jueves, 24 de marzo de 2011
Es nuestro segundo viaje a la capital francesa, el primero fue hace más de veinte años, de más duración y cumpliendo con todos los requisitos turísticos: Louvre, cena en Torre Eiffel y Bateau Mouche, Forlyee Bergere, Versailles etc. Fue muy intenso y su grandiosidad sigue perdurando en nuestro recuerdo como una de las grandes capitales del mundo.
1º DIA 24/03/2011
A las 10,30 Carol viene a por nosotros, aunque el vuelo es a las 13,30 queremos tener tiempo suficiente, ya que ayer inauguraron la nueva terminal del aeropuerto y hoy comienza a funcionar, seguro que algo fallará.
Por supuesto viajamos con Rayanair, tenemos los billetes desde hace unos meses facturando una maleta y con un troley reglamentario, el hotel por Internet seleccionado por ubicación.
La Terminal ha quedado preciosa, el cambio vale la pena, es muy amplia, espaciosa y con mucha luz, el número de mostradores ha aumentado, facturamos sin problemas y pasamos los controles. Cuando aparece nuestra puerta de embarque decidimos tomar algo porque llegaremos más tarde de las 15,35 y no sabemos lo lejos que está el aeropuerto de Beauvais de Paris.
Vuelo muy tranquilo y como siempre, cuando despega el avión, me entra modorra hasta veinte minutos antes de aterrizar.
Todavía no hemos bajado del avión y nuestras maletas van camino de la cinta, servicio de limpieza, tanque de queroseno y lo que es peor, en la pista, cola de gente esperando que bajemos para subir ellos, no hay otro avión.
El aeropuerto es pequeño y en cinco minutos tenemos la maleta, fuera a doscientos metros hay dos autobuses para llevarnos hasta Porte Maillot en Paris, a algo más de 100 km y 1,30 horas de viaje, casi ha costado más el billete del Bus que el vuelo.
Llegamos a Paris, a trescientos metros tenemos una boca de metro y nada más entrar máquina expendedora de tickets, todo una odisea, la máquina no quiere billetes, solo monedas, no devuelve cambio y después de meterle seis tarjetas solo admite las de débito, no las de crédito. Consejo: Un poco más adelante está las ventanillas y te atienden de maravilla.
Bueno, una vez dentro nos manejamos muy bien, Línea 1, dirección Chatelet, salimos en el centro de la Plaza con su emblemática Torre rematada con sus gárgolas impresionantes y en cuatrocientos metros más tenemos nuestro Hotel Ágora, en una zona llena de terracitas entre Les Halles y el Centro Pompideau y equidistante de todo lo que tenemos que ver.
Hotel pequeño, habitación pequeña, pero suficiente, lo tienes todo y muy limpio, solo es para dormir y asearte. Deshacemos maletas y ordenamos armarios, son las 19 horas y salimos a recordar, veinte años no es nada.
Alrededor del Pompideau sigue habiendo el mismo jolgorio, las terracitas, bares, restaurantes y braseries se van llenando, es la hora de cenar para los franceses, pero algo ha cambiado, antes o comías y cenabas a sus horas o no te servían, ahora todos han alargado sus horarios, el turismo ha ganado o será la crisis.
Elegimos sitio y menú, cenamos de maravilla. Paseamos por la zona y pronto a dormir.
2º DIA 25/03/2011
Como es costumbre de la casa madrugamos y después de una buena ducha, a
las 8 salimos a buscar sitio para desayunar, preferimos hacerlo en una terraza que en el Hotel, estilo francés: media baguette con mantequilla y mermelada, croissant, café au lait y zumo de naranja.
las 8 salimos a buscar sitio para desayunar, preferimos hacerlo en una terraza que en el Hotel, estilo francés: media baguette con mantequilla y mermelada, croissant, café au lait y zumo de naranja.
