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- DESDE LOS CANARIOS AL FARO DE FUENCALIENTE (RUTA DE LOS VOLCANES)
Posted by : Vaig a Peu
martes, 19 de junio de 2012
COMO LLEGAR:
Desde Los Cancajos. Por la LP-2 hasta Los Canarios, continuar hasta el Centro
de Visitantes de los Volcanes de Fuencaliente, dejar el coche en el
aparcamiento. Hay que pagar 3,50€ por entrar y pasar al Centro, donde hay mucha
información y proyectan un reportaje sobre la zona, muy interesante.
Seguimos coleccionando amaneceres en nuestros desayunos. Salimos pronto. Hoy solo llevamos frutas en la mochila, comeremos por la zona. Como tenemos tiempo, entramos a la Villa de Mazo y hacemos fotos a un drago.
Al llegar al aparcamiento del Centro de Visitantes de los Volcanes de Fuencaliente apenas hay coches; nos indican que en diez minutos proyectan el reportaje en castellano. El día está gris debido a una bruma que se queda enganchada en las cumbres más altas, cerca de Los Canarios.
Con botas, mochilas y pertrechos de montaña entramos a la sala de proyección, somos los primeros españolitos del día. Resulta interesante el documental, y antes de comenzar la ruta, visitamos los alrededores.
Hay varias peanas informativas. Realmente esta ruta es de casi 26 km y comienza en el Refugio de El Pilar, pero la mayoría de gente la divide en dos, como nosotros que haremos el resto dentro de unos días.
Es obvio que el paisaje ha cambiado. La vegetación ha desaparecido, todo son piedras, gravilla y tierra volcánica. El color predominante es el gris-negro con tintes rojizos en ocasiones. Iniciamos por detrás del edificio del Centro de Visitantes, por un camino ancho delimitado por piedras y rocas volcánicas.
Nos dirige hacia una pelada loma en forma de cono truncado, las piedras y rocas dejan paso un murete que han construido para que la gente no se salga de la pista, hay muchos ecosistemas que proteger.
La boca del cráter es grande, casi circular. El fondo no es muy profundo y ha sido invadido por el pino canario y predominan los tonos rojizos.
Podemos transitar por el ancho borde hasta la mitad del perímetro e ir contemplando las hermosas vistas del mar en la costa oeste de la isla. Al pie del volcán la colada de lavas amplió la isla, donde hay una gran plantación de plátanos.
Al final de la parte transitable del cráter, abundan las rocas, se vuelve más agreste. Y termina en un espléndido mirador con una peana informativa y el pilón del punto geodésico.
Cráter del Volcán San Antonio (640 m.), es uno de los más bellos y señeros del archipiélago. Son impresionantes las vistas al Volcán Teneguía y el Faro de Fuencaliente, vemos resaltados los caminos y senderos que luego nos conducirán a su cumbre.
Iniciamos el regreso, puesto que el sendero al Teneguía está fuera del aparcamiento en el Centro de Visitantes. Ahora percibimos panorámicas distintas a las de la ida y hay mucha más gente en el sendero.
En la explanada del Centro de Visitantes hay preparados un grupo de camellos para aquellos que quieran utilizarlos en este corto paseo. Al haber llegado tan temprano todavía los tenían en sus corrales.
Continuamos por el Sendero Local FU-112 que utiliza en mismo trazado que GR-131 llamado El Bastón. Al pasar por el aparcamiento reconocemos a la pareja franco-alemana que conocimos en el Pico Bejenado y nos saludamos.
El sendero de gravilla volcánica suelta y polvorosa, está limitado con piedras para que nadie se salga de él. Surge algo de vegetación, pequeños pinos canarios y diversas plantas crasas. Hace varias eses en el descenso. Aminoramos la marcha porque cuatro alemanes patosos van levantando polvareda.
Enlazamos con una amplia pista que bordea las faldas del Volcán San Antonio hasta situarnos en su parte sur. Tenemos la nube sobre nuestras cabezas pero no en el mar. Hay un bonito mirador.
