Posted by : Vaig a Peu sábado, 5 de mayo de 2018

Habuabdele Yuan Fudäyl, Al-Azraq (El Azul) Wissir y señor de villas, alquerías y castillos desde Pego hasta Penaguila, vasallo del rey aragonés D. Jaime I desde que este conquistara el Reino de Valencia, harto de incumplimientos rompió la tregua por segunda vez y se dirigió con sus tropas hacia Xátiva, saliéndole al paso el rey le obligó a refugiarse en el castillo de Llutxent, donde quedó cercado.  Allí, tras largas discusiones con el infante D. Alfonso, hijo mayor de D. Jaime, logra un pacto de vasallaje. Se firma el 16 de abril de 1245 en un lugar junto a un pozo de agua (aún existe y hay una placa conmemorativa) a media legua de la población, por lo que se le denominara PACTE DEL POUET. El documento está interlineado en escritura árabe y en romance castellano. El romance después de tantos años puede leerse, así como el árabe que es legible por los traductores. Curiosamente los textos no expresan lo mismo. Parece que los escribanos quisieron contentar a los dos bandos para que todos quedaran satisfechos. En el mismo, se llega al acuerdo para el reparto de los 17 castillos que poseía Al-Azraq. Los de PopTárbena los entrega en el acto al rey aragonés. El de Alcalá Perputxent se los queda para sí y sus descendientes. Los de MargaridaXeroles, Cairola, Beniaya, Castiel Galinera los retendrá durante tres años, partiéndose las rentas con D. Jaime. Pasado dicho plazo se los entregará. De la misma manera se reparten las alquerías de Tollos Ebo.Y también pactan que a partir de ahora los que pudieran ganar, se repartirían las rentas a medias. Este pacto, como casi todos los de aquella época, no se cumplieron y tiempo después, (a pesar de los esfuerzos de la esposa del rey Dª Violante por convertirle al cristianismo, casándolo con una princesa), volvió a rebelarse pero esta vez tuvo que abandonar todos sus dominios y posesiones y refugiarse en el Reino de Granada. (Arturo Moreno, Alicante Vivo)
CÓMO LLEGAR:Por la A-7 dirección Valencia, salida en la nº 691 rotonda de San Vicente del Raspeig, dirección Alcoy por la A-7. Después de pasar los túneles del Barranc de la Batalla, salida nº 436, en la rotonda por la CV-700 dirección Benimarfull y Planes. Seguir hasta tomar por la derecha dirección a la Vall de Alcalá, después de pasa Margarida llegar a Alcalá de la Jovada. Aparcar a la entra del pueblo.
COMPONENTES:VICENTE, PEPE Y PATRO.
ITINERARIO:ALCALÁ DE LA JOVADA / CAMÍ DE BENIAIÁ / CAMÍ DE SALTES / ACUEDUCTO / PANEL DEL TRATAT DEL POUET / CORRAL DE SALTES / PISTA DERECHA / CASETA / CARRASCAL / MAS DE CAPAIMONA / CRUCE IZQDA. / DESVÍO DCHA. / BARRANC DE MALAFÍ / CORRAL DE SEGUÍ / RACÓ DE L’ESPINAL / POR BARRANCO DE PAET / PISTA / CRUCE, SEGUIR RECTO / CRUCE IZQDA. / CRUCE DCHA. / FONT DE PAET / CORRAL DE LA RETURA / CRUCE DERECHA / PISTA DE ATERRIZAJE / NEVERA DE DALT / CRUCE IZQUIERDA / CRUCE, RECTO / SENDA IZQUIERDA / DESVÍO IZQDA. / BCO. BONDO / CALERA / ÁREA RECREATIVA / NEVERA DE BAIX / CRUCE, DE FRENTE / FUENTE DE AL AZRAQ / ALCALÁ DE LA JOVADA.

LA RUTA: Hoy toca ruta por tierra de moriscos, marcada por batallas, pactos y finalmente su expulsión en 1609. Alcalá de la Jovada es un pequeño pueblo dormido en su diminuto valle de cerezas, que se despereza los fines de semana.



