- Back to Home »
- Alicante , Marina Baixa , Rutas »
- MONTGÓ, RUTA INTEGRAL DESDE JESÚS POBRE
Posted by : Vaig a Peu
sábado, 11 de mayo de 2013
El Montgó está
situado en la comarca de la Marina Alta, en el extremo noreste de la provincia
de Alicante, se alza sobre las llanuras colindantes de Ondara-Dénia y
Javea-Gata de Gorgos, ocupa una extensión de 2.117,68 ha, y fue declarado
Parque Natural, por parte de la Generalitat Valenciana el 16 de Marzo de 1987.
En Noviembre del año 2002, se regula una zona de amortiguación de impactos de 5.386,31
ha alrededor del macizo, con el objeto de evitar su aislamiento ecológico,
ampliándose la zona protegida a un total de 7.503,99 ha. Esta imponente
montaña, referencia visual ineludible para cualquier persona sea residente o
visitante de la comarca, discurre casi paralelo al litoral alcanzando su cota
más alta a 752 metros de altura sobre el nivel del mar. El Montgó se encuentra
muy cercano a la línea costera, con la que enlaza por medio de una llanura
conocida como "les Planes", que finaliza en el cabo de San Antonio,
para finalmente llegar al Mediterráneo mediante abruptos acantilados. El
conjunto conforma uno de los paisajes más espectaculares del litoral
valenciano. Además, la zona de costa que rodea el cabo de San Antonio fue
declarada Reserva Marina de interés pesquero el 9 de noviembre de 1993; la
diversidad tanto de ambientes como de seres vivos que se dan en sus fondos
marinos, amplia el marco de protección con la declaración de Reserva Natural
Marina por la ley 11/1994. Nos encontramos pues ante una impresionante mole
rocosa que parece surgir del mar y se eleva hasta el cielo acariciando las
nubes que con frecuencia coronan su cima. El aspecto abrupto y seco que muestra
al observador en la distancia, esconde, por otra parte, un deslumbrante tesoro
de vida que lo convierte en paradigma de la riqueza y la biodiversidad de la
naturaleza valenciana; en efecto: los barrancos, paredones, cima, bancales,
costas, fondos marinos... etc. Presentan una variedad de ecosistemas, que
alberga centenares de especies, muchas de ellas de extraordinario valor
científico. El emplazamiento privilegiado de este macizo, ha propiciado su
continua relación con el ser humano que lo ha poblado, usado como hogar,
atalaya defensiva, lugar de caza, recolección, cultivo y esparcimiento,
aprovechándolo desde la más remota antigüedad. Los vestigios de esta presencia
abundan por todo el parque y sus alrededores; nos hablan de antiguas
civilizaciones, usos pasados y más recientes del medio, con el cual los hombres
supieron mantener un equilibrio adecuado durante siglos. Todo esto nos ayuda a
comprender la dependencia vital del ser humano respecto al medio ambiente, ya
que nuestra especie ha llegado a convertirse en uno de los elementos más
importantes en la modificación del paisaje actual y es, en buena parte,
responsable de las condiciones en las que hoy se encuentran los ecosistemas del
Montgó. La protección de este paraje por parte de la Generalitat Valenciana,
posibilita la conservación en el presente y el futuro de este emblemático
lugar, en las mejores condiciones posibles.
CÓMO LLEGAR:
Por la AP-7 dirección Valencia. Salida en la nº 62 ONDARA/DÉNIA/XÁBIA,
continuar por la N-332 hacia Xábia, en la rotonda dirección Jesús Pobre,
atravesar el pueblo hasta el Stop con la carretera Dénia-Xábia, seguir por la
derecha y en unos metros girar a la izquierda, hay carteles y señales de la
ruta del Montgó. Hay aparcamiento a ambos lados de la pista asfaltada y antes de
llegar a la cadena.
ITINERARIO:
APARCAMIENTO / PISTA DEL MONTGÓ / VARIANTE DEL COLL DE POUS / VARIANTE A DÉNIA-RACÓ
DEL BOU / CREU DEL MONTGÓ / CIM DEL MONTGÓ / CORNISA / SENDA A XÁBIA / VARIANTE
A DÉNIA / COVA DEL CAMELL / POZO-SENDA AÉREA- / COVA DEL AIGUA / SENDA RACÓ DEL
BOU-CIM DEL MONTGÓ / CRUCE SENDA CIM DEL MONTGÓ / CRUCE SENDA A JESÚS POBRE /
PISTA DEL MONTGÓ / APARCAMIENTO.
