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Posted by : Vaig a Peu
sábado, 10 de noviembre de 2012
El objetivo por el que se declaró Paisaje
Protegido es hacer compatible la preservación de sus valores ecológicos con el
uso público, el disfrute de sus visitantes y el desarrollo socioeconómico de su
ámbito territorial y de su área de influencia.
Situado al Norte de la Provincia de Alicante, en las comarcas del Alt
Vinalopó, Vinalopó Mitja, l’Alacantí y l’Alcoià, este espacio protegido está
constituido por el conjunto de montañas del Maigmó, el Sit, Despenyador, l’Argüeña, Serra de Castalla, Serra del Frare y la Sierra del Caballo. Estas sierras tienen
puntos culminantes que sobrepasan con facilidad los 1.000 metros de altitud, como El Maigmó(1.296m), El Despenyador (1.261m)
o La Penya del
Sit (1.127). La
proximidad del mar y el gran desnivel entre la costa y estas montañas permiten
disfrutar de unas vistas panorámicas excepcionales, como la del Balcón de Alicante, en las faldas del Maigmó o la Penya del Sit, desde donde se puede ver toda
la franja costera alicantina desde Benidorm hasta Torrevieja.
Las sierras del Maigmó y del Sit
conforman una barrera térmica y pluviométrica entre las tierras semiáridas al
sur de estas montañas y las tierras más al norte, con un clima mediterráneo
menos extremo. La ubicación de
este grupo de macizos juega un papel muy importante en la conectividad entre la
parte montañosa de las sierras Diánicas del norte de la provincia de Alicante,
pertenecientes al sector fitosociológico sebatense, con las sierras y
altiplanicies del sur de Alicante, pertenecientes al sector alicantino de la
provincia corológica murciano-almeriense. La fauna asociada a estos ecosistemas
diverge en un espectro tan amplio como lo hacen sus especies vegetales al
encontrarnos entre dos sectores fitosociológicos diferentes, derivados de sus
propias características climáticas y orográficas. Nos encontramos con un
territorio ecotonal, con unos elevados índices de biodiversidad y cuyo paisaje
logra cotas de una gran belleza y representatividad.
Puede ser una sorpresa muy grande para el
viajero que desconozca estas tierras alicantinas la frondosidad arbórea de las
umbrías del Maigmó y del Sit, considerada por algunos especialistas como la
superficie natural más grande de pino carrasco de todo el conjunto de tierras
alicantinas. También cabe destacar el buen estado de conservación del
carrascal, que convive con lentisco, coscoja o madreselva, así como el
contraste con las vertientes de solana que miran al mar, desprovistas de
arbolado y con unas características vegetales de acuerdo con la dureza de un
clima semiárido. Otro rasgo muy importante es la gran presencia de plantas
aromáticas en todo el macizo, que transporta el sentido del olfato a nueva
dimensión llena de frescos aromas como el del romero, la manzanilla, el
tomillo, la siempreviva, el cantueso, la lavanda, el poleo, el rabo de gato, la
salvia y un largo etcétera.
CÓMO LLEGAR: Autopista
A-7 dirección Valencia, salida por la rotonda elevada UNIVERSIDAD/SAN VICENTE
DEL RASPEIG, tomar dirección Alcoy y salir en CASTALLA/CV-815, tomar las
rotondas en dirección al pueblo y torcer a la izquierda por la gran avenida
nueva de dos carriles. Buscar la calle Joan Carles I, al final de la misma
están las señales y paletas del PR-CV 85, aparcar en las inmediaciones.
ITINERARIO:
CASTALLA / CAÑADA DE MORENO / CAMPAMENTO DE FONTÉS / VIA VERDE / PLA DE LES
CAVES DE DALT / BARRANC DE LA FUSTA / CASES LES PLANISSES / POU DEL CARASCALET
/ CUEVA DE MOSSÉN FRANCÉS / COLLADO DEL PORTELL / CIM DEL DESPENYADOR / PEÑAS
DEL SOLDADO / CASA DE CANTALAES / BARRANCO DE CANTALAES / HORNOS DE CAL / CASA
DE LITERO / CASA DE LAURIA / CASTALLA.
LA RUTA: Nuestra
primera intención de hoy era hacer el recorrido del PR-CV 85 para dejar pateada
casi la totalidad del Paraje Protegido de la Sierra del Maigmó; pero como
siempre, somos incapaces de resistirnos a hacer cualquier variación que se
presente en el transcurso de la ruta. Lo primero ha sido cambiar el inicio por
cuestiones gastronómicas. No es lo mismo iniciar en el Collado del Portell,
donde tenemos el CIM del Despenyador al principio o al final, que tenerlo a
mitad de ruta si comenzamos desde Castalla, comer en tan privilegiado mirador
es una pasada. El resto de variaciones las iremos comentando.
