Posted by : Vaig a Peu sábado, 6 de diciembre de 2025

Su nombre deriva de la palabra latina “Columba”, paloma, y pertenece a la cadena montañosa de Carrascoy, continuándose por las vecinas sierras de Altahona y Escalona. Junto a la Sierra de Villares es uno de los pasos naturales utilizados desde antiguo para llegar hasta los límites prelitorales, por eso no son de extrañar los restos arqueológicos de época romana pertenecientes a villas y los materiales de época islámica encontrados. Pertenece al Plioceno superior, existiendo depósitos del cuaternario con limos rosados y glacis conglomeráticos muy característicos. Su pico más alto alcanza a los 646 metros sobre el nivel del mar, y se puede llegar hasta él gracias a rutas de senderismo. Se accede a estas rutas tanto desde el Puerto del Garruchal como desde el Collado de los Ginovinos, en la Sierra de Altahona. Conforme se gana altura en el camino hacia el pico más alto, la vegetación de Columbares pasa de los cultivos abandonados de almendro, sobre terrazas de cultivo, a un sotobosque plagado de romero, lentisco, o espino negro. No tardan en aparecer, en el ascenso a la cumbre, el pino carrasco y la presencia de animales como el buho real, el gato montés o la gineta. En la cumbre de Columbares se puede apreciar el conocido paisaje lunar, efecto de la erosión del agua sobre los suelos de margas del terreno. Y desde este pico se llega a divisar el Mediterráneo, así como el Campo de Cartagena y la zona litoral del Mar Menor. Columbares custodia además un tesoro ecológico sorprendente, ya que en su entorno se localiza una de las mayores densidades de población de búho real del mundo: entre 50 y 70 parejas de esta majestuosa rapaz nocturna, de acuerdo con las investigaciones del biólogo Mario León, que ultima una tesis doctoral sobre la presencia del búho real en la Región.

CÓMO LLEGAR: Por la E-15 – A-7 hasta Murcia capital, tomar la A-30 MURCIA/CARTAGENA, tomar la salida 158 y continuar por la RM-19 hasta tomar la salida LOS MARTINEZ/SUCINA/GARRUCHAL, en la primera rotonda tomar la 5ª salida, y en la segunda tomar la 2ª salida, Sucina RM-19, hasta el cruce con la carretera del Puerto del Garruchal RM-13, girar a la izquierda y continuar hasta la Venta del Garruchal. Aparcar enfrente, en el Collado de las Zorras. Hay espacio.

COMPONENTES: VICENTE Y PEPE.

ITINERARIO: VENTA EL GARRUCHAL / COLLADO DE LAS ZORRAS / SENDA DEL GATO / GIRO IZQDA./DCHA. / SEGUIR CAMINO / SEGUIR RECTOS / CASA DE LOS PAREJA / GIRO IZQDA. / IZQDA. SUBIENDO / COLLADO DE LOS GINOVINOS / JUNTO A VALLA CAIDA / CORDAL DE LA SIERRA / SUBIDA EXIGENTE / ULTIMO EMPUJON / GRAN BRECHA / ACANTILADOS / V.G. DE COLUMBARES / POR ACANTILADOS / RODEO DESTREPE / SEGUIR CERCA DE LOS ACANTILADOS / DERECHA / DCHA. NO BAJAR / FALSO COLLADO / SEGUIR POR EL CORDAL / IZQDA. BAJADA / BAJADA PEDREGOSA / PUERTO EL GARRUCHAL / CAMINO / VENTA EL GARRUCHAL.


LA RUTA:
 Esta es mi tercera aventura por esta preciosa sierra. Las otras dos en solitario, desde el Puerto del Garruchal, una con niebla y la otra nublada, con lo que me perdí las hermosas panorámicas, a una de ellas le añadí la sierra de Altahona.

 


Hoy cambiamos el sentido de la ruta e iniciamos desde el Collado de las Zorras (292 m.), frente a la Venta el Garruchal con buen espacio para aparcar. Amanece un sonrosado día con planchas de nubes que se van dispersando.

 



Por la izquierda, junto a unos paneles, tomamos un sendero en leve ascenso sobre unas lomas pobladas de vistosas florecillas de color lila, que por el norte ya nos muestra la primera imagen de la Sierra de Columbares.