El entorno es desoladamente bello. Quizás con más sol sería algo diferente. Todo es gris, negro o rojizo, cuando cambia de color resalta a la vista. Ocurre con algunas plantas o rocas, de verdes apagados y ocres.
El subsuelo de la Palma es el más inquieto de Canarias. A pesar de ello, las erupciones en esta isla son poco explosivas y constituyen un espectáculo más que un peligro. Además dejan tras de sí un paisaje inolvidable.
Tenemos una vista frontal del cráter del Teneguía, no es tan bonito como el de San Antonio, pero si impactante. La boca es lateral y el cono es el cúmulo de cenizas y lavas arrojadas con violencia.
La pista vuelve a gira hacia el sur buscando acercarse a la ladera del volcán. A nuestra izquierda una viña corona casi el alto de una loma, abancalada en cuidados escalones el verde intenso de sus hojas resalta entre el gris-negro del terreno. Fuencaliente tiene varias bodegas y sus caldos de malvasía son muy apreciados.
Ahora la negras lomas están salpicadas de plantas crasas, es impresionante como la vida vuelve a esta tierras. Debemos tener en cuenta que la última erupción del Teneguía fue el 26 de octubre de 1971, la recuerdo en TV en blanco y negro. Dejamos atrás el desvío al Faro que tomaremos al regreso de la cima.
Comenzamos la subida por la ladera, la boca del volcán es impresionante y enorme el caos de piedras y rocas. Ahora predominan los ocres, amarillos y rojos, una negra roca resalta entre ellos con la silueta del San Antonio detrás.
Vamos ascendiendo por el filo de la gran boca del volcán, al llegar arriba, la visión al valle por donde corrió el río de lava te acogota. Es de una belleza triste y desgarradora; todavía crees ver la lava incandescente correr hacia el mar.
La cumbre del Volcán Teneguía (470 m.) es un largo y ancho pasillo que culmina en un gran mojón de piedras. La pareja franco-alemana nos alcanza e intercambiamos cámaras para las fotos. Monto el objetivo. Buenas fotos al Faro de Fuencaliente y al de la costa oeste.
Iniciamos el regreso con la mole del San Antonio de frente, deshacemos los pasos aéreos con cuidado. Sigue impresionándonos el color negro del mar de lava que resalta ahora más, entre los ocres y rojizos del camino.
Enlazamos con el sendero al Faro y todo vuelve a cambiar, retornamos al negro lapilli y los tonos rojizos. La senda vuelve a estar delimitada con piedras y nos encontramos vegetación exuberante, dadas las circunstancias.
La senda serpentea en suave desnivel hacia el mar, a nuestra derecha dejamos atrás la mole del Teneguía y su extenso mar de lava.
Descendemos entre pequeñas lomas de color negro, exceptuando alguna rojiza que se mezcla de vez en cuando. La vegetación es más abundante y su tamaño mayor. Debe ser por la humedad al estar tan próximo el mar.
Las últimas rampas nos descienden rápidamente acercándonos al litoral. Ya tenemos a la vista el Faro de Fuencaliente y sus salinas, donde está ubicado el Centro de Interpretación de La Reserva Marina.
Estamos en el punto más al sur de toda la isla de La Palma. El Faro es pequeñito, hay una minúscula playa y un chiringuito, pero no da tiempo a bajar, la guagua pasa a las 13:45 horas y luego tarda otras dos horas en volver.
Decidimos regresar por la costa oeste y llegamos hasta Tazacorte, con su bonito ayuntamiento de fachada de colores. Paseamos por sus comercios y en una tranquila terraza de una amplia plaza, tomamos unos refrescos. Hay unos hermosos árboles con flores rojas.
Regresamos al apartamento, breve baño en la piscina, nos ponemos guapos y a cenar a Santa Cruz, en la terracita del Cuarto de Tula, a base de tapas. Tienen Wi-Fi y nos ponemos al día.