Hemos dejado el coche frente a una hermosa finca con muros de piedra seca y unos altos pinos centenarios. Amanece un día espléndido y despejado después de la cuantiosa lluvia de anoche. Por la Cañada de Moreno dejamos atrás la población entre bancales de olivos y almendros por un camino con parches de asfalto.
Llegamos a la valla de la Finca Fontés, donde se puede alquilar cabañas y hacer prácticas en tirolina o de escalada, aunque vemos muy deterioradas las instalaciones. Seguimos de frente, dejando el parcheado camino por una pista de tierra algo encharcada.
Conectamos con la Vía Verde cerca de unos otoñales bancales de viña con la mole de la Penya Roja al fondo. En el otro lado, una bonita estampa del Collado del Portell y el Despenyador, con el denso tapiz verde, del pinar que cubre estas sierras.
Salimos a una carretera que continuamos unos metros por la derecha, para abandonarla por la izquierda, junto a unos mojones. Por el nuevo y pedregoso camino nos elevamos con suavidad, entramos en el Pla de les Caves de Dalt. Sorteamos la verja de una finca en venta en pleno bosque.
Nos pasa un turismo a buena velocidad para lo deteriorado del camino. Poco después llegamos a un corral de ganado, vemos el turismo y a dos personas abriendo las puertas para que salgan las cabras a pastar. Se le habían pegado las sábanas.
El camino se estrecha y se empina más, la vegetación se hace más consistente y asilvestrada al pasar por la Umbría Espesa, para continuar avanzando paulatinamente hasta la entrada del Barranc de la Fusta.
Las rampas son ahora más fuertes por este frondoso barranco, cuyos pinos y arbustos nos impiden ver su profundidad. Hace un pequeño giro a la izquierda para en seguida continuar por la derecha, dejando a un lado el cauce, poco a poco se hace más llano y clarea la vegetación.
Llegamos a las Casas de les Planisses (1.053 m.), extenso altiplano con dos casas en ruinas, que han sido valladas para evitar peligros, rodeadas de campos de labor ahora yermos. Es un bonito lugar, cruce de caminos y generosas vistas. Tomamos barritas y frutos secos.
Continuamos por la derecha de la primera casa, por un camino ancho cerca de una gran carrasca y un viejo aljibe medio destrozado. Volvemos a subir suavemente por las laderas del Cerro de la Perdigonada (1.242 m.), con bonitas vistas hacia atrás del Maigmó.
Alcanzamos el cruce balizado que nos desciende por un ancho camino hasta el Collado del Portell. También indica la posibilidad de ir al Pou del Carrascalet, trayecto de ida y vuelta. Como hace tiempo que no lo hemos visitado decidimos ir.
Pou del Carrascalet (1.245 m.) al estar vallado se le ha quitado el peligro que tenia al asomarse a su cava. Ahora viene el lio. Me viene a la memoria la Cueva de Mosén Francés, en la cual nunca hemos estado, y aunque no sabemos su ubicación exacta, en el mapa no viene marcada. Decidimos ir a buscarla.
Proseguimos por el camino junto al pozo en moderado ascenso, que luego comienza a bajar cerca del Alto de Mosén Francés (1.189 m.) Entramos a todos los rastros de senda a la derecha y creemos encontrarla en una que tiene unos mojones, pero solo marca una estrecha hendidura de una sima.
Volvemos al camino principal y consultamos a unos muchachos que pasan, nos indican que la senda está algo más abajo, después de unos bancales. Recuerdo la zona porque esta ruta era la preferida antiguamente para subir al Maigmó.
En los bancales torcemos a la derecha por la sendita que los bordea entre carrascas y pinos. Aparecen las marcas de PR que nos guían hasta el final de los bancales, para proseguir descendiendo por la izquierda hasta un pequeño rellano.
Cueva de Mosén
Francés (1.160 m.). La entrada es una abertura vertical de 1,85 metros de
altura por 0,80 metros de anchura en el centro, por lo que penetra muy poca luz
al interior. Según el Catálogo de
Cavidades de la Provincia de Alicante, su entrada debió ser ensanchada con
barrenos por los pastores para facilitar el acceso de ganado; presumiendo que
antes de estas acciones debió ser mucho más estrecha y fácil de disimular, lo
que daba una mayor seguridad a sus moradores. Consta de una sola sala de unos
12 m. de anchura por 6 de fondo, sus paredes son redondeadas alcanzando alturas
entre los 3 y 4 m. en una irregular bóveda. Preciosas vistas a la
Sierra del Cid.
Tenemos tres opciones para continuar la ruta: Por el PR-CV 31 bajar a Xorret de Catí y luego subir hasta el Despenyador; ésta, nos parece un rodeo gratuito. La segunda es, deshacer el camino hasta aquí y volver al Pozo de nieve, no nos gusta retroceder; y la última, muy a “nuestro estilo”, acabamos de ver “indicios” de una senda por la derecha de la cueva.
La votación es unánime, por la derecha de la cueva. Entre pinos y prieta vegetación de arbustos, la senda discurre fácil. Pretendemos no perder mucha altura e ir rodeando la montaña. Tenemos grandes panorámicas a la sierra del cid y a la Crestería del Frare.
