COVES DE LES FINESTRES

Posted by : Vaig a Peu domingo, 8 de enero de 2012

ALFAFARA / MIRADOR DEL TOLL NEGRE / PANTANET / APEADERO TREN ALCOY-XÁTIVA / COVES DE LES FINESTRES / MASIA CARBONELL / ALFAFARA.

COMPONENTES: SUSI, VICENTE, MARIBEL Y ANTONIO.

ITINERARIO: Autovía A-31 hacia Madrid, pasado el túnel de Villena salida a la derecha por la CV-81 hacia Onteniente, una vez cruzado Bocairente, desvío a la derecha por la CV-700 hasta Alfafara. Aparcar en la Plaza de la Constitución.

El nombre de Alfafara provienen seguramente del árabe “Al Fawwara” que significa fuente o manantial que brota con mucha fuerza. Al parecer hace alusión a un salto de agua que salía de la Peña del Chorro. Se conservan restos prehistóricos en la Cova del Bolumini y en la zona dells Carbonells donde existen vestigios líticos del Neolítico. Sus orígenes arábigos están en relación con el cruce de caminos de ganadería y militar, cerca de la ruta Alicante-Játiva. En 1245 y junto a Biar, también es conquistada esta zona a los árabes por Jaime I de Aragón. En 1250 se otorga el señorío a Ximen Pérez d’Oriz. En 1292 a Pere d’Artes. En 1370 es incorporada a la vecina Bocairente. Se independiza en 1662 reinando Felipe IV mediante la concesión del título de la Universidad de Alfafara . En 1707 es anexionada a la Gobernación de Játiva, y después, hasta el 1833 a la Gobernación de Montesa. En la división administrativa de provincias de esta fecha pasa a formar parte de Alicante.

El día está totalmente despejado, tenemos 0º de temperatura y nos abrigamos bien después de colocarnos las botas. Iniciamos desde la Ermita de Sant Antoni y salimos de la población por el camino viejo a Bocairente.

Los bancales de peros de secano, tan sabrosos en esta zona, están blancos y el terreno duro por la helada escarcha que los cubre aumentando la sensación de frío.

Poco más adelante llegamos al gran puente que cruza un arroyo que en su cauce rodeado de mucha vegetación forma una pequeña cascada con su toll. Nosotros seguimos paralelos al arroyo, sin cruzar el puente.

Entramos en una zona de terrenos sin cultivo donde la hierba alta también está blanqueada por la helada escarcha dando la sensación de una nevada reciente. Cerca hay una gran masía con ganado. El sol hace acto de presencia. En una curva, entre chopos, cruzamos el riachuelo. Aquí termina el camino asfaltado y comienza la senda.

La visión no es bonita, en todas las lomas que tenemos a la vista la vegetación ha sido arrasada por el incendio de septiembre pasado y que comenzaba a recuperarse del anterior en 1994 por la caída de una torre de tendido eléctrico.

Continuamos por la senda en ascenso a la altura máxima de este recorrido, el Cabeço de Mao (686 m.). Sorprendentemente en la parte que estamos subiendo el fuego ha respetado la vegetación en la franja alta de la loma, lo que aumenta nuestro pesar imaginándonos lo bonito que era antes.

Al fondo del barranco, en el curso del río hay una masía abandonada, en los alrededores hay excavado en la roca un molino de grano que se movía por agua conducida por una estrecha y elevada acequia desde el Pantanet.

Desde la cima tenemos una desoladora visión de la extensa zona quemada, apenas unas grandes carrascas sobreviven en las cercanías del apeadero del tren, las lomas están completamente peladas solo se distinguen los túneles excavados en la roca para el paso del tren. Sin embargo, la vida continua y a nuestros pies ya brotan las matas de romero, tomillo, pebrerella….

Descendemos por un pasillo entre rocas donde han excavado peldaños escalonado la fácil bajada hacia el mirador. Aquí han hecho una salvajada. Habían colocado con maderas unas pequeñas plataformas y barandas para asomarse a ver el curso del Pantanet en su encajonado cauce. Pues bien, ha venido el mentalista de turno con una motosierra y ha cortado las barandas, las ha tirado al fondo del barranco y ha dejado las plataformas. Con lo cual la sensación de peligro es mayor, puesto que con el calzado de montaña sobre la roca te sientes más seguro que sobre la madera ¿…?

Seguimos bajando para acercarnos al fondo del Pantanet donde una cascada de unos cuatro metros precipita sus aguas en un toll, lugar en que antiguamente los vecinos de Alfafara venían a bañarse el 18 de julio.

Después de un breve almuerzo con fruta en Balsa del Bancal Redó, nos dirigimos hacia el apeadero de la estación de tren. Vadeamos el riachuelo que aquí ya va buscando al río Clariano, pasamos junto a un puente de hierro que sostiene las vías del tren Alcoy-Xátiva y nos acercamos a la derruida estación.

Caminamos por la parte izquierda del cauce del barranco para volver a vadear el rio y en las paredes de enfrente tenemos les Coves de les Finestres, donde el fuego también ha hecho mella.

La escalera de madera que permitía el acceso al interior de las cuevas ha sido destruida por las llamas, ahora hay un cordel con nudos que puede ayudar algo pero es engorroso, así que nos quedamos sin la visita interior.

De las hiedras de las paredes, solo una parece haberse salvado, la vegetación del entorno posiblemente propagaría las llamas. Accedemos a la cueva de la planta baja, muy oscura y con humedad.

Emprendemos el regreso por la derecha de las cuevas, remontando las lomas hasta situarnos cerca de la Masía d’Enmig que dejamos atrás. De nuevo aparece la vegetación, parece como si la senda hubiera actuado de cortafuegos.

Llegamos a la Masía de Carbonell, también abandonada y en ruinas. A unos metros un pequeño desvío nos baja a la Fuente de Carbonell, agua fresca a la sombra de unas enormes carrascas.

El camino se hace más ancho y tenemos un poste con paletas metálicas donde se une el PR-CV 135 que viene de Agullent y la indicación de Alfafara 2,4 km.

Ahora en descenso y por camino asfaltado caminamos rápido, a la izquierda en la umbría de la Sierra Mariola vemos la población de Agres y a la derecha, ahora dándole el sol Alfafara. Entramos al pueblo callejeando por la iglesia hasta el aparcamiento. Nos aseamos y ponemos guapas/os, y a comer en el Restaurante La Sort telf. 965510462, exquisito menú por un precio razonable.

Pese a los daños causados por el incendio la ruta ha sido muy agradable, creo que al ser una zona húmeda pronto estará verde de nuevo y podremos disfrutarla intensamente.