CIRCULAR: NO.
RECORRIDO LINEAL SOLO DE IDA.
COMPONENTES:
VICENTE Y SUSI.
ITINERARIO:
CENTRO DE VISITANTES / VOLCÁN SAN ANTONIO / SL FU-112 / VOLCÁN TENEGUÍA / LAVAS
DEL TENEGUÍA / FARO DE FUENCALIENTE / SALINAS DE FUENCALIENTE.
LA RUTA: Ayer
quedamos con Isabel y Félix, el matrimonio catalán y María, en unirnos mañana
miércoles para realizar la ruta a la Caldera de Taburiente desde el mirador de
los Brecitos, con lo cual tendríamos asegurada casi la capacidad de un taxi
4X4. Así que hoy vamos hacer la más corta e idílica y que nadie se debe perder.
Seguimos coleccionando amaneceres en nuestros desayunos. Salimos pronto. Hoy solo llevamos frutas en la mochila, comeremos por la zona. Como tenemos tiempo, entramos a la Villa de Mazo y hacemos fotos a un drago.
Al llegar al aparcamiento del Centro de Visitantes de los Volcanes de Fuencaliente apenas hay coches; nos indican que en diez minutos proyectan el reportaje en castellano. El día está gris debido a una bruma que se queda enganchada en las cumbres más altas, cerca de Los Canarios.
Con botas, mochilas y pertrechos de montaña entramos a la sala de proyección, somos los primeros españolitos del día. Resulta interesante el documental, y antes de comenzar la ruta, visitamos los alrededores.
Hay varias peanas informativas. Realmente esta ruta es de casi 26 km y comienza en el Refugio de El Pilar, pero la mayoría de gente la divide en dos, como nosotros que haremos el resto dentro de unos días.
Es obvio que el paisaje ha cambiado. La vegetación ha desaparecido, todo son piedras, gravilla y tierra volcánica. El color predominante es el gris-negro con tintes rojizos en ocasiones. Iniciamos por detrás del edificio del Centro de Visitantes, por un camino ancho delimitado por piedras y rocas volcánicas.
Nos dirige hacia una pelada loma en forma de cono truncado, las piedras y rocas dejan paso un murete que han construido para que la gente no se salga de la pista, hay muchos ecosistemas que proteger.
Hay varias peanas de
madera que nos va informando de la última erupción del Volcán San Antonio en
1677, el 17 de enero (día de San Antonio Abad, que hoy en día es fiesta en el municipio) y duró hasta el 21 de enero del año siguiente. Acercándonos al cráter vemos hasta donde llegaron sus lavas y como han ido evolucionando sus alrededores.
Durante la erupción
fue sepultado el naciente de la Fuente Santa que fue famoso en Europa y América
por las virtudes curativas de sus aguas. Después de muchos años intentando su
localización, en 1977 se comenzó a perforar sondeos y al día de hoy se han alcanzado
los 160 metros y localizado la galería del antiguo acantilado y se han excavado
sendas piscinas subterráneas donde fluye el agua a distintas temperaturas, se
espera que en un futuro cercano esté acondicionada para visitarla. Tenemos
bonitas vistas a la población de Los Canarios con su bruma enganchada y al
litoral de la costa oeste, donde el sol todavía le da claridad.
La boca del cráter es grande, casi circular. El fondo no es muy profundo y ha sido invadido por el pino canario y predominan los tonos rojizos.
Podemos transitar por el ancho borde hasta la mitad del perímetro e ir contemplando las hermosas vistas del mar en la costa oeste de la isla. Al pie del volcán la colada de lavas amplió la isla, donde hay una gran plantación de plátanos.
Al final de la parte transitable del cráter, abundan las rocas, se vuelve más agreste. Y termina en un espléndido mirador con una peana informativa y el pilón del punto geodésico.
