Posted by : Vaig a Peu domingo, 4 de septiembre de 2011


COMPONENTES: VICENTE Y JOSE RAMON


Para mi es la tercera ruta circular entre refugios de montaña en Pirineos, para José Ramón la primera y todavía quedan algunas tan sugerentes como Cavalls al Vent o Senda de los Cátaros. Todas ellas están organizadas de manera parecida, utilizan las sendas o GR’s para hacer etapas entre refugios, pudiendo iniciar en cualquiera de ellos. Aunque se pueden hacer por libre, tienen un centro de reservas que se encarga de todo a cambio de adquirir un forfait que suele contener el mapa de la zona con la ruta marcada, una brújula, saco sábana, toalla, camiseta y una tarjeta para el sellado y control de etapas en los refugios.

La idea surgió a raíz de irse al traste la Ruta Integral de Sierra Nevada, quedábamos solo JR y yo. Al ser inmensamente rico, el tiempo es oro, dejé que JR administrara sus exiguos caudales (días) y la que mejor se adaptaba era la Senda de Camille, situada en el Parque Natural de los Valles Occidentales en el Pirineo oscense, entre los Valles de Echo y Aspe, este último en Francia, de unos 104 Km de recorrido, con desniveles superiores a los 6.000 m., dependiendo de las cumbres  que logremos ascender  y que podíamos realizar en seis días, haciendo ruta en el día de ida y en el de vuelta, toda una epopeya dada la distancia de nuestro punto de partida.

04/09/2011

ELCHE / REFUGIO DE LIZARA  670 KM.

LIZARA(1.515 m) – SOMPORT(1.640 m)

ITINERARIO:
Para poder cumplir lo que nos habíamos propuesto, a las cinco de la mañana partíamos desde casa de JR, GPS hasta Puente la Reina de Jaca y después seguir las instrucciones de Marta, de la central de reservas, por carreteras interiores y pistas asfaltadas, con lo cual ahorraríamos unos 20 Km. Para almorzar nos propuso el Bar Floresta en Ayerbe que casualmente estaba cerrado, esto nos descompuso un poco, pero seguimos hasta un hotelito junto a los Mallos de Riglo. Buenos bocatas, café, espectaculares fotos a los Mallos y antes de la una estamos en el repleto aparcamiento de Lizara.


Nos cambiamos de ropa, calzamos botas, cargamos mochilas, recogemos forfait, sellamos el inicio en la tarjeta de control y leyendo la Guía de la etapa y las hojas impresas de las rutas realizadas por otra gente que he bajado de Internet, salimos: son las 13 horas 15’.


Con las apresuradas indicaciones del guarda no tenemos claro el inicio, entre dudas, idas y venidas perdemos quince minutos hasta que nos cruzamos con gente que viene de otra ruta y lo aclaramos. Senda buena y marcas correctas, en España serán Verdes y Amarillas y GR, en Francia Mojones y GR.

Comenzamos en dirección al collado de Foratón, hay espesas nubes en las cumbres cercanas,  por el mismo camino regresaremos el último día. A cuatrocientos metros nos desviamos por otra senda a la derecha, pasamos por un pequeño bosque y seguimos ascendiendo por el bonito valle entre las moles calcáreas de Fetás y Vernera, las espesas nubes siguen acercándose cuando llegamos a un curioso refugio que recuerda a un iglú con chimenea, hay una chica a la que pedimos que nos haga una foto y otras seis o siete vienen por la senda, les grito ¡mujeres al poder! Y todas levantan el brazo con júbilo, que miedo.




Alcanzamos el llano herboso de la Paúl de Vernera (1.984 m.) y seguimos por la derecha hasta llegar al puerto de Vernera (2.115 m.), aquí las nubes nos han invadido convirtiéndose en espesa niebla con escasa visibilidad, apenas quince metros. Tenemos que estar muy atentos a las marcas y mojones que nos llevan por la izquierda, suponemos que entramos en el valle de los Sarrios donde teníamos la ilusión de atisbar alguno, a cambio aparece entre la bruma un desperdigado rebaño de lanudas ovejas de mirada tan desconcertada como la nuestra.



Al ser llano y pese a la poca visibilidad aceleramos la marcha, hemos de llegar a Somport antes de las veinte horas que será la cena, en la turbera no hay agua pero seguimos los hitos por la izquierda hasta la salida del valle por el estrecho rocoso, del que se desciende zigzagueando. Dentro de poco deberíamos avistar el lago de Estanés pero con esta niebla no consigo ni imaginármelo. Aparecen las marcas del GR-11 que ahora debemos seguir en dirección E hacia el puerto de Estanés (1.792 m.), estamos muy atentos para no perder las marcas antes de iniciar un fuerte descenso girando a la derecha y en una hondonada cruzamos un arroyo, a estas alturas ya estamos casi seguros  de que hemos pasado cerca del lago de Estanés sin darnos cuenta, ni verlo.







El recorrido continúa entrando en un bosque de hayas jóvenes y en terreno francés según el mapa, el bosque está húmedo e impregnado de bruma, en algunos claros con menos vegetación la luz le da un aspecto de encantado, la senda es preciosa y pese a no estar todavía en otoño discurre entre hojas secas de las hayas. No vemos los cortados del Paso de Aspe y al cruzar la Charrota de Aspe apenas nos damos cuenta debido a la niebla.







