Posted by : Vaig a Peu sábado, 9 de noviembre de 2024

El pueblo de La Murada no ha tenido un pasado violento, ni de disputas entre antiguos reinos, ni tampoco se libró, que se sepa, ninguna famosa batalla, no, por el contrario es una historia de gente común, trabajadores agrícolas y ganaderos que pacientemente se fueron instalando por todo este valle, cultivando como labradores las tierras de sus amos, señoritos, etc., formando barrios diseminados a los que sus propietarios otorgaron sus apellidos y que fueron dando cobijo a los componentes de cada familia. Así nacieron los barrios que hoy conocemos como “Los Vicentes”, Los Riquelmes, Los Rocamoras, Los Pérez, Los Quiles, Los Vives, Los Pepe-Pérez, Los Mellinas, Los Cutillas, Los Asensios, Los Díaz, Los Pérez-Giles, Lo Carmen, Tío Migalo, Los Limas, Los Carazos, Lo Montero, Lo Rambal, Los Clérigos, Rocalmoina, Lo Arsenal, Lo Belmonte, Lo Mampulín, Lo Naya, Los Pinos, Lo Maceras, Lo Molinero, Los Collareros, Los Planetas, Los Curetas, Los Chirrines, Lo Candel, Los Mazones, Lo Vilella, Los Sigüenzas, Lo Salar. Junto a estos, otros, cuyo nombre, más bien parece provenir de parajes o de cualidades de esos parajes como: Los Campirulos, Los Grillos, Los Corrales, Los Randeros, Los Gavilanes, Los Pinos, La Casa Colorá, Venta de los Perros, Las Casas Nuevas y El Cabecico. Separado por una muralla natural (la sierra del Agudo) se encuentra Barbarroja. Y terminaremos al final nombrando al segundo más poblado: La Virgen del Camino (barrio dividido entre dos ayuntamientos: Orihuela y Callosa: La Callosilla). El nombre de Virgen del Camino se le puso a mediados del siglo pasado, el Obispo Don Luís Almarcha, por la veneración que profesó a esta Virgen. El Obispo que lo fue de León, era hijo de La Murada y tenía una casa en La Callosilla. Al conjunto de todos los barrios citados se le llama hasta nuestros días CAMPO DE LA MURADA. Actualmente algunos barrios han desaparecido, y la mayoría de ellos se han ido despoblando, incorporándose su población alrededor del barrio principal y más poblado: LOS VICENTES. Todo el territorio comprendido conforma LA MURADA, con una extensión de 70 km2. 

CÓMO LLEGAR: Autovía A-15 hacia Murcia, salida en la nº   BENFERRI / LA MURADA, en La Murada continuar 5 km hasta los Vives. Suele haber sitio para aparcar.

COMPONENTES: VICENTE.

ITINERARIO: LOS VIVES / PALMERA DE 5 BRAZOS / ALJIBE DEL AGUDO / POR LA DCHA. / PUERTA, POR LA IZQ. / IZQUIERDA / PANORAMICAS DEL AGUDO / DERECHA / IZQ. SENDERO / MARCAS DE PR- / SEGUIR MOJONES Y MARCAS / SUBIENDO POR LA DCHA. / VISTAS A LA CRESTA OESTE / PANORAMICAS SUBIENDO / COLLADO-DCHA. / DCHA. SENDERO SUBIDA / FUERTE PENDIENTE / APOYAR MANOS / CIMA DEL CERRO AGUDO / SEGUIR RECTO-IZQ. / CAMINO DCHA. / GIRAR DCHA. / IZQUIERDA-DESCENSO / BAJADA MUY TECNICA / FUERTE DESCENSO / ENLACE PISTA-DCHA. / REPETIR ITINERARIO HASTA LOS VIVES.


LA RUTA: Hacia muchos años que no subía al cerro del Agudo desde los Vives, su espectacular cara sur. Las últimas veces lo he ascendido desde la pedanía de Barbarroja, cara norte, y por el oeste desde Abanilla y el Zulum.

