sábado, 5 de julio de 2014

EL CAU, EL TABAIÁ Y EL PANTÁ D'ELX

El Embalse de Elche es una presa de gravedad con forma de arco en planta, construida en dos tramos aprovechando un promontorio rocoso en su parte media. Fue construido en el siglo XVII sobre el río Vinalopó, entre la Sierra de Elche y la loma del Castellar, en la provincia de Alicante (España), y está considerada como la primera presa en arco en Europa desde los romanos. Originalmente fue construida para retener las aguas de las avenidas del río Vinalopó, habituales en las lluvias torrenciales, y aprovechar estas aguas para su uso en regadíos. Han sido estas avenidas las que, a lo largo de la vida de la presa, se han encargado de colmarla de sedimento, disminuyendo la capacidad de retención de agua y obligando a varias limpiezas para recuperar la capacidad. En 1995 reventó la compuerta reguladora, ocasionando una gran avalancha de fangos que contribuyó a vaciar la presa. En septiembre de 2007 se iniciaron los trabajos de rehabilitación de la presa con el fin de volver a retener agua, para crear más bien un paraje natural tipo marjal, en el que se cree vegetación y fauna. En marzo de 2008 la presa empieza a retener agua tras un periodo de 13 años prácticamente abandonada. Actualmente está reconocido como Bien de Interés Cultural por parte de la Generalidad Valenciana.

CÓMO LLEGAR: Desde Elche, por la CV-8615 por el puente del Bi-Milenari, en la 3ª rotonda continuar por la CV-850 Camino de Castilla, continuar por la izquierda hacia Bonavista, pasar por debajo de la Autopista A-70, no entrar a Bonavista y seguir por el Camino de Monforte. En superar la pequeña cuesta viene un camino a la izquierda. Se puede aparcar.
ITINERARIO: APARCAMIENTO / BARRANCO A LA DERECHA / CRESTA / SIERRA DE LOS PELIGROS / COLLADO / DERECHA / EL CAU / ANTENAS / EL TABAIÁ / POR LA DERECHA / SENDA / VALLA ROTA ENTRADA FINCA / VALLA ROTA SALIDA FINCA / SENDA / TÚNEL Y CANAL /  SALIDA DEL CANAL / IZQUIERDA / FUERTE SUBIDA / EL CASTELLAR Y POBLADO IBÉRICO / CASETA DE LA PRESA / PUERTA DE LA PRESA /  IZQUIERDA / CARRETERA RACÓ DE LA MORERA / ENLACE CON EL CAMINO DEL CAU / POR LA DERECHA / VERTEDERO / IZQUIERDA / SENDA DEL BARRANCO / CANTERA / IZQUIERDA / APARCAMIENTO.
COMPONENTES: VICENTE Y PATRO.

LA RUTA: El calor sigue apretando y decidimos quedarnos por la zona recorriendo sitios emblemáticos que hacía muchos años que no visitábamos. Nuestras descarnadas y secas sierras siguen teniendo su encanto y al menos para mí, muchos recuerdos de juventud. Elegimos un track de jvramos que nos parece interesante.

Pese a haber madrugado el grado de humedad es muy alto. Iniciamos bajando al barranco y siguiendo el ramal de la derecha atravesamos un pequeño núcleo de pinos para continuar elevándonos por su cauce, donde unas matas de cantueso prometen para la próxima primavera.

Seguimos por el lecho del barranco hasta que el track del GPS nos indica que debemos abandonarlo por la derecha y subir por la ladera hasta alcanzar el cordal de la Sierra de los Peligros. Una vez arriba tenemos buenas vistas a Elche que comienza a desperezarse, y a uno de nuestros objetivos: las antenas del Tabaiá.

Cresteamos por toda la sierra entre algunas sendas que aparecen y desaparecen, superando varias cotas que dejamos atrás. Por el Este emerge la clásica silueta en forma de volcán de Foncalent (446 m.). Al llegar al final, accedemos a la parte más alta, antes de iniciar el descenso.

Una sendita nos baja por la otra ladera hasta el collado y un camino de tierra junto a una casa, que bordeamos por la izquierda con otra senda. Descendemos hasta la carretera y seguimos de frente hacia el Cau, hay algún cartel. Por la carretera de la izquierda será el regreso.