LA RUTA: El Montgó en primavera es una delicia. Un placer visual y sensorial, disfrutar de sus rutas en la primera quincena del mes de mayo con todo su esplendor. Su población de pinos está bajo mínimos pero el resto de la foresta es increíble, con más de 650 especies, de las cuales 80 son endémicas.
Hace muchos años que no iniciábamos desde Jesús Pobre y todo está muy cambiado. Ha crecido el número de chalets cercanos a la sierra, han asfaltado el inicio del camino y “enlosado” un primer tramo para canalizar las aguas hasta un depósito de en previsión de incendios forestales.
Terminado el tramo de obras, el pedregoso camino en ascenso aparece con toda su crudeza, tenemos que esforzarnos más y caminar con cierta inestabilidad. En esta zona todavía quedan algunos pinos y algarrobos. Gente que no respeta las sendas queriendo atajar ha provocado derrumbes y pequeñas pedreras.
Siguiendo una de las vertientes del Barranc de la Heura alcanzamos el cruce con la variante que viene del Coll de Pous. En el mirador pese a lo pedregoso del camino diversos matorrales están en floración. Girando la vista atrás vemos la altura ganada por encima de las lomas.
El camino se inclina más y hace varios lazos para superar el risco. En una de sus curvas tenemos una espléndida visión de las urbanizaciones cercanas a Dénia, y un poco más al interior, otras urbanizaciones han invadido las cercanas colinas, con la silueta de la sierra de Segaria al fondo.
En el último tramo nos pegamos a las erosionadas paredes donde se han formado bonitas cavidades y alcanzamos la cota del risco dejando a la derecha el Barranc de la Heura. Comenzamos a tener una visión de la costa. Aunque el día está encapotado no parece haber riesgo de lluvia.
Conectamos con la senda principal que recorre la parte alta de la sierra hasta la cima. Ahora avanzamos con más rapidez pero no es una senda fácil. Para quien no la conozca, le diré que es una senda pétrea con muchos altibajos, que serpentea buscando el mejor trazado pero con un encanto especial, su vegetación: El palmito y las zarzas de lavanda que ahora está en plena floración copan todos los huecos entre el rocoso paisaje; le siguen el romero, tomillo, coscoja, lentisco, brezo y de vez en cuando salpicado por las preciosas y exóticas flores blancas de la Herba Santa.
Dejamos atrás el cruce que sube desde Dénia, el cual utilizaremos al regreso para cerrar el círculo. Caminamos cerca del precipicio para ir girando poco a poco a la derecha, hacia los lomos de las cumbres. Volvemos a encontrarnos con el Barranc de la Heura ahora en su abrupto inicio. Tomamos hidratos de carbono y repostamos líquidos junto uno de los dos ejemplares de pino adulto que se salvaron de los incendios. El otro está cerca de la cima. Para nuestra alegría vemos que algunos retoños ya superan el metro de altura.
Continuamos hasta llegar al cruce con la variante que sube a la Creueta de Dénia y por la que comenzamos a subir en dirección a su cumbre. Una nube baja lo ha cubierto todo y le da un aspecto pirenaico. Salvamos el corto repecho y coronamos su cima, pero no tenemos ninguna visibilidad. Nos hemos perdido las vistas al puerto y a la costa. Creueta de Dénia (694 m.). Volvemos al trazado principal.
La bruma lo envuelve todo aunque hay buena visibilidad. Superamos un rocoso contrafuerte y arribamos al segundo ejemplar adulto de pino que está junto a una pequeña cueva, la cual hemos utilizado muchas veces para resguardarnos de la lluvia y el viento o del sol en días calurosos.
Proseguimos en línea recta remontando las suaves lomas hasta la cima del Montgó (752 m.) La bruma persiste y la visibilidad es nula. Hoy no podemos hacer bonitas fotos a sierra Gelada, cabo de San Antonio, les Planes, les Rotes y en el horizonte la isla de Ibiza. Pero sabemos que están ahí. Decidimos parar a comer más adelante.
Comenzamos a descender por la derecha, siguiendo las marcas del PR y buscando la arista. En este tramo hay que tener precaución, aunque es ancho y de fácil tránsito. Subir es mucho más duro. Nos perdemos las impresionantes panorámicas desde este espolón y solo cuando el sol aprieta se traslucen entre la bruma los caminos que surcan Les Planes.
