Posted by : Vaig a Peu martes, 13 de agosto de 2013

5ª Y ÚLTIMA JORNADA
ITINERARIO: REFUGIO D’ARLET / CABANE DE LA PASSA / COL DE SAOUBATHOU / LE CHEMIN DE LA LIBERTÉ / PUERTO DE LO PALO / FOYAS DE SANTA MARÍA / IBÓN D’ACHERITO / IBÓN D’ANSABÉRE / CABANES D’ANSABÉRE / COLLADO DE PETRECHEMA / FOYA DEL INGENIERO / BARRANCO DE PETRECHEMA / REFUGIO DE LINZA.
COMPONENTES: VICENTE, JULIÁN, LOURDES, PATRO, CHÚS, NIEVES Y JAVIER


LA RUTA: El amanecer es espléndido. No quedan rastros de la lluvia de anoche y el Ibón está despejado, pero un inmenso y apretado mar de nubes cubre por completo el gran valle en dirección al Col de Saoubathou. Son un espectáculo los contraluces combinados con los colores cálidos del amanecer. Hacemos fotos sin parar.


Con la etapa de hoy cerraremos nuestro circuito por los Pirineos Occidentales, será la más larga, y con fuertes desniveles, la mayoría negativos. Tras un aceptable desayuno iniciamos por la izquierda del refugio, junto al sumidero o desagüe del Ibón d’Arlet, siguiendo las marcas de la HRP y teniendo de frente el hermoso mar de nubes.

Bajamos un poco y comenzamos a llanear entre herbosas lomas, dejamos atrás por la derecha el camino a Borce. Es una delicia para los sentidos poder caminar por estas praderas con las luces del amanecer, oteando las lejanas cumbres que sobresalen del algodonoso mar de nubes, es el sendero ideal.

Pasamos cerca de la Cabane Lapassa al pie de un montículo, con su enorme rebaño de ovejas todavía en su redil. Continuamos sin perder altura entre las verdes lomas que contrastan con las blancas nubes, es como si estuviésemos rodeando un gran ibón de níveas aguas.


Alcanzamos el Col de Saoubathou (1.952 m.) un balcón espectacular donde podemos ver las altas cumbres de Aspe, el Castillo de Acher, Peñaforca, los Alanos… y a nuestros pies una extensa pradera con “Aguas Tuertas”, meandros formados por las aguas del deshielo, en donde pacen caballos y vacas.

Nos dirigimos hacia la divisoria de las dos vertientes dejando atrás los desvíos al Col de Souperet  y al Plateau de Lhers. La Historia ha dejado su huella en estos parajes que han albergado el Camino de Santiago aragonés más antiguo, los Tratados y Facerías que organizaban la explotación de los pastos y otros recursos naturales, o el Camino de la Libertad, que recuerda la huida de la España franquista y de la Francia ocupada por los nazis, y que en un montículo conmemoran con una pequeña bancada de cerámica.


Vamos dejando atrás el mar de nubes y por el cómodo sendero seguimos avanzando dirección sur, siempre por la parte más elevada, Col de Burqc, y cerca de la  Punta lo Rincón, la senda lo bordea por el Este y con un sube y baja nos deposita en el Puerto de lo Palo.

Puerto de lo Palo (1.942 m.) Hacemos una breve pausa para tomar alimento. Aquí abandonamos el trazado de la Senda de Camille que se va hacia Lauzart, y entramos en territorio patrio, prosiguiendo por la vetusta calzada romana de la que también prescindimos más tarde, por una senda a la derecha que comienza a rodear una colina en las Foyas de Santa María.

Estamos atentos al próximo desvío que nos conducirá hacia el Ibón d’Acherito y que esta vez está balizado con un poste de madera. La nueva senda nos dirige a rodear el Mallo de las Foyas, para sin perder mucha altura afrontar la subida al Ibón.

Las vistas que tenemos son impresionantes a toda la barrera montañosa  formada por  Peñaforca, Alanos, Chipeta, Petraficha, Quimboas. Más tarde, avanzando por debajo del Pico de la Ralla, observamos Gamueta, Acherito, Petrechema…

Seguimos esforzándonos pero el Ibón no aparece hasta que por fin, en un recóndito lugar bajo las paredes de un pequeño circo que forman el Pico de la Ralla, Peña del Ibón y los Mallos d’Acherito, escondida se encuentra la cubeta del Ibón d’Acherito.


