Posted by : Vaig a Peu sábado, 3 de febrero de 2024

El  suelo es uno de los recursos naturales más importantes para el desarrollo económico y social de la población, sin embargo los procesos de erosión y desertificación, en particular en litologías blandas, ocasionan importantes pérdidas y degradación. En todo el mundo existe una preocupación creciente por su conservación,  más aún en las zonas áridas y semiáridas donde los suelos son mucho más frágiles y vulnerables. España es el país europeo con más alto riesgo de erosión y desertificación, dentro de éste, la Región de Murcia, con la mitad de su territorio con procesos de erosión graves, ofrece junto a la vecina provincia de Almería, el paisaje más erosionado y desertificado de la Península Ibérica. Los lugares donde mejor se pueden observar las huellas de esta erosión corresponden a las cuencas marinas que formaban los márgenes del Mediterráneo durante el Neógeno; Fortuna, Mula, Abanilla, etc. Algunas de estas cuencas poseen zonas que están tan profundamente erosionadas que tienen un alto interés científico, didáctico e incluso turístico por la espectacularidad de sus paisajes, éstos son conocidos popularmente como "paisaje lunar". De los rincones erosionados de Murcia, el paisaje de Gebas, es uno de los más asombrosos, porque se trata de un sector poco antro-pizado debido a lo abrupto del terreno y a las escasas vías de comunicación que posee. En 1992, mediante la Ley 4/92 de Ordenación y Protección del Territorio de la Región de Murcia fue declarado Paisaje Protegido. Las directrices  para la ordenación de sus recursos naturales, conservación y utilización se definieron en el Plan de Ordenación de Recursos Naturales nº 13/1995 junto al Parque Natural de Sierra Espuña. Su nombre viene dado tanto por su geomorfología como por encontrarse la mayor densidad de barrancos cerca del caserío de Gebas, núcleo rural situado en la zona norte del Término municipal de Alhama de Murcia. Se trata de un espacio natural de más de 2.000 hectáreas encajado entre tres sierras: Espuña, al oeste, La Muela y el Castellar, al sur, El Cura, al este y el altiplano de Fuente Librilla, al norte. Su principal drenaje lo tiene a través de las ramblas de Algeciras y Librilla que desembocan en el Río Guadalentín. Aquí nos centraremos fundamentalmente en describir las bondades geológicas de uno de sus mejores tesoros; la Rambla de Librilla y el Barranco del Infierno.
CÓMO LLEGAR: Por la A-7, E-15 hasta pasar Murcia, salida por nº 138 en dirección Alcantarilla/Almería/Granada hasta tomar la salida nº 591 hacia Fuente Librilla/Librilla y conectar con la C-2 que seguiremos hasta cerca del Albergue Forestal Los Ballesteros, donde tenemos un amplio espacio para aparcar.

COMPONENTES: VICENTE Y SANTI.

ITINERARIO: CASA FORESTAL LOS BALLESTEROS / INICIO / BAJADA BCO. DEL INFIERNO / LECHO DEL BARANCO / BARRANCO DEL INFIERNO / DESFILADERO CAPAS DE YESOS / EL ORGANO / ENLACE CON RAMBLA DE LIBRILLA / VISTAS RAMBLA DE LIBRILLA / CHIMENEA DE HADAS / SALIDA DE LA RAMBLA DE LIBRILLA / PANORAMICAS RAMBLA DE LIBRILLA / PUNTO GEODESICO / VISTAS A LAS CARCAVAS / MIRADOR NATURAL / GIRO SENDERO DCHA. / PISTA IZQDA. / IZQDA. / INICIO SENDA BAJADA RAMBLA / VISTAS BAJADA RAMBLA / ENLACE CON PISTA / VISTAS A RAMBLA Y ACUEDUCTO / ARCO / PRESA DE CONTENCION / CAMINO / CARRETERA / FINAL.


LA RUTA: Ya en enero de 2017 hicimos la Rambla de Librilla con un ramal de ida y vuelta al Barranco del Infierno que no pudimos realizar por estar muy embarrado. El inicio también fue distinto, por el puente del Trasvase Tajo-Segura, variando un poco el recorrido.

 


Al igual que el de hoy, los Tracks son de Isidoromf, gran conocedor de la zona y muy bien documentada. Nos hemos permitido incluir en nuestro relato muchos de sus argumentos y otros de regmurcia integra digital.

 



Iniciamos desde el aparcamiento cerca de la Casa Forestal Los Ballesteros cruzando la carretera tomando el camino de la derecha que se convierte en senda y nos desciende precipitadamente hasta el lecho del Barranco del Infierno.

 



En su estrecho lecho apenas cabe la senda, caminamos por el vértice donde se unen sus dos inclinadas laderas de Badlands que en esta ocasión están cubiertas de matorral y dispersos pinos, que al tener poco agarre suelen caer cruzando el sendero.

