RUTA CORTA A LA COLA DEL PANTANO Y LOS ALGEZARES, REGRESO POR LA OTRA VERTIENTE.

Posted by : Vaig a Peu miércoles, 1 de mayo de 2024

El sendero medioambiental del Riu Vinalopó por el entorno del Pantano de Elx de unos ocho kilómetros de longitud, transcurre por el cauce del Riu Vinalopó en su mayor parte, conectando el centro de nuestra ciudad con el Paraje Natural Municipal de Los Algezares, ya en término de Aspe. El Riu Vinalopó a su paso por el término municipal de Elx, alberga valores paisajísticos y ambientales de enorme interés. También reúne importantes elementos patrimoniales relacionados con el aprovechamiento hidráulico, los cuales, en el caso de la Acequia Major, han potenciado la existencia del Palmeral de Elx, el mayor palmeral de Europa y Patrimonio de la Humanidad desde el año 2000. Entre todos destaca el Pantano de Elx, una obra de ingeniería pionera en su época, primera presa en arco del mundo desde la época romana. El embalse, parcialmente colmatado de sedimentos, alberga un importante humedal con abundante fauna acuática. En las orillas del embalse y propio del Riu Vinalopó, nos encontramos con un interesante bosque de ribera con el taray (Tamarix sp.) como especie dominante. Este bosque, alrededor del pantano, se pone en contacto con saladares, dos formaciones vegetales que contrastan con la aridez del paisaje circundante. El Paraje Municipal de Los Algezares, declarado por el Consell de la Generalitat Valenciana en 2013, es un espacio protegidos de unas 507 hectáreas que ocupa el sector más oriental del término municipal de Aspe, entorno al Riu Vinalopó, lindando con Elx y Monforte del Cid. Este enclave atesora interesantes elementos naturales, históricos y culturales que hacen obligada su conservación. El entorno presenta una gran variedad de materiales, entre los que destacan las arcillas, margas y yesos. Estas rocas blandas junto con el clima de la zona, principalmente lluvias torrenciales, general un paisaje totalmente socavado, de ello el topónimo de Los Barrancos. Cuando estos materiales se intercalan con otros más resistentes, dan lugar a formas curiosas por erosión diferencial. El Riu Vinalopó genera residuos fluviales: cantos, gravas, arenas y conglomerados. Aguas abajo, la presa del Pantano de Elx (siglo XVII) aún retiene las avenidas del río. Los puentes de los Cuatro y Cinco Ojos destacan en la conducción de agua potable de Aspe a Elx (1789). El paraje, además, ha sido lugar de extracción de arcillas y yesos para la construcción, como es el caso de la cantera de Román. El origen de su nombre está en la palabra valenciana referida al yeso. Algeps.

CÓMO LLEGAR: Desde Elx, por el Camí dels Magros al Parking.

COMPONENTES: VICENTE, TONI, JUANJO, CERVERETA, PERAL, TELE Y TOMAS.

ITINERARIO: PARKING / IZQ. ACEQUIA MAJOR / MOLI DELS MAGROS / ACUEDUCTO / CENTRAL ELECTRICA / PRESA DEL PANTANO / PELDAÑOS / CASA DEL PANTANER / PANTALAN / IZQUIERDA / ASPE-LOS ALGEZARES / IZQDA. / CRUZAR RIO / DERECHA / DAMA DE ELX / PUENTE DE LOS 5 OJOS / SUBIDA / ALJUB / IZQDA. / PUENTE DE LOS 4 OJOS / VALLA-IZQDA. / FINCA DE CITRICOS / SENDERO IZQDA. / VISTAS A LA PRESA-1 / VISTAS A LA PRESA-2 / BARRERA / AREA RECREATIVA / IZQUIERDA.

LA RUTA: Nueva ruta al Pantano d’Elx y al Paraje de los Algezares de Aspe con algunos cambios; esta vez no hacemos el trayecto por el cauce del río y empezamos por la explanada que ahora sirve de aparcamiento en la parte alta, e indagaremos en la otra vertiente.

Iniciamos bajando por unos escalones de tablones al sendero que acompaña el curso de la Acequia Major, pasando por debajo de la antigua ubicación del Molí dels Magros que fue derruido y por una pasarela de madera cruzamos la Acequia Major que queda protegida por un muro mientras el sendero continúa rodeando la ladera.

Subimos una cuesta para sobrepasar dos acueductos, el más pequeño abastecía de agua al Molí dels Magros y el de mayor tamaño de solo un arco, que atraviesa el cauce del río Vinalopó, suministraba agua en la otra vertiente.

En esta zona quedan a la vista las antiguas canalizaciones que perforaban la sierra para abastecer de agua a la ciudad. Bajamos de nuevo al cauce del río que serpentea escondido entre los taray y tenemos que cruzarlo varias veces por medio de pasarelas de madera.

Nos vamos acercando a la amplia explanada donde está el edificio de la Central Eléctrica de 1922, ya en desuso, y a pocos pasos del espléndido mirador para contemplar el gran espectáculo de la presa del Pantano d’Elx.

Pese a su pequeña envergadura y el exiguo caudal que nos llega del río Vinalopó después de un recorrido de más de 90 km desde su nacimiento en la Sierra Mariola, es admirable ver su hermosa cortina de agua caer por rebosamiento de la presa de arco.

Sin quitar ojo al impresionante efecto visual de la cortina de agua, comenzamos a subir lateralmente por los inclinados peldaños esculpidos en la roca caliza, con barandas de madera y metálicas que nos ayudan a superar el fuerte desnivel.

Por una puerta metálica y una rampa accedemos a la base de la Caseta del Pantaner y al propio muro de la presa, vallado por su peligrosidad, pero que nos otorga una formidable vista a ras del agua con algunas aves acuáticas.

