El pueblo de Bolulla está situado en el valle de
Tárbena, al pie de la Penya de l’Or. Por su término municipal pasa el río
Bolulla, afluente del río Algar. Sus orígenes son una alquería musulmana que un
documento del siglo XV sitúa en la Vall de Garx y cuyo topónimo podría derivar
del árabe Abu-i-Ùlyà. Junto con los actuales despoblados moriscos de Alcia y
Garx formó una misma baronía que desde mediados del siglo XVI fue propiedad del
arzobispado de Valencia. Entre los tres sumaban 14 casas en 1510, las mismas
que en 1609, cuando tuvo lugar la expulsión de sus habitantes moriscos, siendo despoblada
sólo Bolulla, que en 1646 apenas tenía 14 casa habitadas y pocas más, unas 16
casas, a comienzos del siglo XVII. La auténtica colonización humana debió de
tener lugar después, ya en 1786 eran censados 631, que habrían crecido a 923 en
1857, cifra demasiado alta para un lugar con tan pocos recursos agrarios, por
lo que a partir de entonces la tónica dominante ha sido la emigración, primero
a Argelia, a plantar viñas para los franceses, luego a Norteamérica (comienzos
del siglo XX), posteriormente a Francia y Alemania (años 50 y 60) y últimamente
a Altea, La Nucía, Benidorm. Su población ha seguido por ello un ritmo
decreciente: 701 habitantes en 1910, 600 en 1950, 456 en1970 y sólo 257 en
1991. En los últimos años y gracias al turismo (residentes extranjeros) y a los
nuevos regadíos la población ha vuelto a crecer hasta 357 en el año 2003, y
este crecimiento se ve incrementado en el 2007 por la publicación de la
construcción de un balneario en las cercanías de la población. El casco urbano,
notablemente recuperado del abandono que estuvo sometido en décadas anteriores,
se encuentra situado junto al barranco de Bolulla, al pie del Tosal de L´Hort,
con calles estrechas y en pendiente ( Mayor, Ferrers, Sant Joseph) adaptadas a
las curvas de nivel. De entre su caserío destaca la iglesia parroquial de Sant
Josep y su campanario de torre cuadrada del siglo XVIII. A 2,5 kilómetros al NO
del pueblo, sobre un alto peñasco se encuentra las ruinas de un pequeño
castillo de origen musulmán. Celebra las fiestas patronales a San José, la
Dolorosa y el Santísimo Sacramento en agosto. Los habitantes de este municipio
reciben el nombre de bolulleros.
CÓMO LLEGAR: Autopista
AP-7 hacia Valencia, salida nº 65 BENIDORM (LEVANTE) / CALLOSA D’EN SARRIÁ, por
la CV-70 hasta atravesar Polop, en la rotonda por la CV-715 hasta Callosa y
Bolulla. Aparcar arriba en el pueblo, cerca del Bar l’Era.
ITINERARIO:
BOLULLA / FONT DE RONDANT / BARRANC DEL NEGRE / EL BLANQUINAL / COLLADO DEL
CASTELLET / COSTERA DEL RACO / BARRANC DE LA SERRA / ENLACE CON EL PR-CV 150 /
MORRO BLAU / MORRO BLANC / SENDA BARRANC DEL NEGRE / SENDA BARRANC DE LES
POMERETES / RODEAR LA PENYA DE L’OR / EL FIGUERAL / LES CAPELLETES / BOLULLA.
LA RUTA: El pueblo está animado, parece que habrá mercadillo. Salimos por una pista de cemento buscando las marcas del PR-CV 49 que viene desde Callosa d’En Sarriá y que en un principio discurre por el Barranc Negre. Hay otro Barranc de la Canal Negre que cruzaremos al regreso.
Vamos entre casas de campo con cuidados huertos de naranjos, nísperos, aguacates y alguna higuera que el otoño ha deshojado. Dejamos atrás el pueblo y una impresionante vista, poco habitual para nosotros, del Penyot d’Orenga y la Sierra de Bernia.
