sábado, 30 de junio de 2012
ITINERARIO:
PRESA DE GUADALEST / CARRETERITA HASTA EL CRUCE DE SENDEROS, PR-CV 18 / PORTET
DE CASTELLS / PENYÓ GELAT / FONT DELS TEIXOS / CIM DE LA AIXORTÁ / MORRO BLAU /
SENDA INTERIOR HASTA EL CASERIO DEL PENYÓ GELAT / CASETA DEL TIO ALCOIÁ /
BARRANC DEL RACÓ DE LA FIGUERA / CORRALET DEL CIVIL / ENLACE CON CARRETERA /
PRESA DE GUADALEST.
La Sierra de la
Aixortá se halla al Norte de Guadalest, continuando el criterio dibujado por la
Sierra de la Serrella hacia el Este y terminando en valle creado por rio Algar
y su afluente el rio Bolulla. Se trata de una sierra amplia pero alargada, que
presenta una cara Sur bastante abrupta, ya que el desnivel desde el fondo del
Valle de Guadalest hasta la cima es importante, cerca de los mil metros. Desde
el Norte, el desnivel es inferior, pero su altivo amurallamiento cimero, con
impresionantes paredes de cerca de los doscientos metros hace de esta tranquila
sierra una bonita atalaya para contemplar la orografía alicantina.
COMPONENTES:
VICENTE, JULIÁN Y PATRO.
LA RUTA: Cuando
el mes de febrero pasado hice la cara norte de esta sierra y Els Arcs, con Pepe
y Santi, al regresar del Morro Blau encontramos un sendita que nos condujo por
la cara sur haciendo un pequeño círculo hasta el Penyó Gelat. Esto me recordó
las subidas que hacíamos con Valero, hace más de 20 años, desde la presa y por
la Font Mayor. En casa comprobé en el mapa la senda que venía marcada y me
propuse repetirla por la cara sur.
Hoy ha sido el día elegido, pero lo hemos decidido por el camino; no llevamos el mapa de la zona, los dos acompañantes son distintos y con más espíritu aventurero. Espero que no me lo tengan en cuenta. Hemos madrugado media hora antes por el calor. En el aparcamiento solo hay una furgoneta de un restaurante.
Iniciamos cruzando la presa y por la carreterita continuamos siguiendo las marcas del PR que da la vuelta al pantano. A estas horas sus aguas turquesa hacen contraste con la masa de pinar y las últimas estribaciones de La Serrella.
El pueblo de Guadalest se queda arriba, encaramado en su loma y por detrás todo el macizo de Aitana hace de muralla protegiendo el entorno.
Me llama la atención ver atracado el barco solar en la parte contraría de donde está el pequeño muelle. Continuamos, y en la verja de una finca, con un tosco cartel, el dueño nos advierte de que el burro muerde, pero por desmentir a su amo se acerca manso al vernos.
Llegamos al poste vertical con paletas que nos marcan el cruce con distintos senderos. Nos vamos por la derecha, por un camino asfaltado entre algunas casas de campo con bancales de olivos, fotografiamos un bonito ejemplar que su tronco nos recuerda a la cabeza de un dragón o a la de un caballito de mar. Bendita imaginación.
Cerca de una central eléctrica el camino deja de estar asfaltado, sus curvas en rampa agudizan la subida y nos elevan fácilmente. Han tenido que protegerlas con cemento, dado que las aguas de las lluvias lo deterioraban por completo. Son bonitas las vistas al pantano y a los altos farallones de la sierra.
Las últimas rampas del camino son realmente duras, pero la panorámica alcanzada lo vale. El Barranc de la Canal con su marcada trayectoria y el risco del Castellet, solitario desde esta posición
Arribamos al Portet de Castells. Otro poste vertical con paletas nos indica que por la izquierda podemos ascender hasta los 1.051 m. del Castellet. De frente llegar a Castells de Castells y por la derecha, a nuestro destino, hasta La Aixortá.
Proseguimos por el ancho camino que en varias y largas lazadas nos va elevando paulatinamente entre grandes pinos hasta el Penyó Gelat, donde a sus pies está la pequeña casita de campo y encina un bosquecito de carrascas. Tomamos unas barritas y geles.
Ahora solo tenemos que dejarnos llevar por el camino que comienza a llanear durante un buen trecho. Al haber algo de calima, apenas se distingue Tárbena y la sierra de Bernia es como un espejismo. Solo el alto espigón de La Aixortá nos parece real.
Entramos en el camino a la zona recreativa, dejando a la derecha el redondo depósito de agua para incendios. Debemos de estar en alerta amarilla y sin embargo no está lleno del todo.
Font dels Teixos con su bonito y original
refugio de madera. Han reparado la puerta y parece que lo respetan un poco más, su interior está muy limpio. Bebemos y repostamos agua.
Por detrás del mismo la senda continua, primero a un colladito y después en su empinado, corto y pedregoso ascenso, pasamos cerca de un bosquete de carrascas y llegamos a la amplia cima.
CIM de La Aixortá (1.219 m.) La calima lo difumina todo. Solo el Cocoll se ve con claridad, y el otro lado, un diluido Puig Campana asoma por detrás de sierra de Aitana. Hacemos las fotos de rigor.
Descendemos hasta el colladito y cruzamos la Foia Plana para enlazar con el ancho camino que en varias “eses” nos conduce a la segunda cima de la ruta.
