El Parque Natural de la Sierra de Espadán, declarado el 29 de septiembre de 1998, es el segundo espacio protegido más extenso de la Comunidad Valenciana, ocupando 31.180 hectáreas. En esta sierra, encontramos uno de los pocos afloramientos de areniscas del territorio valenciano configurando un relieve abrupto y quebrado, conformado por cimas y cordales acompañados por profundos barrancos y ramblas, donde podemos encontrar numerosas fuentes y frondosos bosques de alcornoques únicos en nuestra geografía. Estas características le confieren un excepcional valor paisajístico, acompañado de una riqueza botánica y faunística excepcionales, quedando patente el gran número de endemismos y singularidades existentes en su territorio.

COMO LLEGAR: Autovía Mudéjar A-23, salida en Segorbe, dirección Castellnovo, Almedijar, antes de llegar a Aín, dirección Algimia de Almonacid km 5, collado y la nevera. Aparcar.

ITINERARIO: NEVERA / CORDAL / PICO DE LA PASTORA / CORDAL / PICO ESPADÁN / SENDA DESCENSO A LA PISTA / PISTA DE LOS ALCORNOQUES / FUENTE DE LA PARRA / SENDERO DEL BARRANCO DE AGUA NEGRA / DESVIO / FUENTE DE LA CALZADA / NEVERA.

LA RUTA: Hace un día precioso, totalmente despejado, quien diría que ayer había un manto de nubes lluviosas. Estamos ansiosos por comenzar. La nevera está a unos pasos por el final del aparcamiento, no es muy grande ni tan artística como las de nuestra zona.

Comenzamos por sendero marcado como PR, entre pinos, carrascas, sabinas y abundante vegetación de matorral. El piso del sendero así como algunas rocas son de arenisca roja, parecido a las pistas de tenis de tierra batida.

Tenemos fuertes repechos y tramos más planos mientras avanzamos por el cordal, el sendero discurre entre las raíces de los grandes pinos y rodeando los enclaves rocosos más abruptos, en busca de otra joroba más elevada.

Se presiente que estamos en un parque natural, la mano del hombre apenas se nota, los pinos derribados por los elementos naturales yacen tal como cayeron, esparcidos o cruzando el sendero que varia para evitarlos.

Seguimos elevándonos entre las rocas y la vegetación, y sin darnos cuenta tenemos delante nuestra primera cima, el Alt de la Pastora (1.044 m.) con su punto geodésico encaramado sobre un torreón circular de piedras de más de tres metros de altura, algo dificultoso de subir, pues solo una grapa te ayuda a superar el último escalón. Vistas preciosas. Siguiendo la cresta, dos lomas después, vemos el Pico Espadán.

Seguimos adelante rodeando la siguiente loma y poco antes de iniciar un fuerte repecho nos cruzamos con un nutrido grupo que baja de la cima. Les hacemos algunas consultas con el fin de tener más claro el enlace con el Barranco de Agua Negra.

Despacio pero con paso firme, terminamos con el vertical, rocoso y escalonado repecho, para seguir subiendo con poca inclinación por un rojizo pasillo entre carrascas hasta el poste vertical con paletas informativas de la cumbre.

Pico Espadán (1.099 m.), es un cúmulo de grandes rocas rojizas sin punto geodésico, desde donde se divisa todo el Parque Natural. También vemos en la lejanía Peñagolosa, ahora sin nieve. En menos de 24 horas se ha derretido la nevada de ayer.

Iniciamos el descenso hasta poco antes de de llegar a el Alt de la Pastora, donde por la izquierda nace una senda que entre mucha vegetación nos dirige al barranco en fácil y rápida declinación hasta enlazar con una ancha pista.

Algo ha cambiado. El arbolado es más denso y los ejemplares son enormes alcornoques que  exhiben sus troncos desnudos al habérseles arrancado la corteza que les cubría para la industria del corcho.

Es un espectáculo primaveral por los tonos de verde, los grises rugosos de las ramas y el marrón rojizo de los despojados troncos. No puedo dejar de hacer fotos.

Continuamos bajando por las eses y lazadas de la pista plácidamente extasiados, observando algunos ejemplares realmente bellos. Desde Grazalema no había tenido ocasión de ver un bosque igual y tan cerca de casa.

Para terminar de culminar tanta belleza, en la cerrada curva de una lazada, tenemos algunos cerezos salvajes en plena floración. Blanco contra verde. Grandioso.

Seguimos culminado la larga bajada por el frondoso bosque de alcornoques, hasta que llegamos a la paleta indicativa del desvío a la fuente de la Parra. Donde en sus frescas aguas bebemos, tomamos unas frutas, hidratos de carbono y el reglamentario té.

La pista continua por una parte más llana que sigue albergando grandes ejemplares de alcornoques. En un recodo salimos a una zona más abierta donde tenemos un cruce de caminos. A nuestra derecha una perforada y oxidada placa de hierro, nos indica el desvío al Barranco de Agua Negra.

Por un estrecho pasillo y en las inmediaciones de una casa de aperos en una ladera de almendros , bajamos al cauce del barranco por el que discurre serpenteante un arroyo. Colofón a un magnífico día entre la naturaleza.

Han desaparecido los alcornoques y el arroyo discurre cantarín formando algunas pozas que tenemos que vadear por ristras de piedras. Oímos voces y se acerca más gente, familias jóvenes con críos.

Es la parte más transitada ya que por el riachuelo es fácil caminar. Hay que cruzarlo en multitud de ocasiones, lo que lo hace muy entretenido.

Pasamos por una zona rocosa que atravesamos sin dificultad. Forma una especie de desfiladero rojizo, que la senda nos sitúa a un lado u otro del cauce dependiendo sea o no más transitable.

Llegamos a una pequeña cascada antes de pasar por debajo de un resalte rocoso cuya fotografía ha salido en todas al notas e informaciones que traemos.

Hemos perdido la cuenta de cuantas veces hemos cruzado el arroyo, pero intuimos que estamos llegando a nuestro próximo desvío. Atravesamos una zona de carrizal  y estamos pendientes de la aparición por nuestra derecha de una casa de aperos.