De nuevo entramos en el bosque para salir a unos pastos y alcanzar un collado donde deberíamos divisar la estación de esquí de fondo de Candanchú, seguimos metidos entre la niebla y nos vamos guiando por los postes con marcas que delimitan las pistas y la frontera, el sendero nos asciende por el collado de la Bessata y la cresta del Alto de Santa Cristina hasta desembocar en el Puerto de Somport (1.640 m.) por la capilla ovalada del inicio del Camino de Santiago. El Albergue Aysa está al cruzar la carretera.

Son las 19 horas 15’ al entrar el guarda cuelga el teléfono, nos dice que desde el control de reservas, Marta estaba preocupada por nosotros, es bueno que tengamos un control.

Nos sellan las tarjetas y nos asignan habitación en la tercera planta, seguimos subiendo, de dos literas de dos camas para nosotros solos, al lado las duchas y aseos. Tomamos posesión y mientras nos vamos relajando, nos duchamos, cambiamos de ropa y bajamos al restaurante a cenar. Estamos hambrientos, cuela casi una botella de vino. En otra mesa hay un grupo de gente de nuestra edad aproximadamente cenando alegremente, en otra mesa una pareja y en otra una chica sola. Como también es inicio del Camino de Santiago, no sabemos si son de nuestro bando o del otro. El desayuno será a partir de las 7,30. Decidimos poner el despertador a las 7 y bajar a desayunar tranquilamente.

Refugio de Lizara-Plana de la Mistresa-Valle de los Sarrios-Ibón de Estanés-Puerto de Somport

TIEMPO: 06:00 HORAS
DISTANCIA: 17,410 KM.
DESNIVEL POSITIVO: 1.076 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 964 M.
DIFICULTAD: MODERADA.



05/09/2011


SOMPORT (1.640 m) – ARLET (2.000 m)

ITINERARIO:
Somos los primeros en bajar. Buen desayuno, Zumo, café con leche, pan, mantequilla, mermeladas y un sobao, se puede repetir. Baja el grupo de seis, son de Madrid y están haciendo el mismo recorrido que nosotros, también comenzaron ayer pero a horario normal, a las ocho de la mañana.











Iniciamos, sigue habiendo algo de niebla, cruzamos la carretera por el antiguo paso fronterizo, ya estamos en Francia y cogemos la senda por un montículo herboso hasta el aparcamiento de la estación de fondo de Somport, hacemos un poco de carretera y tomamos el Camino de Santiago en suave y agradable descenso. Al llegar al Centro Pastoral Peyranére nos desconcertamos un poco, dejamos el Camino de Santiago en la carretera que debemos seguir durante cien metros, ¿pero a la derecha o a la izquierda? En terreno francés no hay marcas, mapa fuera y a leer los dos textos que traemos. Es a la izquierda y abandonar la carretera por una pista asfaltada, según reza la guía, el asfalto francés brilla por su ausencia, nos acercamos a la cabaña Pacheu y antes de llegar torcemos a la derecha por un sendero con marcas del GR-11.




Tras un buen tramo de sendero, se conecta por una pista forestal con la HRP (Alta Ruta Pirenaica) cuya marca es un cuadrado pintado de blanco atravesado horizontalmente por una franja roja y que a partir de ahora veremos con frecuencia. Entramos en el bosque de hayas donde el sendero discurre placidamente hasta llegar a un cruce señalado a la derecha, seguimos dentro del bosque entre viejas hayas y rocas llenas de verde musgo, la niebla sigue presente pero con menos intensidad que ayer. Alcanzamos un claro en el bosque donde hay aparcados unos coches, tres mujeres francesas inician una excursión, apenas logran entender nuestras preguntas y nosotros sus respuestas, hay una profusión de cruces de sendas. Vemos dos chicos jóvenes que se acercan, les preguntamos y no saben indicarnos, pero ellos van en coche hacia un collado donde hay un aparcamiento para subir el Puntal del Taxo (1.508 m) una peña roja que vemos al fondo y se ofrecen a llevarnos, declinamos la invitación y volvemos a insistir con las francesas: ¿Arlet? Uh, nos dicen como lejano, eso ya lo sabíamos y nos indican una senda con un cartelito amarillo con una inscripción en que lo único que entendemos es Abel. La seguimos entre el bosque que se va espesando hasta que unos hilos a manera de valla nos cortan el camino, vemos que la senda sigue y decidimos traspasarlos. El sonido de una motosierra se hace cada vez más cercano hasta que nos corta el camino un gran tractor y un maremágnum de troncos y ramas de haya taladas. Logramos rodear el tractor y abrirnos paso entre ramas y troncos, el tío de la motosierra ni se entera y seguimos.






Salimos a una especie de pista ancha y herbosa que con un suave desnivel nos va ascendiendo, en un claro vemos la Cabaña d’Anglus, pequeño refugio con chimenea y muebles, donde paramos a repostar y consultar el mapa, no localizamos la cabaña en él. Seguimos por el camino que se introduce de nuevo en el bosque. Al cabo de un rato observo que no hay señal, ni marca, ni mojón alguno en este camino que sigue elevándose con el río a nuestra derecha. Decidimos continuar un tramo más pero solo aparecen una especie de hitos pintados de amarillo con una plaquita metálica que dice Electrique Francaise. La hemos liado, este no es camino correcto. Sin embargo según el mapa la dirección es correcta y en algún claro vemos el Puntal del Taxo al fondo. Desconfiamos pero vamos avanzando, llevamos una media hora por esta pista y no sabemos donde acabará. Más tarde distinguimos una pista asfaltada paralela a la otra rivera del río, esto nos anima a continuar, pensamos que en algún momento más adelante podremos cruzar a la otra parte, puesto que ahora el cauce del río es muy profundo y sus aguas corren rápidas.

