sábado, 19 de febrero de 2011
COMPONENTES: VICENTE, JULIAN, LOURDES, PATRO Y MIGUEL
ITINERARIO:
Autovía a Alcoy, en rotonda, nuevo trazado, hacia Muro, en el pueblo dirección a Gayanes y por la Policía Local , torcer a la izquierda, seguir unos 150 metros y torcer a la derecha, aparcar frente a la fábrica de tejidos para el hogar, a su lado derecho está el poste indicativo del PR.
Por fin a vuelto Lourdes, esto se estaba desmadrando y necesitábamos que alguien nos metiera en cintura. Iniciamos siguiendo el itinerario del PR, que ha variado un poco por el nuevo trazado de la nueva autovía Alcoy-Valencia, por el camí de Almoroig, pronto cruzamos el río Agres de exiguo caudal, para llegar a la Font de la Carrasca donde nos desviamos unos metros para visitarla y seguir el sendero entre altos chopos ascendiendo un poco para retomar de nuevo el camino entre bancales de olivos hasta que nos topamos de frente con la nueva autovía, esta es la variante a la ida, para salvarla seguir por la derecha unos 250 metros hasta el nuevo puente construido y que al otro lado nos devuelve al camino.
Aparecen cuidados chalets, nos estamos acercando a Turballos, pedanía de Muro con muy pocos habitantes, pueblo antibélico y antinuclear, según reza en unos azulejos en la minúscula plaza del pueblo con su pequeña iglesia donde, siempre he sentido curiosidad, no hay bancos para los feligreses sino almohadones en el suelo y pequeñas banquetas de unos veinte centímetros de altura y dispuestos en círculo frente al altar. Dicen que lo habita una comuna, pero pocas veces nos cruzamos con alguien al pasar y dan la impresión de ser poco comunicativos, cada vez hay más casas restauradas con esmero.
Salimos en dirección Gayanes por pista de tierra y bancales de almendros en flor, van quedando menos, están siendo sustituidos por olivos. Oímos las motosierras de los podadores y se ve el humo de alguna hoguera. A la izquierda de nuestro camino vemos un margen de unos quince metros en llamas, ardiendo broza y parte de algún almendro en flor, hacemos comentarios en voz alta y aparecen los podadores para decirnos que lo tienen controlado. Es la forma más rápida de limpiar y les da lo mismo cargarse almendros, son menos rentables. En cuanto al método si nos parece peligroso, hace algo de aire y aunque no hay pinos cerca, las chispas vuelan.
Entramos en Gayanes por el norte y en dirección a la cruz, me recuerda a los cruceiros del Camino de Santiago, torcemos a la izquierda entre viejos y enormes cipreses siguiendo las estaciones del Vía Crucis hasta la ermita de San Francesc de Paula. Por fin comienza a empinarse el camino.
Seguimos por carreterita y camino hasta elevarnos por encima del depósito de agua hasta que se convierte en senda y vemos la gran mole vertical hacia la que nos dirigimos y que parece imposible que podamos subir a no ser que sea escalando, pero la senda comienza a zigzaguear y ascendemos por cortas y empinadas rampas, entre romeros y pequeñas carrascas se vuelve exigente y nos eleva. Tomamos aire y contemplamos el valle, Cocentaina a lo lejos, Muro, Turballos, Gayanes y comienza asomar Beniarrés y su pantano, continuamos con empeño hasta cerca de la cova negra y antes del collado, agua, hidratos de carbono y barritas, ya estamos contra las paredes, las rampas se alargan y dulcifican, llegamos al collado, cruce con los PRs que vienen del port d’Albaida y Adzaneta, sopla un poco más el aire pero sigue despejado.
Por fin a vuelto Lourdes, esto se estaba desmadrando y necesitábamos que alguien nos metiera en cintura. Iniciamos siguiendo el itinerario del PR, que ha variado un poco por el nuevo trazado de la nueva autovía Alcoy-Valencia, por el camí de Almoroig, pronto cruzamos el río Agres de exiguo caudal, para llegar a la Font de la Carrasca donde nos desviamos unos metros para visitarla y seguir el sendero entre altos chopos ascendiendo un poco para retomar de nuevo el camino entre bancales de olivos hasta que nos topamos de frente con la nueva autovía, esta es la variante a la ida, para salvarla seguir por la derecha unos 250 metros hasta el nuevo puente construido y que al otro lado nos devuelve al camino.
