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- FONT DE MONDUVER PR V-153
Posted by : Vaig a Peu
sábado, 11 de junio de 2011
COMPONENTES: VICENTE, JULIAN, PATRO Y JORGE.
ITINERARIO:
Autopista dirección Valencia, salida en Xeresa/Tavernes de la Valldigna, destino Xeresa, en el Parc de les Eres, junto a la Ermita y la entrada al camino del Calvario, aparcar.
Primera excursión de Jorge con el Equipo A, hoy han habido varias bajas por diversas razones, aunque ya la teníamos elegida como destino desde la semana anterior y más de seis meses en nuestra agenda buscándole un hueco entre nuestras excursiones por provincia de Alicante, la cual tenemos pateada en su totalidad, parte de Murcia y esporádicamente Ontenient y Xátiva en Valencia.
Iniciamos por el camino del Calvario, que como en muchos pueblos de la Comunidad están representadas las catorce estaciones del Calvario en placas de cerámica dentro de otras tantas hornacinas construidas y donadas por diversas familias del pueblo.
El día está gris plomizo con mucha humedad y en lo alto hay estancada una nube que nos impide ver las antenas de la cumbre, seguimos hasta cruzar por debajo de la autopista y en dirección al barranco de la Martina o Monduver, continuamos por la pista forestal hasta un desvío balizado hacia el Corral de Senent y el de Milores, por esta zona nos sorprende la espesura de la vegetación y los huecos y cavidades horizontales.
En el corral de Milores la vegetación de matorral sigue siendo espesa y se recupera del incendio en 2006, no hay grandes pinos pero si abundantes algarrobos, poco frecuentes en otras rutas. Tomamos el desvío balizado a la Font de Monduver que nos lleva a unas paredes sin salida ubicadas debajo del Picaio, la humedad está más concentrada y aumenta la vegetación, hay dos higueras y el agua mana filtrándose al pie de las paredes.
Retornamos al cartel indicativo y continuamos en ascensión hacia el Picaio, el Monduver tiene algo más de ochocientos metros pero como partimos casi a nivel del mar, es un buen desnivel. Culminamos y llegamos a un rellano donde la senda termina junto a un hito de piedra pintado de rojo. Nace un camino carretero que va por la derecha y nosotros tomamos, por la izquierda marcada con mojones, una senda que comienza y asciende hasta el Monduver.
Por fin parece que la nube quiere deshacerse y en algunos momentos vemos parte de las antenas. Nos cruzamos con gente que baja, ellos no han tenido que hacer hora y media de autopista, dicen que normalmente se sube por el camino de la derecha ya que la senda es mucho más dura, pero no saben que nosotros somos masoquistas y tenemos que ganarnos el almuerzo.
Efectivamente la senda se va empinando pero nos parece preciosa, salvamos algunos enclaves rocosos y nos desvía hacia la izquierda buscando el perfil más asequible, la bruma empieza desvanecerse y la cumbre coronada de espinas (antenas) se hace realidad.
Llegamos a una zona algo aérea y una pequeña trepada que están equipadas con cuerdas, lo cual nos parece excesivo, pero reflexionando, creemos que se debe al microclima de esta área que la mayoría de veces está con bruma o nubes enganchadas, en cuyo caso puede ser de mucha utilidad.
Coronamos la loma anterior y tenemos enfrente el nido de antenas, hay un grupo que está recogiendo para emprender el regreso, han almorzado de espaldas al “progreso” pero no nos gusta el sitio y vamos a ver el punto geodésico (
Decidimos descender un poco a un sitio menos moderno y con entorno más natural para almorzar. Por este camino ya hay más gente, se puede llegar en bici y coche. Encontramos sitio en una zona que están reforestando y cercana a unos grandes pinos, supervivientes de antiguos incendios.
Retomamos el regreso y decidimos hacerlo abriendo el contorno ya que hay varias sendas marcadas para ello, elegimos las de más largo recorrido y que al final enlazan con el pequeño collado del Picaio, entonces nos damos cuenta que al abrirnos tanto nos hemos dejado atrás, sin pasar por ellos, els Flarets, formación rocosa que asemeja a unos frailes y una ventana de piedra.
Una vez en el pilón rojo, cogemos una senda distinta a la de subida, con lo cual seguimos ampliando el contorno y realizamos la bajada por un barranco diferente al de ascenso, por una bonita senda que serpentea entre pinos y desemboca en una plantación de naranjos, que por un camino de cemento nos lleva de nuevo hasta el paso por debajo de la Autopista y el camino del Calvario.
Después de una refrescante “sin” en un bar del pueblo emprendemos el regreso a casa. Han sido unas 6 horas y 30’ con más de 20 Km . recorridos, que si obviamos las antenas la excursión es preciosa, por lo que para otoño prepararemos la gran circular desde Tavernes de la Valldigna.