Cráter del Volcán San Antonio (640 m.), es uno de los más bellos y señeros del archipiélago. Son impresionantes las vistas al Volcán Teneguía y el Faro de Fuencaliente, vemos resaltados los caminos y senderos que luego nos conducirán a su cumbre.
Iniciamos el regreso, puesto que el sendero al Teneguía está fuera del aparcamiento en el Centro de Visitantes. Ahora percibimos panorámicas distintas a las de la ida y hay mucha más gente en el sendero.
En la explanada del Centro de Visitantes hay preparados un grupo de camellos para aquellos que quieran utilizarlos en este corto paseo. Al haber llegado tan temprano todavía los tenían en sus corrales.
Continuamos por el Sendero Local FU-112 que utiliza en mismo trazado que GR-131 llamado El Bastón. Al pasar por el aparcamiento reconocemos a la pareja franco-alemana que conocimos en el Pico Bejenado y nos saludamos.
El sendero de gravilla volcánica suelta y polvorosa, está limitado con piedras para que nadie se salga de él. Surge algo de vegetación, pequeños pinos canarios y diversas plantas crasas. Hace varias eses en el descenso. Aminoramos la marcha porque cuatro alemanes patosos van levantando polvareda.
Enlazamos con una amplia pista que bordea las faldas del Volcán San Antonio hasta situarnos en su parte sur. Tenemos la nube sobre nuestras cabezas pero no en el mar. Hay un bonito mirador.
El entorno es desoladamente bello. Quizás con más sol sería algo diferente. Todo es gris, negro o rojizo, cuando cambia de color resalta a la vista. Ocurre con algunas plantas o rocas, de verdes apagados y ocres.
El subsuelo de la Palma es el más inquieto de Canarias. A pesar de ello, las erupciones en esta isla son poco explosivas y constituyen un espectáculo más que un peligro. Además dejan tras de sí un paisaje inolvidable.
Tenemos una vista frontal del cráter del Teneguía, no es tan bonito como el de San Antonio, pero si impactante. La boca es lateral y el cono es el cúmulo de cenizas y lavas arrojadas con violencia.
La pista vuelve a gira hacia el sur buscando acercarse a la ladera del volcán. A nuestra izquierda una viña corona casi el alto de una loma, abancalada en cuidados escalones el verde intenso de sus hojas resalta entre el gris-negro del terreno. Fuencaliente tiene varias bodegas y sus caldos de malvasía son muy apreciados.
Ahora la negras lomas están salpicadas de plantas crasas, es impresionante como la vida vuelve a esta tierras. Debemos tener en cuenta que la última erupción del Teneguía fue el 26 de octubre de 1971, la recuerdo en TV en blanco y negro. Dejamos atrás el desvío al Faro que tomaremos al regreso de la cima.
Comenzamos la subida por la ladera, la boca del volcán es impresionante y enorme el caos de piedras y rocas. Ahora predominan los ocres, amarillos y rojos, una negra roca resalta entre ellos con la silueta del San Antonio detrás.
Vamos ascendiendo por el filo de la gran boca del volcán, al llegar arriba, la visión al valle por donde corrió el río de lava te acogota. Es de una belleza triste y desgarradora; todavía crees ver la lava incandescente correr hacia el mar.
Ahora tenemos que
superar un cortos pasos algo aéreos en un enclave rocoso, que con precaución se
salvan fácilmente. Tenemos buenas vistas al mar. Parte de los materiales expulsados fueron ganados al mar, en un grandioso espectáculo pirotécnico que no tardó en atraer a la isla a miles de visitantes. Se da la circunstancia de que es el único volcán canario con víctimas, ya que una persona falleció por la inhalación de gases tóxicos al acercarse demasiado con la intención de tomar imágenes de la erupción.En general fue sin embargo un fenómeno positivo, ya que las tierras ganadas al mar se convirtieron en una oportuna plataforma sobre la que extender los cultivos de plataneras. Sus lavas fueron declaradas en 1987 espacio natural protegido, con categoría de Monumento Natural.
El último farallón de áspera roca no tiene ninguna
dificultad y ya vemos el tramo final para llegar a la cumbre, que en este caso es de color rojizo en contraste con el negro de las laderas.
El último farallón de áspera roca no tiene ninguna
dificultad y ya vemos el tramo final para llegar a la cumbre, que en este caso es de color rojizo en contraste con el negro de las laderas.
La cumbre del Volcán Teneguía (470 m.) es un largo y ancho pasillo que culmina en un gran mojón de piedras. La pareja franco-alemana nos alcanza e intercambiamos cámaras para las fotos. Monto el objetivo. Buenas fotos al Faro de Fuencaliente y al de la costa oeste.
Iniciamos el regreso con la mole del San Antonio de frente, deshacemos los pasos aéreos con cuidado. Sigue impresionándonos el color negro del mar de lava que resalta ahora más, entre los ocres y rojizos del camino.
Enlazamos con el sendero al Faro y todo vuelve a cambiar, retornamos al negro lapilli y los tonos rojizos. La senda vuelve a estar delimitada con piedras y nos encontramos vegetación exuberante, dadas las circunstancias.
La senda serpentea en suave desnivel hacia el mar, a nuestra derecha dejamos atrás la mole del Teneguía y su extenso mar de lava.
Descendemos entre pequeñas lomas de color negro, exceptuando alguna rojiza que se mezcla de vez en cuando. La vegetación es más abundante y su tamaño mayor. Debe ser por la humedad al estar tan próximo el mar.
Las últimas rampas nos descienden rápidamente acercándonos al litoral. Ya tenemos a la vista el Faro de Fuencaliente y sus salinas, donde está ubicado el Centro de Interpretación de La Reserva Marina.
Estamos en el punto más al sur de toda la isla de La Palma. El Faro es pequeñito, hay una minúscula playa y un chiringuito, pero no da tiempo a bajar, la guagua pasa a las 13:45 horas y luego tarda otras dos horas en volver.
Vamos a visitar las
salinas que están más cercanas. Los cuadros que retienen el agua son muy
pequeños comparados con las salinas de Santa Pola o Torrevieja, pero tienen un
encanto especial.
Hay un recorrido
monográfico con peanas de madera que nos informan de su proceso. Estamos enfrascados
en lecturas y fotos, y la guagua aparece inesperadamente y nos toca correr para
no perderla. Estamos bien entrenados.
El recorrido por
carretera hasta la población de Los Canarios es entretenido, recorremos las
plantaciones de plátanos que veíamos desde los volcanes y nos deja en el Centro
de Visitantes, junto a nuestro coche. Nos acicalamos y cambiamos de ropa en los
aseos del mismo y nos vamos a comer a una bodega familiar que tiene
restaurante, pero está cerrado por vacaciones. No importa, encontramos otro en el que
nos sirven con mucho esmero. Antes entramos a las Bodegas Carballo y nos llevamos
unas unidades de vino blanco.
Decidimos regresar por la costa oeste y llegamos hasta Tazacorte, con su bonito ayuntamiento de fachada de colores. Paseamos por sus comercios y en una tranquila terraza de una amplia plaza, tomamos unos refrescos. Hay unos hermosos árboles con flores rojas.
Regresamos al apartamento, breve baño en la piscina, nos ponemos guapos y a cenar a Santa Cruz, en la terracita del Cuarto de Tula, a base de tapas. Tienen Wi-Fi y nos ponemos al día.
AGUA EN RUTA:
NO.
DISTANCIA: 8
KM.
TIEMPO: 03:16
HORAS.
ALTURA MÁXIMA:
670 M.
ALTURA MÍNIMA:
0 M. NIVEL DEL MAR.
DESNIVEL
POSITIVO: 326 M.
DESNIVEL
NEGATIVO: 295 M.
DIFICULTAD:
BAJA. TAN SOLO HAY UN PASO UN POCO AEREO ANTES DE LA CIMA DEL VOLCÁN TENEGUIA.