Buen trecho después intuimos una edificación al fondo, creemos que es una casa pero resulta ser el edificio de una Central Eléctrica, que a través de portones y canales dan velocidad al agua para su utilización. Pasando entre ellos logramos llegar al edificio y a la otra parte en la carretera, hay dos coches aparcados, pensamos que uno de ellos será de los chavales que iban al Taxo.


Ahora viene el dilema, ¿Dónde estamos? Y carretera arriba o abajo. En eso aparece un matrimonio francés mayor, yo siempre los veo mayores, mapa en mano y que están tan perdidos como nosotros. Su mapa es distinto al nuestro pero también de la zona, logran entendernos a medias, preguntamos donde estamos en el mapa que sujeta JR, y lo primero que hace el hombre es darle la vuelta y enseguida localizamos la Centrale Electrique d’Estanés y la carreterita donde estamos, que en unas lazadas más arriba cruza la HRP, nuestra ruta correcta.

Comprobamos en el mapa que hace más de dos horas que debimos perder la senda oficial que iba mucho más a la izquierda, posiblemente antes de llegar al tractor y la motosierra nos fuimos a la derecha, pero con la suerte de los expertos el camino escogido ha sido paralelo al real.













A los franceses no podemos ayudarles puesto que desconocemos la zona, nos despedimos y ascendemos por la pista asfaltada. A la tercera lazada salimos a un pequeño descampado donde hay aparcados varios coches y a la izquierda un pequeño cartel amarillo que dice Arlet 3 horas 40’ ¡Qué buenos que somos!















Contentos y sin dudas avanzamos por la senda y en diez minutos tenemos una agradable visión, una catarata de más de doce metros que con estruendo lanza sus aguas río abajo. Nuevo cruce con cartel y el valle se abre, la senda se ve discurrir con antelación.




Vamos ascendiendo y cruzamos una pasarela por donde un rebaño de ovejas francesas, tiene pintado sobre la lana el color azul o rojo de su bandera, estos gabachos, se dirigen a su redil o cabaña. Sin dejar de subir entramos en un pequeño bosque, las montañas colindantes están repletas de hayas y robles, salimos a un claro y damos un gran rodeo para cambiar de vertiente, pasamos por una granja donde hay una piara de sonrosados cerdos con extraños anillos en nariz y morro, parecen punkis.








La subida es continua hasta que alcanzamos el collado de Lapachouaou (1.887 m), al dar la vuelta vemos a grupo de madrileños que se preparan para comer con un paisaje de cumbres espectacular, nos unimos a ellos. Les contamos nuestra aventura y nos dice Pedro el más experto, que ellos pese a llevar GPS han tenido muchas dudas y han sacado el mapa. Nosotros nos hemos perdido alguna cabaña, pero ellos no han pasado por la cascada.



Seguimos el sendero por la izquierda sin perder las marcas HRP, cruzamos la montaña Benasse y por varias cabañas de pastores, una de ellas bastante grande con una charca delante, el comer me ha dado alas y voy a cierta distancia de ellos. Como en el primer día grandes nubes blancas se acercan, al llegar a un amplio collado (2.020 m) la niebla comienza a ser patente, giramos un poco a la derecha y la visión de una mula pastando me sorprende, supongo que el refugio no estará lejos, la niebla sigue cayendo y apenas distingo medio lago de Arlet y la silueta de la pirámide que forma el refugio, la niebla lo invade todo.


A la puerta están echando un pitillo la guarda y el guarda, me piden que espere un poco. Descargo la mochila y me siento en un banco a la puerta, en ese momento despeja un poco y los veo llegar a collado pero la niebla lo vuelve a cubrir todo.

La situación del refugio de Arlet junto al lago es bucólica, sin embargo es el peor de todos. No tiene duchas, si aseos y un grifo a la puerta. Es el único del circuito que no tiene acceso con vehículo y a pie se tardan tres horas y media en llegar, por eso su abastecimiento se hace con las mulas. Nos asignan dos camas en la parte baja de las literas de una habitación, hoy todos juntos, hay cachondeo con los coros y arias de ronquidos. Cojo la toalla y me aseo como puedo en el grifo y me cambio de ropa, llevamos dos días sin lavar, supongo que mañana que llegamos al Camping será distinto.


En territorio francés se cena a las 7,30 horas, entretanto ha llegado la pareja joven que también vimos en Somport, ella es donostiarra y él de Ávila, son funcionarios y viven en Madrid. Mientras hacemos tiempo, el grupo grande juegan a las cartas y nosotros ojeamos en el mapa la ruta de mañana.

La cena al menos no es pobre como los servicios del refugio: Muy buena ensalada y una ternera en salsa realmente sabrosa, jarra de vino y de postre compota de manzana con una galleta. Seguimos poniendo el despertador a las 7 y a la media a desayunar.

Albergue Aysa-Centro Pastoral-Cabaña de Escuret-Cabaña de Espelunguére-Col de Lapachouaou-Arlet.

TIEMPO: 07:00 HORAS
DISTANCIA: 18,890 KM.
DESNIVEL POSITIVO: 1.148 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 781 M.
DIFICULTAD: ALTA.



06/09/2011

ARLET (2.000 m.) – LESCUN (860 m.)

ITINERARIO:















Nos hemos despertado un poco antes y hemos salido a ver amanecer. Está totalmente despejado sin rastro de niebla, vemos el lago completo y la situación del refugio con las luces del alba, realmente un espectáculo para los sentidos, hacemos fotos como posesos.