 



A poca distancia, en un recodo, el cauce cambia por completo, desaparecen los Badlands y las paredes son más rectas formadas por estratos con unos perfiles quebrados y poco habituales que nos dejan asombrados.

 



A partir de ahora entramos en un estrecho desfiladero donde las capas de yeso forman un espectáculo que impresiona por la sucesión estratigráfica, así como de unos materiales margosos blancos, formados en un ambiente marino hace siete millones de años. 

 



El Barranco del Infierno, llamado así por el incremento de temperatura que se produce en su interior, nos sorprende por las increíbles formaciones de roca caliza y arenisca, así como el sorprendente y corto estrechamiento con unas fascinantes capas de yeso cristalizado que se encuentran a lo largo de el.

 













La agresividad de sus formas contrasta con la tranquilidad de esta rambla y sus angostos desfiladeros hacen de este recorrido una excelente excursión, para dejarse llevar por la insólita belleza natural de su entorno. 

 



El Barranco del Infierno nace en los Llanos de Barqueros (Fuente Librilla), como una prolongación del paisaje protegido de Gebas, se encuentra aguas arriba de la Rambla de Librilla. Se trata de un fascinante barranco encajado sobre margas marinas, entre paredes blancas de cincuenta metros de altura.

 



Más adelante termina el desfiladero de las capas de yeso y el cauce del barranco se amplía, sus paredes son más rectilíneas y de margas blancas dando paso a estructuras geomorfológicas preciosas y de peculiares formas.

 













Formándose los tubos de órganos o las chimeneas de hadas, que son similares a torreones de piedra que han sido esculpidas en sus paredes margosas y durante millones de años por la erosión del agua y el viento, pudiendo alcanzar hasta 30 metros de altura. 

 



Estas zonas se consideran de interés regional, e incluso, en algunos aspectos sedimentológicos y geomorfológicos, nacional, por las formas peculiares producidas por la erosión hídrica, que esculpe estas figuras durante millones de años. 

 



Rebasamos un ramblizo que desembocan en esta rambla y que ha sido protegido por un dique de piedras cubiertos con tela metálica. Son recursos para evitar que los Badlans se desmoronen ya que son formaciones muy delicadas, que el sol, el viento y la lluvia hacen fluctuar o moldear a su antojo.

 



Poco a poco con paredes más lisas y cerca de un bosquete de pinos el Barranco del Infierno desemboca en la Rambla de Librilla o Rambla del río Orón que es una subcuenca salina que desemboca en el Río Guadalentín.

 



Proseguimos el recorrido sobre el lecho de la rambla de Librilla acompañados del pequeño curso del salado río Orón, el cual iremos sorteando y cruzando por piedras o troncos, y en muchos tramos por sendas paralelas exentas de barro.

 



En una de ellas sufrimos un despiste y nos salimos de la rambla por la izquierda, que aprovechamos para contemplar el paisaje lunar del cauce de la rambla y el de la otra vertiente. Volvemos a lecho de la rambla.



Seguimos admirando los Badlands hasta que el cauce vuelve a estrecharse y por una cuesta de terreno firme superamos un pequeño dique escalonado y el sendero después de un enorme pino, queda trabado por unas rocas que superamos.

 



El paisaje cambia de nuevo con distinta vegetación de tarayes con algún pino en el cauce, la rambla vuelve a ensancharse y las paredes de las laderas se elevan formando bonitas murallas arenosas con Badlands de tonos blanquecinos. 

 



Entramos en una especie de cañón con paredes magistrales en erosión constante, que acumula los desechos en su base. Prosigue con varias alineaciones espectaculares colmadas en su parte alta por muelas degradadas o inverosímiles chimeneas sacadas de algunos cuentos de hadas.

 


La zona central del cauce comienza a estar invadida por tarayes, juncos y sobre todo de carrizal y tenemos que buscar el mejor paso por la derecha, bajo los altos paredones de Badlands  en forma de órgano.

 



El paso todavía es franco cuando nos acercamos a una pequeña chimenea de Hadas de pivote solitario que aparenta un falo,  luego la senda en el cauce vuelve a estar algo más limpia pero rodeada de alto matorral.

 


Viene otro tramo de inclinados Bandlans coronados por desgastadas muelas y diminutas chimeneas de Hadas que forman un bello rincón producto de la erosión permanente. El sendero vuelve a trabarse con la vegetación.

 


Es un trecho agobiante donde hay escondido un pequeño dique que acumula humedad, se estrecha el cauce y la vegetación lo invade sobretodo de tarayes, juncos y alguna adelfa. El paso se complica al haber poco terreno firme, pero se puede pasar.



Liberados de la exuberante vegetación buscamos la salida de la rambla por la izquierda, por una rampa de tierra con fuerte desnivel. Una vez arriba contemplamos el cauce que se va angostando y tomamos un camino en dirección a dos lomas cercanas.

