La Casa Rabosa
pertenece al Centro Excursionista Eldense que la compró en 1973 para crear un
parque de montaña. En esta finca podemos encontrar, aparte del caserío, unos
alrededores preparados para pasar un día inmejorable en la naturaleza, con mesas
de recreo, barbacoa, restaurante bar, salones, servicios, etc. Antiguamente
pertenecía a Pompeyo Castelló y Josefa Abad, un matrimonio de Novelda que se
refugiaron en esta finca por su delicada salud. Sus herederos fueron los que la
vendieron al Centro Excursionista, que la han cuidado hasta el día de hoy. El parque de montaña Daniel Esteve
"Rabosa", propiedad de la sociedad Centro Excursionista Eldense está
abierto a todo aquel que desee disfrutar del contacto con la naturaleza. Para
ser bienvenido solo es imprescindible un compromiso de respeto al entorno, a
las normas del parque y al resto de personas que allí se encuentren. Se puede
acceder en coche hasta los aparcamientos circundantes a la casa, la cual
dispone de agua (no potable), fogones, venta de leña, comedores interiores y
exteriores. Existen muchas e interesantes rutas de senderismo que parten o
pasan por el parque, no faltan guías ni indicaciones para disfrutar de una
estupenda jornada. No se puede hacer fuego los meses de junio a septiembre
inclusive, el resto del año está permitido a excepción de las indicaciones que
al respecto se reciban de la autoridad competente, en función de las
condiciones meteorológicas. Esto se puede consultar en el teléfono 112 y
es variable día a día. El parque cuenta con un restaurante: información en
el 647776547 No está permitida la acampada ni pernoctar en la finca. El horario
es: sábados, domingos y festivos hasta las 19:00 horas. Teléfono del parque:
965371736 o 965381010.
CÓMO LLEGAR: Autovía A-31 hacia Madrid, salida en Petrer /
Centro Comercial, antes de cruzar por debajo de la autovía, girar a la derecha,
hay cartel indicativo a Xorret de Catí, por la CV-837 carretera de montaña que siguiendo
los carteles direccionales llega hasta RABOSA.
ITINERARIO: RABOSA / CASA
DE CANCIO / CASA FORADÁ / L’ESTRET / EL
PALOMARET / RINCÓN BELLO / RAMBLA DEL VIDRIO / CASA HERRERO / RABOSA.
COMPONENTES: VICENTE Y
SUSI.
LA RUTA: La lesión del hombro trae cola y en espera de otras opiniones médicas para resolver el trauma, hoy no he podido aguantar más y hemos salido al monte a estirar las piernas. He elegido una ruta sencilla, sin dificultad alguna y con poco desnivel, una bonita circular partiendo desde Casa Rabosa.
A Susi le ha tocado cargar en una mochila pequeña nuestro almuerzo y el agua indispensable para la ruta, y yo con la cámara de fotos en bandolera en el hombro sano y el GPS. Antes de partir pasamos por la campestre capilla desde donde tenemos una espléndida vista de La Silla y El Cid.
Iniciamos por la parte trasera de Casa Rabosa en dirección al Cantal del Moro y Foradá, por delante del rústico poste con paletas informativas. Hace un bonito día, pero el aire no corre, por lo que al mediodía apretará el calor. Cruzamos el puente de madera para seguir luego por la izquierda.
Enseguida dejamos atrás las instalaciones del área recreativa y llegamos a una zona con multitud de cruces de sendas, unas que bajan, otras que suben, en diagonal o en paralelo; si no conocemos el terreno, lo mejor es seguir sin perder altura.
Vamos caminando a media ladera entre el bosque de pinos de tamaño medio. Pronto tenemos clavada en un pino una paleta de madera con dirección al Pont del Cantal y poco después vemos su esbelta silueta entre los pinos; la senda lo rodea por su base. Hacia atrás vemos como nos alejamos de La Silla.
La senda conecta con una pista de tierra que nos baja a una rambla donde hay una pequeña charca. Comenzamos a subir y entramos en la solana. En una pequeña loma observamos las ruinas de una gran casa abandonada y por la izquierda, a lo lejos, entre la apretada pineda vemos la Ermita de Catí.
Continuamos subiendo suavemente, ahora por la umbría del Alt de la Basa y alcanzamos la Casa de Cancio, hermosa casona que todavía está cuidada y se mantiene en pie a la sombra de enormes pinos. En su era hay una caseta de madera y una buena vista a La Silla.
Seguimos adelante en ascenso dejando atrás la gran casa. Al tomar altura tenemos nuevas perspectivas, comienza a aparecer el final de la Crestería del Frare y el Despenyador. Arribamos a la parte más elevada de nuestra ruta, el Collado de la Foradada (894 m.).
Este collado es un cruce de caminos donde convergen varias rutas que vienen de Xorret de Catí y de Rabosa. A la izquierda tenemos una vertical pared de escalada, por la derecha una completa visión de la Foradada, y de frente la gran panorámica del Maigmó.
Bajamos de frente por el camino que conduce a la Casa de la Foradada y nos pasa por delante de ella. Está habitada y sus campos están muy cuidados; alborotamos al gallinero que anda suelto picoteando entre los bancales y sorprendemos, escondidos, a unos pavos reales.
Marchamos en descenso rodeando la emblemática silueta de la Foradada, que va cambiando según el ángulo en que la observemos. Su cresta sobresale como un penacho entre los pinos. En sus paredes se practica la escalada, siendo una de las mejores escuelas de la Comunidad Valencia y de Europa.