Iniciamos desde la piscina municipal por una estrecha calle que nos conecta con el asfaltado Camí de Beniaia. Caminamos un trecho entre cuidados bancales de cerezos con grandes ejemplares repletos de frutos todavía verdes.

Más tarde, por la izquierda abandonamos el asfalto por la ancha pista de tierra del Camí de Saltes o Camí del Molí. Mirando hacia atrás, damos la última ojeada al pueblo y al macizo montañoso del Penyal Gros.


Enseguida hacemos un extraño viraje para atajar el cauce de un barranco por medio de un viejo acueducto medieval de un solo arco, pasando por encima de su inutilizada acequia y remontar a la otra vertiente.

Proseguimos por la pista hasta llegar al lugar donde se firmó el “Tractat del Pouet”. El documento está interlineado en escritura árabe y en romance castellano, ambas versiones no dicen lo mismo; y como todos los pactos de la época fue incumplido.


La pista nos eleva con suavidad y el paisaje va cambiando. Llegamos a los restos de estructuras del despoblado de Saltes, aldea andalusí que después de la expulsión fue utilizada como corrales para ganado.


Alcanzamos una bifurcación del camino muy definida, que seguimos por la derecha descendiendo un poco y entre un pinar con muchos claros.  Pasamos muy cerca de una caseta de aperos con miradas al regall del Benicadell. 


El camino se torna más sinuoso esquivando algunas redondeadas lomas y entrando en una zona más húmeda donde el paisaje vuelve a cambiar, comienzan a predominar las carrascas y tenemos miradas a la sierra de Alfaro.


Poco después, tras un recodo, surgen en el paisaje els Massos de Capaimona, o Ca Maimona, de donde parece surgir la toponimia. Construidos sobre otro despoblado morisco, siguen desgajándose en el tiempo junto a su vieja higuera.


Es uno de esos lugares que a su paso, no te deja indiferente. Esa forma de vida diseminada, relegada, aislada sobre sí misma, era la única manera de subsistir a las presiones señoriales,  la precariedad del medio y la pobreza de la tierra. 


Retornamos al camino que comienza a trazar una gran curva a la izquierda, dejando en el centro el Mas de Capaimona. Tenemos un cruce que tomamos a la izquierda y otro desvío luego a la derecha, enfrentándonos con la mole de Alfaro.


Comienza un prolongado y suave descenso rodeando una de las altas lomas que preceden al Barranc de Malafí, donde conectaremos más tarde. Los pinares de la zona no son frondosos y ralean en muchas laderas.


En las tierras bajas cercanas al barranco, todavía siguen abancaladas y cuidadas al día de hoy. Remozadas casetas de aperos junto a ruinas de corrales ancestrales sirven de cobijo a sus nuevos dueños.


Llegamos al cauce del Barranc de Malafí  que está en cuajado esplendor primaveral, sobretodo los matorrales de mirto blanco en plena floración. Para lo redondeada que es la sierra de Alfaro, en la parte del barranco exhibe impresionantes farallones.


Marchamos por su cauce y en un recodo pasamos junto a los restos y ruinas del Corral de Seguí, con su  aljibe de estilo morisco y alargada pileta de abrevadero labrada en piedra; expuesto a las escasas pero torrenciales riadas.


Tenemos un corto pero hermoso recorrido por el lecho del barranco hasta llegar al inicio del Racó de l’Espinal, donde enormes paredones, riscos y espolones, confieren al barranco un aspecto agreste y encajonado

En cuanto el sendero del PR prosigue para meterse en el lecho de aluvión del Barranc de Malafí, nosotros lo dejamos por la izquierda, cogiendo un camino que en ascenso nos mete en el Barranc del Paet, junto a unas colmenas.

Cambia el paisaje. Comienza un bonito recorrido de subida por el estrecho cauce del barranco, del que entramos y salimos varias veces, cogiendo algunos senderos y trazas que atajan por laderas de pinar poco denso.

Son ejemplares de menor gallardía, pero se nota que han sido reforestados. En ascenso moderado seguimos subiendo, teniendo el cauce a nuestro lado pero utilizando cada vez más tramos de camino que ataja.


Con cruces y giros a izquierda y derecha, salimos del barranco y el trazado discurre por camino junto al cauce. Llegamos a la Font del Paet, con su larga pileta abrevadero, con bancos y mesas de piedra. En su caño apenas mana un hilillo de agua.


La pista forestal toma protagonismo entre laderas y vaguadas, que la lejanía hace más espesa la masa de pinar. La siguiente referencia es el Corral de la Retura, de curiosa construcción junto a un risco abancalado con terrazas.


El desnivel de subida se acentúa por la cómoda pista para alcanzar un cruce por la izquierda que obviamos. Este tramo llega hasta una bifurcación de esta mañana con el Camí del Molí, que ahora recuperamos.


Damos el último empujón hasta alcanzar el depósito de agua para incendios y la pista de aterrizaje para avionetas. Con la altura volvemos a recuperar las vistas al Penyal Gros, La Foradá, y por detrás al Pic de la Safor. 


En la bajada a la Nevera de Dalt, este tramo es de ida y vuelta, nos cruzamos con un grupo escolar que está de excursión. La nevera conserva su techumbre y ventanas de entrada; también la pequeña caseta dels nevaters.

Volvemos a la pista de aterrizaje y cruzamos la larga planicie en su totalidad. Llegados al final hacemos un giro a la izquierda dejando el Camí del Molí. Tenemos una limpia mirada al Alt de Miserat con sus antenas.


Empieza un suave descenso en el que el camino que hace varios recodos cerrados pasando por las ruinas de un antiguo corral, hasta unirse en paralelo al curso del Barranc d’Alcalá. En otro cruce de caminos seguimos recto.


Un tiempo después, dejamos el camino por la izquierda, ver mojones, por un estrecho sendero que se adentra en el bosque de pinos, ahora más denso, con abundante matorral bajo y arbustos, lo que alegra la marcha.











Cogemos otro desvío a la izquierda para cruzar el estrecho cauce del Barranco Hondo. En la otra ladera hacemos un corto tramo de ida y vuelta por la izquierda para visitar La Calera, que hasta la aparición del cemento fue la materia prima en las construcciones rurales. 


El sendero nos lleva cerca de la carretera CV-712 por que la transitamos paralelamente hasta atravesar el Área Recreativa donde hay mesas y bancos de piedra. Seguimos por un camino de cemento hacia nuestro próximo objetivo.


La Nevera de Baix está datada en el siglo XVIII, en el mayor auge del comercio de la nieve. Los pozos de nieve son depósitos donde se guarda y conserva la nieve convertida en hielo. Con las primeras nevadas se abocaba con capazos por las ventanas al interior. 










Desde dentro, los operarios la pisaban con los pies y con pisones la distribuían en capas alternativas con paja. Era transportada de noche en caballerías y se comerciaba en mercados comarcales y abastecía al puerto de Dénia.


Por detrás de la nevera, bajamos a un camino de tierra que nos conduce a las primeras calles de Alcalá de la Jovada, que sigue dormido a estas horas, pasamos por delante de la sala museo Al-Azraq y el Llavador Municipal.













Luego, caminamos por la iglesia de la Concepción donde hay un busto que representa a Al-Azraq, dueño señor de estas tierras de las que fue expulsado hace unos 750 años. También tiene una fuente con su cara en bronce.












Cerramos esta entretenida ruta por tierras moriscas visitando sus huellas históricas, que queramos o no, sucedieron así.

RECORRIDO:CIRCULAR.
AGUA POTABLE EN RUTA:SI. (En la Font de Paet, aunque a veces está seca)
DISTANCIA:18,9 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO:5 HORAS.
ALTURA MÁXIMA:819 M. (Pista aterrizaje)
ALTURA MÍNIMA:606 M. (Barranco Hondo)
DESNIVEL POSITIVO:520 M.
DESNIVEL NEGATIVO:520 M.
DIFICULTAD:MODERADA.

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