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- RUTA DELS RIBERERS, PR-CV 388
Situado en el noreste de la
provincia de Alicante, en la comarca de la Marina Alta, el término municipal de
Benissa tiene una superficie que presenta una forma muy rectangular y cuadrada
con orografía muy heterogénea. Desde la costa, formada en su mayor parte por
pequeñas calas y acantilados, hasta las zonas montañosas, formadas por las
sierras de Oltá, La Solana, la Malla Verda y la más destacada, la sierra de
Bernia, con sus casi 1.200 metros de altura. El núcleo urbano está situado
alrededor de unos 200 metros de altura sobre el nivel del mar. En los 4
kilómetros de costa del municipio destacan sus calas y playas de arena, grava o
bolos, con fondos de roca que son aptos para la práctica del submarinismo y la
vela. De todas ellas, la más concurrida es la Playa de la Fustera, que es la
que cuenta con mayor número de servicios.
LA RUTA: Iniciamos desde el cartel descriptivo de la ruta, recorriendo el camino de entrada al cementerio. A la izquierda tenemos un cuidado bancal de tierra roja con cepas de vid, estamos en la zona de la Mistela y el Moscatel.
Enseguida llegamos a un cruce que tomamos por la derecha entrando en el Camí de Valencia entre casas de campo con muros de piedra y grandes algarrobos.
Poco después llegamos al lugar donde antiguamente estaba la Roca de la Salve, hay una paleta informativa. Desde aquí se divisaba la torre de la iglesia y los inmigrantes que iban a Valencia durante la siembra y recolección del arroz, se arrodillaban a rezarle a la virgen para que les protegiera de las enfermedades.
Tenemos una leve subida y pasamos cerca de un depósito de agua, el camino pierde el asfalto en un bonito recodo entre bancales de almendros y olivos.
Para entrar en la vertiente correcta, cruzamos dos veces la autopista por medio de unos túneles. En el primero salinos a los terrenos de una apartada casa de campo y en el segundo a una rambla.
Por la rambla, llegamos a un desvío balizado a la derecha que nos lleva cerca de las paredes de la umbría, donde está almorzando un grupo de senderistas.
Comienza una fuerte y dura subida, aunque corta, entre escalonados bancales con muros de piedra seca, por una senda que han tenido que cubrir de cemento debido a su inclinación y deterioro en las lluvias. Al llegar arriba la vegetación cambia, entramos en un bosque de pinos.
Por la frondosa y llana senda llegamos a un múltiple cruce de caminos muy bien balizado, aquí confluyen el PR-CV 412 que viene desde Gata de Gorgos, con el que compartiremos recorrido y por la izquierda tenemos muy cerca la Font de la Mata. De frente una gran postal del Montgó
La Font de la Mata es un pozo árabe al que se accede por unas escaleras de piedra y con cubos se extraía el agua y se llenaban unas piletas talladas en piedra para abrevar el ganado. Es un rincón precioso con varios ejemplares de lentisco. Hay una familia con chavales refrescándose.
Subimos de nuevo y retomamos la senda principal, pasamos por delante de la Casa Xaparrundos, antigua masía del siglo XIX y seguimos por la derecha en dirección sur por unos muros de piedra seca.
El camino se va estrechando poco a poco hasta
convertirse en senda conduciéndonos por un hermoso paraje. A la derecha bosque de pinos y a la izquierda aparecen cuidados bancales en producción.
Nos pasa un corredor de raid y un campesino muy jovial se está preparando para sulfatar árboles. Llegamos al cruce donde la senda vira bruscamente a la izquierda, hay información vertical, para encarar la subida al Serrellars. Antes, a la sombra, tomamos nuestras frutas y té.
Comenzamos el ascenso por la bonita senda que recorre la herbosa loma, salpicada con algún pino de vez en cuando. Hacia atrás tenemos una preciosa vista de Benissa protegida por las sierra de la Oltá y Bernia. Por la izquierda va emergiendo Gata, a los pies del Montgó.
Alt dels Serrellars (432 m.). Hace un día primaveral con una ligera brisa que nos protege del calor. La panorámica es alucinante, va desde el Montgó, Jávea, Moraira, Teulada, Peñón de Ifach, Benissa y las altas montañas.
Emprendemos el descenso por la derecha para conectar con la siguiente loma por la Mallada Verda, evitando el profundo barranco donde al fondo se divisa Gata de Gorgos.
Pasamos por las ruinas de varias casas abandonadas, el terreno vuelve a llanear y llegamos a otro cruce balizado, por la izquierda se separa el PR-CV 412 que se va para Gata y por la derecha proseguimos cerrando el círculo hacia Benissa.
La excursión no termina aquí. Nos aseamos un poco y nos dirigimos a Moraira donde en una terraza mirando al mar tenemos nuestra recompensa culinaria. Después, paseo agradable por el pueblo, un helado y a casa. Preciosa excursión dominguera.