El desayuno es parecido al de días anteriores. JR había leído los datos de salida ayer e iniciamos por la derecha del refugio, por un pequeño cartel que tenia dibujada una tienda de campaña donde nacía una senda que por unas lomas nos elevaba hacia un próximo collado con un gran cartel. A esta altura seguíamos haciendo fotos al refugio y lago. En el collado el paisaje cambiaba y se iniciaba un fuerte descenso. Antes de comenzar a bajar, vemos al grupo de seis que se acerca y nos hace señales, cuando llegan nos dicen esta senda no es correcta, su GPS les marca a la izquierda del refugio, en este caso estoy convencido de que hay que hacerle caso al GPS.

Volvemos atrás y al fijarme de nuevo en el pequeño cartel con la tienda de campaña lo entiendo, está marcando la zona de acampada cerca del refugio, no que por ahí se vaya al Camping Lauzart en Lescun.



Emprendemos de nuevo cerca del sumidero del ibón descendiendo como dice la guía con señales de HRP, más abajo dejamos a la derecha camino que va a Borce. Llaneamos un poco hasta situarnos a la altura de la Cabaña Lapassa (1.850 m.) que dejamos a la derecha con su gran rebaño de ovejas y el ladrido de los mastines, continuamos por la HRP hasta que llegamos al Col de Saoubathou (1.952 m.), pese a ser un día con grandes desniveles negativos seguimos avanzando sin perder altura. Nos dirigimos hacia la divisoria de las dos vertientes dejando atrás los desvíos al “Col de Souperet 1h” y al Plateau de Lhers “Gite d’etape 2 h” según reza en los postes indicativos.


La Historia ha dejado su huella en estos parajes que han albergado el Camino de Santiago aragonés más antiguo, los Tratados y Facerías que organizaban la explotación de los pastos y otros recursos naturales o el Camino de la Libertad, que recuerda la huida de la España franquista y de la Francia ocupada por los nazis y que en un montículo conmemoran con una pequeña bancada de cerámica. Paramos un poco a tomar barritas e hidratos de carbono.







Continuamos hasta el Puerto de Lo Palo (1.942 m.) donde nos cruzamos con el GR-11 por el que vienen dos chicos y una chica, a partir de aquí comenzamos a descender por el valle, primero con rápidos zigzags y grandes lazadas, luego con prolongados tramos de suave y agradable senda. Al ser solo dos y veloces, pronto nos distanciamos del grupo, pasando por la cabaña Bonaris donde hay una buena fuente y más adelante por la cabaña Penot.















Nos adentramos en las sombras protectoras del agradable bosque y vamos pensando en donde parar a comer o si hacerlo en el Camping, aunque en este último puede ser algo tarde para lo pronto que se cena en terreno francés.







A la salida del bosque vemos a lo lejos nuestra próxima meta, un aparcamiento donde finaliza la senda y debemos de continuar unos 45’ por carretera hasta el Camping. Poco antes de llegar al aparcamiento, vemos una mesa de madera con bancos como las de las zonas de recreo y decidimos comer cómodamente, descargamos mochilas y preparamos nuestras viandas, hoy toca lata de…











Saciados y repuestos emprendemos de nuevo la marcha, en el aparcamiento hay algunos coches y a la derecha un cartel señala el inicio de una senda que omitimos. Seguimos por la carretera entre casas de campo y explotaciones ganaderas, al fondo a lo lejos vemos el pueblo de Lescun, según nuestras notas el Camping está un kilómetro medio antes.


Llegamos a un cruce de caminos que los franceses denominan “Patte d’Oie” y se entrelazan las pistas a Lescun, Lhers y Lamareich, cerca de allí vemos que por la derecha vienen unos jóvenes que bajan por una senda que cruza la carretera y resulta ser el GR-10, les preguntamos por el Camping y nos dicen que sigamos por la senda.



 El descenso es más rápido y todo el camino es como un túnel de vegetación y helechos, cruzamos dos veces más la carretera hasta que se desvía a la izquierda y nosotros seguimos a la derecha, en doscientos metros estamos a la puerta del Camping Lauzart.

Como era de esperar somos los primeros en llegar, nos sellan credenciales y asignan camas, si, esta vez son camas bajas y separadas, nos dan a elegir en una gran sala dividida en dos, nos vamos al fondo junto a una ventana. Tomamos posesión, buena ducha y a los lavaderos a hacer la colada, hay hilos para tender y hace una tarde espléndida de sol, con lo que tendremos ropa para tres días más.

Me quedo descansando en bañador en una mesita en el césped junto a la recepción y voy viendo llegar al resto de componentes, los últimos siempre son la pareja de funcionarios que suelen salir un poco más tarde. Compruebo que la ropa se va secando a buen ritmo y decido irme ver el pueblo de Lescun. JR dice que tiene que arreglar “algunas cosas”, irá más tarde.

Por la carretera el kilómetro y medio se hace más largo, primero cuesta abajo y luego cuesta arriba, el pueblo es pequeño, menos vistoso de lo que creíamos pero muy tranquilo. Al llegar me cruzo con un grupo de ciclistas vascos que van buscando donde tomar una cerveza. Por el pueblo pasan el GR-10 y GR-11 por lo que hay muchas Guite d’Etape.













En una placita cerca de un supermercado hay un pequeño monolito dedicado a los muertos del pueblo en la guerra de Argelia en 1961. Mas adelante veo indicaciones de la iglesia, hay varias fuentes con hermosos caños de fresca agua.













La iglesia es pequeña y muy antigua, hay poca luz en su interior que procede de cuatro bonitas vidrieras y observo en un rincón, es primera vez que lo veo, estufas de butano, parecidas a las alcachofas que colocan en las terrazas de algunos bares, el inverno tiene que ser crudo para los feligreses.