 



Enseguida conectamos con la Senda del Gato, un precioso sendero que a media altura y con apenas desniveles, nos transita en paralelo a la Sierra de Columbares que el sol comienza a iluminar. Más al oeste, tras la venta, dejamos la Sierra de los Villares.

 



Entre el modesto pinar y la confluencia de lomas tenemos buenas ventanas para admirar el paisaje, que por el norte nos muestra las sierras de el Valle, y por el sur, el final del Mar Menor, Calblanque y el cabo de Palos.

 



Avanzamos loma tras loma, acercándonos algo más a la Sierra de Columbares, en su zona central, donde se halla la cumbre y sus antenas que vemos con un poco de zoom, así como, la gran Casa de los Munuera.

 



A buen ritmo, es un delicioso paseo por este amable sendero. Levemente vamos perdiendo altura hasta el cruce con otro camino donde giramos a la izquierda para conectar con el PR-MU 23 que seguiremos durante un tramo.

 



Los pinos van raleando acosados por el abundante matorral. Desechamos el primer cruce que viene por la izquierda y en el siguiente, continuaremos recto pasando junto a una valla. Desde esta zona baja apenas vemos la sierra.

 



Llegamos a la Casa de los Pareja que ahora está vallada dado el peligro de su estado ruinoso, apenas quedan unas paredes en pie. A su lado quedan los restos del brocal abovedado de un aljibe de agua para abrevar el ganado.

 



Seguimos por el camino hasta el cruce con un sendero a la izquierda que nos sube. Aquí dejaremos el PR-MU 23, para enseguida tomar otro desvío a la izquierda que busca las faldas de la sierra y agudiza la subida.

 



Lindando con una pineda y matas de esparto, avanzamos hacia el gran frontal erosionado de la parte Este de Columbares, hasta el Collado de Giovinos (366 m.) que seguimos por la izquierda junto a una valla caída. 

 



Por la derecha, toma rumbo a la sierra de Altahona (534 m.) a los pies de Paisaje Lunar. Comienza la parte más exigente de la ruta, la subida por el espolón Este, la parte más inclinada de la sierra de Columbares.

 



Nos lo tomamos con calma y entre respiro y respiro, contemplamos el bello paisaje que nos depara la altitud, ahora centrada en la parte sur de la sierra. Con el campo de Cartagena y los primeros atisbos del Mar Menor.

 



Con alguna ventana al Paisaje Lunar, la ladera se encrespa en su parte más rocosa para alcanzar el cordal de la sierra, donde las vistas comienzan a ser compartidas entre el norte y el sur. En la subida esquivamos el gran frontal erosionado.

 



Damos el último empujón para conectar con el cordal de la sierra y vemos más cercanas las antenas y la cima. Las panorámicas son más generosas y desde esta posición volvemos a ver la sierra de los Villares y las cumbres de Carrascoy.

 



El sendero se ciñe a los acantilados y nos acerca a la gran brecha que nos separa de la cima, hemos de bajar y volver a subir, es un lugar privilegiado donde las panorámicas te atrapan por completo en un día tan claro como hoy.

 



Nos separamos de los acantilados para el descenso y en la subida los volvemos a buscar, aunque hay diversas sendas que enredan el paso. En el gran hueco central podemos atisbar la ciudad de Murcia como se expande en el valle.

 



Antes de alcanzar la parte alta nos acercamos con mucha precaución a una piedra en forma de tabla de surf que se asoma al abismo, y posar atrevidos. Desde ella tenemos buenas fotos al perfil de los acantilados, la sierra de Altahona y el Paisaje Lunar.

 



Alcanzamos las primeras antenas que están pegadas a los precipicios y cortados. Las últimas lluvias han reverdecido las cárcavas y badlands del Paisaje Lunar, las miradas llegan más allá del embalse de La Pedrera.

 



Un poco más y llegamos al Vértice Geodésico de Columbares (646 m.) hermosa atalaya con vistas a 360º. Nos hacemos las fotos de rigor y tomamos nuestro merecido almuerzo sin saber con que paisaje quedarnos.