 


Poco han cambiado las cortijadas de los Vives, alguna de ellas convertida en casa rural. Amanece con bruma en la Vega Baja con las sierras de Callosa y Orihuela, mientras por el Este tenemos una dorada salida del sol.

 



Iniciamos por la izquierda por el camino junto a los contenedores, antes había una estaca con un cartel. También queda en pie un antiguo y herrumbroso poste eléctrico fuera de servicio y por encima de las casas nuestro objetivo, cerro del Agudo.

 



Nos acompañan campos de cítricos hasta que terminan las casas, en la última de ellas, cerrada y en venta, hay un desaliñado ejemplar de palmera, pero de cinco brazos. Como buen ilicitano me da pena que esté tan descuidada.

 



Por delante se abre el paisaje montañoso con una construcción en su ladera donde asoma el Agudo, y por el Este, sobre la abandonada casa del Quinto, sobresale la afilada cresta del Zulum ya en tierras murcianas.

 



La ancha pista comienza a inclinarse progresivamente. La mayoría de estas pistas fueron trazadas para dar servicio a las numerosas canteras que existen en la zona, casi todas abandonadas. Mirando hacia atrás vemos las sierras de Callosa y Orihuela flotar en la bruma.

 



Poco más adelante, antes de una cerrada curva hacemos un pequeño desvío a la izquierda para ver el Aljibe del Agudo. Aunque ha sido remodelado, en su desvencijado cartel apenas se puede leer el año de su construcción, 1875.

 



Enseguida viene una puerta vallada que cierra el paso a vehículos pero que salvamos por la izquierda. 

La curva nos sigue elevando dejándonos ver con más amplitud la planicie de la Vega Baja y las crestas del Zulum sobre campos roturados.

 



En la ladera de un montículo observamos una diminuta caseta de caza con techado de uralita y no muy apartado de la pista, un bebedero artificial con barriles de agua encerrados en una especie de jaula metálica, donde solo pueden acceder conejos y perdices.

 



Todas estas lomas son de un gran coto de caza, hay que extremar precauciones en las fechas que esté abierta la veda. En el siguiente recodo después de un giro a la izquierda nos deja grandes panorámicas al cerro del Agudo.

 



Su aspecto frontal es categórico, como si un enorme colmillo prehistórico hubiese surgido de las entrañas de la tierra. Esto da una idea de los violentos movimientos tectónicos que dieron origen al actual relieve.

 



Hacemos un giro a la derecha para sortear la última loma donde hay encaramada una moderna caseta de caza mimetizada de verde con tronera para disparar. En una hondonada plana han dispuesto plásticos cercados para recoger agua y atraer a la caza.



Terminamos de rodear la loma y el camino prosigue paralelo por delante de la pared del cerro mostrándonos sus grandes fisuras verticales, nos parece un escudo gigantesco que se ha curtido en mil batallas.

 



Vamos acercándonos al collado en la misma base del Cerro del Agudo y marcada con mojones y pinturas de PR, por la izquierda se inicia la senda de ascenso. A esta altura observamos que por la izquierda le crece una aleta en forma de muralla que tenemos que salvar.

 



El nuevo sendero nos va ascendiendo por la loma poblada de matorral de esparto, en busca del paso más fácil para franquear la muralla. Hacia atrás vemos las puntiagudas lomas, y en la costa, la bruma invade el mar acortando la profundidad del paisaje.

 



En el otro lado de la muralla todo es diferente, entramos en la cara norte, la masa de pinos se hace más patente en la altura, y el aspecto de la montaña cambia por completo, la aleta es una afilada cresta que crece escalonada en diagonal hasta llegar a la cumbre.



El sendero se separa de la mole rocosa de la montaña y comienza a remontar entre los pinos para alcanzar la cuerda de la sierra. Las vistas a las paredes son muy nítidas y en la Vega Baja de nuevo las sierras de Callosa y Orihuela, con el litoral metido en la bruma.


Se acentúa la subida y la senda se retuerce entre las rocas  y los pinos, algunos de ellos caídos, haciendo un entorno más salvaje. Hay que estar atentos de los mojones que nos guían ya que surgen dudas en alguno de los trazos.  

 



Ya tenemos a la vista la bonita curva que hace la montaña con el cordal de la sierra. Alcanzamos el collado y las largas miradas a toda la cuerda que continua hasta Abanilla y en la otra vertiente, entre los pinos la pedanía de Barbarroja.

 



Proseguimos por la derecha en clara dirección a la cumbre para hacer en breve otro giro a la derecha. Comienza una corta pero intensa subida, poco antes de la cumbre, hay un tramo pétreo en el que debemos apoyar las manos para superarlo.

 



Cima del Cerro del Agudo (731 m.) las vistas son espectaculares, parece mentira que estemos en la puntita del colmillo. Vemos la cara sur de la cuerda de la sierra poblada de pinos y el brumoso litoral de la Vega Baja que no termina de despejarse.

 



Buscamos un buen sitio para tomar unas frutas contemplando el resto del paisaje,  centrándonos ahora en las lomas que nos separan de la Sierra de Crevillente, y que conforman un paisaje lunar. Tirando de zoom nos acercamos al Picatxo y la Vella, y en el centro del valle Hondón de los Frailes.

 



Para el descenso utilizamos el mismo sendero de subida, hay otro unos metros más a la derecha, que también enlaza con la senda del collado que ahora seguimos por la derecha, es un bonito tramo entre pinos. En un cruce seguimos recto.

 



La senda termina en un camino que seguimos por la derecha, haciendo una cerrada curva junto a unos bancales de almendros y olivos. 



Entramos de nuevo en la cara sur y acercándonos a la base de la montaña, de la que el sendero nos ha separado esquivando una loma. Observamos en la ladera un calderón excavado en piedra en el que los ancestros de la zona debieron almacenar agua.




El camino se pega a los muros de piedra seca de la ladera antiguamente abancalada y ahora en abandono. Por encima de ellos vuelve a aparecer la punta del cerro por su cara Este. Esta vertiente es totalmente distinta a la de subida, ahora parece mucho más agreste.




Cerca de su base dejamos el camino y por la izquierda comienza una vertical senda entre las lomas. Es una bajada exigente y técnica que nos permite contemplar las lomas del paisaje lunar y con zoom acercar una de las canteras abandonadas. 



Conectamos con el camino que la recorre la base del cerro,  lo que nos permite observar detenidamente su frontal surcado por hendiduras de arriba abajo que parecen viejas heridas de guerra nunca cicatrizadas. Cruzamos el cauce de la rambla de Lima.

 



Llegamos al collado de esta mañana donde se cierra el circulo de la ruta. Ahora repetiremos camino de bajada. Por la ancha pista nos vamos despidiendo de la aguerrida imagen del cerro del Agudo que va menguando al alejarnos. 

 



El día ha ido mejorando y las vistas a la llanura de la Vega Baja y a las sierras de Callosa y Orihuela son mucho más nítidas. Con soltura marchamos en descenso observando los campos de cítricos en tierras ganadas a la montaña murciana.

 



Dejamos atrás la puerta metálica y el aljibe donde la bajada se acelera con vistas a las viejas canteras y pronto alcanzamos la palmera de los cinco brazos y las casas del barrio de los Vives, cerrando esta nostálgica y recomendable ruta.

https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/circular-al-cerro-del-agudo-desde-los-vives-193057287




RECORRIDO: CIRCULAR.

AGUA POTABLE EN RUTA: NO.

DISTANCIA: 8 KM.

TIEMPO EN MOVIMIENTO: 03:50 HORAS.

ALTURA MÁXIMA: 731 M. (Cima del Agudo)

ALTURA MÍNIMA: 210 M. (Al inicio)

DESNIVEL POSITIVO: 571 M.

DESNIVEL NEGATIVO: 578 M.

DIFICULTAD: MODERADA.

 





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