 



Este camino con vistas a bancales de almendros y olivos y fincas agrícolas marca la línea divisoria entre los municipios de Mula y Librilla. Después de la primera loma llegamos a la segunda que tiene un punto geodésico (357 m.) que será nuestra mayor altura de hoy.

 



Desde arriba tenemos grandes panorámicas que llegan hasta Sierra Espuña con el Morrón Chico y Las Cunas, al haber poco nivel de agua, apenas vemos el Embalse de Algeciras. Hacemos un descenso rápido a un camino.

 



El camino nos lleva cerca de una explotación ganadera y por los restos de antiguas casonas que están en estado ruinoso, aproximándonos a las primeras ramblas de Badlands, recortadas, estrechas y profundas. Son como tentáculos que salen del embalse para recoger toda el agua posible.

 



El paisaje se ha convertido un terreno árido y aparentemente desierto surcado por múltiples ramblas de Badlans que acabarán llegando al embalse. Es un impresionante mundo de cárcavas y laderas cambiantes por la erosión del agua y el viento.

 



Nos acercamos a un Mirador natural con  espectaculares vistas hacia el Embalse de Algeciras con sus aguas, hoy no tan turquesa. Es un paisaje singular y de gran belleza, con toda la intrincada y sinuosa red de pequeñas ramblas que le dan abasto.

 



Volvemos al camino que después de hacer un giro, lo dejamos por la derecha para tomar un estrecho sendero que comienza a bajarnos lindando con los surcos de los Badlands, en dirección al Cerro del Castellar.

 



Este es un tramo espectacular, como por un estrecho sendero serpenteamos por los vértices de los Badlands,  la parte alta donde se unen las erosiones verticales de varias ramblas, dándonos una visión privilegiada.

 



Vamos sorteando siempre en suave descenso, las ramblas de ambas vertientes viendo cómo este fondo marino compuesto de materiales frágiles fue socavado por las trombas de agua, formándose las cárcavas y cauces actuales.

 



El sendero hace una comba por este paisaje extraordinario que comenzó a gestarse hace unos diez millones de años. Vemos ramblas y regatos de diversos tamaños que pese a su aporte de humedad es un páramo desierto y árido donde apenas han logrado adaptarse algunas especies vegetales.

 



Desembocamos en una pista de tierra que seguimos por la izquierda hasta llegar a una puerta que cierra el Paisaje Protegido a vehículos. Seguimos por el camino de la izquierda en suave ascenso por la zona de Lo Ramón.

 



Alcanzamos un diminuto collado (277 m.) donde tomaremos un sendero que nace a la izquierda junto a unos pinos y que nos bajará de nuevo a la Rambla de Librilla. Surca un bosquete de pinos desgarbados y luego se estabiliza.

 



A medio recorrido tendremos preciosas vistas de la rambla, de unas rojizas cárcavas y de un solitario acueducto de una arcada. Este acueducto era parte del canal que hasta los años 40 recogía el agua salada rambla arriba y lo llevaba a las balsas para su evaporación y posterior extracción de la sal. 

 



Poco después desemboca precipitadamente en la Rambla de Librilla muy cerca de la escalonada presa de contención que cruzamos, dando los últimos vistazos a la rambla y pasando junto al acueducto para seguir por la ancha pista de tierra en la otra vertiente.

 



Este cómodo camino discurre paralelo a la carretera C-2 en suave ascenso y acompañado por la sombra de algunos pinos en poco más de un kilómetro nos dejará en el aparcamiento de la Casa Forestal de los Ballesteros donde cerramos esta bonita ruta.

Recomendamos NO hacer en días de lluvia o posterior a un día de lluvia. Tampoco es recomendable en días de intenso calor y siempre con buen acopio de líquidos por la deshidratación. 

https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/por-las-ramblas-del-infierno-y-de-librilla-con-vistas-al-embalse-de-algeciras-murcia-163770878





RECORRIDO: CIRCULAR.

AGUA POTABLE EN RUTA: NO.

DISTANCIA: 10,9 KM.

TIEMPO EN MOVIMIENTO: 03:50 HORAS

ALTURA MÁXIMA: 352 M. (En el punto geodésico)

ALTURA MÍNIMA: 208 M. (En la presa de contención)

DESNIVEL POSITIVO: 387 M.

DESNIVEL NEGATIVO: 383 M.

DIFICULTAD: MODERADA.

Leave a Reply

Subscribe to Posts | Subscribe to Comments

Entradas Más Visitadas

Patrocinadores:

Retales Design. Con la tecnología de Blogger.

- Copyright © Vaig a Peu - Buscando Nuevos Senderos -Metrominimalist- Template by Johanes Djogan - Blog Designed by Díez Pérez - Gráfico&Web -