 



Con un poco de zoom las panorámicas alcanzan desde el embalse de La Pedrera, al Mar Menor y el cabo de Palos, con el campo de Cartagena, y siguiendo, Carrascoy, sierra Espuña, la Cresta del Gallo y Murcia ciudad, una pasada.

 



Continuamos ahora en descenso relativo, puesto que, siguiendo por los acantilados, bajaremos y subiremos todas las olas montañosas de esta peculiar sierra, asomándonos a las rocosas ventanas naturales.

 



Nosotros intentamos acercarnos siempre a los acantilados, pero hay otros senderos algo más separados por los que se puede transitar, aunque en algunos cruces es complicado saber cual es el bueno, mejor seguir el track del GPS y no descender demasiado.

 



Nos acercamos al “paso” que ahora de bajada es un destrepe aéreo y escalonado, factible para gente acostumbrada. Para evitarlo existe un pequeño rodeo junto a un pino por la izquierda, que ataja la parte más expuesta.

 



Esta vez realizamos el descenso fácil, tampoco es necesario complicarse demasiado y sales al mismo sitio para seguir bajando por la afilada cresta. En el rodeo pasamos por diversas oquedades erosionadas y nos permite fotografiar los perfiles del abismo.

 



En siguiente tramo de inclinadas y afiladas rocas muy estables, donde los pinos apenas llegan por falta de tierra, es preferible patear sobre ellas cerca de los cantiles con largas miradas sobre la cresta que parece no tener fin.

 



En otro cruce dudoso donde la cresta de quiebra entre algunos pinos, hay que procurar no descender y mantenerse a la derecha, las trazas de otros senderos enredan mucho y es preferible evitar las que descienden.

 













La secuencia de salientes rocosos donde algún pino ha logrado enraizar nos deja bonitas estampas de su lucha por un puñado de tierra para sobrevivir. Sobre grandes rocas volvemos a tener vistas de Murcia capital.

 



Viene otro trecho donde no conviene descender y mantenerse a la derecha. Los cruces de ahora nos harían bajar antes de tiempo. Mirando hacia atrás podemos ver las olas montañosas que hemos descendido.

 



Nos queda por delante una cresta rocosa que al superarla aparece otra mucho más grande, pero ésta, la subiremos solo a media ladera para llegar a un falso collado siguiendo el cordal, con bonitas miradas a los rectilíneos acantilados.

 



Entramos en una zona más boscosa donde ya distinguimos al fondo la Venta de el Garruchal. Debemos seguir por la izquierda, con un limpio sendero que inicia un descenso prolongado entre pequeños pinos y matorral.

 



En la siguiente loma la bajada se acelera un poco, pero el sendero se torna pedregoso e inestable, y hay que tomar precauciones. La bajada finaliza en el Puerto del Garruchal (244 m.) junto a las antiguas mesas y bancos metálicos.

 



Cruzamos la carretera, y en el rellano tomamos el camino de la izquierda que con suavidad comienza a subirnos con vistas por detrás a la sierra de Columbares completa, haciendo unos zigzags para elevarnos hasta la Venta el Garruchal.

 


Solamente tenemos que cruzar la carretera para llegar al Collado de las Zorras donde cerramos esta espectacular ruta, marcada por las espectaculares panorámicas que nos ha deparado un día tan agradable para caminar.







RECORRIDO: CIRCULAR.

AGUA POTABLE EN RUTA: NO.

DISTANCIA: 10,5 KMS.

TIEMPO EN MOVIMIENTO: 5 HORAS.

ALTURA MÁXIMA: 646 (Cima de Columbares)

ALTURA MÍNIMA: 244 M. (Puerto del Garruchal)

DESNIVEL POSITIVO: 538 M.

DESNIVEL NEGATIVO: 538 M.

DIFICULTAD: MODERADA.

Leave a Reply

Subscribe to Posts | Subscribe to Comments

Entradas Más Visitadas

Patrocinadores:

Retales Design. Con la tecnología de Blogger.

- Copyright © Vaig a Peu - Buscando Nuevos Senderos -Metrominimalist- Template by Johanes Djogan - Blog Designed by Díez Pérez - Gráfico&Web -