La pista nos va subiendo gradualmente por la margen izquierda del cauce, hasta que la abandonamos para transitar por el lecho del Barranc del Negre y más tarde por la derecha adentrarnos en una pineda. En la otra ladera hay unos esmerados bancales de naranjos y clementinas.
Desde el Blanquinal, nos topamos con las bellas imágenes del Tossalet de Tárbena y las abruptas paredes que lo rodean. Salimos a una estrecha carretera de montaña. Hacia atrás, la Sierra de Bernia va tomando protagonismo y en el mar se reflejan los rayos del sol en bonitos colores.
La carreterita sigue subiéndonos, por la izquierda algunos mojones indican pequeños atajos para evitar el asfalto, al ser cortos, desechamos unos y utilizamos otros. En la parte más alta, están vareando y recogiendo la aceituna de las redes.
El asfalto desaparece y continuamos por pista de tierra, llegando als Corrals del Collado, en ruinas pero con unas vistas espectaculares al Mediterráneo con la playa del Albir y Sierra Gelada. Algunas de estas construcciones formaron parte del despoblado de Garx, cuando en 1609 fueron expulsados los moriscos de esta zona.
Collado del Castellet (608 m.), con la impresionante Penya del Castellet de Garx (743 m.) coronada por las ruinas del viejo torreón vigía de las costas. Tomamos la senda que unos hitos nos marcan por la izquierda.
En una de las casas derruidas hacemos una parada técnica para repostar hidratos de carbono y barritas energéticas. Continuamos ascendiendo por esta senda montañera que nos introduce en el Barranc de la Serra. Al frente ya vemos los paredones de la Penya Alta en la Aixortá.
La subida se vuelve más exigente y mirando hacia atrás, el Bernia, pese a sus 1.229 m., se ha transformado en una mole impresionante en forma de penacho por encima de las demás formaciones rocosas. Y la gran sorpresa: Por detrás de la Serra del Ferrer vemos flotar en el mar la isla de Ibiza. En las fotos no logramos centrarla, pero está ahí.
Nos esforzamos hasta llegar a una especie de collado en la parte más alta del Barranco. Sabemos que está senda empalma con el PR-CV 150, pero lo hace dando un rodeo y después tenemos que caminar por la pista hasta la cumbre. Así que, por unos hitos a la izquierda dejamos esta preciosa senda por otra menos pateada y más directa.
Siguiendo los mojones y unas marcas azules pasamos por otro corral en ruinas con una carrasca, desde ellas vemos el Cocoll y su pista de aterrizaje. La Penya Alta se agranda ante nosotros. Los hitos nos llevan a unos bancales labrados por los cazadores y luego a un camino, para unos metros más adelante, por la izquierda, seguir otros hitos hacia arriba.
Casi sin darnos cuenta conectamos con la pista del PR-CV 150 que viene desde Castells de Castells y el Pantano de Guadalets. Un cartel indica un kilómetro a la Font dels Teixos, por la que no vamos a pasar, tampoco subiremos a la Penya Alta (1.219 m.) máxima altura de la Aixortá; hoy nos centraremos en el Morro Blau y el regreso por otro barranco distinto.
Dejamos atrás el depósito de agua para incendios y continuamos la pista por la izquierda en dirección a la cumbre. Desde esta altura tenemos una gran panorámica al mar: Primero el Tossalet de Tárbena, detrás la Serra del Ferrer y más nítidamente la isla de Ibiza y otra, que puede ser Formentera. Sin ser un día claro tenemos mucha profundidad de visión.
Vamos ascendiendo el duro tramo que nos queda y por la izquierda sobrepasamos una bajada no muy clara, por un barranco donde hay un coche despeñado y altas paredes con hiedras, luego nos lo confirmará el GPS. Tenemos cerca la caseta forestal y una mirada distinta a la Penya Alta, ahora menos agreste que en su parte norte con paredes verticales de doscientos metros.
