Posted by : Vaig a Peu martes, 26 de agosto de 2025

Siempre tuve curiosidad por conocer de donde procedía la piedra con la cual se construyó nuestra basílica de Santa María. Mantenía en mi pensamiento un lugar que habría de distar poco de Elche, muy cercano al pueblo; es decir, amparado en el transporte lento de los carros, rodando sin prisa alguna. Así que, llevado de tan inquietante pensamiento, hablé con un amigo conocedor de los montes cercanos, quien me dio la noticia de saber donde se hallaban las dichosas canteras. Es más, se ofreció enseguida para ser raudo y amable guía. Lo cual supuso que ajustásemos de inmediato el día de la excursión. Comentaré que iniciamos la caminata -junto a otros compañeros interesados en la historia- penetrando en el barranco de San Antón, una vez pasada la urbanización Buenavista. Y seguimos su cauce, tachonado de agrestes entrañas, venciendo continuos obstáculos. Era, insisto, un ramblizo rendido al paso del tiempo, donde se hacía difícil avanzar. Cosa curiosa: dicho paso, trazado sobre el fondo de la barranca, seguía un rumbo asfixiante que se curvaba y retorcía acoplado al repliegue del monte. Empero, de cuando en cuando, aparecía en él, la rodadura marcada en roca viva por la llanta de miles de carros que lo habían hollado en su lento trasiego. Por supuesto, nos costó bastante llegar al grupo de las centenarias canteras. Mas al fin, en una bella hondonada de pinos, respetada por el acrecentado silencio de una montaña desolada -sierra que lleva en el plano topográfico de Elche el extraño nombre de Peligros- hallamos los callejones abandonados de las ansiadas pedreras. Confesaré que me llamaron la atención las caras perfectas de tales canteras suministradoras de la piedra arenisca de nuestro templo. Superficies lisas, cortadas limpiamente, lo cual daba a entender que nos hallábamos ante un tipo de roca que admitía ser tratada bajo la extracción por cuñas y luego retocarse con escoplo. Un trabajo de muchísimo esfuerzo, propio de hombres esforzados, capaces de poder superar el agobio de una tarea realizada entre el polvo y la crudeza del sol inclemente. Pensé entonces en el agua y en la sed de semejantes canteros. Seres perdidos allá en el silencio y extravío de estos montes. Y he aquí que mi amigo me mostró el recurso heroico para conservar el agua. Era un aljibe excavado en una laja del lecho de la barranquera. Estaba formado por cierta cubeta rectangular, cubierta con losas planas, en una de las cuales se abría el brocal, - apto para cerrarse con tapadera - cuya boca permitía sacar agua con pozal. Dicho aljibe se alimentaba por fino canalillo, abierto en la roca, regata que llevaba el agua de lluvia a una arqueta-arenero y de allí rebosaba cayendo a la poza o aljibe. ¡Qué empeño pusieron los constructores de Elche para que estas canteras cercanas funcionasen largo tiempo! Debe saber el lector que la iglesia de Santa María tardó ciento once años en construirse, siendo además una obra muy superior a la economía de aquel pueblo nuestro, cercano al final del siglo XVII. Ahora conocemos muy bien que los dibujos realizados por Nicolás de Bussi para el templo local - los cuales maravillaron al Concejo - proyectaban un edificio demasiado grande y costoso para los tres mil habitantes que estarían censados en Elche. Sin embargo, la locura de un sueño salió adelante, gracias al tesón ilicitano. Y Santa María es hoy una joya incomparable hecha para albergar el esplendor de La Festa. ¡Lo he recordado al visitar las canteras! (08/04/2007 artículo en el diario Información)

CÓMO LLEGAR: Desde Elche, por la CV-8615 por el puente del Bi-Milenari, en la 3ª rotonda continuar por la CV-850 Camino de Castilla, continuar por la izquierda hacia Bonavista por el Camí de Monfort, pasar por debajo de la Autopista A-70, no entrar a Bonavista y a la derecha hay un corto tramo de carretera inutilizada donde se puede aparcar.

COMPONENTES: VICENTE Y PEPE.

ITINERARIO: INICIO / BARRANC DE SANT ANTONI / SALIR DEL BARRANCO / SENDA DE LAIA / IZQDA. / SEGUIR RECTO / BAJAR SIN SENDA / DCHA. / CANTERA / IZQDA. / SENDERO / DCHA. / SEGUIR RECTO / GIRO IZQDA. / VIVEROS / DCHA. CAMÍ DE LES CANTERES / IZQDA. / IZQDA. SIN SENDA / ATAJO / CAMÍ DE LA FONT /  FONT DE LEGUEY / SENDA DE LOS CAZADORES / EL CAU /  RECTO / IZQDA. / CUERDAS / B. DE SANT ANTONI /  SALIR DEL BCO. / DCHA. / CRESTEO / DCHA. BAJAR / IZQDA. BARRANC DE LES CARRILADES / CANTERA DE SANTA MARÍA / CANTERA / SEGUIR POR BARRANCO DCHA. / FINAL.



LA RUTA: Seguimos con la rutina de entrenamientos y madrugando mucho. Hoy haremos un bonito recorrido con una ruta ilicitana que he utilizado algunas veces. Son sendas y caminos muy transitados sobre todo por ciclistas como la senda de Laia que sube por la serra de la Llosa

 



Iniciamos junto al Camí de Monfort después de pasar la autopista, por la derecha, al terminar el quitamiedos siguiendo las marcas del PR, pero sin bajar el barranco todavía hasta el sitio marcado con una piedra con la Senda de Laia.

 



Transitamos un trecho por el cauce del Barranc de Sant Antoni entre palmeras sin podar y carrizal hasta que lo dejamos por la derecha, subiendo en progresión sobre piso de piedra caliza. Hay mojones y otra piedra como cartel de “Senda de Laia”. Mientras tanto alborea el día.

 



Es un precioso sendero sobre roca que nos sube paulatinamente de loma en loma. Tenemos un amanecer tenue algo brumoso y gris, aparentemente sin sol y por delante, una sucesión de colinas para patear. Vemos otras piedras con el nombre de la senda.



En la siguiente elevación, siempre bordeando el barranco, se distinguen las antenas del Tabaiá y diversas lomas surcadas por senderos. Bajo el acantilado junto a una breve pineda, vemos socavada una cata de cantera.

 



Sobre una de las lomas que tiene un mojón grande, el paisaje se abre a las dos vertientes, por delante el sinuoso Barranc de Sant Antoni, por el Este la cónica figura de Fontcalent y por el sur, Elx y la bruma que lo separa del mar.

 



Enlazamos con un camino que seguimos por la izquierda un tramo y continuamos recto en el siguiente cruce para poco después comenzar a bajar por la derecha campo a través, e ir virando a la derecha, se trata de llegar a una vieja cantera.

 



La bajada es sencilla, y sin llegar a subir a la cantera, bajamos para pasar lateralmente por delante de ella. Entre el matorral se pueden adivinar algunos trazos de senda que nos permiten ver los cortes verticales que se realizaron para sacar los bloques de piedra caliza.

 



Después de bordearla bajamos para seguir rodeando la loma por la izquierda, hasta que enlazamos con sendero que viene de la Font del Escorfero. Entre suaves lomas nos va sacando de la barranquera pasando por una vieja higuera. 

 



Salimos a un espacio abierto por el que debemos ir un poco a la derecha y luego recto hasta conectar con un camino ancho. Antes, en el cruce anterior se iba por la izquierda junto a la ladera, pero la valla de una finca ha cortado el camino.

 



Con miradas al Tabaya, el camino bordea el cerco vallado de la finca y pasa por en medio de un gran vivero para conectar con el Camí de les Canteres y seguir durante un breve trecho por la derecha para luego girar a la izquierda.

 



Un poste del PR marca la Partida Rural de El Ferriol, es un estrecho sendero entre bancales que pasa junto a una gran casa abandonada. En un punto marcado giramos a la izquierda dejando el sendero por unos trazos que nos atajan para llegar al asfalto del Camí de Monfort.

 



Lo cruzamos y seguimos recto por las indicaciones a la Font de Leguey de otro poste con paletas. Es un ancho camino marcado del PR-CV 450 que nos lleva junto a un pozo de brocal cubierto que es la antigua Font de Leguey ahora seca.

 



Vamos virando a la izquierda hasta enlazar con el camino de la Senda de los Cazadores que viene desde El Cau, la seguimos por la derecha, por una especie de barranquera donde hay que salvar un enclave rocoso en ascenso.

 




En la parte alta, con bonitas vistas al valle de Fontcalent llegamos a la gran piedra esculpida y pintada de los Cazadores, la primera obra del El Cau por este lado. De forma triangular, por delante hay un pastor y su rebaño, y en las otras dos caras un mensaje al cazador.

 



Entramos en El Cau (340 m.) de Mariano Ros y Cándido, donde estos peculiares artistas han esculpido las rocas de la montaña con numerosos murales que luego han pintado manualmente. Los motivos son diversos, pero tienen un mismo origen: Elche y los símbolos ancestrales de la ciudad, bien religiosos o culturales. Toda una exposición al aire libre que se mantiene con cuidada pulcritud.

 



Tras un breve vistazo descendemos por el Camí de El Cau y cruzamos de frente el asfalto del Camí de les Voltes de Ferriol y el aparcamiento, para subir por un terraplén donde hay un sendero que seguimos por la izquierda.

 



El sendero va rodeando la loma hasta subir por un escalón donde hay una tubería de gran tamaño. El sendero continúa junto a una pared rocosa, donde antes había unas cadenas para facilitar el tránsito a modo de pasamanos y que ahora han quitado.

 



Arriba en la otra vertiente bajamos por un sendero al cauce del Barranc de Sant Antoni. Continuamos un tramo por el lecho entre pasillos de pinos de poco porte hasta un Waypoint que tenemos marcado para salir del barranco por la derecha.

 



No es exactamente una senda, pero hay trazas y algún mojón. Arriba conectamos con otro sendero que prosigue por el cordal de todas las lomas, por el filo entre los dos barrancos. Es un precioso trecho con grandes panorámicas.

 



Más adelante descendemos de las lomas con un sendero a la derecha hasta llegar a otro camino entre dos lomas que tiene un mojón grande, y por la derecha, seguimos bajando al lecho del Barranc de les Carrilades o de las Canteras.

 



El lecho del barranco, herboso al principio pasa a ser de tierra y rocoso en el que vemos algunos petroglifos excavados para recoger agua de lluvia. Por la izquierda dejamos atrás una antigua cata de cantera de la que luego no siguieron extrayendo bloques.

 



Por la derecha, una sendita nos sube a una pequeña loma que da entrada a la Cantera de Santa María, de donde fueron extraídos la mayoría de los bloques de piedra caliza para la construcción de la Basílica. Aquí se ven claramente los huecos que dejaron.

 



A poca distancia hay otra Cantera más pequeña, de menor altura y rectilíneas aristas de los huecos que dejaron los sillares extraídos. Volvemos al lecho del barranco que dibuja una enorme y cerrada curva a la derecha.

 



Poco después, si nos fijamos en el pétreo suelo del cauce de la rambla, aparecen las primeras carriladas, profundas marcas dejadas en la piedra caliza por el paso de las carretas que transportaban los bloques de piedra para la construcción de la Basílica de Santa María en nuestra ciudad.

 



El cauce del barranco se estrecha un poco y en lo alto de sus laderas aparecen vallas de fincas volviéndose más sinuoso. Llegamos al asfaltado Camí dels Dipósits que cruzamos para seguir por la derecha el cauce.

 



El matorral solo deja visible el sendero y en las laderas surgen más edificaciones hasta que salimos del barranco en el Camí de Monfort, junto al aparcamiento donde cerramos la ruta. Bonito recorrido con un gran entramado de senderos.







RECORRIDO: CIRCULAR.

AGUA POTABLE EN RUTA: NO.

DISTANCIA: 10,7 KM.

TIEMPO EN MOVIMIENTO: 03:35 HORAS.

ALTURA MÁXIMA: 281 M. (El Cau)

ALTURA MÍNIMA: 131 M. (Final del barranco)

DESNIVEL POSITIVO: 309 M.

DESNIVEL NEGATIVO: 317 M.

DIFICULTAD: MODERADA.

 



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