Morro Blau (1.125 m.) mirador al mar y hoy a la nada, la bruma lo cubre todo, hasta Sierra Helada con su poca altura tiene su nube enganchada. En la caseta de vigilancia hay un chaval joven haciendo su turno. Comenta que esta semana ha habido varios conatos que se han logrado apagar a tiempo.
Decidimos comer a la
sombra de unos pinos, después café, té, de postre una degustación del
bienmesabe palmeño y volvemos de nuevo para iniciar el descenso por el barranco
y la Font Major. Al no tener los mapas y recordando el recorrido del
25/02/2012, cometo el error de irnos por la derecha, repitiendo la senda del
mes de febrero. Debíamos de haber continuado por la izquierda por el camino que
luego se convierte en senda por el Barranco de la Font Major.
Nos dimos cuenta del error al llegar al Penyó Gelat. Como esta vez me acompañaban dos aventureros, lo quisimos arreglar a nuestra manera desde esa posición. Fuimos hasta la Caseta del Tío Alcoiá, entre sus derruidas paredes y una pequeña valla que nos cerraba el paso, encontramos una sendita.
Nos condujo al inicio de un barraco que terminaba en un cortado. Cruzamos a la otra vertiente y desde lo alto de la loma nos parecía ver rastros de senda, que cuando llegábamos eran producidos por las cabras en su deambular por la sierra.
Habíamos avanzado mucho para tener que retroceder y decidimos continuar hacia adelante. Cruzamos otra cabecera de barranco y en la loma, la impresionante vista completa del Pantano de Guadalest desde esta altura, nos deja boquiabiertos, así como el desnivel que tenemos que descender.
Oteamos el horizonte y encontramos un tramo asequible para ir descendiendo en diagonal sin llegar al cauce y poder llegar a la otra vertiente. Con paciencia lo conseguimos y volvemos a estudiar el recorrido que nos queda.
Continuamos bajando en diagonal, evitando zonas pobladas de maleza puesto que Patro y yo vamos con pantalón corto y el canalla de Julián, con pantalón largo, va como un tiro.
Seguimos sin encontrar ninguna senda en nuestro descenso, pero en el fondo del barranco se ve claramente un camino de herradura junto a unos bancales de olivos. Lo fijamos como referencia y destino.
Al acercarnos, una
barranquera no muy ancha, pero profunda, nos corta el paso. Decidimos remontar
un poco para encontrar un sitio donde cruzar, pero se va haciendo más profunda,
así que, retrocedemos hasta que damos con el acceso asequible. A todo esto,
nuestras piernas han dejado de sentir dolor a los arañazos. Nos agobia más el
calor y la sed. Hemos terminado con nuestras reservas de líquido.
Al otro lado del
cauce paramos un poco a tomar un respiro y enseguida tenemos el ansiado camino.
Al sentirnos en suelo firme nuestros males se evaporan y hasta tenemos ganas de
bromear. El camino enlaza con otro asfaltado a la altura del Corralet del
Civil, y siguiéndolo, con la carreterita del pantano y la presa.
Cuando la estamos
cruzando nos llama la atención la cantidad de gente que hay al otro lado, diría
que cerca de las doscientas personas, hay una pequeña carpa donde dispensan
bebidas. Nuestros ojos se salen de sus órbitas. Les solicitamos agua o
refrescos para pagárselos y nos dicen que no pueden servirnos nada puesto que
no somos de la organización. Entonces empiezo a recordar el porqué el barco
solar está atracado en otra zona. Hoy hay una competición para cruzar a nado el
pantano. Nos acercamos al coche, que ahora tiene pegada a él otra pequeña carpa
y alguien viene a preguntar si es nuestro coche, intenta decirnos que no se
podía aparcar pero cuando le digo que estamos aquí desde las 07:30 de la
mañana, dice que ellos han llegado a las 09:00 horas. Creo que algo tarde para
montar un evento de este tamaño. Hay un hombre en esta carpa entregando
dorsales y bolsas con bebidas. Le pido comprar una y nos dice que no. Pero
intenta hacerse el gracioso diciendo que si venimos de la montaña, a la montaña
hay que llevar agua. No voy a trascribir lo que le dije después de ocho horas
de ruta, pero os lo podéis imaginar. El vocero agachó la cabeza y no volvió a
mirarnos. Luego apareció nuestro ángel de la guarda ilicitano, Joaquín, lo
saludé con afecto y nos regaló una de las dos botellas de 1,5 litros que le
daba la organización. La verdad es que con el coche estábamos a diez minutos de
la población y donde paramos a ingerir líquidos de nuevo. Entiendo lo de la
organización, pero no comparto la negativa a vendernos refrescos, cuando estoy
seguro de que luego sobrarían. Hay que ser más solidarios.
CIRCULAR: SI.
AGUA EN RUTA:
SI. Font dels Teixos.
DISTANCIA:
23,300 KM.
TIEMPO: 08:03
HORAS.
ALTURA MÁXIMA:
1.219 M. (CIM de La Aixortá)
ALTURA MÍNIMA:
370 M. (Presa de Guadalest)
DESNIVEL
POSITIVO: 859 M.
DESNIVEL
NEGATIVO: 865 M.
DIFICULTAD:
ALTA. La segunda parte del regreso se efectúa por el Barranc del Racó de la
Figuera, con gran desnivel, y sin senda determinada. Solo recomendable a gente
experimentada.