LA RUTA: La lesión del hombro trae cola y en espera de otras opiniones médicas para resolver el trauma, hoy no he podido aguantar más y hemos salido al monte a estirar las piernas. He elegido una ruta sencilla, sin dificultad alguna y con poco desnivel, una bonita circular partiendo desde Casa Rabosa.
A Susi le ha tocado cargar en una mochila pequeña nuestro almuerzo y el agua indispensable para la ruta, y yo con la cámara de fotos en bandolera en el hombro sano y el GPS. Antes de partir pasamos por la campestre capilla desde donde tenemos una espléndida vista de La Silla y El Cid.
Iniciamos por la parte trasera de Casa Rabosa en dirección al Cantal del Moro y Foradá, por delante del rústico poste con paletas informativas. Hace un bonito día, pero el aire no corre, por lo que al mediodía apretará el calor. Cruzamos el puente de madera para seguir luego por la izquierda.
Enseguida dejamos atrás las instalaciones del área recreativa y llegamos a una zona con multitud de cruces de sendas, unas que bajan, otras que suben, en diagonal o en paralelo; si no conocemos el terreno, lo mejor es seguir sin perder altura.
Vamos caminando a media ladera entre el bosque de pinos de tamaño medio. Pronto tenemos clavada en un pino una paleta de madera con dirección al Pont del Cantal y poco después vemos su esbelta silueta entre los pinos; la senda lo rodea por su base. Hacia atrás vemos como nos alejamos de La Silla.
La senda conecta con una pista de tierra que nos baja a una rambla donde hay una pequeña charca. Comenzamos a subir y entramos en la solana. En una pequeña loma observamos las ruinas de una gran casa abandonada y por la izquierda, a lo lejos, entre la apretada pineda vemos la Ermita de Catí.
Continuamos subiendo suavemente, ahora por la umbría del Alt de la Basa y alcanzamos la Casa de Cancio, hermosa casona que todavía está cuidada y se mantiene en pie a la sombra de enormes pinos. En su era hay una caseta de madera y una buena vista a La Silla.
Seguimos adelante en ascenso dejando atrás la gran casa. Al tomar altura tenemos nuevas perspectivas, comienza a aparecer el final de la Crestería del Frare y el Despenyador. Arribamos a la parte más elevada de nuestra ruta, el Collado de la Foradada (894 m.).
Este collado es un cruce de caminos donde convergen varias rutas que vienen de Xorret de Catí y de Rabosa. A la izquierda tenemos una vertical pared de escalada, por la derecha una completa visión de la Foradada, y de frente la gran panorámica del Maigmó.
Bajamos de frente por el camino que conduce a la Casa de la Foradada y nos pasa por delante de ella. Está habitada y sus campos están muy cuidados; alborotamos al gallinero que anda suelto picoteando entre los bancales y sorprendemos, escondidos, a unos pavos reales.
Marchamos en descenso rodeando la emblemática silueta de la Foradada, que va cambiando según el ángulo en que la observemos. Su cresta sobresale como un penacho entre los pinos. En sus paredes se practica la escalada, siendo una de las mejores escuelas de la Comunidad Valencia y de Europa.
El camino se abre a la izquierda para incorporarnos a la Rambla de la Zarza, dejamos el ramal que viene del Barranco de L’Exáu y nos introducimos en L’Estret. Como su nombre indica, es un estrecho portillo flanqueado por dos altos farallones rocosos, donde el cauce de la rambla adquiere mayor profundidad. En días de lluvias torrenciales, el descenso del agua debe ser pavoroso.
A la salida nuestro camino tuerce a la derecha, dejando la rambla con su derruida casa y el sendero que va a Agost. Seguimos de frente entre una rambla y una pista de tierra. Comenzamos a tener una vista lateral de Rasos del Catí. La pista enlaza con la carreterita asfaltada que viene desde Agost y seguimos por la derecha.
Quizás esta es la parte más insulsa del recorrido aunque no tiene tráfico. Tenemos otras vistas del Maigmó. Son unos tres kilómetros que nos pasean entre sombras de eucaliptos y algunos pinos. Dejamos atrás la entrada al Restaurante El Palomaret, la escuela de parapente y el tórrido proyecto de urbanización abandonado. Después, por la Rambla del Vidrio salimos de la carretera, subiendo hasta el Rincón Bello.
Área recreativa de Rincón Bello. Situada entre la Sierra del Cid y Los Rasos de Catí, es un hermoso paraje natural constituido por la garganta que se forma entre las dos paredes rocosas en la Rambla del Vidrio. Está dotada de mesas con bancos, zona de acampada y pabellón de servicios con aseos y duchas. La falta de agua hace que actualmente esté poco cuidado. Las vistas son preciosas, tomamos nuestro almuerzo contemplando el paisaje.
Para el regreso volvemos a conectar con la Rambla del Vidrio en sentido Rabosa. Por la derecha dejamos atrás el camino que enlaza con la fuerte y exigente subida a Rasos de Catí. Pasamos por una zona de pequeñas cuevas y enseguida tenemos que bajar al lecho de la rambla.
Siguiendo las marcas ascendemos hasta la otra ladera junto a la encalada Casa Herrero. Pasamos por delante para coger el camino que nos asciende levemente. En breve, frente a nosotros, tenemos a la vista las instalaciones del Área Recreativa y el coche. Nos cambiamos de ropa y bajo la sombra de los pinos nos tomamos una fresca y merecida cerveza.
AGUA EN RUTA: NO.
DISTANCIA: 16,7 KM.
TIEMPO: 04:30 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 894 M.
(Collado Foradada)
ALTURA MÍNIMA: 502 M. (En
el Camí d’Agost)
DESNIVEL POSITIVO: 527 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 530 M.
DIFICULTAD: BAJA.
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