Morro Blau (1.125 m.), es la cumbre que más veces hemos hollado este año, siempre por sitios distintos y motivos diferentes. Las vistas son grandiosas, desde Aitana, Puig Campana, Ponoig, Serra Gelada, Bernia, Serra del Ferrer, el Montgó con su plataforma, el Cocoll…
Hace una molesta
brisa y decidimos comer retrocediendo un poco, bajo la protección de unos
pinos. Degustación de quesos holandeses, buena botella de vino, té y selección
de pastas navideñas, todo un lujo. En el descenso nos acercamos al Morro Blanc
(1.084 m.), la elevación más al Este de esta sierra. Buscamos y encontramos
también, unos hitos por los que Julián y Lourdes bajaron una vez en dirección a
Callosa, pero por unanimidad todos queremos bajar por el barranco.
Arribamos al cruce y el GPS nos confirma la buena dirección. No tiene pérdida porque el coche destrozado es muy visible y está bien aparcado sobre unas rocas. Entramos en el Barranc del Negre, que es una bifurcación del que hemos transitado esta mañana.
La bajada es rápida y la senda cada vez más visible, bien amojonada; en un pequeño llano vemos dos bañeras para abrevar el ganado, es un recurso muy utilizado en la zona, lo difícil es trasportar hasta aquí las pesadas cubetas. Las verticales paredes son impresionantes y en las laderas quedan restos de antiguos bancales en desuso con muros de piedra seca.
Pese a lo fluida de la bajada no dejamos de hacer fotos, es un entorno encantador. Dejamos atrás las altas paredes y el sendero se apacigua. Por la izquierda obviamos una bifurcación que es la que conecta con el Barranc del Negre en la zona del Blanquinal por la que subíamos esta mañana.
Estamos en la Foia de Sellés y entramos en el Barranc de les Pomeretes. Mirando la senda hacia atrás vemos las impresionantes paredes y desfiladeros que hemos transitado por su base. Continuamos por el barranco que se va abriendo, dejándonos ver bancales e invernaderos cercanos a Callosa y la mole del Bernia que se hace perenne en nuestro avance.
Llegamos al cruce con una pista en la Foia Roja, donde hay una casa en ruinas y bancales de almendros. A la izquierda nace otra senda que se ensancha, marcada con un punto azul por la que continuamos bajando por el lateral del Barranco y en dirección a la Penya de l’Or.
El camino es claro y nos extraña ver alguna vieja marca de GR. Pasamos por una pinada y llegamos a otro camino, que continuamos por la izquierda y comenzamos a rodear la Penya de l’Or en descenso y entre pinos jóvenes. No te puedes salir del camino, es como un tobogán en espiral con buenas vistas al barranco. En la ladera de enfrente hay un farallón rocoso y vertical, en forma de punta de lanza, que se va agrandado a medida que descendemos.
Terminado el descenso, junto a una casa derruida con una higuera, el camino es franco y se ven restos de un invernadero que ha sido desmantelado, unas marcas rojas nos indican la buena dirección y terminamos el rodeo a la Penya saliendo a una pista de cemento cerca de un pequeño invernadero.
Entre casas de campo
y chalets rodeados de olivos, algarrobos ancestrales y bancales de naranjos,
tenemos a nuestros pies el pueblo de Bolulla. Perdemos la señal del GPS pero
cerca del cementerio entramos en sus calles, muy animadas por el mercadillo de
navidad y la festividad de Santa Llúcia. Callejeamos un poco entre los puestos
y llegamos al aparcamiento.
Ha sido una preciosa
excursión por unos parajes encantadores y casi desconocidos, a los que no
dudamos en volver haciendo otras variantes.
RECORRIDO:
CIRCULAR.
AGUA EN RUTA:
SI. LA FONT DELS TEIXOS.
DISTANCIA:
16,210 KM.
TIEMPO: 06:25
HORAS.
ALTURA MÁXIMA:
1.125 m. (Morro Blau)
ALTURA MÍNIMA:
235 M. (Bolulla)
DESNIVEL
POSITIVO: 943 M.
DESNIVEL
NEGATIVO: 951 M.
DIFICULTAD:
MODERADA.
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