Salgo por una pequeña puerta que da al cementerio adosado a la parte trasera de la iglesia, acostumbrado a nuestros cementerios me resulta curioso, todas las tumbas están en el suelo, pero dependiendo de la categoría de la familia y los mármoles usados sobresalen entre veinte y setenta centímetros de él. Sobre las tumbas hay colocados varios portarretratos con fotos y otros con frases y epitafios esculpidos, que traducidos son idénticos a los nuestros. A la salida, bajo un ciprés hay una gran lápida de granito que dice “Jóvenes de Lescun muertos en la Primera Guerra Mundial 1914-1918” y relaciona algo más de veinticinco nombres. ¡Veinticinco jóvenes de un pueblo tan minúsculo y apartado del mundo! ¿Cuantos se fueron? Siempre me ha sorprendido la ilusión y altruismo por los valores patrióticos en que marchaban a la guerra y la cantidad de gente que murió en ella. Está claro que ellos iniciaron el gran cambio mientras nosotros nos matábamos entre nosotros unos años más tarde.

Cerca del Supermercado encuentro a JR, volvemos y le enseño la iglesia y el cementerio. Luego vamos a un bar que tiene mesas en la terracita y tomamos una cerveza y agua con gas.

Al llegar recogemos nuestra ropa ya seca y nos preparamos para la cena. Las instalaciones son buenas pero la cena es la más floja hasta ahora, ensalada de maíz y remolacha con un poco de tomate, lentejas y una longaniza blanca por cabeza, postre compota pero sin galleta, seguimos con vino. El desayuno también será a las 7,30’.

Refugio de Arlet-Puerto de lo Palo (Pau)-Cabañas de Bonaris-Cabaña de Penot-Pont d’Ichaxe-Camping du Lauzart

TIEMPO: 06:30 HORAS
DISTANCIA: 19,510 KM.
DESNIVEL POSITIVO: 518 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 1.641 M.
DIFICULTAD: MODERADA.


07/09/2011

LESCUN (860 M) – LINZA (1.340 m.)

ITINERARIO:








Desayunamos y salimos pronto, hoy queremos ascender al Pic d’Ansabére, Petretxema (2.371 m.) y entraremos de nuevo en suelo patrio. Está totalmente despejado, terminando de amanecer y la visión de las altas cumbres que nos rodean formando una especie de circo es gratificante: Billare (2.309 m.), Dec de Lhurs (2.176 m.) Pene Blanque (2.390 m.), las Agujas de Ansabére (2.378 m.), Sobarcal (2.249 m.), Acherito (2.378 m.) etc.










Salimos del Camping en la misma dirección que veníamos ayer, enlazando con otra carreterita con indicaciones a Ansabére, este largo tramo es por carretera hasta que llegar al segundo aparcamiento, en el Pont de Lamary, tomar la ancha pista a la izquierda, una pareja francesa ha dejado el coche y va en nuestro sentido aunque no saben si llegaran al collado o tomarán otra ruta.











A partir de aquí el ancho sendero entre claros de bosque lleva hasta el plano de Ansabére, giramos a la izquierda y cruzamos el barranco Pedaign. Al fondo seguimos por el viejo camino que serpentea hasta tomar una pequeña pista a la izquierda que cruza, siempre ascendiendo, el bosque de Ansabére, al salir el valle coge amplitud en bucólicos pastos donde pace una manada de caballos.










Continuamos avanzado y el ganado ahora es vacuno, al fondo vemos las cabañas de Ansabére y mucho más arriba las impresionantes agujas y el collado. Al llegar a las cabañas, en todas tienen los consabidos letreros de “Vente du Fromage”, buscamos una sombra cerca de la única fuente que hay en estos parajes y paramos a repostar y tomar unas barritas para afrontar la fuerte subida al collado de 1 hora 45’ que recalcan nuestras notas.














Por la izquierda de las cabañas y por un montículo boscoso comenzamos la dura ascensión, primero con cortos y sucesivos zigzags y luego con amplias lazadas vamos ganando altura rápidamente y en un momento dado nos trasladan totalmente a la derecha a un gran canchal debajo justo de una de las agujas, el desnivel es fuerte y el ascenso se hace duro, parecido a la senda del caracol pero de un tamaño enorme. La senda del canchal nos da un respiro, se vuelve casi horizontal para llevarnos de nuevo a la izquierda pegada a las paredes del Sobarcal, que junto con las paredes de la aguja, al mirar hacia arriba nos hacen ver el collado como un embudo.


Poco a poco vamos viendo que llega el final y como premio el Collado de Ansebére (2.082 m.), no sabemos cuanto hemos tardado, pero estamos seguros de que no ha sido 1 hora 45’, sino mucho menos. La pareja francesa que nos había adelantado cuando paramos en las cabañas nos dice que ya estamos en territorio español, en ese momento los hubiera expulsado a pedradas de mi país.

Ingerimos líquidos y tomamos hidratos de carbono, JR está conversando con alguien que dice que en veinte minutos estamos en la cima y cerca de la gran Aguja, lo miro sin decir nada y calculo los trescientos metros de desnivel que hay hasta la cumbre que está al final de la gran loma, este miente más que yo.




Para hacernos una idea, es como la loma del Mulhacen desde el collado del Ciervo, pero con la senda menos definida y siguiendo mojones. Apretamos los dientes y para arriba, poquet a poquet, cuando levantamos la vista tenemos delante un mojón un poco más grande, es la cima del Petretxema (2.371 m.), ¡Dejémonos de galicismos! Mi primer pensamiento es para Lourdes y Julián, pues la visión de la Mesa de los Tres Reyes (2.444 m.) desde aquí es maravillosa, vemos moverse a la gente como hormigas en la cumbre.