El asfalto se acaba y el camino hace unas curvas con rampas que nos depositan en un pequeño collado; a la derecha se inicia la senda que nos adentra en el Cau  de Mariano Ros, donde este peculiar artista ha esculpido las rocas de la montaña con numerosos murales que luego ha pintado manualmente.


Los motivos son diversos pero tienen un mismo origen: Elche y los símbolos ancestrales de la ciudad, bien religiosos o culturales. Toda una exposición al aire libre que mantiene con pulcritud a sus ochenta y tantos años. Realmente merece la pena una visita.

Por detrás del Cau emprendemos una fuerte subida a la loma, donde volvemos a tener impresionantes vistas. Marchamos hasta las primeras antenas donde nos cruzamos con gente conocida. Descendemos un poco para arremeter la subida de la mayor elevación de hoy.


El Tabaiá (403 m.) máxima altitud en terreno ilicitano. Preciosas vistas pese al agobiante mamotreto de las antenas. La valla metálica de una finca divide la cima en dos; en la zona particular el agua extraída de pozos hace crecer el césped de un pequeño campo de golf.

Descendemos un poco por la derecha del vértice geodésico y seguimos por la derecha en busca de la valla para traspasarla, pero en una zona menos elevada. Al haber múltiples sendas que se cruzan, es preferible seguir el track del GPS. Nosotros tuvimos que deshacer 500 metros.

Entramos a la finca por el agujero de la valla y recorremos varias lomas dentro de ella, por sendas y caminos paralelos a la misma. Más tarde en un pequeño rincón, salimos de la finca por otro agujero en la valla, estamos en el inicio de una barranquera que se desciende sin apuros hasta llegar a un camino. Enfrente tenemos una panorámica de las Tres Hermanas.

Ahora la dirección es clara hacia el Pantano d’Elx. Antes de llegar a su perímetro, el camino nos lleva por la izquierda hasta el Canal por el que transitamos un trecho y pasamos uno de sus túneles para salir del Canal por la derecha.

Estamos a los pies del Castellar y nos espera una corta pero fatigosa subida. El día sigue siendo bochornoso, he consumido toda el agua del camel Back y paramos a rellenarlo con el agua de reversa y tomar una fruta. Arriba el poblado íbero está descuidado y casi abandonado.

El Castellar (277 m.), es uno de los dos picos que forman estrecho donde está construida la Presa del Pantano d’Elx. Tenemos una extensa visión del embalse que aglutina las exiguas aguas del río Vinalopó. La última reparación de la presa ha surtido efecto dosificando su desagüe, con lo cual se ha creado una especie de marjal donde se ha regenerado la vegetación y la fauna.


Recorremos la loma contemplando como el agua rebosa la presa y cae de nuevo al cauce. Vamos descendiendo con cuidado hasta situarnos sobre la misma presa, donde una gran puerta metálica que hace de valla e impide el paso por seguridad.

Proseguimos el descenso hasta la base de la presa en el cauce del río admirando la preciosa cortina de agua que cae. Luego, a la sombra de unas palmeras cerca de unas antiguas y derruidas instalaciones tomamos nuestro merecido almuerzo, sobre todo frutas y líquidos.
Retomamos la marcha por la izquierda, por un camino que enlaza con la pista asfaltada del Camí del Racó de la Morera. Esta parte es la más monótona del recorrido. Regresamos hasta el Cau y repetimos hasta la carretera, pero esta vez la tomamos por la derecha para dejarla luego por la izquierda cerca del vertedero, las bolsas de plástico en las zarzas así lo atestiguan. Tomamos otro camino por la izquierda que nos adentra en un barranco que después converge con el inicio de esta mañana.
RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA EN RUTA: NO.
DISTANCIA: 19,2 KM.
TIEMPO: 05:35 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 403 M. (V.G. del Tabaiá)
ALTURA MÍNIMA: 182 M. (Pie de la presa del pantano)
DESNIVEL POSITIVO: 638 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 643 M.

DIFICULTAD: MODERADA.

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