Acaba la arista y giramos a la izquierda. Comienza una entretenida senda que de sur a norte cruza la ladera de la sierra en largas lazadas y escalonados zigzags. Poco a poco la bruma se va disipando y en ambos extremos de las lazadas comenzamos a ver más litoral de costa y asomándose el puerto de Dénia con los ferry a Ibiza.
En el lado norte conectamos con el cruce de senderos, el PR-CV 355 que va a Les Planes y Xábia y por la izquierda el PR-CV 152 a Dénia, por donde nosotros marchamos. Viene una pedregosa zona sin senda pero guiados por marcas en las piedras, luego bajamos un escalón rocoso y llegamos a la Cova del Camell, desde su oscura boca vemos su húmedo y goteante interior. Comemos plácidamente sobre una pétrea mesa hecha por los canteros que cincelaban bordillos para el camino.
Reanudamos la marcha saliendo de la pequeña rambla al ancho camino que rodea la sierra hasta Dénia. En el próximo kilómetro tenemos que estar atentos en una curva a la loma de la sierra, donde se inicia una aérea senda que nos ascenderá hacia las paredes de la umbría. Nunca la hemos hecho en este sentido, nuestro primer intento resulta fallido y tenemos que volver al camino.
Poco después en una curva donde hay un pozo con el brocal en forma de caseta vemos la subida e iniciamos el ascenso. Al principio hay algunos mojones y también cintas de plástico atadas a las zarzas, como en una carrera de montaña. La senda se pierde y vuelve, cuando nos damos cuenta, no estamos subiendo. Es tarde para volver atrás y comenzamos a subir por libre. Tenemos que esquivar farallones y roqueros que junto con la vegetación nos hacen perder mucho tiempo. Con empeño superamos todos los inconvenientes y por fin alcanzamos la deseada senda.
El trazado se estabiliza pero no cesan las hostilidades. Comienza un calvario para aquellos que lleven pantalón corto. En esta umbría la vegetación es exuberante y las madreselvas, zarzaparrillas, rosales silvestres, durillos, fresnos de flor y espinos blancos, se encargan de lacerarnos las piernas y brazos. Existen pequeñas cuevas en las paredes a las que resulta casi imposible entrar. Alguna vez hemos encontrado un ejemplar de tortuga autóctona que hemos vuelto a dejar en su hábitat.
Por fin vamos terminando de rodear la sierra y pasamos a la otra vertiente, donde finaliza esta senda junto a las escaleras de cemento de la Cova del Aigua. En este hermoso rincón hay vestigios ancestrales, una reja resguarda una inscripción romana datada en 238 años d.C. y en la época musulmana fue convertida en aljibe que recogía el agua de las filtraciones.
Por sendero balizado rodeamos el precioso recodo y tomamos la variante al Racó del Bou y al CIM del Montgó. La tarde se ha despejado por completo y luce un tibio sol. Nos seguimos ciñendo al contorno de la sierra donde hay una pequeña cueva con una higuera en el techo. Arribamos al siguiente cruce donde dejamos la dirección del Racó del Bou y tomamos la del CIM del Montgó.
Comienza una vertical y esforzada subida, donde la senda nos eleva entre rampas rocosas y zigzags, hasta situarnos en el cruce de esta mañana con la senda a Jesús Pobre, cerrando así el círculo. Ahora nos quedan 2,8 kilómetros de pedregosa senda en suave descenso.
La bonita tarde lo
ha cambiado todo, estamos cansados, pero es una delicia caminar entre un manto
de flores y la interminable gama de verdes, desde el de la coscoja al hinojo
marino. Llegamos al camino pedregoso, la nueva calzada y a nuestro coche.
Ha sido una larga
excursión por el tiempo que hemos perdido buscando la senda aérea, pero ha
valido la pena.
AGUA EN RUTA:
NO.
DISTANCIA:
18,450 KM.
TIEMPO: 08:46
HORAS.
ALTURA MÁXIMA:
752 M. (Cima del Montgó)
ALTURA MÍNIMA:
148 M. (En el aparcamiento al inicio de la ruta)
DESNIVEL
POSITIVO: 1.275 M.
DESNIVEL
NEGATIVO: 1.286 M.
DIFICULTAD:
ALTA.