Ahora proseguimos por el nuevo pantalán instalado a nivel de las aguas y que en sus 70 metros aproximadamente de longitud permite un agradable paseo contemplando las represadas aguas del Pantano.

El pantalán termina desembocando en un ancho camino de tierra que continúa rodeando El Castellar de la Morera (277 m.), arriba quedan restos de un poblado íbero, cuyo yacimiento está descuidado y casi abandonado.

Las miradas son para las aguas del pantano que comienza a desaparecer invadido por el carrizal, del que nos llegan los sonidos de algunas aves. También, en un pequeño hueco divisamos la bonita estampa del Tabaiar y sus antenas.

Arribamos a un cruce de caminos con la Sendera d’Hondón a Elx con buenas vistas al acueducto del antiguo Canal de Desviament, ahora sin uso. Seguimos por la izquierda, entrando en la cola del Pantano y su mar de carrizal.

Tras una leve pendiente alcanzamos un rellano con un poste con paletas y diversos paneles informativos que describen el entorno del Paraje Natural Municipal de los Algezares, declarado en 2013. Entramos en el municipio de Aspe.

Nos separamos un poco del cauce del río y el escenario cambia a un paisaje totalmente socavado conocido como Los Barrancos, presentando una gran variedad de materiales entre los que destacan las arcillas, margas y yesos.

Estas rocas blandas junto con el clima de la zona y principalmente las lluvias torrenciales, hacen que estos materiales se intercalen con otros más resistentes, dando lugar a formas curiosas y colores por erosión diferencial.

El camino vuelve al cauce del río y un poste con paletas indica el cruce del río Vinalopó por un estrecho pasillo de vegetación Lo vadeamos sobre una pasarela de madera a tal efecto. En la otra orilla subimos y bajamos girando a la derecha para entrar al principio del Barranco de los Cinco Ojos.

Pronto tenemos a la vista, y pasamos por su base, la gran peña de arenisca roja, conocida como la Dama de Elche por su contorno semejante. Si nos fijamos bien, hay algunas posiciones en las que tiene un gran parecido.

Seguimos adelante hasta llegar a los arcos del Acueducto de los Cinco Ojos, significativa obra hidráulica de finales del siglo XVIII, acometida por el Obispo Tormo de Orihuela para paliar la falta de agua potable a las gentes más humildes de Elche. Recientemente ha sido restaurado.

Volvemos sobre nuestros pasos y tras dejar atrás la Dama de Elche, tomamos un atajo girando a la derecha, para subir por una empinada cuesta de cemento que nos dejará en el cruce de caminos donde está l’Aljub, aljibe de origen árabe.

Ahora girando a la izquierda, nos acercamos al Mirador del Acueducto de los Cuatro Ojos obra hidráulica tan importante como la anterior, el Acueducto de los Cinco Ojos, construido en la misma época y con el mismo fin: dotar de agua potable a Elche. En el siguiente enlace podréis encontrar un interesante estudio sobre este tema. http://www.yporquenounblog.com/2009/05/la-conduccion-de-aguas-entre-aspe-y.html

Con miradas al Murón (341 m.), tomamos el camino para iniciar el regreso por esta vertiente. Este camino comienza a descender haciendo varias ondulaciones en el terreno, al tiempo que nos acompaña soterrado el Canal de Elche que sigue suministrando agua a la ciudad.

Los tramos bajos de las ondulaciones corresponden a ramblas que desembocan en el cauce del río. El paraje constituye un enclave muy interesante desde el punto de vista litológico. Ante nuestros ojos aparece la cola del Pantano de Elche y el cauce del río Vinalopó. El caudal es ínfimo e imposible de detectar entre el inmenso mar de carrizales y juncos que el viento cimbrea, es un espectáculo visual.

El camino termina en una puerta metálica, pero por la izquierda se ven rastros por donde sube la gente. Entramos dentro de una finca plantada de cítricos que atravesamos por completo con vistas a las aguas del Pantano.

Salimos de la finca siguiendo el camino de tierra y luego tomamos un sendero a la izquierda que serpentea acercándose al cauce de la cola del pantano con espléndidas panorámicas del agua embalsada. El sendero es muy visible y pegado a unas rocas contornea esta ladera de la Cola del Pantano y los carrizales. En las montañas de enfrente distinguimos las antenas del Tabaiá (403 m.).

Ya en el embalse propiamente dicho, vemos enfrente a la altura del muro de la presa, la Caseta del Pantaner y la Central Eléctrica, y por este lado, las erosionadas crestas y cárcavas de la sierra del Murón. Por un contrafuerte de la presa me acerco al nivel del agua.

Después, salvamos un montículo rodeándolo por la derecha que nos deja en una extraordinaria posición para observar la pared de la presa por este lado. La pared hace un corto ángulo recto para cerrar la presa por este lado. En este lateral, no visible desde el otro lado, también mana una pequeña cortina de agua por el rebosamiento de la presa, y ese caudal forma una preciosa y alargada cascada que se desliza para unirse al cauce del río Vinalopó.

Esta imagen es poco conocida y se podría enmarcar. Toma la perspectiva lateral de la presa sin ver la totalidad de la pared principal, con la casa del Pantaner y la pequeña mole del Castellar de Morera al completo.

En descenso seguimos por el camino, saliendo por una puerta de verja derribada que cerraba un antiguo proyecto de urbanización inacabado. Por detrás dejamos las aguas del embalse bajo la atenta mirada del Castellar de Morera.

Entre las lomas tenemos una lejana mirada al Pont del Bimil.linari y Elx que llega hasta el mar. Alcanzamos al Área Recreativa por otra puerta, donde vemos el parking ahora atestado. Por el asfalto, hacemos un giro a la izquierda para subir a cerrar esta entretenida ruta.