No hemos tardado los veinte minutos que decía el vidente, ni la hora que marcaba nuestra guía. Hay otra persona hablando con JR que viene de la Mesa y nos aconseja que descendamos por donde él ha subido enlazando con la senda que viene del refugio de Linza rodeando una gran loma. Según el mapa y la guía deberíamos bajar de nuevo al collado y seguir por la izquierda, en estos momentos vemos al grupo de seis que llegan al collado y siguen por la senda, pero van y vuelven como si hubieran olvidado algo. Serán las pilas del GPS.















Optamos por no bajar la loma al collado, dado su desnivel y lo inestable de la senda, nos saldremos del circuito marcado en el mapa y tomaremos el descenso por la cola del  Petretxema mucho más suave aunque demos un rodeo.

Seguimos haciendo fotos e iniciamos tranquilamente del descenso, nos cruzamos con una pareja de vascos mayores que suben paulatinamente y vienen desde Linza, rodeamos la gran loma y encaramos el valle sin perder mucha altura, nosotros vamos por la derecha y la senda oficial por la izquierda, quizás nos perdamos atravesar algún pequeño bosque ya que esta zona esta menos poblada de árboles, pero la ascensión al Petretxema ha valido la pena. Intuimos que el refugio puede estar al final del valle en un recodo y decidimos parar a comer en un montículo donde corre un poco de brisa. Ya van quedando pocas provisiones.








Retomamos el trazado y seguimos adentrándonos el valle, la senda se hace camino y el descenso más cómodo pero no atisbamos el refugio, por el centro discurre un pequeño arroyo y se ve alguna cabaña ganadera. El valle se va cerrando y nos acercamos a la vegetación y como era de esperar en un recodo vemos refugio con su aparcamiento y la carretera asfaltada de acceso. Rápidamente deshacemos el poco desnivel que nos queda hasta su entrada.

Hay algunos coches aparcados pero el refugio está vacío, sellamos y nos asignan una habitación, “Asanbére”, con lo bonito que es Petretxema,  con dos camas bajas y una litera, con ventana abuhardillada. Nos duchamos y lavo la poca ropa de hoy, tiendo en los palos de la cerca detrás del refugio.










Una vez relajado me siento en los escalones de madera de la entrada con una gran jarra de fresca cerveza a contemplar el paisaje y esperar que llegue la gente, viene un coche por la carreterita y aparca, me quedo petrificado, un Hare Krishna con sotana y maletín de médico y entra dentro, luego supimos que andaba vendiendo libros. Los primeros en arribar son el grupo de seis, que rápidamente y antes de ducharse van a por la jarra de cerveza, envidia cochina. Poco después de llega la pareja de vascos y más tarde los funcionarios.















Para hacer tiempo hasta la cena, en suelo patrio será a las nueve, subo arriba por la cámara y voy frente al refugio donde hay unos pastos y comienza un pequeño bosque de viejas hayas hasta unas paredes rocosas con una bonita escotadura y la senda marcada de amarillo y verde por donde llegaron los demás.










Al anochecer entramos al refugio, leemos revistas de montaña y nos contamos nuestras aventuras. El más montañero del grupo de seis, Pedro, que está prejubilado, ha viajado mucho subiendo montañas, le pregunto si ha estado en Ecuador y me dice que si, le cuento que Alex ha vuelto de allí hace unos días y que coincidió con un grupo de gente de Madrid, Grupo Peña Lara y resulta que los conoce a todos. Qué pequeño es el mundo.

La cena resulta exquisita: Una rica sopa de verduras espesada con patata, una gran ensalada y para cada uno, un cuarto de conejo al ajillo hecho al horno, para chuparse los dedos, nos dejan elegir entre tres o cuatro postres y una botella de vino.

Pedimos el desayuno antes de las siete, mañana es la etapa reina, la más larga de todas con cerca de diez horas de marcha con dos puertos en medio, subir y bajar, rematando la llegada a Gabardito con otra subida.

Camping du Lauzart-Pont de Lamary-Cabañas de Ansabére-Collado Ansabére-Cima Petretxema-Refugio de Linza.

TIEMPO: 07:30 HORAS.

DISTANCIA: 18,300 KM.

DESNIVEL POSITIVO: 1.575 M.

DESNIVEL NEGATIVO: 1.079 M.

DIFICULTAD: ALTA.



08-09-2011

REFUGIO DE LINZA (1.340 m.) – REFUGIO DE GABARDITO (1.380 m.)

ITINERARIO:
Hoy hemos desayunado con más ahínco y para sorpresa teníamos pan recién tostado, tengo que reconocer que con diferencia ha sido el refugio en donde mejor hemos comido y tuvieron la deferencia de alojar a cada grupo en habitaciones distintas.














Sobre las siete salimos, como siempre los primeros, está oscuro pero no es necesario usar los frontales. Tomamos la carreterita asfaltada que nos llevará en un largo tramo hasta el Camping de Zuriza, que es pequeño y tiene caravanas fijas para alquilar, no hay mucho movimiento.




Aquí cogemos la pista no asfaltada a la izquierda y un arroyo nos acompañará en dirección a unos farallones rocosos que vemos al fondo, nos adelantan un todoterreno y un coche que levantan polvareda. El camino está marcado como GR-11 y nos deposita en la cabecera del valle de Taxera, hay unos jóvenes que están acampados en una tienda. Abandonamos el GR-11 y cruzamos el arroyo por un pequeño puente y continuamos por la senda que nace enfrente balizada con un poste indicativo, nos asciende y vamos cruzando de vez en cuando una pista mucho más larga y monótona hasta situarnos en unas grandes naves ganaderas (1.500 m.) con perros ladradores, uno de ellos se acerca amenazante pero al mostrarle los palos desiste y nos deja pasar.