La senda se vuelve invisible al llegar a un pequeño mirador en la umbría utilizado por las cabras. Ya sin sendero no queda más remedio que seguir hacia delante, que no resulta muy difícil, puesto que la vegetación nos permite avanzar por la línea que tenemos trazada visualmente.
Poco a poco nos acercamos al Collado del Portell (1.097 m.), por lo que vamos perdiendo altura en diagonal hasta posarnos en la carretera junto al depósito de agua a la izquierda y donde se inicia el PR-CV 28 por el que vamos a subir al Despenyador. Estamos algo crecidos por lo bien que nos ha salido esta aventurilla.
El sendero se encrespa rápidamente y en fuertes rampas nos sitúa casi en la base del espolón rocoso donde hay una gran grieta vertical. Les comento, que hace muchos años, con Valero y otros compañeros ascendimos por esa especie de chimenea, con relativa facilidad. La senda vira a la izquierda para evitar el roquerío.
Las rampas empedradas entre carrascas nos siguen elevando. Pasamos por donde termina la vertical chimenea, y desde esta altura, a Patro no le parece mal intentarlo en otra ocasión. La zona se abre y las vistas a la sierra del Maigmó y del Frare son maravillosas.
Llegamos al punto geodésico de la cumbre del Despenyador (1.261 m.) Espectacular balcón con vistas a 360º en este claro día otoñal. Desde el Reconco, Menejador, Montcabrer, Aitana, Puig Campana, la Martina, Penya Roja y Maigmó, por citar algunos.
Nuestra reserva en el restaurante del mirador ha sido respetada, no hay prisas y sí muchas ganas de comer, menú degustación, acompañado con vino del agüelo, café, té y como postre los sabrosos pastelitos de Mari. Todo un lujo.
Nos cuesta retomar la marcha. Nuestro sendero de regreso es parte del PR-CV 141, pero revoloteando por la cima, vemos otro sin marcas por el que comenzamos a descender. Poco después se une al sendero principal. Por delante vemos todo el trazado hasta cerca del Collado de Roque.
Discurrimos por el borde del cordal de la LLoma del Puntal, que nos va acercando a la Peña del Soldado, con vistas desde los despeñaderos hacia Castalla y la compacta masa de pino carrasco que rebosa la parte norte de la sierra.
Tercera variación de la ruta: Dos hermosos mojones a la derecha inician una senda que no teníamos controlada. Contemplamos el recorrido “oficial” del cual hemos pateado más de una vez el 80% y no lo dudamos, hoy tenemos la vena aventurera.
La bonita senda nos conduce en descenso, a media altura de la loma entre la espesura del bosque. Más tarde conecta con un camino de herradura, para poco después tomar el primer cruce a la izquierda. Pasamos por delante de la Casa de Cantalaes, grande y abandonada, con parte del techo derruido.
El camino da un fuerte giro a la derecha para introducirnos en el Barranco de Cantalaes, algo angosto y que su cauce fue abancalado en tiempos pasados, ahora están muy deteriorados, con olivos centenarios invadidos por la vegetación.
El camino del
barranco nos sigue descendiendo hacia la derecha, pero nuestra dirección a
seguir debe ser a la izquierda para no terminar muy alejados de Castalla.
Llegamos a una parcela de almendros y olivos con una casita para aperos que
están construyendo, tiene buenas vistas al perfil del Despenyador. Oteamos el
horizonte y a la izquierda, por detrás de la casita el camino continúa en leve
ascenso.
Proseguimos el camino entre pinos y por fin obtenemos nuestros frutos: enlazamos con el Camino de Petrel, el PR-CV 141 y el GR-7. Poco después llegamos a los Hornos de Cal con las vigilantes Peñas del Litero arriba; Patro aprovecha para conocerlos.
Ahora por camino sabido aceleramos la marcha, dejando atrás en suave descenso la Casa del Litero, la Casa de la Rambla con sus animales de arca de Noé, y la Casa de la Llauria, con buenas vistas a la Penya Roja y el Collado del Portell.
Castalla está a un tiro de piedra y nuestro coche en las afueras. Ha sido una excursión redonda con un día espectacular. Pese a las variaciones efectuadas hemos mantenido el horario. Algunos tenían compromisos sociales y estaban temblando.
RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA EN RUTA:
NO.
DISTANCIA:
25,650 KM.
TIEMPO: 07:13
HORAS.
ALTURA MÁXIMA:
1.261 M. (Cima del Despenyador)
ALTURA MÍNIMA:
649 M. (Aparcamiento)
DESNIVEL
POSITIVO: 907 M.
DESNIVEL
NEGATIVO: 923 M.
DIFICULTAD:
ALTA. (Larga distancia y fuertes desniveles. Se han utilizado sendas y caminos
sin balizar, se precisan mapas y conocimiento de la zona.)