Su ubicación me recuerda a la de alguno de los lagos en Andorra. El Ibón no es muy grande pero su entorno es imponente y espectacular. Hacemos una parada para comer y tomar fuerzas. A partir de ahora nos queda el trazado más duro de esta ruta.

Nos elevamos para salir de la cubeta y hacia atrás dejamos con morriña las preciosas vistas del Ibón. En esta vertiente vuelven las nieblas y las nubes bajas que nos impiden ver el Petrechema, la Mesa y Auñamendi. Entramos de nuevo en territorio francés.

El sendero hace unos lazos de bajada, para pasarnos cerca del pequeño Ibón de’Ansabére y comenzar a remontar  rodeando unas lomas. Poco a poco nos vamos metiendo dentro de la bruma y estamos atentos a los hitos de piedras hasta que nos topamos con las Cabanes d’Ansabére; el ganado todavía está pastando y en ellas se encuentra la única fuente hasta el refugio de Linza. Repostamos tomando un pequeño bocado y geles.

Pasadas las cabañas, y siguiendo los hitos torcemos a la izquierda en forma de ángulo recto, para comenzar a remontar un acentuado repecho. Nos sentimos tragados por la niebla y la visibilidad se acorta, el piso de la senda se torna inestable y pedregoso, acaparando toda nuestra atención. Por eso, nos alarmamos al oír unos ruidos delante, que nos obligan a pararnos en seco. Parte del ganado de ovejas, al caer la niebla intenta regresar a las cabañas y lo hace ladera abajo con el peligro de arrastrarnos y hacernos caer.

Esperamos un poco después de haber pasado la última oveja y reanudamos la marcha, ahora con más lentitud y esfuerzo. Con visibilidad sería peor, tendríamos que ir marcándonos pequeñas metas y referencias. Casi llegando arriba tenemos otra sorpresa al ver que la senda cruza por un nevero. Lo tanteamos pero se puede patear bien. De todas maneras entre la niebla vemos la pala que continúa por la ladera y extremamos las precauciones.

Entre la bruma apenas distinguimos las dos enormes torres pétreas que forman el portillo, el Pico Sobarcal y la Aguja Sur d’Ansabére. Un último esfuerzo y ya estamos en el Collau de Petrechema (2.084 m.) y definitivamente en suelo español. Tanto es así, que la niebla comienza a disiparse lentamente.


El sol se abre paso tímidamente y nos va acompañar en el largo trecho que todavía nos queda por recorrer. Atravesamos otro nevero que a la luz del sol y sin inclinadas laderas al abismo nos hace sonreír. Entramos en las Foyas del Ingeniero, paisaje kárstico como el de Larra, muy quebrado, donde dispersos, también arraigan retorcidos ejemplares de pino negro. Es de una belleza desgarradora.


Continuamos por el Barranco de Petrechema hasta la Caseta Vivac del Petrechema, que después de bajar por una larga e inclinada cuesta,  el paisaje vuelve a cambiar por completo. Regresan las verdes lomas y las sendas herbosas, presentimos que nuestra meta se está acercando. Entramos en un pequeño bosque de hayas, el camino se ensancha y delimita zonas para gente con poca movilidad. Arribamos al Refugio de Linza.
La etapa de hoy ha sido larga y dura, pero de una belleza increíble. Nos quitamos las botas y cambiamos lo mínimo. Con mi coche vamos hasta el camping a recoger los otros vehículos y por Zuriza a Isaba, donde tenemos reservadas habitaciones en un hotelito.
Tras la refrescante ducha y varias friegas sacando lustre a nuestros castigados cuerpos, nos reunimos un poco más tarde para dar una vuelta por el precioso pueblo de Isaba e ir a cenar a Casa Lola, donde entre copa y copa rememoramos el espléndido circuito que hemos realizado. Al día siguiente, en el temprano desayuno, Patro y yo nos despedimos. Emprendemos el regreso.

RECORRIDO: LINEAL.                                                                     
AGUA EN RUTA: SI. (En los ibones y en la Fuente de las Cabanes d’Ansabére)
DISTANCIA: 30,4 KM.
TIEMPO: 10:00 HORAS
ALTURA MÁXIMA: 2.084 M. (Collado de Petrechema)
ALTURA MÍNIMA: 1.340 M. (Refugio de Linza)
DESNIVEL POSITIVO: 1.310 M
DESNIVEL NEGATIVO: 1.875 M.
DIFICULTAD: ALTA.


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