Aparecen cuidados chalets, nos estamos acercando a Turballos, pedanía de Muro con muy pocos habitantes, pueblo antibélico y antinuclear, según reza en unos azulejos en la minúscula plaza del pueblo con su pequeña iglesia donde, siempre he sentido curiosidad, no hay bancos para los feligreses sino almohadones en el suelo y pequeñas banquetas de unos veinte centímetros de altura y dispuestos en círculo frente al altar. Dicen que lo habita una comuna, pero pocas veces nos cruzamos con alguien al pasar y dan la impresión de ser poco comunicativos, cada vez hay más casas restauradas con esmero.
Salimos en dirección Gayanes por pista de tierra y bancales de almendros en flor, van quedando menos, están siendo sustituidos por olivos. Oímos las motosierras de los podadores y se ve el humo de alguna hoguera. A la izquierda de nuestro camino vemos un margen de unos quince metros en llamas, ardiendo broza y parte de algún almendro en flor, hacemos comentarios en voz alta y aparecen los podadores para decirnos que lo tienen controlado. Es la forma más rápida de limpiar y les da lo mismo cargarse almendros, son menos rentables. En cuanto al método si nos parece peligroso, hace algo de aire y aunque no hay pinos cerca, las chispas vuelan.
Entramos en Gayanes por el norte y en dirección a la cruz, me recuerda a los cruceiros del Camino de Santiago, torcemos a la izquierda entre viejos y enormes cipreses siguiendo las estaciones del Vía Crucis hasta la ermita de San Francesc de Paula. Por fin comienza a empinarse el camino.
Seguimos por carreterita y camino hasta elevarnos por encima del depósito de agua hasta que se convierte en senda y vemos la gran mole vertical hacia la que nos dirigimos y que parece imposible que podamos subir a no ser que sea escalando, pero la senda comienza a zigzaguear y ascendemos por cortas y empinadas rampas, entre romeros y pequeñas carrascas se vuelve exigente y nos eleva. Tomamos aire y contemplamos el valle, Cocentaina a lo lejos, Muro, Turballos, Gayanes y comienza asomar Beniarrés y su pantano, continuamos con empeño hasta cerca de la cova negra y antes del collado, agua, hidratos de carbono y barritas, ya estamos contra las paredes, las rampas se alargan y dulcifican, llegamos al collado, cruce con los PRs que vienen del port d’Albaida y Adzaneta, sopla un poco más el aire pero sigue despejado.
Nos vamos por la derecha por senda muy definida y en pocos minutos nos desviamos de nuevo a la derecha, estamos en la Cava del Benicadell que conserva su cúpula y está en muy buen estado adornada por las hiedras, fotos y vista bucólica de la cumbre del Benicadell (1.104 m .) con su marcada senda de ascenso.
Cogemos de nuevo la senda principal que nos desciende un poco para subirnos suavemente en largas rampas, pasaremos cerca de algunos pinos de alta copa, son el resto que quedó después de varios incendios, hasta llegar a la higuera, han arreglado un poco el muro derruido y por fin tapado con reja el pozo que era un peligro. Último esfuerzo, por la izquierda a la cresta aparentemente aérea pero con ayuda de las manos llegamos al punto geodésico. La vista impresionante, a nuestra derecha Alicante, desde Lorcha hasta Alcoy, a nuestros pies el pantano de Beniarrés que aparece una salamandra desde aquí y a nuestra izquierda la provincia de Valencia, desde Oliva a Onteniente.
Bajamos al mirador a dar cuenta de nuestro almuerzo, al sol y resguardados del aire, viendo en primera fila el esfuerzo de seis escaladores que prosperaban por entre las grietas hasta la cumbre, nos lo hemos ganado.
Iniciamos el regreso deshaciendo el mismo camino hasta el collado de subida, a partir de aquí la magnífica senda nos irá descendiendo suavemente por la umbría, debido a los incendios solo hay pequeñas carrascas y matorral que si no fuera por la protección del pantalón largo nuestras piernas acabarían ensangrentadas. La senda se ensancha y convierte en camino al llegar a la casa y cava de don Miguel, cruce de sendas, la cava parece fortificada pero no tiene cúpula y su acceso, por la maleza, es incómodo. De nuevo senda descendente y llegamos a els Fontanars d’Albaida , cruzamos a una calzada de piedra que nos llevará a la autovía de nuevo, seguir por la izquierda carretera de servicio hasta rotonda donde se enlaza con la nacional 340 que viene de Muro, cruzar la carretera nacional por de bajo, ver marcas, seguir por la izquierda paralelos a la autovía hasta primer camino a la derecha entre olivos, marcas de nuevo, seguir hasta la Caseta de Sanabre y al pueblo, entramos por la calle donde tenemos el coche. Perfecto. Esta vez nos han faltado unos minutos para las siete horas. Es larga, más de 22 kms. Pero solo tiene de dureza la subida de Gayanes al collado.