Ahora debemos afrontar una fuerte subida hacia la barrera montañosa por el Achar de los Alanos, una puerta natural o gran brecha por la que traspasaremos esta sierra. Comenzamos el ascenso por las sendas herbosas de la loma que tenemos delante, en dirección a un roble, es el único que hay y enlazar con la senda del gran canchal, la profusión y el tamaño de los bloques es enorme. La subida es parecida y algo más vertical que la del collado de Ansabére, el desnivel  de cuatrocientos metros se realiza en muy poca distancia. Seguimos elevándonos por la derecha para cruzar luego hacia la izquierda y entrar en un corredor vertical pegado a las paredes hasta cruzar la brecha, el Achar de los Alanos (1.900 m.).
















La vista hacia abajo es preciosa, el pedregal del embudo se abre al valle. En la otra parte la senda discurre por un herboso llano. En una de las paredes de la brecha, la más vertical, los buitres revolotean y se posan en sus cornisas.







Bebemos y tomamos hidratos de carbono, antes de reanudar la marcha, vemos que llega la mujer de Pedro, del grupo de seis, los demás van más rezagados. Seguimos la senda de frente por el amplio llano, más tarde pasamos por una cabaña de pastores de madera y por el Estrecho de A Ralla comenzamos a descender valle abajo hasta que encontramos  la casa-refugio de Reclusa, donde tomamos un poco de fruta deshidratada y seguimos el sendero con marcas verdes y amarillas hasta salir a una pista, aquí estamos muy atentos porque hemos leído que se acerca un cruce.















Continuamos unos cuatrocientos metros por la pista y efectivamente aparece el cruce con el PR HU-22 a la izquierda que nos introduce en el Bosque de lo Furno que durante un buen trecho nos va subiendo y remontando entre hermosas hayas hasta el collado Baxo de Lenito (1.716 m.) y segundo puerto del día.











Desde este punto comenzamos un nuevo descenso entre landas y prados atentos las marcas blancas y amarillas, que pese a nuestro cuidado, dada la profusión de sendas herbosas terminamos por perder y nos vamos a la derecha. De algo debe servir nuestra experiencia, puesto que diez minutos sin marcas nos hace detenernos y volver sobre nuestros pasos hasta la última marca que vimos y comenzar de nuevo.








Antes de entrar en el bosque por una pista siguiendo las marcas, descubrimos entre arbustos, una pequeña fuente de la que mana un hilillo de fresca agua. Hoy es el día más caluroso de todos y tenemos que repostar agua. El paraje es bonito y decidimos quedarnos a comer a la sombra herbosa de un haya. Montamos el campamento y consumimos el resto de nuestras  provisiones, esta será nuestra última comida campestre, puesto que mañana finaliza el circuito y es la etapa más corta.













Repuestos y descansados continuamos por la pista, pasamos por una caseta-refugio y nos adentramos en el bosque un largo trecho que nos hace el descenso mucho más placentero hasta que desemboca en la carretera de Echo-Oza frente al cruce de Gabardito.






Pasa algún coche y unos ciclistas, cruzamos y seguimos la pista asfaltada a Gabardito que marca a siete kilómetros y pasado el puente de Santa Ana sobre el río Aragón Subordán seguimos unos cuatrocientos metros a la derecha hasta que vemos señalizado el arranque del sendero GR-11.1 que serpentea cruzando varias veces la pista asfaltada, en una de ellas vemos la última fuente antes de refugio, llevo consumidos más de cuatro litros y las horas de caminata lastran las piernas.






No podía ser de otra manera, el refugio estaba arriba en el otro lado de la boscosa loma. Así que poco a poco la vamos ascendiendo hasta que lo divisamos a unos metros. Seguimos siendo los primeros, estamos solos y nos asignan la parte inferior de dos literas en una habitación en la planta baja, el guarda es muy quisquilloso con el orden de las mantas, me parece que hoy nos asignan esta sala para todos, al menos los aseos y las duchas están al lado.

Como siempre después de la ducha estoy dispuesto a volver a caminar. Organizamos las mochilas para el último día, hoy no hay que lavar, así que salgo a fuera a esperar a los demás tomando una lata de cerveza. Hay dos chicas vascas que son hermanas y vienen con cuatro perros, lógicamente no los dejan entrar al refugio, los tienen atados fuera, ellas cenarán en el comedor y luego pasaran la noche en una caseta que hay a unos doscientos metros de aquí. Por mucho amor a los animales, siguen siendo cuatro perros, en el Pirineo francés está totalmente prohibido ir con ellos.

Por fin llega el grupo de seis, les hemos sacado casi una hora y media y los menos avezados vienen muertos. Los felicito a todos. Antes de nada uno va por seis latas de cerveza y sacan de sus mochilas toda clase de frutos secos, las primeras cuelan enseguida y traen seis más, lo celebran por todo alto. Hoy no llegarán los funcionarios puesto que tenían el coche la carretera de Oza y ya se habrán ido.
Siguiendo mis rituales, cuando comienza a atardecer voy a por mi cámara, enfrente hay una caseta de madera al inicio de un bosquecillo de hayas y una manada de caballos sale de él y pacen en los pastos cercanos.

A la hora de cena hay más gente además de las hermanas vascas, en una mesa está un hombre de unos 45 años y en otra mesa dos personas que por su obesidad no tienen pinta de andar mucho y además a ellos les han dado alojo en la parte de arriba ¿?.



