos a subir por un camino de cemento con escalones entre vallas de casas de campo, enormes algarrobos y algún bancal de naranjos, hasta que alcanzamos la falda de la sierra. Hemos ganado altura rápidamente y tenemos brumosas vista de Pego hasta el mar.

Por senda, vamos rodeando y subiendo por la loma. El valle comienza a abrirse y enfrente tenemos el pueblo de Adsúbia a los pies de la sierra de Mustalla y su cercana cantera. No se puede entender como en sitios tan turísticos dan permisos para destruir una montaña.

Con la Senda dels Pedres Planes alcanzamos el alto de la loma para poco después enlazar con una pista de asfalto muy deteriorada que va desde Pego a la Vall de Alcalá. Hay algún redil de ovejas y bancales de almendros y algarrobos. Un labrador se afana en pasar la reja a la espera de nuevas lluvias.

Dejamos atrás la entrada al camp de Tir del Miserá, con un pomposo arco cuadrado de cemento pintado de blanco. Disfrutamos de una vista cercana de la cima del Miserá con su nido de antenas. Tenemos un poste metálico con paletas informativas, por la izquierda hay un ramal que llega al Refugi de la Figuereta; nosotros seguimos recto en dirección al Castell de Gallinera.

Rechazamos otra variante a la derecha que viene del pueblo de Adsúbia y poco más adelante, también por la derecha dejamos la pista asfaltada por una bonita senda; el poste con la paleta informativa están en el suelo.

La estrecha senda nos hace marchar en fila de uno y comienza a rodear a media altura por la umbría la sierra de Xilibre o Miserá. Es zona de antiguos incendios donde predomina el palmito, algo de coscoja, romero y aliagas. Lástima que la bruma no se disipe y siga ocultándonos parte del paisaje.

Nos vamos acercando a la bonita atalaya donde están ubicadas las viejas ruinas del Castell de Gallinera (632 m.). Apenas quedan unos pilares y trozos de muro. Me acerco a la casa de campo que hay a sus pies para hacer alguna foto. El lugar es realmente estratégico a la entrada del valle, desde donde podían vigilar cualquier movimiento hostil.

Cambiamos de vertiente dejando atrás el valle de Pego y Oliva. Por una pista de tierra comenzamos a elevarnos y tenemos una impresionante panorámica de todo el Valle de Gallinera, por la izquierda desde els Llomes del Xarp y la Foradá hasta el Penyal Gros, enfrente a la derecha el Pic de la Safor y por el centro, el estrecho valle de las cerezas con sus pequeñas poblaciones.

Terminamos de dar la vuelta y enlazamos con la pista asfaltada que sube a la cumbre del Miserá o Xilibre (752 m.) pero desistimos de subir, son dos kilómetros de asfalto, ida y vuelta, para estar en un nido de antenas donde la visibilidad hoy es muy pobre.

Volvemos a cambiar de vertiente, dejamos atrás la Vall de Gallinera y de Alcalá. Por la derecha continuamos por una senda que nos desciende un poco en dirección a un bonito tosal que tenemos enfrente. Es hora de comer, y montamos el campamento en un montículo al lado de la senda.

Reanudamos la marcha por el sendero que suavemente nos sigue descendiendo. Esta muy bien marcado con pintura, algunos hitos y reforzado con altas estacas de madera. Por detrás la silueta del Miserá es cada vez más lejana. Nos unimos a una pista de tierra.

Entramos en una zona de bancales de almendros y olivos; en una valla, procedente de una manguera y activada por una bomba manual de manivela hacemos que mane agua. Más adelante llegamos a Corral de la Bassa, aquí han protegido con cemento la erosión de la pista.

Pisando cemento y viejo asfalto volvemos a remontar. En una cerrada curva, a la derecha tenemos la entrada de la Cova del Llosco, de pequeñas dimensiones pero suficiente para refugiarse en caso de necesidad.

Seguimos remontando por la deteriorada pista cerca de unos bancales de almendros hasta llegar a la Caseta del Collado, donde un pastor trata de reunir a las cabras, la mayoría de pelaje blanco. Nuevo poste con paletas in formativas indican el ramal que va a Ebo, entre la bruma distinguimos el pueblo a los pies de la Sierra de la Carrasca. Teníamos esta variante en la recámara, que amplía más el círculo, llegando a Pego por el Castell de Ambra, pero lo dejamos para otra ocasión.

Continuamos por la izquierda en dirección a la Figuereta. De nuevo por senda, con la vista puesta en el Tossal Gran (652 m.) qué va emergiendo entre las lomas. El sendero es espectacular, vuelven los palmitos, las aliagas, el romero y las coscojas. Cerca de su base comienza un sendero local (SL) que llega a su cima y que también rehusamos.

El sendero comienza a remontar de nuevo entre pequeños barrancos, con suaves rampas que nos elevan hasta la última loma, donde por la izquierda comenzamos a ver las instalaciones del refugio.

Refugi de la Figuereta (545 m.) situado en un lugar privilegiado en lo alto de la loma y con un balcón impresionante a Pego y a la costa, hoy brumosa; han colocado dos bancos de madera para que nos podamos extasiar con las vistas. Bonitas instalaciones entre pinos y una hermosa higuera deshojada en invierno, que da nombre al refugio.

Emprendemos el descenso por detrás del refugio. Enseguida tenemos un poste con paletas informativas, elegimos la opción de llegar a Pego por el Xical, dejamos el sendero local (SL) Barranc de les Coves para otra ocasión.

Vamos por la umbría del Barranc de la Canal, al borde de su majestuoso precipicio, por la preciosa senda en suave descenso. La silueta del Miserá con su corona de antenas vigila nuestras espaldas.

Nos encaminamos hacia el Collado del Xical cuyo promontorio nos impide ver parte de la población de Pego y su Marjal. Al acercarnos distinguimos con todo detalle los altos Bancales de piedra seca del Xical, antiguo vestigio morisco que en forma semicircular ocupan gran parte de la ladera. Actualmente no albergan ningún cultivo y el matorral de sierra los invade.

En el collado damos la vuelta por la izquierda al lomo de la sierra y cambiamos de vertiente, ya tenemos a la vista la umbría del Barranc de les Coves y Pego ya domina nuestra vista al frente. La bruma impide ver con claridad la Sierra de Segaria recortada al fondo y el Montgó apenas se intuye.

El descenso se agiliza y conectamos con una senda nueva, recién pintada y acicalada que termina en una pista de cemento. Proseguimos entre casas de campo con plantaciones de naranjos, mandarinos y limones. Junto a una tapia hay atado un joven potro alazán.

Llegamos a la rambla de esta mañana, donde se unen los barrancos cerrando el círculo, por la derecha arribamos al Calvari y a nuestro coche. Ha sido una excursión singularmente agradable.