El itinerario comienza por la Ille de Saint Louis, con mucha tranquilidad, por su calle principal, llena de tiendas, artesanías, quesos, patés y después a la Ille de la Cité, visita a Notre Dame y pisar el Point Zero des Routes de France, al igual que en Madrid y Santiago de Compostela, mercado de las flores, horarios de Sainte Chapelle y de nuevo hemos vuelto a tierra firme para comer en el Barrio Latino, restaurante francés de montaña.
Retornamos de nuevo a la Ille para visitar la Sainte Chapelle , entramos por el Palacio de Justicia y recordamos que la vez anterior lo hicimos por otra puerta. Vale la pena volver, han restaurado las vidrieras, son espectaculares, tampoco dejeis de mirar al suelo, los terrazos de la época son fabulosos. Tiempo para tomar un café y hacia el Louvre, aquí los recuerdos han sido mayores, el Hotel Saint James en la rue de Rivoli sigue en el mismo sitio, paseo por la explanada del museo y las pirámides de cristal, esta vez decidimos no volver a entrar, la Torre Eiffel ya se divisa al fondo.
Deambulamos por las grandes joyerías y perfumerías entre la rue de Rivoli, Saint Honoré y Place Vendome con su enorme obelisco y por la Ópera, qué magnífico edificio.
Deambulamos por las grandes joyerías y perfumerías entre la rue de Rivoli, Saint Honoré y Place Vendome con su enorme obelisco y por la Ópera, qué magnífico edificio.
Después, poco a poco y ya cansados de nuevo al Hotel, vaya guía que llevo, han sido once horas intensas. Descansamos un poco y salimos a cenar por nuestro barrio. Elegimos italiano, pizza vegetariana, Carpaccio y a la cama.
3º DIA 26/03/2011
Ducha y desayuno en otro sitio distinto, los ingredientes apenas cambian, cogemos el Metro hasta el Museo d’Orsay, al ser temprano a penas hay cola y en quince minutos estamos dentro, ¡qué maravilla! El recuerdo aquí es imborrable y la exposición de los impresionistas muy amplia: Van Gogh, Manet, Monet, Gauguin, Bonald, Tuolus Lautrec, De Gas y otros. Los cuadros de la época de Argelia de Guillaume con esas perspectivas del desierto son espectaculares.
Al madrugar, en la primera hora estamos muy tranquilos, después se nota la afluencia de gente, a las 12,30 salimos y nos vamos andando hacia la Torre Eiffel , es impresionante su aspecto a medida que nos acercamos. Aquí ya estamos en zona turística por excelencia y la cantidad de gente se nota, hacemos fotos desde todos los ángulos. Decidimos no subir, por las colas y por que ya lo hicimos a vez anterior con cena en el restaurante.
Seguimos hacia Trocadero, nos compramos unas creps rellenas y cerveza, nos las tomamos a la orilla del Sena, viendo pasar las barcazas y algún espectáculo infantil improvisado. Desde arriba la vista es grandiosa con la Torre al fondo, hay un ruedo de gente viendo a grupo de raperos bailando.
Continuamos andando hacia el Arc du Triumf y les Champs Elyeses, se está nublando y posiblemente llueva. Esta avenida es impresionante, hay mucho movimiento, están las grandes tiendas y marcas. Recordamos una de las travesías, rue Montaigne y la recorremos un largo trecho por una acera y volvemos por la otra, comenzamos a ver coches blindados con cristales tintados, guardaespaldas con pinganillo y de pronto salen unas moritas de una tienda y aparece un furgón blindado y tíos de negro con pinganillo mirando para todos los lados, si me cruzo por la calle con las moritas igual les doy unas monedas.
Compro té en una tienda colosal, solo en NY, London y Paris, el precio no es para pensionistas. Descansamos en una cafetería, comienza a llover, Plan B: Metro con parada interior en Galerías La Fayette en 1,30 horas ha parado, Metro a Chatelet, nuestra zona, dejamos cosas en el Hotel y al Centro Pompidou, vemos curiosidades y hacemos tiempo para la cena, no llueve, no hace frío, nos vamos hacia el Sena y hacemos fotos nocturnas a Notre Dame.
