SERRA DEL CARRASCAR DE PARCENT

Posted by : Vaig a Peu sábado, 5 de mayo de 2012

En el Valle del Pop, en el interior de la Marina Alta, Parcent extiende su territorio en una corta depresión de margas triásicas recubiertas en parte por el cuaternario y cerrada por los relieves prebéticos cretácicos de la Sierra de les Coves, la del Carrascar de Parcent, que limita en arco por el Oeste, y de la Sierra del Ferrer, que conecta por el Coll de Rates, en medio del llano se levanta el tossal de San Isidro. Corre por el valle el río Jalón que hace de límite con Murla por el noroeste. El nombre de Parcent aparece por primera vez en un documento escrito en el Llibre del Repartiment. Fue señorío morisco y posteriormente Baronía junto con Benigembla y Berniça. En el siglo XVIII estaba bajo el régimen señorial del Conde de Parcent. En esta localidad, Gabriel Miró escribió su obra “Del vivir”.

COMO LLEGAR: Por la autopista AP-7 dirección Valencia, salida 65, Benidorm/Levante / Callosa d’En Sarriá, enlazar con la CV-70, pasar por La Nucia, y en Polop, en la pequeña rotonda coger la CV-715 a Callosa d’En Sarriá, en su rotonda, dirección Tárbena, pasar Bolulla, no entrar en Tárbena, continuar por CV-715 dirección Parcent, en el Coll de Rates aparcar arriba junto al restaurante. Yo utilizo este itinerario, aunque tiene muchas curvas, por su paisaje “pirenaico” y por comenzar desde el Coll de Rates. También se puede iniciar en Parcent, donde se llega por la AP-7 Salida en Benissa y dirección Jalón hasta Parcent.

ITINERARIO: COLL DE RATES / CASETA FORESTAL / ALT DEL CARRASCAR / TOSSAL DE POLUPI / MALLADA PLANA / ALTS DE POLUPI / CAVA DE NEU / FONT DE LA FOIA / BARRANC DE LES CABRES / PARCENT / CAMÍ DELS POUS / CAMÍ DE LA PANSA Ó DE LES REVOLTES / MIRADOR / COLL DE RATES.

LA RUTA: El cielo no está limpio del todo, ligera brisa y la temperatura es ideal, 16º. Las vistas desde el aparcamiento son un espectáculo.

Inicio desde el aparcamiento (626 m.), cuesta arriba por el camino cubierto de cemento para salvar su constante deterioro. Es curioso, apenas tiene poco más de dos metros de anchura y tiene marcado eje divisorio de carril, supongo que será para las bicis. Alcanzo el depósito para incendios.

La rampa es fuerte y me elevo con facilidad, las vistas se van ampliando a todo el valle, por detrás de la sierra del Ferrer asoma el Bernia y más a la derecha el Ponoig, Puig Campana, Penyó Cabal y Penyal Roc. Puro pirineo alicantino.

Ahora la pista hace grandes lazos de Este a Oeste cruzando toda la sierra hasta la elevada caseta forestal de moderno diseño. Por fin se acaba el cemento y la pista, marcas de PR y paletas informativas nos indican la senda. Antes está el pequeño punto geodésico del Tossal dels Diners.

El recorrido se vuelve montañero y la senda transita por la cresta de varias lomas, tres senderistas vienen en sentido contrario y el valle de Parcent se amplía hasta la Sierra de Segaria y el mar.

La senda desciende un poco para subir al Corral de Ramat o Tossal de Polupi (1.002 m.) máxima altura de la zona. Normalmente suele haber algún rebaño de ganado en este lugar. Hacia atrás tengo una ristra de lomas superadas.

Paso por la Mallada Plana, donde hay muy pocos desniveles y a la izquierda, después de las peladas lomas se distingue perfectamente el camino de tierra que desde la pista de aterrizaje llega a la cumbre del Cocoll.

Al llegar a la última loma, un poste vertical indica un giro a la derecha y la senda se prepara para descender. Enfrente está el Cavall Verd y Benigembla a sus pies.

Desde els Alts de Polupi, cerca del tronco de un gran pino quemado, tengo una bonita vista de Parcent y la cara norte del Carrascar, que ha sufrido menos los devastadores incendios que han arrasado casi la totalidad de carrascas, dejándonos apenas el pomposo nombre.

Comienzo el descenso, que es rápido, por la zigzagueante senda que pegada a la ladera de montaña me sitúa en poco tiempo en el desvío balizado a la Cava de Neu, cota 790 m., o sea, que he de volver a subir casi al mismo nivel que estaba.

La senda se vuelve vertical y el esfuerzo de intensifica, te eleva cerca del cauce de un torrente seco hasta un pequeño rellano conquistado por la vegetación. Solo quedan los restos de dos muros de contención, el pozo está invadido por hiedras y arbustos. Lo rodea una casi invisible y baja tela metálica que no hace más que aumentar el peligro que tiene el acercarse al foso. ¡Cuidado!

De nuevo en la senda principal continuo el descenso hasta la Font de la Foia, que cosa rara, hoy está solitaria, no hay nadie llenado bidones de plástico. Acampo y me zampo el merecido almuerzo acompañado por el relajante sonido del agua.

Nueva pista de cemento, entre casas de campo y chalets, también hay una fortificada casa de madera con un ruedo para doma de caballos. Salgo a la carretera, que cruzo y, por una rambla entro en el Barranc de les Cabres.

Otra pista me acerca de nuevo la carretera y al pueblo de Parcent (297 m.), transito por ella unos sesenta metros para torcer a la derecha, indicaciones verticales al Camí dels Pous, donde en pocos metros me cruzo con varios ejemplares de algarrobo de troncos espectaculares.

Dejo atrás el Pou del assagador y el camino discurre entre campos de naranjos, seguir las marcas del PR desechando todos los caminos y desvíos hasta llegar al final donde en una curva a la izquierda empieza una senda junto a una peana metálica. Comienza el Camí de la Pansa o de les Revoltes.

Antiguo camino empedrado por el que se transportaba la pansa desde Tárbena hasta Denia donde era embarcada al Reino Unido. Quedan varios tramos donde el firme aún resiste el paso de los años y las salvajadas cometidas por motos y quads.

Como su nombre indica, la senda va dando vueltas y revueltas elevándome por la falda de la sierra, Parcent vuelve a quedar en la lejanía y veo el hilo de la senda dibujado en la ladera.

Supero el último tramo donde un poste sostiene varias paletas directoras en este cruce de sendas antes de llegar al Mirador del Coll de Rates, donde una nube se ha quedado enganchada. Hay dos furgonetas preparadas para transportar sillas de ruedas y varias personas con minusvalías, están con sus cuidadores observando el hermoso paisaje y al verme llegar me aplauden con júbilo. Les pido permiso para hacerles una foto.

Cruzo la carretera y prosigo por la senda hasta el restaurante. Hay gente en la terraza que con las cervezas en mano entran dentro a protegerse del molesto aire que se ha movido. El aparcamiento está muy concurrido.