Posted by : Vaig a Peu sábado, 4 de julio de 2015

La playa Cala Portitxol o la Barraca es una de las mejores opciones para aquellos que gusten de lo natural. Cala rústica de grava, bolos y roca situada entre el Cap Prim y el Cap Negre.
Se puede acceder, tanto en coche desde la ctra. del Cabo de la Nao, como a pie desde el Mirador de la Cruz del Portitxol. Frente a la cala, encontramos la Isla del Portitxol (300 metros) de gran interés botánico y arqueológico. Altamente recomendada para la práctica del submarinismo. La vegetación natural irrumpe con fuerza y los cultivos caen hasta el borde del mar. Las excelentes vistas de la Isla del Portitxol (islote que alcanza los 300 metros, de gran interés botánico y arqueológico) son un destacado aliciente. Junto a la playa, se ubica alguna pequeña posta sanitaria y modestos embarcaderos. Es un buen punto de partida para iniciar inmersiones junto a la isla, dejándose acompañar, eso sí, por guías locales para disfrutar de todos y cada uno de los rincones existentes en sus ricos fondos. En las inmediaciones de la Cala de la Barraca se pueden visitar cuatro miradores: Cruz del Portitxol, L’illa, La Falzia y el Cap Negre.
El Cap Prim es un accidente geográfico situado en la Bahía del Portixol, en un enclave ecológico y paisajístico muy bello y, por lo tanto, muy visitado. En esta paisaje podemos encontrar una Microrreserva de Flora con endemismos vegetales únicos entre los que se encuentran los Cheirolophus lagunae, Diplotaxis ibencis, Limonium regualii, Limonium scopulorum. Debido a la fragilidad de estas comunidades es importante no abandonar la senda ni alterar de ninguna forma el medio vegetal. El colorido de los acantilados de este litoral, de tonos grises y amarillos por su composición de margas y arcillas, contrasta con el azul del mar, ofreciendo de este modo paisajes de gran belleza. La debilidad del roquedo permite la aparición de unos hermosos acantilados que podremos apreciar tanto desde tierra como desde el mar. La pequeña cala virgen de grava, piedras y rocas situada en la vertiente septentrional del Cap Prim lleva por nombre la Cala Sardinera y es un antiguo fondeadero natural en el que se han recuperado un conjunto de seis ánforas de época romana tardorepublicana  utilizadas para transportar vino. Antiguamente esta cala era un buen lugar para los sardinales, redes finas que se calaban dos veces al día (a la salida y a la puesta del sol). De ahí el origen de su nombre.

CÓMO LLEGAR: Por la AP-7 dirección Valencia. Salida en la nº 63 BENISA/TEULADA/GATA DE GORGOS, continuar por la N-332 dirección Jávea, por la CV-740 atravesar el Poble Nou de Benitaxell, dirección Jávea hasta tomar la CV-742 carretera del Portixol, que nos llevará hasta el Mirador. Se puede aparcar a la izquierda de la carretera.
ITINERARIO: CREU DEL PORTITXOL / IZQ. ACANTILADOS / MIRADOR DE PUNTA PLANA / CALA BARRACA / CREU DEL PORTITXOL / MIRADOR DE CALA SARDINERA / MIRADOR DELS PALLERS / CAP PRIM / CREU DEL PORTITXOL.
COMPONENTES: VICENTE Y SUSI

LA RUTA: En la ruta de hoy os proponemos recorrer dos senderos locales (SL) que parten desde el mismo lugar, el Mirador de la Creu del Portitxol. Son el SL-CV 97 Cala Barraca y el SL-CV 98 Cap Prim, los dos son lineales, ida y vuelta, y el orden en que se hagan no altera el producto: Unas vistas maravillosas.

Desde el mirador, todas las vistas las acapara l’Illa del Portitxol, pequeña isla de forma redonda con una superficie de 8'3 h. y 75 m de altura,  separada de la costa por un istmo submarino de unos 3 m de profundidad. Habiéndose encontrado  enterramientos e importantes restos arqueológicos de la época romana.


Nosotros elegimos iniciar por la derecha, hacia Cala Barraca. Un amplio sendero con leve inclinación de bajada nos introduce enseguida entre la foresta; un pequeño bosque de pinar y matorral alto que nos cobija bajo su sombra. Algo inesperado en estas latitudes tan cercanas a la costa.


El sendero hace varias revueltas y comienza a llanear. Hacia arriba, la masa boscosa llega hasta los chalets de primera fila en el litoral, y por delante, por la izquierda, entre las copas de los pinos, comenzamos a tener las primeras vistas del mar, que curiosamente son la zona que visitaremos luego, els Pallers y Cap Prim.

Maravillosas panorámicas a estos diminutos accidentes geográficos que salpican esta agreste costa. Por detrás del pequeño istmo que forma el Cap Prim, entre la bruma, asoma la plataforma del Cap de Sant Antoni. El enmarañado cielo hace que el mar nos ofrezca un color poco definido.

En este lugar dejamos las marcas del sendero (blancas y verdes) que continúan por la derecha, y nos separamos hacia la izquierda, fuera de la pineda y bordeando los acantilados. No es una senda definida y tiene varios rastros pero todos van al mismo sitio. Las miradas se amplían a las escondidas calas.


Vamos rodeando el saliente rocoso hasta toparnos con l’Illa del Portixol, ahora muy cercana, y más a la izquierda, entre las ramas de los últimos pinos comenzamos a distinguir el mar y la punta del Cap Negre. Impresionante. Al acercarnos más, a nuestros pies vemos la Cala Barraca. Bucólica.


Extasiados, bajamos un terraplén hasta un pequeño rellano que forma la Punta Plana. Bonito mirador que extiende nuestras miradas completas a la Cala Barraca, en donde a unas decenas de metros de la orilla, las olas rompen contra los bolos y rocas, llaneando espumosas. L’Illa del Portixol, misteriosa, parece quedar fuera de contexto.


Desde Punta Plana seguimos bajando por el talud de margas y arcillas, centrando nuestra atención para no resbalar, quizás sea el tramo más incomodo de la ruta en el que solo hay que ralentizar la marcha. Llegados a las rocas, trazas de un sendero nos llevan junto a la orilla hasta un panel de la Microrreserva de Flora.


Cala Barraca. Entramos junto las antiguas barracas de pescadores que le dieron nombre. Prácticamente todas han sido reformadas, encaladas, con sus puertas y ventanas pintadas de azul. Apenas hay gente en la playa o bañándose, el ruido del mar arrastrando los bolos resulta relajante.


Paseamos hasta su parte central donde un grupo de gente joven que ha llegado por carretera, acarrea mochilas, hamacas y esterillas buscando un buen lugar. Es resto está muy tranquilo, tumbonas y sombrajos esperando bañistas. Por la derecha, un poste con paletas informativas del SL-CV 97 nos indica el regreso.


Nos elevamos por una cuesta de cemento, entre barracas y algún chalet hasta coger el camino que delimitado por una valla y reafirmado por escalones formados con tablones de madera, hacen más fácil la subida por las margas arcillosas. Cerramos el pequeño círculo entrando de nuevo en el bosque de pinos.




Sin llegar a subir a la Creu del Portitxol,  otro poste nos indica la dirección del Cap Prim, seguimos de frente. Iniciamos una nueva bajada entre los pinos por un camino escalonado con tablones. El paisaje cambia, ahora tenemos por delante las jorobas del Cap Prim y la plataforma del Cap de Sant Antoni.

El Cap de Sant Antoni, se asemeja a la proa de un portaviones que se adentra en el mar. Por la izquierda, cerca de una barranquera arcillosa, nace una pequeña senda sin marcar, que desciende hasta Cala Sardinera, recogida y solitaria playa que todavía es utilizada como fondeadero para algunas embarcaciones.

A medida nos vamos acercando al istmo de Cap Prim se van ampliando las vistas hacia Jávea, hasta que en un momento dado aparece el coloso: el Montgó. Desde esta posición con su forma de cono casi perfecto y con sus apenas 752 m. de altitud, nos parece una mole casi infranqueable.

Unas barandas de madera delimitan los acantilados permitiéndonos diferentes panorámicas, la Cala del Portitxol, l’Illa y el Cap Negre desde otros ángulos, y en el otro lado, el Montgó reinando sobre Jávea. Comenzamos a subir poco a poco acercándonos a los lomos del Cap Prim.


A media subida, en un pequeño rellano, otra baranda de madera nos permite arrimarnos al acantilado, es el Mirador dels Pallers. Pequeños roquedos y plataformas que emergen del mar donde fondean varias canoas tipo zodiac,  mientras grupos de buceadores se sumergen en esta reserva marina.


Continuamos subiendo hasta el primer lomo del Cap Prim (59 m.) junto a un poste informativo termina el sendero SL.  Se puede continuar pero con mucho cuidado. Yo desciendo un gran escalón y el siguiente ya es más complicado. Lo previsto para hoy es un día de playa, así que, a disfrutar de las vistas.

Poco a poco iniciamos el regreso desandando el mismo camino. El día ha mejorado y las vistas lo impregnan todo. A estas horas ya nos cruzamos con mucha más gente, incluso algunos grupos guiados. En aparcamiento nos acicalamos un poco y cambiamos de calzado para conducir.

Nuestro próximo destino, apenas unos kilómetros carretera abajo dirección Jávea, Punta del Arenal. Entramos por una calle que termina en un mirador y por supuesto el hueco de aparcamiento esperándonos. Camiseta, bañador y chanclas. Primero un corto paseo por la rocosa Punta del Arenal.

Después baño en la Playa del Arenal, recogida, coquetona, pero atestada de gente. Pequeño paseo por la arena y nuestras merecidas cervezas en una de las terrazas que rodean la playa, y como fondo, cual proa del Titanic, el Montgó.
RECORRIDO: SON 2 RECORRIDOS LINEALES DE IDA Y VUELTA.
AGUA EN RUTA: NO.
DISTANCIA: 4,0 KM.
TIEMPO: 01:50 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 108 M. (La Creu del Portitxol)
ALTURA MÍNIMA: 0 M. (Nivel del mar, Cala Barraca)
DESNIVEL POSITIVO: 153 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 153 M.
DIFICULTAD: BAJA.

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