4º DIA 27/03/2011
No nos hemos enterado de que han cambiado la hora, tampoco nos importa mucho, está nublado pero hace buena temperatura, nuevo sitio para el desayuno y en busca del Museo Picasso, en la zona de la Bastilla ¡vaya hombre! Está cerrado, en restauración y hasta el año que viene no lo vuelven abrir. Aprovechamos para ver la Place des Vosges, la mayor de Europa con soportales, en los cuales hay muchas galerías de arte y la casa de Víctor Hugo.
Metro a Montmartre y Sacre Coeur, la subida hasta la iglesia con Paris a tus pies, no ha perdido su encanto. La basílica es muy bonita, llevan 125 años custodiando la hostia consagrada. La placita y las estrechas calles de los pintores siguen siendo bucólicas, más que pintores yo creo que son copiadores, caricaturistas, otros te recortan el perfil con tijeras en cartulina y por desgracia está infestado de rumanos haciéndose los sordomudos pidiéndote que firmes y des dinero, también hay muchos grupos de trileros con sus “ganchos” intentando que los turistas apuesten. Ayer nos pasó un caso curioso, estábamos en el puente Alexander haciendo fotos y se acerca una rumana jovencita y me da un pesado anillo aparentemente de oro, diciendo que se me había caído, le digo que no es mío y me dice que estaba en el suelo y que me lo quedara, le dije que ella lo había encontrado y si no que lo entregara a la policía, fue nombrar a la policía y marchó con el anillo.Seguro que era un intento de timo.
Hemos comido en una de las terrazas de la plaza de los pintores y vamos descendiendo tranquilamente hasta la boca del Metro, destino Saint Germain des pres con su bonita iglesia, este es un barrio de alto estanding, se nota por las tiendas, hemos pasado por el famoso Café de Flore, encantador y seguido hasta la Ille de la Cité, a Notre Dame para oír misa a las 18,30 cantada y oficiada por el Obispo de Paris, la liturgia es solemne, es domingo y hay mucha gente, llama la atención grupos de treintañeros cantando los oficios durante toda la misa.
Hemos deambulado por el Barrio Latino, iglesia de San Severín y cenado una fondiu de quesos, al salir helado de pistaquio y vaniglia en una impresionante heladería italiana. Caminito cruzando el Sena, Chatelet, Les Halles y nuestro Hotel.
5º DIA 28/03/2011
Los lunes al sol. No dejar las compras para un lunes, la mayoría de los comercios están cerrados y por supuesto todos los museos.
Sin pensar en el día, habíamos dejado la visita al Museo de Branly, el de los cuatro continentes, de todos menos de Europa, que lógicamente estaba cerrado. Así que nos fuimos a ver el Mercado de Monffetard, cerca de la Sorbona y el Panteón, donde había una gran variedad de quesos, lunes cerrado. Bueno, a la Ille de Saint Louis, donde habían dos pequeñas queserías y una de patés, alguna tienda abierta, las de comestibles no. Ella encontró alguna oportunidad mientras se hizo la hora de comer. Sin salir de la Ille elegimos un italiano muy acogedor.
Dedicamos el resto de la tarde a seguir paseando por la Madeleine, Palace Royal, todos los comercios de rue Saint Honoré hasta llegar a la Place de la Concorde, con su espectacular panorámica ya atardeciendo con los Inválidos al fondo, que esta vez no hemos visitado. Pregunté si tenía reserva en Maxims.
De allí cogimos el Metro para ir a Tour Eiffel por la Academia Militar , ya de noche e iluminada, fantasía de luces para los sentidos, Llegamos hasta su base sin dejar de hacer fotos.
Después de nuevo Metro hasta el Barrio Latino, Boulevard Saint Michel, a la rue del Harpe y la creperie Cluny , recomendada por Carol. Como ha cambiado Paris, son más de las 22 horas y estuvimos cenando hasta pasadas las 23,15 , crepes saladas con foie y ensalada la otra con queso de cabra, vino blanco Chantilly y en quince minutos más andando tranquilamente al Hotel, hoy la jornada ha sido larga.