La cena no esta mal, ensalada, pasta y un pescado indefinido parecido al lenguado, postre y botella de vino. Al terminar salimos fuera con las cámaras, la luna llena está saliendo entre las montañas. El hombre que estaba solo nos ha oído comentar con el grupo, que posiblemente mañana cuando lleguemos al collado del Bisaurín, dependiendo de la hora y nuestras fuerzas, queremos subir a la cima, es un desnivel de 600 m. que nos puede ocupar tres horas en subir y bajar. Tenemos que pensarlo bien, puesto que cuando lleguemos al refugio de Lizara, nos quedarán siete horas de coche. Por lo que nos pide salir con nosotros, ya lo hizo una vez hace muchos años y no se acuerda muy bien del sendero. No hará otra cosa en el día y volverá de nuevo al refugio.

Mañana el desayuno será a las siete, le pedimos al guarda si puede ser antes por ganar tiempo y nos dice que sí, que no hay problema, él a las seis y media está preparando las mesas y podemos pasar. Estupendo.

Refugio de Linza-Zuriza-Taxera-Achar de los Alanos-Collado Baxo de Lenito-Puente de Santana-Refugio de Gabardito.

TIEMPO: 08:30 HORAS.

DISTANCIA: 22,880 KM.

DESNIVEL POSITIVO: 1.640 M.

DESNIVEL NEGATIVO: 1600 M.

DIFICULTAD: ALTA.




09-09-2011

GABARDITO (1.380 m.) – LIZARA (1.515 m.)

ITINERARIO:
Habíamos puesto el despertador a las 6 y a la media estábamos a la puerta del comedor, que permanecía cerrada y con las luces apagadas, Lucio, que así se llama el guipuzcoano, también está preparado, salimos fuera haciendo un poco de tiempo, pero nada. Comienzan a bajar los del grupo de seis y a las siete menos diez aparece una chica delgada y alta que abre el comedor, le comentamos que el guarda nos dijo anoche que podíamos desayunar a las seis y media y nos dice que no le dijo nada, si no ella hubiera madrugado más, nos pide disculpas y nos deja entrar. Mientras ella saca los termos de café y leche, nosotros vamos preparando nuestra mesa, no tenemos pan tostado pero si tostador para hacerlo, con lo cual vamos adelantando.











Nos despedimos de todos, deseándonos buen final del recorrido y salimos acompañados de Lucio poco después de las siete. Iniciamos por la ancha pista que comienza en el bosquecillo de hayas y que en invierno es circuito de esquí nórdico y está marcado como GR-11.1. Vamos ascendiendo, siempre hay que subir, cruzamos el bosque y el circuito continuando en la misma dirección hacia el Salto de la Vieja.





Al otro lado del barranco se yergue el macizo de Agüerri (2.447 m.) al que hacemos fotos matutinas. En el cruce de senderos, Agüerri-Taxeras/Bisaurín, nos dirigimos hacia Bisaurín por el sendero pedregoso que supera el cortado hasta los altos pastos de Dios te Salve primero y quince minutos después los de Plan d’Aniz con sus respectivas cabañas, entre las interminables lomas herbosas está disperso el ganado vacuno. A lo lejos vemos una vaca en el suelo en una posición forzada, monto el objetivo de la cámara y esta muerta, tiesa como la mojama, vemos que se acercan buitres volando y muy cerca del cadáver ya se han amontonado gran cantidad de ellos, tienen comida para unos cuantos días.





Continuamos el sendero entre pastos, no girar a la izquierda hacia la cabaña de Foratón, y pasamos un segundo resalte ligeramente a la derecha que nos ofrece la vista del Collau de lo Foratón (2.016 m.). Alcanzamos el collado caminado hacia la izquierda teniendo el Bisaurín (2.670 m.) enfrente. Todavía no son las diez pero tenemos claro que no vamos a realizar el ascenso a la cumbre, sus más de seiscientos cincuenta metros de desnivel, hoy será un día más caluroso que ayer, el sol ya  pega fuerte y luego están las siete horas de regreso en coche.


Nos despedimos de Lucio y le deseamos suerte. Desde el collado tenemos un desnivel de quinientos metros hasta el refugio de Lizara que siguiendo el GR-11.1 se hace evidente al fondo. Seguimos el sendero primero en pronunciado descenso para suavizarse más adelante, el sabernos cerca del final, nos hace ir más sueltos, más rápidos y a las once estamos en el aparcamiento junto al coche.

Sellamos las credenciales y recogemos la camiseta técnica con las siglas de la Senda Camille que se entrega al final del circuito. Solicitamos servicio de ducha, que pagamos y vamos al coche a por la ropa limpia.

Refugio de Gabardito-Salto de la Vieja-Plan de Dios te Salve-Plan d’Aniz-Collau de lo Foratón-Refugio de Lizara

TIEMPO: 03:15 HORAS

DISTANCIA: 9,600 KM.

DESNIVEL POSITIVO: 693 M.

DESNIVEL NEGATIVO: 536 M.

DIFICULTAD: MODERADA.

EL REGRESO:

A las doce, recién duchados y relajados estamos arriba del coche dispuestos a realizar un regreso tranquilo. Sobre las dos paramos a comer en Cariñena y a las ocho de la tarde dejo a JR en su casa.

De cuatro semanas he pasado dos en el Pirineo, en dos viajes distintos realmente espectaculares. Esta claro que en Pirineos queda tanto por ver, que no te puedes cansar por muchas veces que vayas. Siempre es distinto.












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