6º DIA 29/03/2011
C’est finí. Madrugamos, dejamos las maletas hechas y salimos a desayunar, se nota que hoy hay más movimiento en las calles, bastante tráfico. Nos acercamos a rue Saint Antoine, continuación de Rivoli que ayer vimos un quesería cerrada, la acaban de abrir y están colocando los quesos de la cámara frigorífica a los estantes. Para hacer tiempo y como la Ille de Saint Louis está tan cerca, decidimos visitar las otras dos, son las 9,30 y están levantando la persiana, en este lado todo es muy tranquilo. Volvemos a rue Saint Antoine, ya la tienen la preparada, es pequeñita y estrecha, en la parte de la derecha hay unas cincuenta clases de quesos de cabra y mezcla de vaca, de tamaño pequeño, 50, 100, 200 gramos , con su nombre, procedencia y precios por pieza. Si pides consejo al dueño le encantará ayudarte. Elegimos ocho clases y nos lo envasan al vacío. De regreso al Hotel compramos dos cositas para Adri y Helena.
Bajamos maletas y fácilmente, las calles están adaptadas para ello, en cuatrocientos metros estamos en el Metro de Chatelet con destino Porte Maillot. Esta vez elegimos la salida por el Palacio de Congresos donde hay unas galerías con buenas tiendas. Salimos cerca de las 12 para comprar los billetes del Bus al Aeropuerto de Beauvais. El vuelo despega a las 15,35 y a las 13,30 estamos facturando la maleta grande, ya en la cola nos damos cuenta de que pesa demasiado, lo comprobamos en uno de los mostradores, 18,500 Kg . , tres y medio de sobrepeso. Sacamos bolsas de aseo y alguna cosilla más y lo dejamos en 15,500 Kg . Facturamos sin pegas.
Nos tomamos una cerveza y patatas fritas, ya comeremos dentro una vez pasados los controles.
Primera pega, ella se da cuenta de que al no facturar mi bolsa de aseo, mi colonia es de 125 CC, ya veremos. Esta vez le pita a ella, a mí me hacen descalzarme las botas, le advertimos lo de la colonia pero el troley también pita: los quesos tenían que haberse facturado. Nos llevan al rincón de “sospechosos” y nos piden que abramos la maleta, ven que los quesos son muchos pero pequeños y envasados al vacío, nos dicen que con rotulador hay que poner el peso de cada uno y el ticket de compra, que no llevamos, solo el resguardo de Visa que no lleva detalle. Ponemos nuestra mejor carita y … surte efecto, nos dicen que podemos cerrar la maleta, ya en la cola para embarcar, una señora alta nos pregunta si habíamos tenido problemas con los quesos, le decimos que si pero que nos dejaron pasar, a ellos se los retuvieron, yo con esa cara tampoco les hubiera dejado pasar.
Como el otro día, todavía no han terminado de bajar los que vienen de Alicante y ya estamos subiendo.
Siempre nos quedará Paris. A Paris se puede volver siempre.
GARGOLAS DE PARIS
Gárgolas: Desagües de tejados aprovechados en la Edad Media para auyentar demonios, brujas y otros espíritus del mal. Decorados con formas grotescas y monstruosas. Todo un arte.
En Paris es curioso verlas en casi todos los edificios medievales, Notre Dame, Saint Chapelle, Chatelet, Sacre Coeur etc. Aqui va una muestra:
GARGOLAS DE PARIS
Gárgolas: Desagües de tejados aprovechados en la Edad Media para auyentar demonios, brujas y otros espíritus del mal. Decorados con formas grotescas y monstruosas. Todo un arte.
En Paris es curioso verlas en casi todos los edificios medievales, Notre Dame, Saint Chapelle, Chatelet, Sacre Coeur etc. Aqui va una muestra:
